Missing (Perdido)
By Angie
Epilogo… (parte 1)
Soufflé de Limón…
El sonido de la alarma lo asusto, estaba tan concentrado en sus cosas que ni cuenta se dio que ya se había cumplido el tiempo para ir a ver su creación. Dejo de lado la revista que leía con mucha atención mientras esperaba en la sala.
Ese artículo de fotografía silvestre estaba completamente interesante, casi no podía soltarlo, el moreno sonrió al pensar que tal vez ese mes podría encargar el lente nuevo que tanto le había gustado, en su última visita al gran centro comercial, suspirando camino hacia la cocina.
Hacía un poco más de un año que se habían mudado a esa casita de dos plantas, según insistió Soo en decir, era el lugar perfecto porque tenía todo a mano. El colegio de la pequeña y él de el por supuesto. OH Si!! Él también había sido puesto a estudiar, durante este periodo de tiempo. Casi dos años desde se conocieron y Kyungsoo resulto ser un mandón de primera.
Aunque si lo pensaba bien, todo lo que hacía o proponía siempre era para su beneficio, directa o indirectamente. Luego de hablar mucho sobre el tema, de sus estudios, decidió que su mejor opción era dar las materias libres, si lo hacía bien podría alcanzar a Jongdae y cursar con él algunas materias en la universidad.
Por supuesto que tanto Chen como Tao lo ayudaron a ponerse al corriente de todo lo que debía dar y presentar papeleos y esos menesteres. Si Jongin tenía que ser sinceró consigo mismo todo aquello era abrumador, pero siempre que intentaba frustrarse ahí estaban Kyungsoo y Younguk para animarlo y además contaba con los nuevos amigos que había ganado para ayudarlo.
Suho y Xuimin resultaron muy buenos en contabilidad, administración y ciencias respectivamente. Aunque Lay se ofreció a ayudarlo en anatomía y otras materias en las que estaba más al tono al igual que Kris en calculo y algebras, pero el menor prefirió no molestarlos ya que el señor Lay contaba con muy pocas horas libres y lo mejor era que se las dedicara a su muy dependiente novio Yifan, no sea que otra vez le diera la depresión alcohólica.
El señor Luhan resulto ser muy bueno en Historia, Geografía, historia del arte y muchas materias complicadas, eso sí siempre y cuando su bromista novio, Sehun, lo dejara en paz el tiempo suficiente para que pudiera explicarle algo. Chanyeol solicito y alegre se ofreció a ayudar con algunas materias como Matemática e incluso otras materias que no le interesaban tanto, pero Baekhyun lo regaño diciendo que antes de ayudar al moreno primero tenía que ayudarlo a él aprobar unas materias que tenía atrasadas.
Jongin tuvo que sonreír al recordar la escena, es que Byun Baekhyun no podía soportar la sola idea de no ser el centro de atención de su novio. Y Chanyeol disfrutaba aquellas actos con placer al sentirse necesitado e importante para el más bajo. Se amaban eso era más que evidente y eso ponía feliz al moreno.
Todos ellos eran importantes en su vida, se querían y Kai en verdad disfrutaba de su compañía a pesar de sus disputas infantiles, que nunca faltaban. El afecto estaba, igual que ese sentimiento maravilloso que él tenía por su pequeña familia.
Younguk, Pelusa y su Hyung eran su familia al igual que su mamá y Jack (que aun vivían allá en EEUU) y a pesar de las distancias estaban siempre en contacto.
Antes de llegar a la cocina se detuvo frente a una pared de color pastel adornada con diferentes fotografías de su familia y amigos, que él mismo tomó con el regalo de cumpleaños que Kyungsoo Hyung le había dado. Su cámara Nikon era uno de sus tesoros; sonrió más al ver una de sus fotos favoritas, en ella se podía ver a su madre y a él abrazados y sonriendo. Otro momento maravilloso que debía agradecerle a su pareja.
Bastante sorprendido estuvo cuando Kyungsoo había parecido con tres pasajes de avión, con fecha para una semana antes de navidad, Jongin sabía que él no podía ir a ningún lado sin una visa, pero antes de que pudiera protestar o argumentar algo, su novio le anunció que tenía una cita junto con Younguk para hacer los trámites de aquellos papeles, el día siguiente. Si, en ocasiones como esas Do Kyungsoo daba miedo, parecía saber que como y cuando pasarían las cosas.
