Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una larga espera. por ArreolaNava

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Dale, actualizaré los fines de semana, exclusivamente, si es que la universidad y el trabajo me lo permiten podré actualizar uno que otro Miércoles.
Desperté y todo comenzó normal, nuevamente, aunque sabía que llegando al colegio, no lo sería más. Hice lo de cada día, en el mismo orden de cada vez: baño, uniforme, desayuno y trayecto al colegio.

- Parece que no estaba tan equivocado. – susurré al ver al rubio sentado nuevamente ganándome en llegar.
- ¡Buenos días Sasuke! – me saludó alegre.
- Buenos Uzumaki.
- Naruto, repite conmigo, Na-ru-to. – insistió en que lo llamara por su nombre, tal y como el día anterior.
- Buenos Na-naruto. – ¿de nuevo me sonrojé?, ¿qué me ocurre?
- Oye Sasuke, ¿podría sentarme a tu lado? Cla-claro, si tú quieres. - ¿es mi imaginación o está apenado y evitando verme con ésta pregunta?
- Haz lo que quieras.
- Ha-hai. – no soy el único que se sonrojó con éste tema, por lo que veo, el rubio se puso tan rojo que incluso me causó algo de gracia verlo así; y miren que es muy difícil que algo me cause gracia.

Efectivamente se sentó a mi lado sin pensarlo dos veces, y aunque posiblemente le trajera más problemas hacerlo, al menos estaba yo para proteger… ¿¡qué carajo!?, ¿para qué querría yo proteger a ese dobe?
Y efectivamente sirvió de algo que estuviera cerca de mí, nadie se acercó a él más que para saludar si acaso. Una vez llegó el receso reaccioné de mi ensimismamiento, Naruto se había ido, aunque no debería importarme en lo más mínimo, opté por buscarlo.
No podía verlo en ningún sitio, sólo esperaba que estuviera bien , pensaba mientras seguía buscándolo por todos lados.

- No, no, yo no lo conocía. – escuché su nerviosa voz algo lejos, aunque con eso lo había ubicado fácilmente.
- ¿Entonces quién te crees sentándote con él?, ¿acaso te gusta? – esas voces eran tan familiares, Neji y Gaara, dos chicos a quienes constantemente rechazaba.
- N-no, yo… - justo a tiempo, salí del edificio al lado este para encontrarlos acosando a Naruto… esperen, ¿Naruto?

Antes de que pudieran acercarse más a él, o intentar hacerle algo o amenazarlo, me acerqué a ellos y los pasé de largo, como si no existieran para mí, no al menos en ese momento.

- Naruto, te he estado buscando, con que aquí te habías metido dobe. – hablé de forma fluida y me acerqué tocando su cabeza, tal como lo haces con un niño chiquito mientras sonreía. No era una sonrisa fingida, me daba cierto gusto haberlo encontrado antes de que algo le ocurriera.
- Sa-sasuke, esos chicos… - comenzó señalando a los antes mencionados, aunque no lo dejé si quiera terminar.
- ¿Ellos? Ellos no pensaban hacerte nada, ¿cierto? – probablemente les habré mirado de forma amenazadora, pues ni bien contestaron, se alejaron de nosotros.
- Naruto, no te alejes así, te dije que te iban a molestar y… - su abrazo me interrumpió, nadie, excepto mi madre, me había abrazado antes.
- Gracias Sasuke. – habló escondido en el abrazo.
- Descuida dobe, sólo no te alejes. – aunque no entendía porque me preocupaba por él o porque me importaba si algo ocurría, sabía que así era, y me gustara o no la sensación, no podía hacer nada si no sabía que sucedía.

Naruto permaneció conmigo el resto del día, y pude comprobar que es un chico sumamente inteligente y culto, cosa que me agradó, aunque fuera un poco, de él. Pudimos mantener charlas interesantes, aunque ocasionalmente él hacía comentarios respecto a cosas triviales; sin embargo, me divertía hablar con él.
Cuando menos me di cuenta, ya estaba recostado en mi cama, parecía que tendría una nueva rutina, pues nuevamente había pasado a dejar a Naruto a su casa.

----------------------------------------------------------------------------------------------------


Abrí los ojos, y aunque era la rutina matutina, me sentía algo más animado, y todo pintaba como cualquier mañana, incluso desde que llegó el rubio, cuando sonó el teléfono de mi habitación.

