Lost Memory.
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Aurora la maga
2. Extraño amor abandonado.
Ya había pasado una semana desde que el, había despertado en el hospital, el edificio apartamental parecía tan nostálgico desde el momento en que llego caminando, tomaba valor para poder estar finalmente en ese lugar, subió las gradas y fue a la oficina de los apartamentos para entablar una conversación con el encargado de estos quien le miraba dudoso y cuestionaba.-¿Esta seguro que solo quiere pagar el mes de la renta e irse?-
-Si.- Aquel hombre asintió y dijo por lo bajo.
-De acuerdo firme aquí…-
-¿Qué es esto?-
-Es una hoja en la cual usted explica que abandona el apartamento, pero que se va a responsabilizar de pagar a tiempo…-Souichi sujeto la hoja con prisa escribió su nombre y luego firmo, estaba realmente furioso, ese tonto le había dejado un enorme cargo con el contrato del apartamento.
-Aquí tiene.-
-Bueno… si necesita ayuda para desalojar sus cosas solo llame al personal ok.-Souichi dejo hablando al sujeto enseguida se encamino al ascensor, mientras subió las gradas…
*Recuerdo.*
Sentía como aquellos labios le dejaban sin aliento en ese pequeño lugar, era realmente abrazador aquellos labios, tanto así que no le importo en donde se daba todo aquello, Morinaga se soltaba despacio de aquella boca que tanto amaba y miraba a su superior con entero amor y quien le empujo diciendo sonrojado y molesto.-¡QUE HACES ESTUPIDO!-
-Lo siento no pude evitarlo, Senpai…- Le miraba realmente angustiado. Para luego recibir un severo y certero golpe en pleno rostro cuando llegaban al piso adecuado y aquel pelos largos gritaba.
-Siempre haces cosas que no soporto.- Morinaga agachaba su rostro estaba triste, por aquel maltrato, pero su entusiasmo nunca decaería, se animó y llegando al lado de Souichi le susurró al oído.
-No importa cuánto me golpees, siempre y cada vez que pueda te besare, lo hare porque te amo, Senpai.-
-Deja de decir estupideces y abre la puerta.- Dijo para ver como su asistente obedecía, estaba realmente molesto por todo aquello, pero en el fondo, el calor de aquellos besos comenzaban a confundirlo, por esa razón él se enfadaba con demasia…
*Fin del recuerdo*
Entraba finalmente al apartamento en el que ambos Vivian por lo menos felices ambos, el frio se coló puesto que no estaba accionada la calefacción, prendió las luces y un silencio se hizo sentir, se imaginó a Tetsuhiro caminando dentro de la cocina y expresar animado.-“Bienvenido a casa… Senpai.”- Souichi se mosqueo, aquella ilusión pareció muy real, tanto así que corrió a la cocina y trato de ver si él estaba ahí… pero la triste realidad lo tumbo…
“Hay veces que...
mi alma baila tangos con la soledad,
y necesito de tabla tu amor…”
Se apoyó en la pared, para abrazarse a sí mismo, nunca pensó que la falta de ese bueno para nada le azotara de esa manera.- Morinaga…- Susurro, aun haciendo recuerdo en aquella cocina de cuando sus padre y los demás llegaron a quedarse ahí, en ese mismo pedacito de cocina, Morinaga le había besado y le había excitado con solo eso un mísero beso, a su parecer más sin embargo había sido más que eso, pues ahora lo entendía. Decidió mejor ir a la sala el aire ya le faltaba, enseguida se dejó caer en el sofá y hecho hacia a tras su cabeza, pero de pronto ahí estaba de nuevo su rostro sonriente y animado mirándole y susurrando.-“Senpai… ¿Estas bien?”-
Se levantó rápido y grito enfurecido.-¡No no lo estoy!
“para asirme a ella en mi tempestad.
