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Missing (Perdido) Kaisoo por Lady Sess

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Notas del capitulo:

OMG!!ANGIE ESTA VIVA…… PENSE QUE NO LO LOGRARIA PERO AQUÍ ESTOY!!!!

 Después de hundirme en mi depresión ( si si angie  estuvo mal)  aquí vuelvo gracias chicos por el apoyo  ( llora abrazada a Do Mientras Kai le acaricia la cabeza) quien me conoce sabe porque  pero bueno ( se separa de los chicos) gracias es hora de trabajar  asique vallan ( ellos asienten)

En fin es hora de volver… es hora de terminar y aunque no reciba los RW que  tanto ansiaba recibir no importa (puño en alto)   porque yo  intento terminar esta historia a como diera lugar.

Gracias a quien se tomo la molestia de comentar y ser paciente… y si lees y te agrada  lo que leiste, gracias también por entrar…

Bien aquí un capitulo mas de mi amada historia…. 

Missing (Perdido)

By Angie

Capitulo 4

—Señor Kim — había llamado la enfermera, el mencionado se puso de pie. No pudo evitar el notar la atención especial que habían tendido hacia él desde su llegada al establecimiento.

Suspirando intentó no alterarse, siempre fue así desde niño. Aunque para ser sinceros a él no le gustaba llamar tanto la atención. No obstante cuando quedó solo, esa misma atención que le molestaba lo ayudó para poder ganar dinero, no pensaba negar eso. Usar su apariencia fue la única manera en la que consiguió beneficios para pagar su deuda.

Es que el señor Junsuk había demostrado lo mucho que le interesaba, se aprovechó de esa oportunidad y consiguió la forma de pagar su deuda y no morir de hambre. Aunque no tenía un hogar… va!, mejor dicho no tenía donde caer muerto, pero eso no le importaba mientras pudiera sobrevivir.

Era cansado siempre simular lo que no era, porque ser anfitrión exigía ser Cool, ¡siempre! Muy cansador desde donde lo viera.

Pero él en verdad no era nada de eso, en ocasiones se preguntaba quién era realmente…

Durante todo ese tiempo que convivió con Do Kyungsoo y su sobrina, se dio cuenta que no se conocía a sí mismo. Siempre pensó que él podría manejar a cualquiera, sea quien sea él podría dominarlo, estaba seguro porque Kai era un gran manipulador de cualquier persona. Pero se dio cuenta muy pronto que no era así.

Kyungsoo, como insistió en que lo llamara aquel hombre, se había transformado en algo importante. Es que, desde el día en que lo conoció, hacía ya varios meses nunca pudo entender sus propias reacciones.

En los días siguientes, después del incidente de su gripe no hizo otra cosa que recordarlo una y otra vez, pensar en ese hombre lo hacía sonreír, lo llenaba de una especia de pensamientos afables, además de un extraño hormigueo que dominaba sus sentidos.

Siempre que conmemoraba al individuo terminaba pensando en cosas positivas y a especular en cosas buenas que podrían pasarle. Fue por ese sentimiento, que dominó su mente, que al final quiso intentar convencer a su acreedor.

Tal vez, sólo tal vez podría conseguir una extensión de tiempo para pagarle. Pero sus esperanzas murieron cuando ese tipo le pidió algo a cambio, ese algo que él no quiso darle. Sabía muy bien que si cedía a los pedidos de ese sujeto luego se convertiría en un simple juguete de descarte. Le gritó que jamás seria su amante… y esa respuesta enfadó mucho a Junsuk, quien no dudó en darle un buen escarmiento.

Gracias a ese momento, tuvo la oportunidad de volver a ver a Kyungsoo, si debía ser sincero hubiera preferido que ese encuentro fuera en un lugar y momento distinto, pero siendo el casi un parea ¿qué sentido tenía quejarse?

Después de eso tuvo que aceptar su “invitación” a regaña dientes. No porque no quisiera estar con él, sino porque pensó que su presencia incomodaría a su esposa o novia, recordaba muy bien que lo había oído hablar con esa persona con mucho cariño. Grande fue su sorpresa al enterarse que sólo era su pequeña sobrina.

Negar que se sintió esperanzado, sería inútil, su corazón simplemente tenía un errático palpitar cuando sintió las cálidas manos del mayor sobre su espalda y cintura, guiándolo con cuidado del auto al departamento.

Al entrar a aquel lugar fue recibido por un aroma delicado y agradable, el ambiente era muy tranquilo, bueno eso creyó ya que esa paz duró hasta que el timbre sonó y cuando la puerta se abrió un pequeño bólido se quedó  paralizado frente al recién llegado.