- Diga.
- "Hola hermanito, perdona que hable tan temprano, es sólo que ayer no estabas por la tarde"
- Ah, no, salí. – no pensaba decirle que había llevado a alguien a su casa.
- "Vale, oye, llamaba porque como tú sabes llevo saliendo con Deidara desde hace muchos años" - su tono de voz siempre sonaba más meloso cuando hablaba de su novio.
- Ajá.
- "…l y yo nos casaremos éste fin de semana, y me encantaría que vinieras" - aquello me tomó por sorpresa, no esperaba eso.
- De-de acuerdo, mándame la información por texto.
- "Y si gustas puedes llevar a alguien" - invitó pícaramente mi hermano.
- O-oye – me apenaba mucho hacer esto; pero no tenía remedio, creía saber que ocurría, por más que me negara y resistiera, creía sentirme atraído hacia Naruto, aunque no estaba del todo seguro. – respecto a eso…
- "¿¡Qué!?, Sasuke, ¿quieres llevar a alguien?" - mi hermano preguntó con tal grado de sorpresa que me sonrojé más de lo que últimamente hacía.
- Tal vez; pero creo que necesito hablar contigo hermano. – admití.
- "Entonces hoy en la tarde paso por ti al colegio y te llevo la invitación, ¿de acuerdo?"
- Sí. – ahora tenía que pensar que haría con Naruto a la salida.
- "Y hermano, me da mucho gusto que no estés tan solo como siempre" - dijo para colgar.

Eso era cierto, pensaba en invitar a Naruto, eso significaba que sí me gustaba, ¿cierto? Y aunque no lo fuera, él me hacía no estar tan solo. Era cierto, a lo mejor sólo quiero invitarlo para no sentirme solo como siempre, tal vez sólo era eso y no me gustaba ni nada semejante; pero lo que era cierto, es que me estaba comportando como si estuviera en secundaria, ¿desde cuándo soy tan común?

Apenas colgué el teléfono regresé mi rutina, nada apurado, ¿qué sentido tenía apurarme si ya no era el primero en llegar?, aunque luego de unos minutos recordé que pasados unos minutos de mi llegada, comienzan a entrar los chicos acosadores, y bajo ninguna circunstancia dejaría que molestaran a Naruto. Afortunadamente no me tardé tanto como esperaba, claro, tuve que saltarme el desayuno para llegar más o menos a la misma hora de siempre; pero hoy no estaba Naruto en el aula.
De comienzo dudé si esperarlo ahí o si volver a buscarlo en su casa, aunque finalmente decidí esperarlo a la entrada del colegio, el verlo tan seguido conmigo, en algún punto, debería alejar a los matones de la preparatoria.

Esperé alrededor de 15 minutos, ya habían llegado muchos de esos matones, quienes me saludaban o intentaban hablarme, cosa que seguí rechazando todas y cada unas de las veces, al menos hasta que escuché que alguien nombraba al rubio, al parecer señalando a algún sitio particular. Apenas volteé, lo vi, y detrás de él, Gaara y Neji lo seguían de cerca, por lo que tuve que acercarme de nueva cuenta para cuidar de ese niño.

- Buenos días Naruto. – saludé quitándole la mochila que venía cargando, aunque sin terminar de entender el por qué de mi acción.
- Bu-buenos días Sasuke. – saludo sonrojado ante tal acto de mi parte.
- Ven, déjame llevar tus cosas al aula. – ofrecí en un volumen de voz un tanto más alto, a modo de aviso para ese par.
- No, no es necesario que lo hagas, puedo hacerlo yo solo.
- No lo discutiré contigo. – mi determinación dio por terminada esa corta batalla de egos.
- Gra-gracias Sasuke. – seguía bastante sonrojado, y aunque yo también lo estaba, me seguía resultando divertido verlo así.
- No importa, ¿qué te ha pasado hoy? Llegué al aula y no estabas dentro. – expliqué queriendo justificar mi intriga.
- Pues mi padre había podido traerme temprano; pero ya ha regresado con mamá a casa, así que ya vendré solo también.
- N-no – repliqué sin pensarlo, cosa que me puso nervioso por primera vez en mi vida. - , yo pasaré por ti en las mañanas, así no te vendrás solo y podremos llegar temprano.
- ¿Harías eso por mí? – nuevamente le brillaron de alegría los ojos azules, cosa que me hizo sonrojar, y debo de admitir que también me dibujo una media sonrisa.
- Sí, a partir de mañana pasaré por ti, a las 6:15 te estaré esperando a fuera de tu casa, Naruto. – avisé sin mirarlo, sabía que estaba sonrojado y no quería que él lo notara.
- Gracias Sasuke, eres muy bueno conmigo. – sonrió de oreja a oreja, tal y como lo hace un niño cuando le dices algo lindo.

Ya no hablamos, entramos al aula y nos sentamos juntos, yo había reiniciado el libro, ya que le causaba curiosidad el hecho de que estuviera leyendo eso, y Naruto se sento a leerlo conmigo para entenderlo. En todo el día no recordé que Itachi, mi hermano, pasaría a recogerme, al menos no hasta que fue la hora de la salida.

