El loco que era mi secuestrador había salido ya hace doy horas y yo seguía aquí amarrado, pero bueno no podía quejarme y tratar de salir de este amarre ya que debía matarlo rápido e ir con mi amado miguel ya que no verlo me enloquecía, sin notarlo quede dormido y cuando desperté ya no tenía cadenas solo a mi amo sentado alado de mi acariciando mi rostro…eso si que era raro
-¿Qué es lo que sucede amo?- dije mientras trataba de sentarme pero él me recostó de nuevo
-Tranquilo no pasa nada, ¿ya comiste? Me pregunto tranquilo y yo con la cabeza le conteste que no así que en mis piernas apareció una bandeja llega de deliciosa comida- puedes comer lo que gustes y no deseo que te desnutras por tonterías pero si deseas morir adelante no comas
Al instante note que estaba más loco de lo normal pero no me importaba solo deseo ya salir de aquí así que me dispuse a comer de todo y cuando le entregue la bandeja ya vacía solo sonrió y la desapareció, me señalo el baño y entendí su señal así que tranquilo me di una ducha y si que la necesitaba ya que me siento asqueado por lo que me ha hecho y aquel beso, no sé porque pero esta vez lo sentí muy apasionado…más que el anterior pero no me importa con que me deje hacer lo que yo quiera me doy por bien servido, unos minutos después Salí de la ducha y encontré que no estaban mis ropas
-¿Dónde están mis ropas?- dije tapándome con una toalla ya que no deseaba denle tentación alguna y evitar así otra violación
-Ya no las usaras mas- dijo para después colocarme una playera de él pero a mí me quedaba como un enorme camisón
Me cargo y me dejo en la cama esta vez sin cadenas y se me hizo muy raro ya que desde que desperté estaba actuando muy tierno conmigo pero en fin con que no me violara ya podía dormir tranquilo además es la primera vez que duermo en esta cama donde pueden caber hasta 10 hombres
-A partir de hoy dormirás conmigo en mi cama y nada mas así evitare que escapes pero dudo que puedas hacerlo- comenzó a reír como loco y eso me enojaba bastante
-Dígame alguna manera para ganar mi libertad –dije sentándome y mirándolo de una manera retadora
-solo hay tres maneras, la primera es que encuentres la espada…con ella si la clavas a cualquier demonio este morirá al instante, la segunda es que dejes a alguien en tu lugar y la tercera y la que más me gusta es que mueras -tomo mi rostro de la barbilla e intento besarme pero voltio mi rostro, el me contesto dándome una cacheteada - ¡Recuerda cuál es tu lugar aquí!- dijo sujetando mis piernas y abriéndolas para después tocar mi entrada- ¿acaso deseas que te dome de nuevo?
-No por favor…seré bueno…pero no otra vez- me soltó y me hice hacia en medio de la cama abrazando mis piernas y tratando de no temblar, aquel hombre me causaba temor y yo debía ser fuerte ya que si caía en su juego no había marcha atrás
-Espero ya comiences a comportarte o si no tendré que usar el collar especial para ti y eso si que no te gustara- saco un collar de perro y comenzó a jugar con él, me explico que cada vez que me portara mal ese collar me daría un choque eléctrico, le suplique que no me lo colocara y así lo hizo guardándolo en un cajón haciendo que mi corazón se tranquilizara
-Si te portas bien te cumpliré un deseo pero eso si no puede ser que te libere no – dijo mientras salía del cuarto
El amo estaba algo extraño pero que mas da está loco, me levante y fui a la biblioteca y no encontré nada sobre esa espada por más que busque pero en fin ya tenía una esperanza de salir de ese lugar y debía darme prisa ya que falta un mes para el día especial de los ángeles, acomode todos los libros y baje a la sala y para mi suerte ahí no se encontraba el amo de seguro volvió a salir, trate de salir pero había unos guardias los cuales me vieron y me encerraron en aquella enorme mansión, busque por horas pero no logre encontrar esa espada, mis esperanzas se estaban extinguiendo totalmente así que solo acomode todo y regrese al cuarto de mi amo
-Lo que más deseo es ver a miguel y tener un bebe- comencé a llorar abrazando mis piernas en aquella enorme cama
Horas después regreso mi amo de mal humor y subió, al verme se molesto ya que yo estaba rojo de tanto llorar
-¿Ahora qué tienes?- me pregunto fríamente alzando mi rostro de la barbilla y esta vez no me resistí lo cual se le hizo raro
-Deseo algún día casarme con alguien que me ame y tener un bebe –dije así ya que si decía el nombre de mi amado me ganaría más golpes y por el momento no deseaba su furia sobre mi
El se levanto tranquilo y unos minutos después de pensarlo sonrió con malicia y me volteo a ver
-está bien cumpliré tu deseo pero dentro de un tiempo ya que aun no has sido buen chico…si te portas bien te lo cumplo y salimos a dar un paseo ya que hoy mis guardias me dijeron que querías salir- al saber que me descubrió baje la mirada y me quede quieto, el solo me beso y salió des cuarto dejándome totalmente confundido, me levante y lo sostuve de un brazo
-¿Dónde está la espada que me comento? Dije creyendo que me lo diría al instante
-Está en lo más profundo del infierno…solo la encontraras si el que será atravesado por ella te la da de buena voluntad pero yo no planeo dártela para que me mates.
Lo solté y me quede todo ese día recostado en la enorme cama pensando lo que sería de mi pero eso sí, debía cumplir sus caprichos para obtener aquel deseo