Si el señor DO no le hubiera dicho que era su sobrina, fácilmente se habría equivocado pensado que era su hija, ya que DO Yonguk tenía los mismo hermosos ojos de su tío y también su jodido carácter. ¿Cómo lo sabía? Fácil… Pues es que a ella al igual que su querido tutor le encantaba mandar.

Él intentó respetar el espacio e procuró  llevarse bien con la niña, pero esa chiquilla tenía dos caras. La primera, y aclaró esa siempre era exclusiva para su adorado Tío Soo, su cara siempre era dulce e incluso obediente; La segunda esa daba miedo porque siempre se convertía en un ser caprichoso y muy, muy atrevida.

Kai recordaba el día que se conocieron, se había plantado frente al recién llegado y le dijo. – Te gusta mi tío Soo ¿verdad?— acusó ella, el pobre Kai sólo atinó a mirarla sin saber qué rayos decir – No tienes que negarlo yo sé — afirmó cruzando sus bracitos en el pecho — Pero desde ya te digo – se descruzó y se señalo a si misma mientras decía — Yo me voy a casar con Kyungsoo ¡él es mío! — proclamó para girarse y salir en busca del mayor.

La Mente de Jongin había quedado en un estado de confusión, no sabía porqué pero aceptó l desafío, él no iba a permitir que esa chiquilla se quedara con aquel hombre.

—“Kyungsoo será mío”— gritó su mente

Cuando fue consciente de esos sentimientos, se lo comentó a su amigo Chen, el decía que era bueno y que estaba creciendo. La verdad no sabía que tan cierto era, lo único que tenía en claro era que se había enamorado de ese hombre, y para colmo no sabía cómo actuar después de eso, y no ayudaba nada que la niña siempre lograba sacar lo peor de sí mismo. E incluso en ese momento podían discutir por tonterías o simplemente no dejarse vencer por un maldito juego de Play.

—Es que esa enana era una tramposa!!! – murmuró volviendo al presente. Jongin suspiró para no reírse de sí mismo, por ser así.

Elevó la vista y se paró frente a la puerta del consultorio, al instante se abrió la puerta y para su sorpresa vio a su ex compañero de trabajo, él sonrió y lo ayudó a entrar.

—¿Lay está usted haciendo su pasantía?— cuestionó luego de que lo guiara y sentara sobre una camilla.

—Si! al fin conseguí aprobar – afirmó sonriendo dulcemente.

—Eso es genial lo felicito— dijo sincero.

—Gracias…

—No me diga que este nuevo impulso y entusiasmo se debe a cierto chico alto y rubio? – bromeó el paciente, al parecer no se equivocó en sus especulaciones ya que el pasante se sonrojo.

La puerta de abrió y un hombre mayor se reunió con ellos, pidió que su ayudante colocara las placas, que se había sacado unas horas a tras, para revisarlas.

—¿Cómo estoy doctor?

—Creo que usted podrá tener una vida normal – comentó – sólo deje que le quitemos todo eso — señaló la bota.

Por un momento se sintió feliz de ser libre de aquella molesta cosa, pero de repente llego a él la idea de que ya no podría quedarse en casa de Kyungsoo. El motivo por el cual estaba en la casa ya no existía.

Se despidió de los doctores y salió del hospital a paso lento. Aún le molestaban los movimientos bruscos pero podía hacerlo bien, sin embargo la idea de volver al departamento de la familia DO lo había abrumado.

Caminó hasta la primera plaza que vio y se sentó en una banca, allí se quedó intentando recordar cuál era su lugar. Kyungsoo era un hombre bueno que lo había ayudado, pero eso no le daba derecho a abusar de esa confianza y buena voluntad…

¿Qué se supone debía hacer ahora? ¿Volver a intentar lo de su trabajo de Anfitrión? Es que aún tenía esa deuda importante que debía pagar, seguro Junsuk esperaba su dinero o su cuerpo, lo que quisiera darle en forma de pago. Cómo podía volver a aquella solitaria vida después de esos meses de conocer lo que era calor de hogar?

Tenía muchas ganas de llorar, pero no lo haría, no podía… ¿qué sentido tenía hacerlo? No solucionaría nada dejándose llevar por la melancolía.

Todo poseía un lugar y tiempo, todo tenía que volver a su propio lugar y él estaba donde siempre, la calle fue lo único que conoció bien.

