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Calor en Invierno por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Yugi-oh! Y sus personajes no me pertenecen. Si fuera así Yami no se hubiera ido y terminaría estando con Yugi, igual que Ryou con Bakura y Malik con Marik.
Además Tea se iría al tartaro por p*rr* xD.

 

Por parte de los egipcios Malik llegó lo más pronto posible a su casa, el chico aun no terminaba de acostumbrarse al clima tan frío, había adquirido cierta resistencia eso sí, pero no era suficiente… afortunado su yami que poda evadir aquello.

─ ¡Estoy en casa! ─anunció en cuanto dejo su bufanda en el perchero y se quitaba la chaqueta a la vez que Marik se materializaba frotándose un poco los brazos, Malik se extrañó al no recibir respuesta, normalmente a esa hora sus hermanos estaban almorzando en casa ─que raro ─murmuro para sí quitándose los zapatos.

─Mira ─Marik notó un papel pegado a la superficie de la nevera con un pequeño imán (N/A: súper típico ¿no xD) por lo que Malik se acercó a ver.

“Tendremos una excursión escolar y más tarde una reunión con Kaiba, por eso no llegaremos a almorzar, su comida está en el horno. Pórtate bien hermano. Ishizu

Pd: llegaremos tarde”

Malik bufó – ‘pórtate bien’ como si fuera un niño. Bah! ─dejo la nota en la mesa escuchando las ahogadas risas de su yami. Frunció el ceño y subió rápidamente las escaleras hacia su habitación, Marik fue tras de él.

Al llegar a su recamara dejo su mochila en su escritorio y la chaqueta en el respaldo de su silla, tomo algo de ropa de su armario y se metió al baño a cambiarse Marik se sentó en la cama a esperarlo.

La verdad era que en aquella casa había una habitación vacía, disponible para que Marik la ocupara, pero por mutuo acuerdo tanto el yami como el hikari preferían compartir la misma habitación, no se lo imaginaban posible de otra manera, y aun cuando Marik a veces sacaba a su luz de sus casillas ellos eran felices así, además en las estaciones frías como esta era perfecto para mantener el calor, acurrucarse y sentir la tibieza del otro era prácticamente un deleite.

Además Ishizu no tenía derecho a quejarse, la misma morena pasaba ya incontable noches compartiendo cama con Odion en las temporadas frías y quién sabe si en el resto del año también. Malik no podía asegurar que sus hermanos hicieran ‘cosas de mayores’, no tenía pruebas -aunque Marik estaba totalmente seguro de ello- pero algo sospechaba de ellos, tampoco es que le importara mucho, él era feliz teniendo a sus hermanos, a sus amigos y especialmente a Marik a su lado.

Malik salió con un pijama de pantalón dorado y camisa blanca manga-larga. Se paró frente a la ventana para ver hacia afuera, nop, ni un copo de nieve a la vista.

Marik lo miro unos segundos antes de sonreír ladinamente y dirigirse a él con el mayor sigilo posible. Sorprendió a su hikari tomándolo por la cintura desde atrás lentamente, acariciando su cuerpo en el proceso. Malik le sonrió.

─Aun estoy algo preocupado por Ryou, espero que pronto se sienta mejor.

─Bah! Bakura es capaz de cuidarlo él solito, y si no, hasta él sabe cuándo debe pedir ayuda… siempre y cuando se traté de Ryou.

Malik rio un poco ─sí, creo que tienes razón.

─Y si no me equivoco ─Marik reforzó su abrazo ─estamos solos hasta tarde ¿no hikari? ─murmuro sugestivamente a su oído.

Malik rápidamente captó lo que su yami quería, la sonrisa en su rostro cambio a una más picara y se dio la vuelta entre sus brazos para colgarse de su cuello y jugar un poco con los mechones del mayor.

─Si, es verdad ─dijo lentamente, un juego había comenzado entre ellos, al diablo lo de dormir, esta era la mejor forma de entrar en calor y él no iba a desaprovecharla.

