MISSING
By Angie
Capítulo Nº3
Un incomodo silencio los rodeo a los dos hombres, luego que el médico le anunciara que en un par de horas podría ir a su casa.
Fue entonces que D.O le ofertó que viviera en su departamento hasta que se mejorara, obviamente Kai se negó de inmediato, bastante agradecido estaba con la ayuda que le daba con los gastos del hospital, sin ser el culpable de nada ya que fue su culpa el cruzar sin mirar, era imposible aceptar aquel ofrecimiento.
-Bueno entonces dime donde te llevo para así solucionar este problema – razonó Kyungsoo en un tono calmado - Te advierto que no te dejare solo hasta que estés con alguien que me asegure que te cuidara bien – resopló el mayor
-…- El más joven guardó silencio.
-Ya escuchaste al doctor al menos necesitas cuarenta y cinco días de reposo – siguió diciendo con su postura rígida el mayor - Claro todo depende de cómo te cuides y también está la rehabilitación, si cometes algún error – remarcó – tus costillas no sanarán correctamente mucho menos tu pierna – concluyó.
Jongin rebuscaba en su mente ¿quién podría ayudarlo en aquel momento? Pero cada nombre en su lista era desechado por una u otra razón. Él ya sabía que no tenía a nadie quien lo ayudará. Sólo estaban Jongdae y ZiTao, pero ellos tenían sus vidas armadas y no estaban en posición de hacerse cargo de sus propios problemas. Elevó su mirada y se encontró con eso ojos negros tan intensos que no supo que decir.
-¿Y bien?- insistió el mayor.
-Bueno yo…
-Escúchame tú – interrumpió Soo – Primero, aunque no te guste admitirlo, eres mi responsabilidad, segundo soy el mayor aquí y no intentes negarlo le pregunte a la enfermera de recepción – señaló y el enfermo hizo una mueca de disgusto al verse descubierto aun así el mayor continuó – tercero tus amigos Chen y Tao no pueden cuidarte, ellos me lo dijeron.
Kai maldijo al bocón de JongDae, por ser tan comunicativo; resoplando tuvo que darse por vencido y aceptar - está bien iré con usted.
-Buena decisión – dijo D.O sonriendo de lado dejando su postura rígida – Ya que aclaramos ese asunto - se descruzó los brazos y le entregó una bolsa que tenía junto a la mesa de noche – ponte esto y no digas nada - advirtió al ver la cara del menor – No pretenderás irte con la pijama del hospital- señaló la bata blanca que Jongin tenía - a menos que seas un exhibicionista no creo que quieras pasearte mostrando tu humanidad.
Otra vez el menor apretó los labios intentando no ser demasiado desagradecido, es que no sabía qué hacer. Nunca recibió mucha atención de nadie, durante sus recién cumplidos diecinueve años fue tratado de muchas maneras, aunque nunca se sintió importante para nadie. No es que se quejara, porque esa era la vida que le tocó vivir y punto; aun así esto era extraño.
Sólo había recibido afecto de su ex compañero de escuela Jongdae quien era el único que conocía su patética historia, por ende cuando llego ZiTao a la vida de Chen, él sintió que era un estorbo, catalogándose a sí mismo como un imán para los problemas y contrariedades, aunque su amigo siempre lo ayudaba, aunque le repetía una y otra vez que no lo hiciera.
Y ahora aparecía este hombre, tan correcto, protector, responsable ¿qué se supone debía hacer? El siempre había intentado no ser una carga, esta vez tampoco lo seria, así que volvió a pensar a quien podría ayudarlo en aquel momento y la palabra Nadie llego a su cerebro.
Sonrió triste, mientras enfocaba sus ojos en el piso, no había nadie porque él era una gran NADA, que incluso su madre abandonó dejándolo en las garras de su alcohólico padre que para empeorar la situación decidió morirse y dejarle una deuda que no conseguiría pagar aunque viviera las veinticuatro horas trabajando.
Sintió entonces una suave caricia en su cabello, elevó la vista y notó en aquellos hermosos ojos que lo contemplaban con un dejo de preocupación.
-No te inquietes por nada yo te cuidaré – lo oyó decir y en verdad quería creer que todo sería mejor a partir de ahora.
Pero sus temores y las experiencias pasadas lo hacían dudar de que eso pudiera ser posible. Aun así aquellos brazos que ahora le daban calor, lo hacían sentía demasiado vulnerable, sin poder contenerse abrazo aquel hombre llamado Kyungsoo, que apareció en su vida en incluso ahora aseguraba que lo cuidarían sin pedir nada a cambio.
