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Amante de su Marido [2Min] por Bora2minFlamer

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Notas del capitulo:

jaja tranquilas tranquilas, que no se les salga el corazón(?) <3

 

A leer!

Minho había salido corriendo también, y, teniendo las piernas más largas, logró llegar hasta Yoogeun y lo agarró protegiéndolo con su cuerpo mientras los dos caían al suelo.

Taemin oyó a su hijo gritar al tiempo que el conductor de la camioneta daba un frenazo, y un olor a neumáticos quemados invadía el aire. La gente corrió a la carretera, rodeando a Minho y al niño, pero Tae ya estaba arrodillado a su lado.

Minho yacía inmóvil sobre el asfalto, sangrando por un corte en la cabeza, y con una pierna doblada en un ángulo imposible. Junto a él sano y salvo, estaba Yoogeun que, con los ojos muy abiertos por el susto, murmuró: « ¿Papi?«

Pronto aparecieron un par de agentes de policía, y se oyeron sirenas, alguien había llamado para que mandasen una ambulancia.

Cuando los paramédicos hubieron subido a Minho al vehículo, taemin subió también. Apretó a su pequeño contra su cuerpo y se sentó a su lado. Estaba lívido, y el menor sintió que el miedo hacía presa de él mientras uno de los hombres comprobaba sus constantes signos vitales y le ponía un goteo intravenoso mientras al mayor se lo llevaban en una camilla.

En el pabellón de urgencias del hospital una enfermera tomó al niño de los brazos del aturdido Taemin

—Quiero ir con él... —comenzó el castaño. Pero la enfermera le puso una mano en el brazo y le dijo suavemente.

—Vamos, vamos, tenemos que prepararlo para que lo vea el médico, y no querrá usted ver cómo cortamos ese traje tan elegante que lleva, ¿verdad? Entre tanto le echaremos un vistazo a este jovencito para comprobar que no tiene heridas importantes, ¿le parece?

Taemin asintió, aún aturdido. Milagrosamente Yoogeun no tenía más que algunos moretones y arañazos no, milagrosamente no rectifico taemin mentalmente. Era gracias a Minho, que había arriesgado su vida para salvarlo.

De pronto sintió que se le hacía un nudo en la garganta. Minho tenía razón… para considerarse el padre de un niño, hacía falta algo más que haber aportado simplemente el espermatozoide para concebirlo, y él lo había demostrado ese día, le había demostrado lo mucho que quería a Yoogeun.

Pasó una hora, y luego otra. El niño se había quedado dormido en sus brazos, y a Tae le picaban los ojos por las lágrimas que estaba esforzándose por no derramar. Al cabo de lo que le pareció una eternidad, un médico entró en la sala de espera acompañado de una enfermera y se dirigió hacia él. Con las piernas temblorosas, el castaño se puso de pie.

— ¿Cómo está mi marido? —inquirió.

—Tiene una pierna rota, algunos cortes y moretones—respondió el hombre—, y en un primer momento nos temimos que el golpe de la cabeza pudiera ser algo serio, pero afortunadamente no es nada, sólo un buen golpe. Siento que haya tenido que esperar tanto, pero como comprenderá teníamos que aseguramos.

Lágrimas de alivio rodaron por las mejillas del menor.

—Aún tenemos que tomar algunas muestras para hacerle unas pruebas adicionales, pero está consciente, y aunque le hemos asegurado que su hijo está bien insiste en que quiere verlo. Sunny los acompañará —le dijo el médico al menor, haciendo un ademán hacia la enfermera que estaba a su lado. Pero éste no se movió. Una idea, una esperanza, rondaba por su cabeza.
—Doctor... esas muestras que tienen que tomar...—comenzó vacilante—. ¿Podría... sería posible que...? Verá, Minho se niega a creer que Yoogeun es su hijo, pero lo es. Si pudiera usted hacer una prueba de ADN...

El médico frunció el ceño.

—Eso sería un tanto irregular.