Pensando en ti,
paso el día pensando en ti…”
Elevo una mano a su frente y revolviendo su flequillo, suspiro hondo y dijo.- ¡Ya fue demasiado! Debo de dejar de pensar en ese tonto.- Se condujo a su pieza o al menos eso pensó, puesto que su mano toco el pomo de la puerta de Morinaga y enseguida se erizo al recordar esa noche en la que se habían amado en su habitación y como si fuera una burla de la soledad escucho en su oído.-“Senpai, abre la puerta por favor…”-
-Arg.- Se quejó apartándose y yendo a la habitación siguiente, pronto tomaba sus ropas y las depositaba en las maletas que sacaba del armario, vaciaría lo que pudiera esa noche ya que no soportaba estar más tiempo en ese lugar, habían demasiado recuerdos habían pasado tantas cosas y todo lo estaba atosigando, ante esto la carga rompió su cordura, dejo lo que hacía y cayendo lentamente al piso susurro con calma.-¿Qué es lo que me está pasando, acaso no tengo que estar feliz por que ese tonto, ya dejo de ser un idiota?- Miro a todos lados más directamente a la cama…
“Enséñame...
a escuchar tus labios, a leer el sol,
llévame a donde los sueños fabrican tu voz.
Pensando en ti…”
Una lagrima bajo libremente por su mejilla, se quedó realmente impresionado por aquel hecho, preguntándose ¿De cuándo acá el lloraba por los rincones por alguien?- Malditas emociones.- Dijo con voz severa limpiándose aquella aventurera lagrima, y respirando hondo, tomaba de nuevo su quehacer. Mirando con enfado aquella cama. Su mente parecía jugarle sucio, realmente sucio y es que pudo verse a sí mismo con Morinaga haciendo el amor, como si nunca lo hubiesen hecho jamás, los besos del ojo verde eran expertos y sensuales, mientras el solo podía aferrarse a su espalda sintiendo el calor de aquel cuerpo y ese sentir en su pecho que le gritaba la enorme verdad.-“Souichi…. Te amo.”-
-“Mo-Mori… naga”- Había quedado de piedra ante recordar aquello, apretó sus puños y comenzó a maldecir al tiempo que sujetaba las sabanas y le daba vuelta a la cama estaba furioso.
-¡Ese maldito, me hizo ser una persona que no soy!- Gruñía mientras pateaba golpeaba y rompía cosas en su habitación.- Eres un estúpido, un pelmazo Morinaga, te odio, te odiooo.- Gritaba realmente sofocado, para luego darse cuenta que de la furia paso a la nostalgia y de la nostalgia a soltar enormes lágrimas de tristeza y real dolor, se dejó caer entre su desastre y golpeado el piso con fuerza grito.-¡POR QUE TENIA QUE PASARTE ESTO!- seguía golpeando.-¿Por qué me dejaste para siempre?- Gruñía con voz agrietada.-Y ¿por qué demonios no puedo dejar de pensar en ti?-
“Duermo el odio pensando en ti.
¿Dónde estás?...
tengo miedo ayúdame a caminar
pues solo nunca yo podre encontrar
la forma de ser libre, quiero despertar.”
En su pecho se enjugaba el dolor, la perdida más grande que nunca había pasado su vida, puesto era difícil aceptar la partida de alguien lejos de este mundo, pero era más difícil dejar ir a alguien que aún vivía, apretó sus ojos con furia y por lo bajo susurro.- Morinaga… si tan solo pudieras recordar algo de mi.- Trago grueso, ante la dura realidad estaba realmente perdido en su miseria, se sintió realmente tonto al verse llorar por alguien que ni siquiera recordaba su nombre.-¿Decías amarme?- Comenzó a cuestionarse.-Tu, idiota.- Gruño mas, pero regresando a la calma se dedicó a limpiar el desastre, había perdido la compostura por un instante y eso no era de perdonarse, arreglo todo dejándolo como estaba antes, cuando finalmente terminaba, encontró una fotografía en el piso en la cual aparecían el algunos alumnos de la facultad y Morinaga, la arrugo en su mano quería desecharla como cualquier trozo de papel, pero.- No es tan fácil.- Dedujo, desdoblándola.
Ya tenía la mayoría de su ropa guardada, colocaba otra maleta en la entrada e iba por otra a la habitación cuando escucho el timbre sonar, en su pecho el sobre salto, corrió de inmediato a la puerta y de una sola vez la ario de par en par, enseguida descubrió a aquel rubio en la entrada.-Souichi-san, que alegría.-
-¿Qué demonios haces aquí?-
-Vine por ti.-
¿De qué hablas?- Dijo entrando para ir por la ultima maleta, Masaki analizo lo que ocurría y susurraba.
-¿Qué está pasando, te vas?-
-Sí, dejo este lugar.-
-¿Pero por qué?-
-Porque de seguro ese tarado vendrá por sus cosas con su flamante novia y no quiero tener que ver su cara para no molerlo a golpes, ¿Entiendes?-
-No.- Dijo realmente enfadado, girando a un Souichi que se sorprendió y susurro.-¿Qué pasa contigo?-
-¿Con migo?-Le miro realmente confuso.- Nada, ¿Por qué?-
-¿Acaso tú, no lo amas?- Souichi se molestó.
