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Inesperado por LunaArlert

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Notas del capitulo:

Ay Gea ya tenía mucho sin actualizar aquí >-< Perdónenme por favor y por ahora no me alargaré tanto para que puedan leer.

Enjoy!

Grahim continuó caminando sin importar que Link estaba completamente rojo y no movía las manos de la cara, aunque no terminaba de entender la razón, el verlo de esa manera le parecía altamente entretenido. Poco le importaban las miradas que recibía de las criaturas inferiores que rodeaban la sala de donde habían salido, mostrando su estupidez y afán por entrometerse de cosas que nos les correspondía. 

—Aquí está la enfermería, el profesor Buhel tiene algunos conocimientos en medicina —Zelda abrió la puerta y dejó pasar a Grahim y su querido amigo para después entrar tras ellos.

Impa entró al final y cerró la puerta para evitar más visitantes indeseados.

—¡Zelda! ¡Gracias a la Diosa que estás bien! —El hombre de cabello blanco corrió hacia ella en cuanto la vio, dedicándole una mirada de desconcierto a los otros tres.

—Profesor, se lo agradezco —sonriéndole Zelda le dio un rápido abrazo—. Disculpe que venga a molestarlo, pero Link necesita atención.

—Lo imagino, lo que ha hecho ha sido heroico —volteó a ver al mencionado, mostrando en el rostro la gran confusión que sentía ante el avistamiento—. Colóquelo en esta cama, por favor…

Grahim le miró con desagrado, no le gustaba seguir órdenes pero, por ahora, debía de tragarse su orgullo en pos de él.

—Vaya, esta herida en la cabeza es seria, ¿qué te ha sucedido? —Preguntó, sacando alcohol, algodón y varias gasas y demás cosas en una charola metálica.

—Digamos que ahora sé que soy capaz de romper una columna —Link contestó, entrecerrando un ojo ante el dolor que le causo el que tocara su cabeza.

Grahim se encontró con la necesidad de reír de nuevo, ganándose la mirada de curiosidad de Impa y Zelda.

—Iré por una poción —cuando el profesor salió, Impa se volvió hacia Zelda.

—¿Disponen de algún calabozo o lugar que sirva como prisión para él?

—Espera, ¿prisión... qué? —Link levantó demasiado rápido la cabeza, provocando que se mareara.

—No hay manera en que se le pueda dejar sólo. —Respondió con obviedad.

—Se quedará conmigo —dijo con un tono más apresurado del que quizá debió de usar, haciendo que Grahim sonriera—. En mi cuarto cabe.

—¿Seguro, Link? —Zelda rio.

—S-Sí —respondió, desviando la mirada.

—Impa, no hay necesidad de algo así, estará bien —la mujer la miró con desconfianza pero terminó aceptando al final.

Buhel volvió después de un rato y le dio una poción roja mejorada a Link, quien la agradeció, sintiéndose mejor.

Zelda e Impa se retiraron para pasar el tiempo con Gaepora, la primera por querer compensar el ponerlo tan preocupado y la segunda por tener que estar cerca de Zelda en todo momento. Vilán se perdió por algún lugar para alardear de la gran ayuda que había brindado en las peleas y, quizá, despotricar en un grado mucho menor contra Link.

Y esa fue la razón del por qué Link se encontraba a solas con Grahim.

—Iré a dar una vuelta a la isla, vendrás conmigo —dijo, sin atreverse a mirarlo.

—No estás haciendo una pregunta, Sky Child, no esperes una contestación a cambio —le gustaba hacerlo enojar, sus expresiones eran de las pocas cosas que le gustaba ver además de a él mismo.

Link gruñó levemente y empezó a caminar, haciendo que Grahim se resignara y lo siguiera. Odiaba seguir órdenes, no consideraba que nadie, además del Heraldo, tuviera el nivel para decirle qué hacer o decir pero prefería mil veces estar con Link que con la molesta sirvienta de la Diosa.

Link rodeó la academia, subió por las cajas que habían afuera hasta el techo y pasó mucho tiempo mirando hacia las nubes, cuando pareció cansarse bajó y caminó hasta donde la efigie había estado, entro y salió del mercado para terminar entrando a una cueva y terminar en una parte expuesta que quedaba por debajo del nivel normal de Neburia.

Grahim caminó en un inicio tras él pero tras ver que este se metía al agua y atravesaba hasta el otro lado, optó por empezar a aparecer tras él y evitar así manchas innecesarias. No se atrevió a hablar, algo en la expresión del joven le hacía contenerse y no interrumpirlo, aunque le seguía causando leve desprecio hacia su persona el tener tanta consideración hacia alguien que no fuera él.

—Vilán encerró mi Neburi aquí el día del torneo celeste —cuando ambos se encontraban parados al borde, Link habló—. Aunque, quizá ya lo sabías.

—Analizaba lo superficial… no todo —dijo rápidamente, como esperando que continuara.

—Recuerdo que pensé que nada podría salir mal aquel día y bueno… Después apareció ese tornado y me contradijo.