Marik le dio una perversa sonrisa ladina, de esas que hacía que las entrañas de Malik se retorcieran de ansiedad de lo que pronto pasaría.

Alzándolo en volandas Marik llevo a Malik a la cama tumbándolo de espaldas al colchón y poniéndose encima de él de inmediato, rápidamente tomo sus labios en un ansioso y apasionado beso. Hacía algún tiempo que no tenían esa privacidad pues Malik se ponía muy reacio cuando sus hermanos estaban en casa y el mayor estaba realmente ansioso te tomarlo y fundirse con el sensual y exquisito cuerpo de su luz.

Pero la sumisión no estaba entre los planes de Malik hoy, nop, el chico también deseaba jugar un poco.

Con una expresión traviesa y picara Malik tomo impulso y los giro a ambos para quedar encima de su yami, tomo un par de grandes cojines acomodándolos bajo la cabeza y el cuello del mayor para que su cuerpo se inclinara un poco, luego bajo a sentarse sobre el regazo de su oscuridad inclinándose sobre él. Paseo sus labios tierna y lentamente por el rostro de su yami, dejando besos fugases por su piel: en su frente, en su sien, en sus pómulos y en su mentón para finalizar con un fiero beso en sus labios, su bocas se movían y chocaban con ferocidad y deseo mientras que sus lenguas danzaban ceremonialmente en una lucha por el dominio.

Mientras tanto las inquietas manos de Marik recorrían el cuerpo de su contraparte aumentando el calor que empezaba a quemarles por dentro, sus caricias se concentraban mayormente en masajear las nalgas de su luz lo que le hacía jadear de placer mientras dejaba sus labios para bajar hacia su cuello repartiendo dulces y tiernos besos que enloquecían a Marik, amaba cuando su luz se ponía en plan inocente y tierno, lo encendía totalmente aquella actitud, pues solo él conocía todas y cada una de las facetas de ese chico, desde la más dócil y tierna hasta la más fiera y desinhibida. Ciertamente todo él era rodeado por puro erotismo y Marik era el único afortunado de disfrutar de él.

Conociéndolo tan bien como solo él podía, Marik también ataco el cuello de su luz con dientes y lengua, sabia por experiencia lo sensible que era su luz al recibir sus caricias en la aromática piel de su cuello además de que aprovecha para llenarse los pulmones con el exquisito e intoxicante aroma de su niño, una deliciosa mezcla de leche y canela que le encantaba.

Malik gemía sonoramente con su rostro hundido en el cuello de Marik al sentir lo mordiscos y chupones que su yami le proporcionaba a su cuello, se retorcía sobre él al sentir la cálida y húmeda lengua deslizarse sobre su sensible piel, era algo que se le escapaba totalmente de las manos, con unas simples caricias en su cuello Malik se volvía como gelatina en manos de Marik, su alter ego simplemente lo volvía loco y lo peor es que sabía cómo y dónde tocarlo para que su luz se rindiera ante el placer.

Los continuos roces sobre su miembro irremediablemente llevaron a Marik a gemir roncamente, deleitando el oído de Malik, la sensual y erótica voz de su yami era algo que nunca se cansaría de oír y menos en aquellas condiciones y siendo él el responsable, aumentó su movimiento consiguiendo que las caderas de Marik se empujaran contra las suyas en un exquisito empuje que hacia cimbrar su interior.

Con decisión Malik tomo el borde del sweater negro de Marik para jalarlo y sacárselo, obediente el yami se sentó para retirarse aquella tela y también quitar la camisa blanca de Malik. Con las primeras prendas fuera el menor de los egipcios empujó de nuevo a su yami contra la cama y se movió un poco hacia abajo para abrir el cinturón y desabrochar los pantalones beige de su amante bajándolo solo un poco dejando ver parte el bóxer marrón claro que aprisionaba su  miembro erecto, sin embargo regreso al cuello del mayor para darle un suave mordisco antes de bajar con su lengua por las clavículas hasta el pecho de Marik.