-No.- Dijo con calma.
-Eso no me pareció en el hospital, ¿Dime, que fue lo que cambio?- Estaba confundido.
-¿Qué eres tonto o qué demonios?- Cuestiono directo.- ¿Acaso no escuchaste lo que dijo el doctor?-Susurro mirando al piso.- Ese idiota ni siquiera sabe que existo, no puedo hacer nada por el entiéndelo.-
-¿Entonces si lo amas?-
-Yo…- Intento gritarle un montón de improperios, pero el recuerdo de ese sujeto no se iba de su cabeza, eran tan difícil.
“Pensando en ti,
acuno mi alma pensando en ti, (paso el día pensando en ti)
paso el día pensando en ti, (paso el día pensando en ti)
paso el día pensando en ti.”
-¿Tu que Souichi, habla?- Masaki lo estaba presionando a medida que el cambiaba de un rostro enfadado a uno lleno de nostalgia y pálido.-¿Acaso me vas a mentir, dirás que es tan fácil, dejar de amarle?- Souichi se estaba sofocando.- ¿Dime Souichi, dime porque, tienes los ojos rojos y por qué a estas alturas no aceptas que Tetsuhiro te gusta, que lo amas y…?-
-Ya vasta.- Murmuro con voz suave. –Ya no sigas…- Expreso con calma.- Ya no digas tanta tontería.- Le miro severo.- Yo no lo quiero, entiéndelo, NO LO QUIERO.- Ahora comenzó a gritar.- YA DEJA ESA TONTA IDEA DEL QUERER AYUDARME POR QUE NO TE VA.- Le sujeto del cuello de la camisa y le acerco con fuerza.- ESE ESTUPIDO ESTA MEJOR ASI COMO ESTA, EL ES UN HOMBRE YO SOY UN HOMBRE LO MAS CORRECTO Y SANO ES QUE EL HAGA SU VIDA CON ESA ESTUPIDA.- Le soltó.-ES EL ORDEN CORRECTO D ELA VIDA, SOLO ELLA PODRA DARLE LO QUE YO NUNCA PODRE ENTIENDE.-
-Souichi.-
-Yo me largo.- Dijo tomando las maletas y gritando.- CIERRA LA MALDITA PUERTA AL SALIR.-
-¡Souichi!- Grito desde adentro, haciendo que este se detuviera por un instante ya que aquella voz no parecía la de Masaki si no la de Morinaga.- Escúchame, lo que te voy a decir y te dejare en paz.- Aun el peli largo le daba la espalda.-Los padres de Tetsuhiro, van a casarlo al final del mes, se han aprovechado de la situación y amarraran a Tetsuhiro a una vida falsa…-
-No me interesa.-
-Souichi.-
-Cierra la puerta al irte.- Dijo para continuar caminando, mientras este llegaba al ascensor y miraba a un costado los botones tocando el primer piso, en tanto bajaba su mente pensaba.-“ ¿Qué es esto… porque, siento esto, porque me afecta tanto?”-Había llegado al primer piso ya estaba afuera esperándoles Matsuda y Kanako ambas miraban con zozobra al ojo miel, no quería moverse por más que su hermana le decía.
-¿Llegamos a tiempo Nii-san?-La chica le miraba confundida.-¿Nii-san?-
-Souichi-san.- Llamo Matsuda llegando a su lado y sujetando algunas maletas, por detrás un rubio corría agitado bajando las gradas de emergencia y mirando al frente para ver a Souichi quien susurraba.
-Matsuda-san, ¿Podrías llevar estas maletas?-
-Claro.- Dijo sujetándolas, pronto Kanako se movió a ayudar con la última que tenía Souichi, pero no la quiso soltar.-
-¿Nii-san?- Masaki estaba recuperando su aliento cuando de pronto noto como Souichi depositaba la maleta en el piso y decía a su hermana.
-Esta me la quedare.- Le dedico una mirada tranquila.-Matsuda-san los alcanzare después.-
-Claro.- Dijo la mayor tomando a Tomoe y yendo a casa en el taxi mientras Masaki se acercaba al de cabellos largos quien sin mirarle susurro.