Y así después de unas semanas de trámites y lidiar, por supuesto, con el berrinche que le armaron los chicos porque no estarían para pasar la primera navidad todos juntos. Kyungsoo tuvo que ponerse firme y negarse ante la afirmación de que los seguirían a EEUU. Argumentando que era la primera vez que visitarían como familia a la madre de Jongin y no necesitaba una panda de locos arruinándolo todo.
Después de varias conversaciones y negaciones los demás aceptaron dejarlos ir solos con la condición que Do accediera a ser acompañado al aeropuerto. Kyungsoo suspirando acepto y se preparo para una escena dramática, realmente no se equivoco ya que no sólo Chen y Tao lloriquearon sino todos los demás. Después de aquel vergonzoso episodio, prometiendo que los llamarían al llegar seguido de un sinfín de pedidos ridículos y encargos de todo tipo subieron al avión.
Kai se sentía tan feliz de volver a ver a su madre, que poco le importo todo aquel escándalo que había dejado atrás. Pero sus sentimientos de alegría no eran solo por volver a ver a su madre, sino también estaba el hecho de presentar a Soo y a la pequeña Younguk como su familia.
Su madre y su pareja los recibieron en el aeropuerto John F. Kennedy, tanto Jongin como Younguk se pegaron mucho a Kyungsoo porque el lugar era enorme. Entonces Kai la vio, allí estaba su madre con un enorme cartel de colores sonriendo de la misma manera que lo hacía Jongin. Lloró un poco al tener de nuevo su hijo entre los brazos, luego llegaron las presentaciones el esposo de su madre, Jackson Miller, conmovió mucho a Jongin ya que lo recibió como un padre ansioso y lleno de afecto que espero demasiado por volver a ver a su hijo que había estado perdido por muchos, muchos años.
Kyungsoo y Jongin presentaron a la pequeña y ambos mayores parecieron enloquecer, porque ahora tenían una nieta que mimar y consentir. Entre risas llegaron a la casa de los Miller en las afueras de Manhattan un lugar muy bonito y tranquilo. La señora Kim les había preparado la casita de huéspedes, dándole así un poco de privacidad, se quedaron por tres semanas así que pasaron navidad y año nuevo en aquel lugar maravilloso.
Pero también estaba el hecho que el cumpleaños de Kyungsoo y el despistado Jongin había olvidado de empacar su regalo que con tanto amor había comprado, así que se obligo a ayudar a su madre a preparar una torta especial de cumpleaños, el moreno se quemo unos dedos, e hizo malabares para no arruinar más de la cuenta la vajilla de su madre y si no hubiera estado que esa dulce señora seguramente habría sido un desastre completo, pero al final quedo decorada, lista y deliciosa.
Después tuvieron que escuchar la retahíla de protestas, esta vez vía conferencia, claro. Dónde todos protestaron porque según ellos, DO, se habían ido lejos apropósito, porque era un egoísta aburrido, que se aburría de su buen humor y compañía. Cuando Kyungsoo uso aquel tono tan particular de voz, ya saben ese tono serio y frió, todos suspiraron le desearon feliz cumpleaños y colgaron. La señora Kim reía abiertamente ante aquel espectáculo, Younguk aseguro que siempre era así y rió más cuando “el abuelo” Jack agregó que era increíble el miedo que daba Kyungsoo cuando usaba ese tono espeluznante.
Pero la verdad era que el temor duro sólo uno par de días, hasta que Jongin cumplió años y llego otra conferencia llena de reproches donde Soo fue acusado de secuestrar al “pequeño” Kai y alejarlo de sus amigos porque lo quería solo para él, porque era egoísta y malo. Esta vez Kyungsoo no contesto simplemente apago el celular.
La pequeña Younguk, sonriendo saco una bolsa de colores y le entrego a Jongin una camiseta de vivos colores muy abrigada, su madre muy emocionada le regalo un suéter también un gorro y guantes que hacían juego que ella misma tejió. Jackson lo apretó en un abrazo de oso y le obsequio una caña de pescar prometiendo que él enseñaría los secretos para pescar en cuento él tuviera tiempo y ganas.
Jongin estaba simplemente conmovido era la primera vez que alguien parte de Chen y Tao le daban obsequios y no sabía cómo detener aquellas lagrimas de felicidad que resbalaban por su mejilla, contagiando a todos los presente. Soo simplemente les dio pañuelos descartables mientras les recordaba que era un momento de reír no de llorar.