Las manos del mayor se dedicaban a recorrer con cariño la espalda de su pareja, a veces se colaban por el elástico de su pantalón para acariciar sus glúteos separándolos y masajeándolos firme pero tiernamente.

Malik delineo con sus manos cada musculo de su par, aquel fuerte y bronceado cuerpo lo tenía mordiendo sus labios de deseo, realmente anhelaba unirse a él pero primero quería darle a Marik todo el placer que pudiera brindarle, hacía tiempo que no tenían un momento de intimidad y deseaba ‘consentir’ a su yami en compensación, además él también lo estaba disfrutando.

Jugueteo con su dedo índice en su pezón derecho fastidiando el moreno botoncito hasta sensibilizar la piel, finalmente lo rodeo con su lengua y lo apreso dulcemente entre sus labios, besando y succionándolo con lentitud y deleite mientras una de sus manos se encargaba de atender el otro y la otra servía de apoyo para mantenerse en movimiento contra las caderas de su par.

Y vaya que Marik disfrutaba todo aquello. Siempre había tomado el control desde el primer momento para enloquecer a su hikari lo más posible, adoraba ver como las delicadas facciones de aquel hermoso ángel se desfiguraban por el placer y el deleite hasta convertirse en la perfecta estampa de la sexualidad y adoraba aún saberse causante y único observador de aquello.

Malik era suyo, única y egoístamente suyo. Así mismo él le pertenecía.
Malik era la única persona con la que querría estar de aquí hasta el fin del mundo, era el único a quien demostraría sus momentos de ternura y cursilería pues era el único capaz de provocarle hacer tal cosa. Confiaba ciegamente en él y era al único a quien verdaderamente le tenía paciencia. Malik era el único que conocía y se llevaba lo mejor de él. 

De la misma manera tenía que admitir que se sabía afortunado de que el destino le hubiera entregado a aquel maravilloso ángel para ser su hikari. Malik se mostraba con él tal cual era, si se sentía mal no lo ocultaba y si estaba emocionado o feliz lo demostraba sin ningún miramiento. No tenía que escoger sus palabras, lo que quería decir lo decía y ya, sus opiniones, sus temores, cualquier cosa. Se entendían a un nivel muy profundo, cada mirada, cada gesto, así sin necesidad de palabras.

Antes de que se diera cuenta Malik había bajado por su vientre en un camino de tiernos besos y suaves mordiscos, se entretuvo un rato en su ombligo, acariciándolo con su lengua haciendo al mayor temblar de placer. Finalmente Malik llego hasta el borde de la prenda íntima, se sentó en la cama entre las piernas de Marik enviándole una mirada picara brillante de deseo y lujuria.

Malik tomo los bordes del pantalón de Marik y lo jalo un poco, solo lo suficiente para dejar al descubierto sus bóxers, pero Marik se retiró a patadas aquel estorbo. Con gesto inocente y las mejillas coloradas Malik llevo ambas manos al notorio bulto entre las piernas de su yami y lo masajeo sobre la tela, el miembro de Marik palpito ante el contacto, rogando por atención.

Aquella expresión en el rostro de Malik obligaba a su alter ego a poner toda su fuerza de voluntad en no lanzársele y tomarlo a la de ya… y entonces Malik se mordió el labio inferior. Marik puso los ojos en blanco antes de erguirse para tomar con su mano el mentón de su luz. Malik lo miró intrigado cuando su yami hizo presión para que soltara su labio.

─No hagas eso ─pidió en un ronco susurro.

─ ¿el qué?

─Eso de morderte el labio ─Marik paso su dedo pulgar por los labios del chico ─cuando lo haces apenas y puedo contener las ganas de embestir contra tu exquisita boca hikari, no tientes mi autocontrol.