-¿Qu….Que…?-
-Solo ven conmigo a Fukuoka.- Dijo sujetando su brazo para susurrar.- Tenemos que hablar, Kunihiro y yo tenemos que explicarte muchas cosas de las cuales tu no estas enterado y deberías saber, si no te convence puedes regresar a Nagoya sin luchar.- Souichi no quería ceder su cabeza le decía que no fuera a ese lugar pero su corazón gritaba que lo hiciera, estaba entre la espada y la pared. Tragaba grueso totalmente dudoso pero….- Sabes, serás un real idiota si decides no ir.- Souichi se giró para míralo.- Ese sujeto te ama como un demente y ha sido tan amable contigo que tú no has podido corresponder su amor.- Masaki miro al piso.- Cuando se pelearon por mi culpa, Tetsuhiro abrió su corazón conmigo, estaba muy dolido por las duras palabras que le gritaste, pero a la vez te entendía, sabía que no podía presionarte, que eras un heterosexual y que odiabas a la gente como el…- El viento golpeo sus rostros.- Pero realmente, Tetsuhiro me hizo entender que estaba ahí a tu lado porque así él lo quería, aunque tus palabras o tus acciones o tus golpes lo lastimaran el amor que siente por ti lo curaba y de alguna forma le daba una esperanza.-
-…- Souichi estaba siendo abofeteado literalmente, por un desconocido.
- Sé que eres la única persona que puede hacerlo feliz, quizás ahora esos recuerdos valiosos para ambos están perdidos, pero.- Susurro.- ¿Souichi, te has puesto a pensar en cómo reaccionara Tetsuhiro si algún día recupera la memoria?-
-Él nunca lo hará, esas lesiones son permanentes.-
-Tú no sabes lo poderoso que puede ser un recuerdo o el amor.-
-Entonces esperare aquí.- Dijo soltándose del agarre del rubio.- Yo no soy como ustedes, yo tengo responsabilidades y una vida.-
¿Creí que tu vida, todos estos años era al lado de Tetsuhiro?-Se preguntó el Junya dejando en jaque al ojo miel, rebusco en sus bolsillos una tarjeta y apunto su número para colocarla en su bolsillo y expresar.-No voy a obligarte a hacer algo que no quieres, pero cuando estés listo avísame.- Dijo para comenzar a caminar en otra dirección, dejando solo a Souichi… se quedó de pie ahí, donde Masaki le había dejado, la lluvia comenzó a soltarse del cielo remojando rápidamente todo a su paso, incluyéndolo a él, sus cabellos se fueron pegando a su rostro y el agua comenzó a hacerle sentir frio, no podía moverse no quería moverse deseaba que esa lluvia borrara los recuerdos que ese idiota le había dejado, al menos estaría igual, ante aquel deseo de querer desaparecer de este mundo solo pudo sorprenderse de como su alma y cuerpo se encontraban en un abrir y cerrar de ojos su vida se había ido por un caño la razón de su vida la razón de su alegría, había muerto con los recuerdos perdidos del Morinaga. Comenzó a caminar sacando un cigarrillo y fumándolo, arrastraba la maleta como si arrastrara el cadáver del amor que fue y que pudo sr mas fuerte entre ambos.
-Debo dejarte ir…- Susurro con voz rota.- Siempre temí a que te fueras de mi vida.- Agrego haciendo una pausa.- Pero creo que finalmente me abandonaste y esta vez no pude detenerte.- Dijo para si con tristeza.- Morinaga, que seas muy feliz…-Dijo aquello perdiéndose entre las avenidas…
***
En Fukuoka…
Ya habían trascurrido tres semanas y media, los preparativos estaban listos, la gente corría de un lado a otro en un enorme complejo, la boda se realizaría en un elegante hotel, las hermosas columnas eran adornadas con velos blancos y de color perla ajustadas con un bello listón amarillo oro, Meilin estaba emocionada a su lado Namisa llegaba diciendo.- Te saliste con la tuya.-
-Por supuesto, yo siempre, me salgo con la mía hermano.- Expreso realmente siniestra.
-Mañana es la boda.- Susurro con calma.- Estarás contenta, ¿Toda la gente de la alta sociedad asistirá?-
-Claro los llame a todos y todos se sorprendieron, ni uno faltara al real matrimonio de dos enamorados que fueron destinados a unirse uno al otro.- Namisa se enfureció, tomo a la chica del brazo y la aparto del lado de la organizadora de dicha boda.