Kai sabía perfectamente que no era buena idea encariñarse con aquella amable persona, pero no podía evitar sentir que podía volverse adicto a ese perfume tan particular que tenía quien lo abrazaba.
-¿Estas mejor?- Cuestionó D.O, el más joven asintió - Bueno ahora cámbiate para que podamos ir a casa.
“A casa…”
La palabra era pequeña pero tenía un gran significado para el moreno. Sonaba extrañamente agradable a los oídos de Jongin pero no lo diría, él solo asintió…
Oxoxoxoxoxox
La vida de Kyungsoo había cambiado mucho, su amado silencio se había escapado por una de las ventanas el mismo día en que Kim Jongin había puesto su pie en su departamento.
Ese día había comenzado una batalla silenciosa pero intensa entre su sobrina y el joven invitado. En un principio Kai fue tolerante e incluso condescendiente con ella. Pero con el transcurso de los días la lucha silenciosa entre esos dos fue marcándose más y más a la vez que ya se convirtió en algo más ruidosa.
El primer enfrentamiento fuerte fue el mismo día de la llegada del moreno, eso ocurrió simplemente por el hecho de decidir quién dormiría en la bendita cama del estudio.
Como la única habitación de invitados había sido remodelada para la pequeña Yonguk, no le quedó otro sitio que ubicar al recién llegado que en la única cama disponible que quedaba, en su estudio, pero la chiquilla terminó haciendo un berrinche supremo al enterarse de aquella decisión.
Kyungsoo sabía que él tenía la culpa de todo aquel capricho. Es que él la había consentido demasiado en estos meses, y ahora su sobrina no quería compartir nada de la casa y mucho menos a su tío.
Habían pasado ya cuatro semanas desde que Jongin había llegado aquel departamento, a un principio, el chico se mostró algo dubitativo e incluso desconfiado, pero al ir pasando los días fue soltándose y mostrando su verdadera personalidad.
La verdad era que en su interior, no era sólo tan o más chiquilín que la niña, sino porque se pondría a pelear con ella poniéndose a su nivel…
D.O simplemente no entendía eso... Aunque no le quitaba lo divertido…
Kyungsoo meneó la cabeza, sin comprender a su invitado, durante esos días sólo había mencionado un par de veces a su amigo Jongdae, aunque él siempre llamaba para saber de sus progresos y bienestar.
Por fortuna las costillas, marcas de los brazos y mejillas comenzaron a mejorar, la hinchazón pasó y sólo le quedaban ciertos vestigios de aquella paliza. Algo diferente fue lo de su pierna después de unas revisiones periódicas y rehabilitación el doctor decidió que su pierna necesitaba más tiempo, así que remplazaron el yeso por una bota especial, que podía retirarse para que el pudiera asearse teniendo siempre mucho cuidado.
Soo, pensó entonces en eso y le provocó dolor de cabeza. Es que no hubo forma de hacerle entender a la niña que él debía ayudar a Jongin a asearse, así que después de mucho escándalo y suplicas terminó accediendo y los tres terminaron tomando el baños vestidos con bañadores.
Si la vida había cambiado mucho...
Antes él cenaba solo, ahora ya no era así, había un par de personas que parecían siempre tener algo que decirse el uno al otro, esas tontas discusiones parecían no tener fin.
Ahora había horarios que respetar, no sólo porque la niña necesitaba un ritmo marcado de vida, sino porque el enfermo en cuestión necesitaba medicinas que debía prácticamente obligarlo a tomar.
Si hasta eso tenía que hacer, nunca pensó que ese chico fuera a comportarse como un infante caprichoso cada vez que le tocaba sus medicamentos.
D.O no pensó jamás que Jongin se comportaría así, según sabía él era llamado un chico cool de los anfitriones, siempre atento y misterioso muy popular entre las damas y caballeros que frecuentaban “Whisper”.
Según le contó Chanyeol, su ahora novio Baekhyun se encontraba muy celoso de la popularidad de Kai, aunque estando el moreno ausente por enfermedad, el ya menciona Baek había logrado llegar a ser más popular y eso tenía algo preocupado a su amigo, ya que simplemente no podía convencer a su chico para que dejara esa vida.