Luego de digerir aquella advertencia Malik le dirigió una mirada picara a Marik, soltándose de su mano bajo su rostro hasta su pelvis.

─Eso significa… que tú quieres que yo… ─Malik sacó su lengua y con ella recorrió lenta y tortuosamente el miembro de Marik por sobre la tela del bóxer para finalmente cubrir con su boca solo la punta dejando que su cálido aliento traspasara la prenda. En respuesta el miembro de Marik tembló bruscamente rogando por entrar en esa tentadora cavidad que tanto lo llamaba. Marik gimió ─dime Marik ¿es lo que quieres? ─dijo lenta y sugerentemente pero su yami no contestó, sabía lo que el menor se proponía y no caería en su juego ─solo tienes que pedirlo mi amado demonio… ¿es esto lo que deseas? ─Malik volvió a lamer lentamente el bulto bajo la tela. Marik tuvo que empuñar las manos y morderse la lengua.

─ ¡Malik! ─gimió sin poder controlarse.

─ ¿Cómo puedo complacerte si no me dices lo que quieres, mi adorada oscuridad? ─Malik apartó su boca empezando a masturbarlo con ritmo lento. Marik empezaba a perder su control. Su fuero interno le rugía que no fuera idiota y le dijera a su luz lo que quería oír, pero su orgullo se negaba a ceder.

─Maldita sea ─murmuró bajo.

─No te escucho Marik ¿Qué quieres? ─la provocadora voz de Malik ya le era sofocante.

─ ¡Joder Malik! Deja de torturarme y hazlo de una vez.

─ ¿El qué quieres que haga? ─Malik no iba a dejarlo escapar tan fácil.

─Tómame en tu boca mi precioso ángel ─rogó fuera de sí ─ déjame entrar en esa exquisita boquita tuya y perderme en tu lengua ¡Vamos hikari, no me dejes así, no ves que te deseo!

Malik mostró una gran sonrisa al haber logrado lo que quería, tener a Marik suplicando por sus caricias ─Tus deseos son órdenes para mi ─le dijo lenta y sensualmente antes de retirar la última prenda de su yami, liberando así el ansioso miembro. Malik se relamió los labios ante la visión y bajo para darle una húmeda lamida a toda su extensión, Marik se retorció en su lugar ─te voy a comer entero ─dijo en un ronco susurro incitante antes de depositar un beso en la punta del miembro mojando sus labios con las gotas de su semilla ─es tan duro y caliente ─murmuro para si antes de abrir la boca para tomarlo.

Pero Marik lo escucho ─y es todo para ti ─le respondió antes de perderse en un potente rugido de placer al sentirse cobijado por la tibia y húmeda boca de Malik. Esa era la puta gloria.

Malik engulló con glotonería aquel miembro inflamado que vibraba por él, acariciándolo con la lengua, enrollándolo, dándole firmes latigazos a la punta y alzando la mirada para jactarse con el rostro encendido de su yami mientras que sus oídos disfrutaban de los gemidos y bramidos que el mayor no podía contener.

La boca de Malik trabajaba rápida y certeramente sobre su miembro, drenando todas sus fuerzas ─así nene ¡ahhh!  Más rápido Malik.

El menor cumplió gustoso aquella petición, acelerando el vaivén de su boca sobre el grueso miembro de Marik succionando con fuerza cuando llegaba a la punta a la vez que una de sus manos acariciaba dulcemente sus testículos. Marik sentía perder el sentido de cualquier otra cosa que no fuera su Malik.

─ ¡Joder hikari! Me encantas ─gimió Marik sintiendo como estaba por estallar.

─/ vamos mi amado demonio… dame tu exquisita leche… deseo probarla/ ─le dijo a través de su vínculo.