-Meilin.- Le llamo.- ¿Por qué haces esto? Sabes muy bien que Tetsuhiro no te ama, el ama a otra persona.-
La joven aparto la mano de su hermano y susurro bastante socarrona.- No me interesa quiero a Tetsuhiro, siempre lo quise para mí a ti te consta.-
*Recuerdo*
Era el día blanco en la preparatoria del distrito de Fukuoka, las chicas recibirían las muestras de afecto de sus novios, pues ellas entregaban obsequios en san Valentín y el día blanco era la respuesta de los hombres a las mujeres, una chica de alrededor unos 14 años esperaba emocionada en su salón, ella estaba segura que el chico a quien entrego un mes antes chocolates respondería el aprecio con algo más hermoso, sus amigas la miraban expectante e interesadas.-¿Qué pasa Sasame-san?- (Sasame es el apellido de Namisa y Meilin)
La crueldad inicio a notar que pasaba el día y su muchacho no aparecía, ya que todas tenían su presente menos ella, quien agachaba su rostro y trataba de no llorar.
Más atrás en el salón, un joven de ojos verdes escuchaba de sus compañeros de clase.-¿Puedes creer que esa tonta me dio chocolates en san Valentín?-
-De seguro debe estarte esperando.-
-Pues que se quede esperando, es horrenda y no me agrada en lo más mínimo.- Arremetía el chico a quien Meilin le había dado los chocolates hace un mes. Al lado del pequeño grupo de muchachos, Tetsuhiro y Namisa, miraban a la que era su amiga, todos se burlaban de Namisa intento ponerse en pie y apoyar a su hermana pero Tetsuhiro le sujeto y negó, ante esto él se puso de pie, y llego al lado de Meilin, le sonrió con calma y susurro despacio.
-Sasame-san, disculpa la espera…- Hizo reverencia admirando como todas se quedaban sorprendidas al ver que el más guapo del salón era el que ella esperaba, Meilin se quedó impactada y escucho como este susurraba.- No supe que comprarte pero…- Dijo sacando de su bolsillo un listón amarillo y colocándoselo en su cabello susurro.- Creo que esto estará bien.- Dijo dejándole un hermoso mono.- El color amarillo es mi favorito.- Susurro con una sonrisa.
Meilin estaba de piedra, vio irse al Morinaga y susurrar.- Tetsuhiro…- A su lado sus amigas gritaban encantadas, estaban locas porque ella no les había dicho que a quien quería era al más misterioso y guapo del salón, ante aquello sucedido, Tetsuhiro trataba de ser amable siempre con ella, aunque a la hora de irse a casa…
-¡Morinaga-kun!- Gritaba la chica realmente emocionada, llegando a dos chicos un rubio y un peli azul, la chiquilla tomaba aire y susurraba.-¿Quieres que nos vayamos juntos?-
¿Tetsuhiro, quien es ella?-
-Masaki-san ella es Sasame-san, es una amiga de la familia.-
-“ ¿Amiga?”- Expreso internamente.
-Entiendo… ¿Te iras con ella?-
-Em… Sasasme-san lo siento tengo cosas que hacer, será en otra ocasión.- Expreso con calma el peli azul. Dejándola sola en el lugar…
-Tetsuhiro-san…- Susurro a su lado ya llegaban Namisa y Kunihiro el mayor dijo.
-¿Qué pasa, Sasame-san?-
-Nada… am, Kunihiro-kun, ¿Quién es ese rubio?-
-Es mi compañero de clases, ¿Por qué?-
-“ ¿Compañero de clases?”- Pensó la chica bastante confundida, se suponía que Masaki como así se llamaba ese joven iba un grado mayor de Tetsuhiro entonces, ¿Por qué estaban juntos?- Por nada.- Dijo seria para iniciar a caminar junto a su hermano y el castaño los cuales platicaban de cosas de la clase cuando de pronto.- KUNIHIRO-SAN.- El aludido le miro serio.- Algún día me casare con tu hermano.-
-Meilin.- Regano su hermano bastante apurado.
- ¿Vaya en serio?- Cuestiono el castaño mirando como ambos hermanos comenzaban a molestarse…
*Fin del recuerdo*
-“No voy a permitir que nadie me lo arrebate, no volveré a sentir ese sentimiento de pérdida jamás… Tetsuhiro…”- Namisa había visto lo ilusionada de su hermana y pronto susurro.