Kyungsoo, que espero a que todos se calmaran, para darle su regalo que no era otra cosas que una Nikon semiprofesional. Cuando a Kai, se le paso el asombro y le agradeció con un abra zote por su regalo, le pregunto a su novio porque había elegido una cámara. El mayor simplemente se encogió de hombros y le dijo que había visto las fotos que él había tomado con su celular y le pareció un buen regalo.
Sí, Kim Jongin sabía que tenía un súper novio que lo había ayudado con muchas cosas y eso incluía estudios, una futura profesión como fotógrafo. Porqué fue el mayor quien le había animado a tomar aquel pequeño curso para pulir sus habilidades con la cámara, entre examen y examen claro.
Además le dio un hogar, donde compartía sus días con la pequeña Sol; Ella simplemente seguía siendo igual de fastidiosa, aunque ella estaba algo más ocupada con sus actividades escolares, seguía encontrando tiempo para fastidiar a su “querida madre canela” como insistía en mortificarlo.
Ese tema de llamarlo así lo molestaba, no por el hecho de que le daba la categoría de madre sino porque no le gustaba que se burlara de su color de piel. Jongin suspiró pesadamente y luego inhaló profundo y de repente llego a él, el aroma inconfundible de su torpeza. Maldijo entre dientes y corrió a la cocina. Tomó una de las manoplas, abrió el horno y retiró lo que en teoría seria el regalo para su novio.
Eso era horrible! Simplemente lo desecho – “tonto, tonto, tonto Jongin”- se dijo
Si no se hubiera quedado pensando, en el pasado, su regalo habría salido perfecto ¿Cuántas veces tenía que quemar las cosas para que el salieran bien? Fastidiado arrojó las cosas quemadas y deformes al fregadero para luego abrir el grifo de agua y dejarla correr por un rato, abrió la ventana para que el olor a quemado saliera a su vez que encendía el extractor.
Resoplando volvió a buscar los ingredientes, que por seguridad había comprado más cantidad de la necesaria, porque no se iba a rendir ahora ni nunca. Aun quedaba bastante tiempo para que la Younguk volviera y mucho más tiempo para su querido Hyung regresara de su viaje de negocios.
Eso era bueno… ¿OH no?
La verdad era que Kai supuso que si le dedicaba el tiempo suficiente él podría hacer el bendito postre que le gustaba a Kyungsoo, pero no, él seguía negado para las artes culinarias por más voluntad que le pusiera. Si bien ya no quemaba “todo” o Salaba de mas o de menos la comida. Ya que ahora lograba hacer pequeñas cosas con mucho éxito. Hacer un postre era otra cosa, requería de toda su atención y la verdad era que su mente solía dispersarse con facilidad y por eso era que cometía tantos errores que su Hyung e incluso Younguk aprendieron a perdonarle.
La idea del postre como regalo se le había ocurrido al recordar una de esas tantas charlas que había tenido él y Kyungsoo en medio de la oscuridad. El adoraba hablar de todo con su querido Soo. Porque aunque no lo pareciera, él, era una persona que podía ser divertida y ocurrente, además de pervertido por supuesto.
Mientras mezclaba los ingredientes pensaba que hacía un largo tiempo que no tenían esas charlas, es que entre sus estudios, la niña, su trabajo de medio tiempo en una tienda pequeña de fotografía infantil; Siempre se sentía cansado eran jornadas complejas que lo hacían llegar al final del día cansado y deseoso de una ducha y dormir lo más que pudiera. Si a eso le agregaba que DO dedicaba mucho de su tiempo a esos complicados proyectos, pues… nada de nada… para Jongin.
Jongin se rió de su mismo al darse cuenta que estaba pensando como un hombre casado, rutinario y viejo. No se estaba quejando. ¡Claro que no! ¡Para nada! Sólo era que luego de no ver a su novio por cinco días ya empezaba a extrañar su calor y sus mimos, esto último especialmente.
“¡Mimoso!” se burlo de sí mismo, meneo al cabeza y se concentro en batir las claras de huevo y el azúcar, tenía que lograrlo esta vez. Porque dentro de unas horas volverían la señorita Sol acompañada por ZiTao y Jongdae, ellos la llevarían a comprar el regalo para su querido tío y la traerían de regreso, para que luego entre los cuatro decorarían la casa para recibir a Soo esa noche.
