Han pasado un par de meses, Ancel encontró un tranquilo trabajo en una librería y gracias al dueño puedo instalarse en la parte arriba de esta, ha estado muy tranquilo y sin ninguna señal de Alexandre, ha comenzado a sentirse cansado y con nauseas además que el gran vientre que ya tiene no le ayuda en mucho
-hay me siento pésimo- dijo sentándose y acariciando su vientre
Lo que él no sabía es que podía sufrir un pequeño riesgo en su embarazo, el bebe por ser demonio necesitaba tomar las energía de la madre debilitándola totalmente pero como él era un ángel tal vez no resistiría mucho
El angelito se puso de pie y bajo a donde se encontraba su trabajo y con ayuda de un carrito para libros comenzó a acomodar cada uno en su sitio, de a momentos tocaba su vientre ya que el bebe se movía en ocasiones bruscamente y esto preocupaba a la futura “madre”, terminaría su trabajo rápido para ir a descansar y como siempre una hora antes de cerrar vio a su jefe llegar
-¿Cómo ha estado hoy el negocio?- dijo mientras acomodaba su saco en el perchero de la entrada
-Algo bajas….el dinero está en la caja- sonríe y continua con su trabajo
El hombre conto el dinero y luego le dio la orden de ya retirarse a descansar por su bien, ese hombre era tierno con el pequeño angelito y se podría decir que lo ha apoyado en todo desde el día en que lo encontró hambriento, le había ayudado por dos razones, la primera por que lo vio desprotegido y la segunda por que se enamoro a simple vista de aquel inocente rostro
-hay esos ojos – continuo contando el dinero para después guardarlo
Mientras tanto Ancel se encontraba en su recamara acomodando cosas que serian para su bebe ya que solo faltaban cuatro meses para que nazca, casi no había comprado nada ya que temía salir del lugar y ser encontrado por su esposo, termino de acomodar todo y se acomodo para dormir ya que al día siguiente después de dos meses saldría ya que debía ir al médico para ver la condición en la que se encontraba su bebe
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En la mansión de la lujuria un furioso Alexandre se encontraba moviendo todos sus contactos para encontrar a su pequeña familia
-cómo es posible que pudiera escaparse- dijo desde su sofá y llamo a sus colegas
Unos minutos después los restantes demonios de los pecados capitales se encontraban de frente del, explico todo lo sucedido y todos se separaron para iniciar la búsqueda del menor ya que Alexandre sabía muy bien lo que pasaba en los embarazos y debía protegerlo de ser comido por su propio feto
-hay tenía que irse en estos momentos
Salió usando su túnica negra caminando en aquellas frías calles tratando de encontrar aquel tierno rostro que le hacía actuar de una manera que ni el reconocía, continuo su camino hasta que llego a un callejón y nunca sintió la presencia de un ángel cerca
-¡Maldición! Como es que pudo escaparse tan fácil- se recargo en una de las parecer y se llevo las manos al rostro- esto me sucede por ser un idiota insensible
Se quedo unos momentos haci hasta que noto como un hombre lo jalo levemente del brazo
-oye es peligroso estar aquí, levántate –dijo mientras que trataba hacer reaccionar al hombre vestido de negro
-no…tengo muchas fuerzas
El hombre le propuso ir a su librería al menos para que no se congelara en aquel clima pero Alexandre se negó y se coloco de pie, agradeció el gesto y se retiro tranquilo pensando cómo encontrar a su amado y debía hacerlo rápido ya que para el octavo mes su vida ya estaría en gran peligro solo que no se explicaba como no lo encontraba ya que había colocando una marca en el que funcionaba como rastreador pero al parecer no funcionaba ya que no le había dado ninguna alerta sobre su ubicación
-espero que los demás lo encuentren
Camino hasta llegar a su mansión y en el segundo piso entro entrando a un enorme cuarto preparado para un bebe, agarro uno de los muñecos y se sentó en la silla mecedora que se encontraba
-eso si me las pagara por haber escapado iniciando por el bebe y su libertad de salir al jardín
Rio unos momentos y sin soltar el muñeco camino a la sala donde arriba de su chimenea se encontraban las hermosas alas de su pequeño, las observo unos momentos recordando todo lo cruel que fue con el pero no podía evitarlo era su naturaleza y eso le gustaba, trataría de calmarse algo pero no al punto que le vieran la cara de nuevo
-juro que te encontrare Ancel donde sea que estés- dejo el muñeco encima de la chimenea y caminando tranquilo se dirigió a su estudio – los amo familia