-Solo espero que sepas lo haces, o al menos no salgas lastimada.-
-Eso no pasara.-Aquel suspiro hondo y siendo invadido por las damas de honor expreso.-Date prisa y termina de una vez o estas locas no me dejaran en paz.-
-Hai.-
***
La noche callo rápidamente, él se encontraba en su habitación en la vieja casa en la que creció y la cual le trajo muy vagos recuerdos, su madre quien preparaba todo con anhelo, su traje estaba listo, era totalmente blanco con un faje de color amarillo oro a petición de la novia, Tetsuhiro dejaba de ver la ventana y analizaba a su madre a la cual susurro.-Mamá, ¿Tú crees que este bien que me case sin si quiera recordar que Meilin fuera mi novia?-
-Claro que sí, hijo, mírate.- Dijo acariciando sus cabellos los cuales crecían despacio.- Ya está creciendo el cabello.- Dijo haciéndoselo hacia atrás y peinándolo.-Ella es una buena chica, te ama y eso es todo lo que debes saber.-
-Pero…- Susurro con calma para ser visto por su madre con preocupación.
-¿Qué ocurre cielo?-
-He tenido sueños, sueños extraños en los que una mujer de cabellos platas entre grises, grita mi nombre y me abraza…- La mujer enseguida hizo memoria, no conocía a nadie con esa descripción más que.
-Ese maldito…-
-¿Dijiste algo mamá?-
-Nada hijo, duerme descansa, de seguro esa mujer solo es alguien que te topaste por ahí y no recuerdas o una de tus novias.- Susurro con calma, haciéndole dormir con calma, pronto se condujo la mujer afuera y con prisa llego al estudio en donde su esposo le miraba expectante.
-¿Cómo está todo con Tetsuhiro?-
-Todavía sigue sin recordar, pero.- Dijo causando en el hombre bajar el periódico en donde leía el encabezado de sociales.-Tubo un sueño con el sujeto del hospital.-
¿Qué, el maestrucho?-
-Si exactamente, al parecer si eran ciertas las sospechas que teníamos, ese sujeto era la actual pareja de nuestro hijo.-
-Demonios, Tetsuhiro por que tenía que nacer raro y es más porque contagio a Kunihiro con esa asquerosa enfermedad.-
-No lo sé.,, pero probablemente esto fue nuestra culpa.- El hombre se enfadó.
-Eso no es verdad tu y yo no tenemos nada malo, esos estúpidos chicos de seguro fueron mal influenciados por Masaki Junya.- La mujer miraba con enfado a su marido.
-Tienes toda la razón.-
-¿Ya supiste algo de Kunihiro?-
-No, pero si hable con Tomoko, efectivamente se divorciaron, llegaron a un acuerdo en los que ella se quedaría con la casa si no nos decía nada.- El hombre golpeo la mesa de estudios.
-Nos han visto la cara a ambos.-
-Si querido, esto se ha salido de control por completo.-
-Creo que es hora de tomar medidas, no quiero sorpresas mañana así que llamare al jefe de seguridad.- Pronto cogió un teléfono y hablo con voz autoritaria.- Si necesito que vengan enseguida a mi despacho.- Corto la llamada.- No te preocupes querida, al menos Tetsuhiro ya regreso al camino que antes debía llevar.-
-Eso me alegra, no permitas por nada que esa boda se evite.-
-No, juro por todo lo más enorme del mundo que es mi fortuna que mi hijo se casa.- Enseguida ambos esbozaron una sonrisa como si fueran dos malvados de una película…
***
En tanto en la habitación de Tetsuhiro, se había quedado dormido, pues las terapias en este mes habían sido severas, gracias a que Meilin no quería un novio en silla de ruedas para su matrimonio, pues el golpe había afectado un poco el sistema locomotor de Tetsuhiro, gracias a su esfuerzo el logro caminar bien siendo apoyado nada más por un bastón, cosa que dejaría en unos meses con más terapias, no había pasado ni una hora cuando comenzaba a dar vueltas en la enorme cama, susurraba.-A… A no…- Sollozaba.- Soui…. Souichi…- alcanzaba a balbucear, despertando de un solo golpe y respirando agitado para sujetar el lado en donde el golpe había sido tratado, la cabeza quería partírsele en dos y desesperado, se puso en pie, para caer de rodillas y arrastrarse a la mesita de noche sujetando un frasco de analgésicos para tomar dos de un sentón y un poco de agua, respiraba agitado el sudor se podía ver en todo su rostro aquel taladrante dolor fue decayendo despacio, para pronto escuchar abrirse la puerta una de las criadas de la mansión habían llegado asustada.