Según le habían dicho, él, llegaría en el vuelo de las 22hs justo a tiempo para comer y después festejar su cumpleaños después de la media noche. Por supuesto que el moreno había querido ir a buscarlo al aeropuerto pero los mayores junto a sus novios habían asegurado que irían por Kyungsoo, para traerlo a la casa.
Sonriendo se relajo para terminar de hacer su obsequio, en esta ocasión cocinaría perfectamente ese bendito postre- “tu puedes Jongin”- se animo a si mismo mientras colocaba la preparación en los moldes pequeños, para luego meterlos en el horno, precalentado, con mucho cuidado.
Solo habría que esperar veinte minutos, así que esta vez no sólo programo el temporizador, en forma de galleta de chocolate, sino también la alarma de su celular. Porque en esta ocasión no se le quemarían ¡no señor! Para entretenerse se puso a limpiar los trastes y utensilios que uso una y otra vez en cada intento fallido, así que a estas alturas tenía la pileta llena de cosas sucias.
Mientras se ocupaba de ese quehacer observó por la amplia ventana hacía el patio trasero, no era una gran extensión de verde, si debía decir, pero estaba bien cuidado y arreglado a gusto de la pequeña Sol que resulto una excelente jardinera, aunque el moreno siempre la ayudaba en aquella tarea le parecía algo encantador y un modo divertido de pasar la tarde en compañía de la chiquilla y más cuando en ocasiones Soo se les unía.
Sus ojos pardos se posaron en la figura dormida sobre la mesa del jardín, Pelusa; ahora disfrutaba de una siesta en su lugar favorito. El precioso felino, según le había comentado el profesor de Minseok, su amiguito peludo tenía los rasgos de un Ragamuffin una especie muy rara de felinos. Quien iba a decir eso cuando recordaba cómo se veía aquel día en que lo conoció sobre ese enorme árbol.
Kai termino con la tarea de ordenar, la cocina relucía y como aun le quedaba algo de tiempo tomó su celular y se sentó con un vaso de jugo de naranja y comenzó a revisar la pagina de donde había sacado la receta.
Jongin frunció un poco el ceño cuando recordó el modo en que Baekhyun se había burlado y reído de él, cuando le comento que tenía la intención de cocinar un postre especial para su pareja. Ese chico a veces lo ponía de mal humor porque no perdía la oportunidad para burlarse de su falta de talento en la cocina.
Pues él le demostraría que esta vez se equivocaba, volvió a poner atención en la receta, se puso de pie de un salto al leer que la decoración era importante para la presentación del platillo, Jongin simplemente se había olvidado de ese pequeño detalle.
Apresurado fue hacía la heladera, al abrir la puerta se topo de lleno con una caja adornada con varios pandas reposteros, adentro sabía que estaba un hermoso pastel de cumpleaños que él mismo había mandado a hacer a aquella famosa pastelería.
-Tu - toco la caja- eres el plato principal para mañana –anunció con convicción para luego tomar todo lo que le hacía falta para la decoración.
Todo paso a la vez, la alarma de su celular sonó, en su bolsillo trasero, al igual que la del temporizador sobre la mesada, junto al horno, saltaba. Se astuto mucho e intento que en el proceso de llegar con todo hasta un lugar seguro no tirar nada. Hizo malabares para no perder ninguno de los productos antes de dejarlo sobre la mesa, corrió apago el horno y luego a la galleta bailarina y ruidosa.
Con sumo cuidado abrió la puerta del horno y allí estaban, su sonrisa no podía ser más grande, al sacarlos y revisarlos cada uno era perfecto la cocina se inundo con aquel perfume delicioso. –“perfectas” – pensó feliz.
-WOW! Eso huele genial! - escuchó decir atrás de él, para sorpresa de Kai al girar perdió el balance y casi se cae – ¡cuidado! – exclamó el recién llegado.
Jongin jadeo al ver que su precioso regalo se balanceaba y casi termina regado en el piso, con decisión intento no derramar ninguno, si no hubiera sido por los brazos fuertes que lo sostenían seguro los hubiera perdido y todo su trabajo y estaría fregado otra vez…
-¿Jongin estas bien? – consultó el pelinegro con premura.