Suspiró fuerte, luego se pegó un par de palmadas en la mejilla para impedir que avanzará la angustia y luego se puso de pie. Abrió los ojos y frente a él estaba la pequeña de ojos grandes, creyó entonces que todo era una broma del destino, ¿por qué ella estaba parada allí? ¿Qué rayos hacia allí Do Yonguk Justamente allí mirándolo?

—No piensas saludarme Jongin—babo — magulló molesta, el moreno pestañó confuso,  cuando sintió la suave manito en la suya dio un pequeño bote — Muévete babo, tío Soo nos espera para volver a casa — decía ella mientras lo jalaba con toda sus fuerza, sin éxito – Muévete o de verdad creeré que tío será sólo mío — advirtió, el cuerpo del más alto se movió solo.

—Era hora que volvieran, ya me estaba preocupando – comentó el de ojos negros regalándole una sincera sonrisa mientras se separaba del auto para ir a abrirles la puerta del auto.

—Fue culpa de JongIn! — Recriminó la niña, el mayor miró al castaño.

—Está todo bien?— cuestionó.

—Sí, el doctor dijo que estaba recuperado— sonrió el menor – no tendrá que preocuparse más por mí –aseguró.

Kai intentaba ser valiente y dejar ir a ese hombre del que estaba enamorado. Pero le estaba resultando difícil, si él le sonreía así ¿cómo podría soltarlo siendo tan bueno?

—Babo seguro te duele todavía — gruñó la niña jalándolo hasta el auto.

—No, estoy bien— dijo el de ojos pardos. Pero por alguna razón no le creyeron, lo supo al escuchar un gruñido que provenía de parte de D.O.

—Kai sube al auto ahora — ordenó el mayor en un tono que no permitía protesta alguna.

El moreno obedeció de forma automática, luego lo hizo la niña, la puerta fue cerrada con un sonido sordo, Jongin observó a Kyungsoo rodear el auto y sentarse al frente del volante, primero el sonido del motor y luego el movimiento del auto fueron los únicos sonidos. El más joven observo a su protector, parecía realmente molesto, quería preguntar el porqué pero no se atrevió. Una mano en su mejilla lo sacó de su estupor.

—No llores – susurró la niña – Verdad que vamos a cuidarlo y que nada le va a volver a doler — afirmo la pequeña — ¿No es así Tío Soo?

—Sí… – fue la escueta respuesta del que manejaba.

Kai agachó la cabeza e intentó controlar ese escozor que lo dominaba, no quería llorar no debía hacerlo, aunque simplemente parecía que sus ojos no lo obedecían.

D.O había visto la tristeza marcada en sus ojos, sencillamente no le gustó en absoluto la soledad que esa mirada transmitía. Por alguna extraña razón ver aquella solitaria lagrima lo había puesto de un humor de perros. El silencio en el auto sólo era roto por el parloteo de Yonguk, intentó responder a sus preguntas lo mejor que pudo, sin parecer molesto, aunque no sabía si lo estaba haciendo bien.

Al llegar al departamento les pidió a los dos menores que prepararan un poco de té mientras él hablaba por teléfono. Sólo le tomó quince minutos arreglar todo.

—¿De verdad iras?— preguntó Suho

—Sí – si respondió cortante

—¿Y tu sobrina ira contigo?— cuestionó Kris.

Kyungsoo se preguntó  si sus mayores sabían cuánto le molestaba que hablaran todos juntos, también se preguntó cuándo sus superiores dejarían eso de hablar con el altavoz.

—¿Kyungsoo estás ahí?— cuestionó Chanyeol.

—Sí sigo aquí

—Responde entonces – gruñó Luhan

—Tengo la niñera perfecta y sólo será por una semana máximo – comentó – ¿saqué bien mis cuentas, no es así?

—Como de costumbre, sí  secundó Suho.

—Sí pero estoy preocupado – comentó Lu

—¿De qué exactamente?

—¿Estás seguro que tu sobrina estará bien? Tú dijiste que no acepta muy bien las separaciones— le recordó.

—No lo hace, pero esto es realmente importante – argumentó el ojinegro – Bueno chicos, me hacen la reserva para mañana a la noche — pidió

—Pasado mañana será mejor, así te damos tiempo para organizarte – comentó Kris.

—Perfecto— luego, sonriendo, agregó  – a mi regreso me interesaría saber algunas cosas— comentó Soo en un tono neutro.

—¿Qué cosas?

—Por ejemplo, si sus novios saben lo controladores que son conmigo, si no lo saben se los diré, así podrán huir como es debido – esperó para luego escuchar una serie de palabrotas y juramentos. Colgó, no podía seguir escuchando eso.