Volviendo al asunto de Kai, no había podido persuadir de que le diera su dirección para ir por algunas de sus cosas, así que tuvieron que improvisar y arreglarse con la ropa que era de Kyungsoo. Al más joven pareció no importarle que le quedara algo corta, simplemente se subió de hombros y aseguró que estaba bien.
Bueno no es que fuera mucha la diferencia el dueño de la ropa solo era unos centímetros más bajo, las mangas no eran el problema donde más se notaba la diferencia era en el largo de los pantalones, D.O simplemente dijo que él no tenía la culpa que Kai fuera tres centímetros más alto.
Bueno pero el mayor solucionó ese problema con facilidad, simplemente fue a una tienda y le compró algunas cosas cómodas y prácticas, aunque Jongin no quisiera él sabía que las necesitaba, no se olvidó que debía llevar algunas cosas para su sobrina. Había aprendido en ese tiempo que al parecer no lidiaba con uno sino con dos niños.
Era tarde en la noche, llevaba mucho tiempo sentado. Decidió descasar un momento, se quitó los lentes ya casi terminaba el trabajo que debía entregar al día siguiente. No había podido avanzar mucho durante el día por cierta rencilla que habían tenido las dos personitas que vivían con él.
Todo empezó cuando Jongin insistió, y bastante, en que lo dejara hacer algo de comer, supuso que no habría problema con eso… Bueno eso fue hasta que Yonguk insistió también en ayudar. Cuando los “convencieron” de que los dos se pusieran de acuerdo, el ojinegro creyó poder dejarlos solos.
Es que D.O vio la oportunidad para poder progresar en el trabajo, si aprovechaba ese tiempo tal vez terminara antes de lo esperado. Pero no consiguió estar más de quince minutos sentado cuando los gritos de esos dos lo hicieron salir del estudio.
Ellos discutían, para variar, pero no era sólo con palabras eso era una guerra campal y todo sucedía en su amada cocina. Tuvo que entrometerse, es que no podía seguir viendo el desastre que estaban armando, sólo alcanzó a abrir la boca cuando una nube de harina se estampo en su cara. Por uno segundo tal vez dos tuvo una gran necesidad de extinguir la vida de ese par de dementes.
Los miró lo más serio que pudo, no necesitó ni hablar el interrogante estaba en su cara, ellos sólo se habían echado la culpa el uno al otro, señalándose mutuamente parecían una caricatura de esas que pasan en la televisión.
-Ambos a bañarse- ordenó con vos autoritaria - y sin pronunciar ni una palabra – advirtió, al ver que no se movían repitió - AHO-RA!
Los vio desaparecer dejando un rastro de harina por doquier, Soo controló una carcajada cuando los vio desaparecer, esos dos a veces se pasaban de la raya. Decidió poner algo de orden y preparar algo sencillo para comer. Cuando los vio aparecer de nuevo el mayor ya tenía la comida lista.
-Coman – ordenó aun en su postura seria - JongIn toma tus medicinas - el joven asintió, D.O se mordió el labio demasiado tentado por las cara de los dos, aun así se controló y agregó - Yonguk por favor controla que lo haga - la niña asintió - y no te olvides de comer tus verduras – miró a Kai - es tu deber hacer que las coma - el chico volvió a asentir.
Fue entonces que caminó hacia el baño, antes de entrar a este, se detuvo a escuchar victima de la curiosidad, se giró y prestó atención a lo que decían.
-Ya escuchaste enana – golpeó el plato con los alimentos con su palillos - Toda tus verduras
-Y tú la medicina – señaló la pequeña, riendo por la cara de asco que puso el moreno - Babo – murmuró ella.
-Tonta – replicó el más alto, Younguk le sacó la lengua y él la imitó.
Kyungsoo tuvo que taparse la boca para que no escucharan la risa que burbujeaba en su garganta, esos dos eran demasiado…
Entró a la ducha riendo bajito sin poder evitarlo. Hacía mucho que no sentía esa sensación en su interior era agradable y placentero saber que no está solo en aquel departamento.
Cuando salió del baño descubrió que todo estaba ordenado y listo para que él comiera, además de lo silencioso del lugar. Luego de comer, puso de nuevo todo en orden y entró a su estudio.
Allí se encontraba ahora viendo como esos dos dormían. Kai parecía algo incomodo, aun así abrazaba a la pequeña Sol (*). Sonriendo los cubrió con las mantas y se puso a trabajar…
oxoxoxoxoxox