-Hyung…
-Lamento si te asuste – dijo el sonriente D.O ayudándole a su pareja a ponerse derecho – ¿De verdad no te paso nada? – pregunto otra vez.
-¿Hyung que estás haciendo aquí? – balbuceó el moreno poniendo la bandeja en la mesada, se quito los guantes que protegían sus manos.
-¡Sorpresa! – Sonrió el mayor abriéndole los brazos, que de inmediato fueron ocupados por el más joven que se pego a su cuerpo – Mmm...… debería irme más seguido me gustan tus abra zotes – comentó feliz el pelinegro mientras respondía al gesto de su novio.
-Te abrazo siempre si no te vas – fue la simple respuesta de Jongin.
-Oh! Eso me gusta – se separaron un poco – realmente te extrañe – confesó el de ojos grandes para luego besarlo.
-Yo también te extrañe mucho Hyung - murmuró sobre sus labios. Luego de unos besos se separaron y el mayor miró curioso, lo que había en la mesada.
-¿Qué hacías? ¿Puedo probarlo? – intentando separarse para ir hacía la bandeja pero los brazos del menor lo detuvieron, así que el mayor volvió a mirar a su pareja.
-Eso… no está terminado así que sería mejor que fueras a bañarte – sugirió mientras lo empujaba con suavidad hacia la puerta, alejándolo de la cocina.
Cualquier intento de avanzar fue detenido cuando Kyungsoo se paro para luego girarse y con una de esas sonrisas traviesas que Jongin conocía a la perfección le tomó la mano y dijo – ¿qué tal si me acompañas? – pregunto mientras que con la mano libre lo pegaba a su cuerpo de forma sugestiva acerco su boca al cuello y beso la clavícula expuesta – ¿qué dices? – Beso el cuello un par de veces – de verdad te echado mucho de menos – ronroneo en su oído, haciendo el menor tragara grueso mientras asentía.
En poco tiempo se encontraban en el baño quitándose la ropa entre beso y beso, Kyungsoo fue quien rompió el contacto para dejar correr el agua y ponerla a una temperatura adecuada, luego se metió bajo la ducha y extendió la mano hacía su amante quien la tomó sin dudarlo y se unió a él bajo el agua. Se besaron mientras se acariciaban a un principió con lentitud luego la pasión arrebató la razón y la lujuria tomó su lugar, llevándolos a caricias jadeos y suplicas por mas cercanía.
-Hyung…- jadeo Jongin cuando sintió a su mayor arrodillarse frente a él, tomando su hombría con aquellos labio cálidos sin poder evitarlo sujeto las abras húmedas de color oscuro se mordió el labio inferior cuando se sintió atrapado por la vorágine de la lujuria el quería más, su cuerpo quemaba y necesitaba más que eso - Te necesito… - jadeo – Soo…
Todo movimiento se detuvo hasta que escucho un gruñido y de inmediato Kyungsoo se puso de pie ordenándole – date al vuelta, manos contra la pared piernas abiertas - ordenó casi al instante fue obedecido y Do pego su cuerpo al de su amante mientras lo preparaba besaba su hombro – buen chico…
-Ahora Hyung…yo, yo…
-Si, se lo que necesitas – murmuró colocándose justo tras él para luego hundirse poco a poco en su interior- Dios… te extrañe tanto …- jadeo Do al sentirse atrapado en aquel cuerpo deteniéndose sólo para que el menor se acostumbrara.
-Kyungsoo… muévete – suplicó el moreno moviendo su caderas.
No hubo mucho que pudieran hacer cuando la pasión los arrastro aquel ritmo antiguo y salvaje, el sonido del agua cayendo no acalló los jadeos y palabras apasionadas de la pareja, cuando ambos llegaron al clímax sus cuerpos se sacudieron liberando así su semilla.
Kyungsoo se retiro solo lo suficiente para girar a Jongin y besarlo con una ternura increíble – ¿te amo lo sabías? – consultó sonriendo al notar cómo a pesar del tiempo Jongin aun se sonrojaba por sus palabras de afecto.
-También te amo Hyung…
-¿Qué tal si nos secamos un poco y vamos a la cama? – sugirió.
-Pero… - intentó protestar le mas alto porque recordó que aun tenía cosas que hacer en la cocina.
-¿No quieres? – cuestionó el mayor mientras cerraba la ducha y salía de la regadera tomando una de las toallas y secándose un poco su pelo.