-Tetsuhiro-sama.-
-Yuriko-san…- Sonrió un poco atontado.- Que vergüenza.-
-No se preocupe.- Dijo despacio la chica con uniforme de criada y un cabello abundante negro atado en un moño, para ayudarle a ponerse en pie.-Tetsuhiro-sama, ¿Necesita que llame a alguien, a un médico o algo?-
-No…- Respondió con voz baja.- Esta bien.- Fue ayudado a sentarse en la cama y con pena susurro.- Que vergüenza ni siquiera puedo parare de la cama sin ayuda.-
-Eso es normal.- Expreso la mujer con vos tranquila y educada.-Los estragos que afectaron su cerebro, han atrofiado un poco su cuerpo, volverá a ser el mismo en unos meses… aun me impacta que este de pie… pues no ha pasado mucho.-
-Debo estarlo por Meilin-san.- La mujer afilo la mirada y susurro.
-Si… la señora Sasame…- Dijo con voz vaga.- En fin Tetsuhiro-sama, ¿Necesita algo más?-
-No muchas gracias Yuriko-san.- Hizo reverencia, al partir la chica. Él se quedó solo y susurro cabizbajo.
-¿Por qué sigo soñando con ella?- Su mente lo torturaba, era sabido que él no sonaba con una mujer si no con Souichi su Senpai, pero no alcanzaba a liberar el recuerdo en su cabeza…
***
Estaba solo en la pieza que compartía con Kanako en la pequeña casa de Matsuda, miraba por la ventana la enorme lluvia que arreciaba en Nagoya, su vida no había sido fácil estos días en la universidad desde lo ocurrido en Osaka, por esto había dejado sus investigaciones a un lado pidiendo un respiro, sin mencionar que decidió buscar un empleo que fue peor ya que no le duro mucho pues su mente no estaba enfocada para algo más que no fuera pensar en ese sujeto. Estaba con las rodillas pegadas a su pecho y la cabeza hundida entre estas, estaba descuidado su cabello no había sido recortado y no comía nada bien.
Abajo los sentimientos de angustia se formaron.-¿Kanako-chan tu sabes que le ocurre a Souichi-san?-
-No.- Respondió la niña inocente.-Pero realmente quisiera saber que le pasa.-Matsuda susurro.
-Me preocupa, ¿Crees que sea necesario llamar a tu padre?-
-No lo sé tía Matsuda.-
-No, será necesario.- Decía Souichi en el lumbral de las gradas, mirándolas a ambas con enfado.- Lamento hacerles preocupar.- Dijo yendo a la puerta para tomar su chaqueta.
-¿Espera Souichi a dónde vas?-
-Necesito hacer algo.-
-Pero…-
-No esperes por mí, gracias por cuidar de mí y perdóname si te hice sentir afligida, Matsuda-san.- Aquello dicho preocupo a la mayor.
-Nii-san.-Él se iba de la casa con prisa, llegaba a un teléfono público y marcaba el número de aquella tarjeta, escucho unos cuantos tonos y un.
-¿Hola?-Se quedó en silencio por varios segundos enseguida aquel susurro.-¿Souichi, eres tú?-
Se impresiono gritando.-¿Cómo supiste que?-
-De alguna forma sabía que llamarías.-Respondió Masaki con voz suave.
-¿En dónde estás hospedado?-
-Ahora mismo voy de salida.-
-¿Nani?-Cuestiono Souichi apresurado.
-Voy a detener esa boda.-
-¿Qué estás diciendo?-
-Souichi, Tetsuhiro se casa mañana al medio día.-Aquello le callo como bomba en el estómago, un dolor severo se formó en la boca de este y susurro.
-Ese maldito imbécil.-Gruño con cólera.
-sabía que tarde o temprano ibas a reaccionar, apresúrate, ya compre tu boleto.-
-¿mi boleto?-
-no preguntes y ven a la estación te explico en el camino.-
-voy para allá…- dijo cortando la llamada de inmediato para, mirar al cielo opaco en donde la lluvia por fin dejaba de caer y las nubes habrían el cielo y dejaban ver la luna. Su rostro se ilumino en una macabra sonrisa y susurro.- será divertido, nunca he asistido a una boda…-
Continuara…