El Señor de los Demonios odio sentir esa punzada de arrepentimiento en el estómago, no iba con su personalidad, él no se arrepentía, no se echaba para atrás. ¿Por qué con él sí? ¿Por qué le pesó de esa manera el escuchar sus palabras?

—Explícame por qué me salvaste… —susurró y de no ser porque Grahim estaba cerca de él, no lo había escuchado.

—Ya te lo he dicho-

—¿Qué pensaste? ¿Qué le dijiste?

Grahim lo miró con desprecio unos segundos antes de desviar la mirada de él, parecía que no podía mirarlo de esa forma por mucho tiempo.

—Simplemente pensé que no podía dejarte morir, ni siquiera a manos de mi Amo —comenzó, sintiéndose débil—. No importa lo que le haya dicho, él jamás ha escuchado lo que yo digo.

—¿Cómo es que te creó? Si ni siquiera te tiene consideración, ¿no era más fácil simplemente construir una espada sin nada adentro?

Se sorprendió de escuchar que Grahim reía—. Sky Child, necesitaba un esclavo que preparara todo su camino.

Cuando cayó en cuenta de la definición que había dado de sí, cerró la boca de inmediato y se giró para darle la espalda. Sabía que el Heraldo solo lo veía de esa manera, que jamás lo había visto como un soldado más en su ejército, era solo su esclavo, su herramienta.

—Pues entiendo por qué está destinado a perder —Link suspiró, sintiendo ese decaimiento en el ánimo de otro.

—¿A qué te refieres? —Preguntó, sin animarse a verlo.

—Pues si considera a alguien fuerte como tú, un como esclavo, no tiene una noción real de su poder y por ende, se sobrevalora —suspiró, sin saber a ciencia cierta de dónde había salido esa súbita profundidad.

Quiso contestar con algo que diría normalmente, algo como que «él era lo mejor» pero no pudo. Las palabras de Link habían penetrado en lo más profundo de su mente y bloquearon toda contestación sarcástica. Los sentimientos que ese chico despertaba dentro de él eran un total enigma.

—Volvamos a la academia, está anocheciendo e Impa querrá matarme —Link dijo, caminando hacia las escaleras por donde había salido.

Grahim se quedó ahí, viendo el mar de nubes bajo él hasta que consideró que el otro ya había vuelto arriba. Chasqueando los dedos desapareció y apareció en la entrada, donde Link parecía ya estarlo esperando.

—¿Duermes? Fay dijo que no lo necesitan pero que es la manera más fácil de pasar el tiempo mientras no hay nada que hacer —preguntó cuándo abrió la puerta a la academia, agradeciendo que estuviera bastante solo.

—No, no lo necesito y jamás lo he hecho.

Agitando la cabeza, abrió la puerta a su habitación y lo dejó pasar antes de entrar él y cerrar tras él.

—¿Realmente descansas aquí? —Grahim a penas y creí que ese espacio tan reducido pudiera ser cómodo para cualquier persona.

—Pues sí, no tengo tantas cosas como para querer algo más grande —respondió, rascándose la cabeza.

El otro resopló antes de caminar hasta una silla y sentarse como si estuviera haciéndolo en el lugar más sucio del mundo, cruzó los brazos y permaneció mirando a Link quien caminó hasta su cama y se quitó la espada y escudo.

—¿Sólo me verás mientras duermo?— Preguntó, poniéndose rojo sin saber exactamente por qué.

Grahim solo sonrió con entretenimiento antes de girarse y fijar su atención en el remedo de lámpara que había en la mesa.

Le sorprendió, y mucho, el escuchar una respiración pesada después de algunos minutos, encontrando con que Link se había quedado dormido, con los pies aún sobre el piso y el cuerpo torcido para recostarse sobre la cama. Se levantó sin hacer ruido de la silla y caminó hasta él para verlo más de cerca. No podía comprender aún qué tenía de especial ese chico para cambiar tan drásticamente su actitud, no entendía qué era aquello que lo hacía querer protegerlo de su maniático Amo.

Solo sabía que había levantado sus piernas con cuidado y lo había acomodado en la cama para que descansara mejor y que se había ido a sentar en la misma silla de antes para contar cuántas marcas tenía la pared de madera que separaba su habitación del otro.

Notas finales:

Les pido perdón por haberme tardado tanto en actualizar, como comenté en todo lo demás se me vinieron muchas cosas encima y me fue imposible. Me apena mucho haberlas hecho esperar tanto y espero que por favor me disculpen u.u

¿Cómo ven? Ambos revelaron demasiadas cosas pero guardé varios pensamientos de Link para después, ¿qué imaginan que pasará ahora? Ninguno de los dos entiende realmente lo que está pasando, solo sienten esa sensación de querer ayudar y todo~

Espero haya valido la pena y no olviden dejarme un comentario allá abajito.

¡Nos leemos pronto!

PROMETO QUE PRONTO, AHORA SÍ, RESPONDERÉ SUS COMENTARIOS EN BREVE.


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