Tengo prohibido amar en mi familia, porque dice que el amor no es un negocio, mi familia es de las respetadas y me han educado como si fuera de la realeza, pero eso ya no importa.
Un dia como cualquiera, para distraerme Salí a dar un paseo, con un kimono azul celeste y un obi de color amarillo; como siempre no me dieron permiso, por lo que me volví a escapar; caminaba por un bosque lleno de árboles enormes y escuchaba todo sonido, después de un rato llegue a la villa y seguí mi recorrido ,todo era ta pacifico, hasta que llego una de mis nanas.
-donde estabas, estábamos preocupados por ti, naruto¡¡-me reclamo, este me tomo de la mano y me jalo de vuelta a la casa, es eso, unos ojos se cruzaron con los míos, negros y profundos, fueron los ojos de un joven moreno de cabello negro, con los cuales cruce, llevaba un traje café y al ver por su aspecto no era mayor que yo, me quede mirándolo todo lo que pude, hasta perderlo de vista, era la primera vez que veía un joven así
Cuando regrese a mi casa, me reprimieron y regañaron por haber escapado, diciendo que yo era importante para ellos; claro que lo soy, sin mí no pueden hacerse ricos, según los que dicen, soy un doncel y solo los donceles se entregan a la nobleza, más si soy de cabellos largos y rubio, ojos azules claro, y piel clara, me gustaría desaparecer.
Vuelvo a empezar otro dia, y vuelvo a hacer lo mismo que la vez anterior, escapar de aquí, pero esta vez me quedo en el bosque, al lado del rio, este dia traía puesto un kimono rosa con pétalos rojos; me dispuse a leer un libro cómodamente, hasta que sentí la presencia de una persona detrás de mí.
-porque un joven doncel estaría por estos alrededores?- me limite a responder y eleve mi mirada hacia él, al verlo me sorprendí un poco ya que era el mismo joven del dia pasado que me había llamado la atención.
- me agrada este lugar, es relajante estar aquí, además que nadie viene por aquí- decía mientras lo miraba
- en ese aspecto opino lo mismo, es relajante estar por aquí- en eso, este se sentó a lado mío.- no importa que si le hago compañía, verdad?-
-para nada- le respondí, me hice a un lado y deje que estuviera a mi lado, cada que podía dejaba mi lectura y lo mira su expresión, este por su parte solo observa hacia el rio, mas allá del horizonte , haci me la pase aquella tarde, hasta que poco a poco fue llegando la noche, deje a un lado mi libro y me levante.
- ya es tarde, será mejor que regrese- este me hiso lo mismo que yo, pero me miro.
-si es tarde, permítame escoltarlo a su casa, es peligroso que un joven doncel ande solo por estos lados – y extendió su mano hacia mí, dando a entender una invitación a tomarla , lo mire con curiosidad y logre ver un sinceridad en sus ojos, dándome a entender que es de confianza y no se aprovecharía de mi en el camino, con delicadeza le tome y emprendí junto a él, el camino hacia mi casa.
En el camino el no soltó mi mano para nada; en medio de la oscuridad, solo nos acompañó la luna, la cual era nuestra única luz en el camino; en un momento, un ruido s escucho proveniente entre los árboles y sin esperarlo, unos cuerpos nos rodearon.
-entregamos el doncel y no te pasara nada- el joven no respondió y solo me pego a su pecho, el cual con solo sentir un momento, lo tenía fuerte y me sentí protegido están ya ahí.
- ni lo sueñes, este doncel no ira contigo a ningún lugar-
-así que no lo aras por las buenas, bien será a las malas.
continuara...