Luego de esas palabras Marik se empujó con fuerza un par de veces contra la boca de Malik al rápido compás que el chico había marcado sintiendo como los chorros de semen salían de la punta de su miembro llenando la boca de Malik que lo recibía gustoso acariciando con sus manos los costados de la cardera de su yami.

Sintiendo como sus músculos se relajaban luego de aquella liberación Marik se recostó de vuelta en la cama respirando fuertemente para recobrar el aliento mientras su luz retiraba lentamente su boca, recogiendo y limpiando cualquier rastro de su esencia que pudiera quedar en su miembro para luego retirarse con rapidez el resto de su ropa.  

Coqueto, Malik se arrastró por su cuerpo mientras saboreaba con su lengua el semen de su yami que aún estaba en su boca antes de tragarlo, sintiendo como el viscoso y tibio líquido le arañaba la garganta en su descenso.

─Delicioso ─se relamió los labios ─eres delicioso, mi demonio ─Malik se lanzó a su cuello besando y chupando la morena piel.

─Y tú eres exquisito mi ángel ─Marik jaló a Malik en un profundo beso devorando la boca del otro, mientras tanto con disimulo le separaba las piernas para ponerlas a los lados de su cadera, dejando expuesta su entrada. Malik que estaba perdido en los candentes besos de su yami ni se dio por entrado hasta un travieso dedo de Marik empezó a hacer círculos alrededor de su entrada haciéndolo jadear de deseo.

Marik llevo su otra mano a la boca de Malik, el chico de inmediato abrió su boca y chupo los dedos de Marik, jugueteando con ellos con su lengua sin dejar de mirarlo a los ojos en ningún instante con una mirada brillante de lujuria y pasión.

La mano que antes acariciaba entre las nalgas de Malik subió para rodearlo por la cintura mientras que la otra salió de la boca del menor y se dedicó a preparar la estrecha cavidad.

Lenta pero firmemente los dedos de Marik se adentraron en el esfínter de Malik girándolos y separándolos con delicadeza, escuchando y viendo complacido como su hikari gemía ahogadamente con los débiles embistes de sus dedos a la vez que se retorcía sobre él rozando ambos miembros.

Un par de minutos más así y ninguno de los dos aguantaba las ganas de concluir aquello, Malik fue el primero en ceder.

─ ¡Ahhh Marik! ¡Hazlo ya, tómame! ─rogó presa del deseo ─ ¡Ahhhh! ¡Mmmm! ¡Te necesito!

Marik sonrió de forma perversa y con su brazo libre alzo más el cuerpo de Malik antes de sacar sus dedos, con su miembro aporreo tentativamente la entrada de su hikari haciéndolo gemir de necesidad.

─ ¿Quieres esto hermoso ángel? ─jugó con él, aunque la verdad era que no soportaría mucho más sin poseerlo.

─ ¡Sí! ─respondió en un gemido, llevo sus manos al rostro de Marik viéndole suplicante ─ por favor Marik, hazme tuyo, no puedo más ─Malik lo besó con toda la necesidad que sentía, mordió levemente los labios de su yami.

─Eres mío ─dijo posesivo en su oído ─dilo Malik ¡di que eres mío! ─se rozó contra su entrada.

─ ¡Ahh sí! Soy-soy tuyo. Solo tuyo ─Marik lo beso fieramente.

─Grítalo pequeño, quiero oírte.

─Te pertenezco Marik, tu eres mi único dueño ─declaró entre gemidos, con un movimiento rápido el menor se levantó de su cuerpo para ponerse a cuatro patas en la cama, ofreciéndosele ─Vamos Marik. Márcame, hazme tuyo. Mi cuerpo te anhela, te necesito solo a ti ¡tómame! 

Sin esperar más Marik se arrodillo en la cama tras su hikari y de una estocada entro en su interior provocando que ambos gritaran del más puro e intenso goce.

¡Ahhhhhhh sí! ─gritaron a coro.