- Naruto, es verdad, no sé si pueda llevarte hoy a tu casa. – en cuanto analicé mi última oración, sonaba a que ya era parte de mi rutina, algo que de verdad disfrutara hacer, y la realidad es que no estaba del todo seguro de si lo disfrutaba.
- Está bien Sasuke, no tienes que hacerlo siempre. – su respuesta sonó a una de esas cosas que te programan para decir cuando debes sonar cordial y no totalmente egoísta.
- ¿O quieres que te acompañe? – pregunté sin saber bien por qué lo había hecho.
- Yo… sí me gustaría. – terminó por admitir.
- De acuerdo; pero irá mi hermano con nosotros.
- ¿Tienes hermanos Sasuke? – en ese momento recordé que no habíamos hablado de si vivíamos con alguien, ni de nuestras familias.

Me limité a asentir y salimos juntos del colegio. Como era de esperarse, Itachi estaba frente al colegio, esperándome fuera de su auto, aunque claro, borrando cualquier duda respecto a quién era. Debo admitir que mi hermano tiene todo el estilo que me falta, aunque no es tan inteligente como yo lo soy.

- Hermanito, hola. – me saludó ignorando a Naruto, creyendo que era sólo alguien que salió al mismo tiempo que yo lo hice.
- Hola Itachi, te presento, él es Naruto, un compañero de clase.
- ¿Usted es el hermano de Sasuke? – Naruto parecía sorprendido en verdad por las diferencias tan notorias entre Itachi y yo.
- Así es, hola Naruto. – saludó sin mayor problema.
- ¿Podemos dejarlo en su casa? Vive a unas cuadras de mi casa, es que suelo acompañarlo. – estaba tan nervioso, que me sorprendió el haber podido hablar de forma tan fluida.
- Seguro, Sasuke, Naruto, suba al auto. Sólo indíquenme dónde es, y con gusto lo dejamos en casa.

El camino fue callado, no quería empezar todo el rollo con Itachi si Naruto seguía con nosotros, y cuando finalmente lo dejamos en su casa, me senté al lado de Itachi, en el asiento de copiloto que antes ocupaba Naruto.

- ¿A él es a quién quieres invitar? – me preguntó apenas arrancó al auto.
- Tal vez.
- ¿Tal vez?, ¿o sí quieres?
- No lo sé, no sé nada con respecto a él. – me vi obligado a admitir y reconocer mi derrota. No sabía que me ocurría estando con Naruto.
- Explícate Sasuke.
- Es un chico nuevo, acaba de ingresar hace un par de días; sin embargo, me dan muchas ganas de cuidarlo de que no lo molesten. …l nunca ha estado en un colegio, por lo que ha sido blanco de burlas, además de ser a la única persona que le hablo en toda la escuela.
- Ya entiendo, y tienes dudas, ¿cierto?
- Sí, quería saber que sentías tú con Deidara, cuando se conocieron me refiero.
- Vaya, esa es difícil – comenzó a decir con una gran sonrisa, acabábamos de llegar a mi casa, ya que vivía solo, así que antes de seguir bajamos del auto, entramos a la casa y nos acomodamos en la sala. - , primero que nada tuve mucha curiosidad por él, lo miraba todo el tiempo que me fuera posible, quería saberlo todo de él, me ponía muy nervioso cuando estaba cerca suyo, y luego de eso, cuando comenzamos a hablar, siempre tuve y sigo teniendo esa sensación de necesidad, no de él, sino de cuidarlo, de protegerlo del resto del mundo, cada que lo veo sonrío. Creo que la mejor forma de explicarlo sería decirte que antes de él, el mundo era aburrido, sin vida y sin color; pero ahora soy feliz con él, todo lo que me rodea es bueno, hasta las malas situaciones, y, aunque suene idiota, veo al mundo con tantos colores. – ver a mi hermano hablar de Deidara era indescriptible, su sonrisa era honesta, era tierna, su mirada se suavizaba y su tono de voz era un poco más agudo, podía sentirse el amor que le tiene con sólo verlo nombrar a su prometido.
- Es que yo… bueno, sí lo miro mucho, y me agrada hablar con él, es divertido. – admití con el rostro completamente rojo.
- Sasuke, no te obligues a entender las cosas, todo a su tiempo, ya lo entenderás.
- ¿Tú crees que me atraiga Naruto? – tenía que preguntar, quería hacerlo también; pero necesitaba saberlo.
- Seguramente sí, aunque todo puede pasar hermanito.
- Hoy cargué sus cosas en la mañana y las llevé cargando hasta entrar al salón de clases.
- ¡Aww! ¿Quién diría que Sasuke Uchiha tiene un lado tan tierno? Casi pareciera que tienes corazón. – me dijo burlándose de mí como muchas veces lo había hecho con él y Deidara.

Me quedé callado, a lo mejor y sólo era una confusión por nunca haber tenido un amigo; pero no podía estar tan seguro. El resto de la tarde la pasamos charlando de su relación con Deidara, respecto a su boda y más detalles del estilo, y antes de las diez de la noche, él ya estaba en su auto regresando a su casa, con su prometido.
(Vaya, así que al fin se casan esos dos… me alegro) pensé antes de subir a mi habitación para cambiarme la ropa y dormir.
Notas finales: Espero les guste el capi. Mañana actualizo el tercer episodio.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).