-No dije eso… - murmuró Kai observando el tentador cuerpo de su pareja ¡¡qué demonios!! Se le borro cualquier cosa de la cabeza cuando el sonriendo se acerco y seco su pelo y algo de su cuerpo.
-¿Entonces vamos?- consultó y bueno Jongin no era un chico muy concentrado cuando su Hyung le sonreía y lo mimaba así que asintiendo se dejo guiar hacia la habitación.
Dos hora después…
Un jadeante Jongin intentaba salir de la cama pero por obvias razones no podía, ya que su amante no lo soltaba. No es que al moreno le molestara aquella pasión que siempre le mostraba Kyungsoo, sólo que volvió a recordar que se había “entretenido” más de la cuenta y en unos minutos o segundos llegarían la señorita Sol y sus amigos.
-Hyung… - susurró mientras intentaba no dejase llevar por esa ronda de besos sobre su cuello, una zona sumamente sensible y Kyungsoo lo sabía.
-¿Mmmm? – escucho que le decían sobre su piel haciéndolo erizar.
Jongin cerró los ojos disfrutando de la caricia mientras su cuerpo reaccionaba sólo y sus manos acariciaban la piel de su espalda de su mayor, cuando bajo un poco más notó las sabanas que le cubrían la mitad del cuerpo, una pequeña mordida a su clavícula hizo que jadeara.
-Ello… llegaran…. Pronto – logró decir entre mimo y mimo.
-¿Pusiste el seguro a la puerta?- cuestionó el mayor sin intención de detenerse. Antes de que Jongin pudiera decir que no lo había hecho la puerta se abrió de golpe.
-¿Jongin donde estas? – cuestionó la pequeña niña que se quedo inmóvil al ver a su tutor subiendo las sabanas hasta cubrir casi por completo al menor – TÍO SOO!!! – grito junto cuando iba a dar un paso dentro del cuarto un brazo la atrapo y la saco de allí.
-Perdón- se oyó decir a un apenado Jongdae mientras cerraba la puerta.
-Pero yo quería saludar al tío - protesto la chiquilla.
-Creo que deberíamos esperar un poco - sugirió Jongdae.
-Si pequeña primero deberíamos guardar lo que has comprado - intervino Tao.
-Primero se lo mostraré a Pelusa!- grito Sol con entusiasmó renovado y se oyeron sus apresurados pasos alejarse.
-¡Dios qué vergüenza! – chillo Kai mientras se cubría su roja cara con las sabanas.
-“El camarón ha vuelto…”- pensó un divertido Soo –“¡qué lindo!!!”- quiso decir pero simplemente no lo hizo, sólo llevo su mano hacía las hebras chocolates mientras decía en un tono tranquilizador - no te preocupes – acarició un poco aquella mata suave y algo húmeda – No creo que se diera cuenta de nada.
-Tal vez Younguk no pero Zitao y Chen no me dejaran en paz.
-Bueno supongo que debí soltarte cuando me lo pediste – le dijo Do besándole la mejilla- perdona
-Está bien- suspiró apesadumbrado – igual me molestaran por otra cosa.
-¿cómo cual?-
-Tu regalo – dijo Jongin.
-¿Eso era lo que cocinabas?
-Si… Era sorpresa
-¿Yo lo arruine?
-No, si… bueno no se – magulló en un tono triste el menor.
-Era eso lo que sacabas del horno cuando llegue – señalo Soo muy atento.
-Sí y me olvide completamente de meterlo en la heladera – comento Kai, levantándose apresurado fue hacía la cajonera a buscar ropa que ponerse y salir a ver que había quedado de su ya arruinado postre.
-Cualquier problema le dices que fue culpa mía y listo – comentó Soo divertido yendo a abrazarlo por detrás.
-Ellos no lo creerán – bufó haciendo una mueca con la boca – especialmente Baekhyun.
-Bueno que tal si vamos a ver si tiene solución- sugirió Kyungsoo mientras se separaba e iba hacia su maleta – tu madre te mando algo…- anuncio.
-¡Viste a mamá!- exclamó un asombrado Kai.
-Sí, viajo a California especialmente a verme y darme esto para ti- le extendió el paquete, sonriendo al ver como los ojos de su novio brillaban de emociona al abrir su regalo.
-¡Esta genial!
-Lo sé también me dio un regalo a mi – afirmo el de ojos grandes.
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