─Duro y fuerte Marik… lo quiero todo de ti ─suplicó el menor en cuanto su yami comenzó a moverse lenta pero profundamente en su interior.

─Estás jugando con fuego Malik ─advirtió su yami.

─Contigo no me importa quemarme ─rebatió seguro.

─Mi ángel, voy a darte tan fuerte que no vas poder sentarte bien ─Marik aumentó la velocidad.

─Mmmm Ahhh ¡prométemelo! ─Malik empujó sus caderas al mismo ritmo que Marik haciendo las estocadas más profundas y placenteras.

─Te lo advertí hikari ─Marik tomó con fuerza las caderas de Malik empujándose hasta lo más profundo de su interior con rapidez, parecía un perro en celo y no iba a contenerse en complacer a su luz ─ ¡Ahhhhh joder! Eres tan estrecho… tan caliente.

─ ¡Ahhhh Marik! ¡Marik! ─era lo único que salía de la boca de Malik ─Te amo… ¡maldita sea TE AMO! ─el adolecente se estaba perdiendo un nirvana de puro placer, Marik sabía dónde y cómo tocarlo para hacerle perder la cordura… pero aquello era puto paraíso y solo lo sentía con él.

─Yo también te amo Malik ¡Ahhhh mi hermoso ángel! ─Marik empezó a girar sus caderas, golpeando en diferentes ángulos, sentía la tensión acumularse en su vientre.

El grito que Malik soltó cuando Marik encontró su punto G fue tan fuerte que seguramente hasta los vecinos lo habían escuchado pero aquello solamente infló más el ego de Marik, rápidamente empezó a dar embistes certeros a aquel punto haciendo estallar a su hikari en un intenso orgasmo ─ ¡¡¡Ahhhh Marik!!! ─pocos segundos después el mayor también se corrió en las entrañas de su hikari sintiendo como las paredes internas de Malik lo apretaban deliciosamente hasta el borde de la locura, se inclinó sobre él para alcanzar su cuello y morderlo dejándole un notoria marca rojiza.

Salió lentamente del interior de su luz y se recostó llevándolo consigo acurrucándolo en su pecho y entrelazando sus piernas a la vez que tomaba una manta para cubrirlos a ambos.

Malik se alzó para darle un tierno y dulce beso que Marik recibió gustoso.

─Mi hikari, eres un hermoso ángel que cayó del cielo presa de la lujuria ─susurró Marik a su niño que empezaba a mostrarse adormilado.

─Y tú eres el perverso demonio culpable de eso ─le respondió del mismo modo ─Te amo Marik… quédate siempre conmigo ─pidió con tono avergonzado ocultando el rostro en su pecho.

─Malik, no hay otro lugar ni ninguna otra persona con quien quiera estar más que contigo ─le dijo con una, escasamente vista, sinceridad acariciando su mejilla para que lo viera a los ojos ─te amo.

El corazón de Malik saltó de felicidad, dócilmente se acurruco más con su yami, dispuesto a dormir.

Notas finales:

Yojooooooo! Aquí reaparezco yo con el segundo cap de este candente fic =3
Gracias a mi amiga Miraku por metérmelo en la cabeza, finalmente me llego la inspiración divina para continuarlo, supongo que habrá un último cap y ya, con el lemon de los albinos, espero no demorar tanto como en este pero no prometo nada.

Los que esperan el cap 30 de ‘la cuenta regresiva’ no desesperen. Pronto… pronto estará.

Un gran saludo y abrazote a Toooooooood@s lo que me leen =3 los llevo en mi <3

Pd. Si los moderadores de la página leen esto, les pido por favor que en la lista de los personajes de Yu-Gi-Oh! Incluyan a Yami Bakura y a Yami Marik!!

Bueno, creo que eso es todo por ahora.

Aquí estoy porque eh venido
Porque eh venido, aquí estoy
Y si no le gusta mi canto
Como eh venido. Me voy!

Nos leemos

¿Review? =3


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