El sonido del exterior lo volvió a la realidad, aun debía hablar con ese chico, de alguna marera él debía hacerle entender a Jongin que no se iría muy pronto a ningún lugar. Pero tampoco quería que sintiese que lo estaba obligando a quedarse.

Eso se estaba complicando, dentro de él se estaban generando extraños pensamientos que aún no definía. Incluso así lo único en claro que tenía era que Jongin debía quedarse allí con ellos.

Salió al comedor con algunas ideas raras en la cabeza. Tenía que acláralas antes de irse, observó la taza de té sobre la mesa, sólo una taza, sin poder evitarlo hizo una mueca, no le gustó notar que podía volverá estar solo, esa sensación era como volver al principio donde no estaba la pequeña Yonguk ni Jongin.

Definitivamente no quería volver a ese punto. Buscó a las dos personas con las que vivía desde hacía meses, ambos guardaban silencio, simulaban ver TV. Pero no lo hacían realmente ¿Cómo lo sabía? Bueno,  era fácil darse cuenta ya que a ninguno de los dos les gustaban los programas de política y menos de economía.

Jongin parecía estar perdido en su propio mundo y su sobrina sólo estaba sentada junto a él sin dejar de mirarlo. La niña no era tonta, ella se había dado cuenta que algo le pasaba a su invitado, suspirando se acercó y tomó asiento justo enfrente de ellos.

—Jongin— lo llamó pero él no se movió.

—El tío llama — dijo la niña golpeando la larga pierna.

—También quiero hablar contigo Yonguk – señaló el de ojos negros.

—¿Qué sucede?

—Verán, dentro de unos días tendré que salir de viaje — miró a ambos— Jongin tengo un favor que pedirte — anunció.

—¿A mi?

—Sí, a ti — D.O quería reír por la cara que puso el menor, pero se aguantó y continuó –¿Podrías cuidar de mi sobrina en mi ausencia?

—¿Yo? — balbuceó el mayor asintió — no sé no puedo cocinar y… y

—Por eso no te preocupes, la vecina de junto se encargará de eso,  tu sólo debes quedarte aquí con Yonguk – aseguró el mayor, notó cómo el menor dudaba así que agregó por favor…— suspiró un poco — ayúdame Jongin – lo miró suplicante, entonces lo vio asentir — muchas gracias – exclamó aliviado por haberlo convencido. En aquel instante vio a su sobrina separarse y correr hasta él— ¿Qué sucede pequeña?

—No te vayas — murmuró la niña— no me dejes, lo prometiste.

—Lo sé y no me voy para siempre, sólo eran por unos días

—Papá y mamá dijeron lo mismo y… y…— el llanto le impidió continuar—

—Tranquila,  no me pasara nada— aseguró el pelinegro— además le daré un celular a Kai para que los dos me cuenten cómo estuvo su día.

—Y podré llamarte cuando yo quiera?

—Sí, cuando tú quieras

—Y no te enojarás?

—No, claro que no— la niña se acurrucó en sus brazos y lloró en silencio hasta que se durmió.

Esa noche, llovía demasiado fuerte, como un silencioso consentimiento permitió a la niña dormir con él en su habitación, la tormenta parecía que simplemente no quería dejar de rugir en el exterior haciendo que las luces fallaran.

La noche estaba realmente fría a pesar de la época así que invitó también a Kai a acompañarlos. El menor dudó un poco en aceptar, pero un atronador trueno cimbro los vidrios de las ventana, eso sí terminó convenciéndolo y al final aceptó.

Jongin entró al cuarto despacio sin saber exactamente porque había aceptado, Kyungsoo le señaló un lado de la cama con la luz de su celular, luego se acostó del lado contrario dejando a la niña en el medio.

Los tres durmieron en la misma cama, sin importar lo frio y ruidoso de la tormenta. Esa noche esos tres seres estaban cálidos y seguros bajo las mismas mantas que le calentaban, no sólo el cuerpo sino el corazón.

 

Notas finales:

Oxoxoxoxoxox


nota de la autora:


bueno chic@s  aqui corresponda yo no suelo exigir nada porque escribo por placer pero  al estar algo sensible y sentimental no  sé qué decir más que espero le den algo de amor a mi querido fic..
si no me hubiera puesto firme para terminarlo seguramente  aun estaría tirada en la cama llorando por alguien que ni me ama…
asique  bueno   algo de amor vendría bien…

Besos…. 


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