—Pero es que Minho quiere muchísimo a Yoogeun...—insistió Taemin—. Ya ha visto cómo arriesgó su vida para salvarlo, si pudiera demostrarle que verdaderamente es su padre...

—Lo siento, pero no puedo hacer lo que me pide sin el consentimiento del paciente —respondió el médico, pero al ver su decepción añadió—. Sin embargo, en Internet hay algunas empresas que se dedican a hacer esa clase de pruebas.

—Pero, ¿cómo...?

—Sólo tendría que mandar una muestra del padre y otra del niño, como un mechón de cabello, por ejemplo.

—Gracias, doctor —dijo Taemin esperanzado.

Despertó a Yoogeun, y dejó que la enfermera los condujera por el pasillo hasta la habitación donde estaba Minho.

Al entrar y verlo rodeado de aparatos, de la garganta de Kate escapó un gemido ahogado.

—Mire, señor Choi —le dijo la enfermera a Minho—. Le traemos a su hijo, como le habíamos prometido.

Cuando Minho giró la cabeza hacia ellos, Taemin tuvo que contenerse para no entregarle el niño a la enfermera y correr a abrazar al mayor. ¿Cómo podía parecer tan frágil un hombre tan fuerte?

Susurró su nombre con el corazón encogido, pero no era a ella a quien Minho estaba mirando. Toda su atención estaba concentrada en el niño — ¡Papi! —exclamó el niño extendiendo los bracitos hacia él.

—Déjamelo —le dijo el mayor a Tae con voz ronca.

Vacilante, el menor miró a la enfermera, que asintió con la cabeza. Éste se acercó a la cama, pero en vez de entregarle al niño, se sentó en el borde con Yoogeun en su regazo, temerosa de que el chiquillo, en su entusiasmo, pudiera sin querer hacer daño a su padre.

— ¿Está bien?, ¿no tiene nada? —le preguntó Minho, levantando una mano y acariciando la mejilla del niño.

—Está perfectamente... gracias a ti —contestó el castaño con voz temblorosa.

Sí, su hijo estaba bien, y era gracias a él, a su marido, al hombre al que amaba, a quien quería abrazar y proteger en ese momento, pero sabía que él no quería su afecto... no quería nada de él, más que a su hijo.

—Con cuidado, Yoogeun —le dijo al pequeño de un modo mecánico cuando se inclinó para darle un beso a su padre.

 

****************************************************************

 

—No hace falta que sigas viniendo a visitarme dos veces al día, Taemin —le dijo Minho en un tono poco amable cuando lo vio aparecer por la puerta de su habitación en el hospital. Aunque herido por sus palabras, el menor sonrió.

—El doctor Lau me ha dicho que mañana te darán el alta.

Minho frunció el ceño.

—Yoogeun está deseando que vuelvas —añadió el menor, e inmediatamente el ceño fruncido desapareció-. Te ha echado mucho de menos.

Taemin prefirió omitir que, para animar a su hijo, había acabado llevándolo a casa del cartero para que eligiera un cachorrito. A pesar de lo reticente que se había mostrado a dejarle tener un perro, lo cierto era que su hijo estaba siendo bastante responsable y lo estaba educando bien.

— ¿Lo llevaste al neurólogo para asegurarte de que no tuviera daños internos?

Cada vez que había ido a visitarlo, Minho le preguntaba si el niño estaba bien, y por mucho que él le dijera que no tenía que preocuparse, estaba seguro de que hasta que no volviese a casa y lo viese con sus propios ojos no lo creería.

—Sí, y estaba bien.

—Bueno, no estaba de más asegurarse —farfulló el mayor—. Esta mañana he hablado con mi abogado por teléfono —añadió de repente— Me ha dicho que te has negado a firmar los papeles de la adopción.

Taemin se sirvió un vaso de agua de la jarra que Minho tenía junto a la cama, y tomó un sorbo, en un intento por contener las náuseas que le estaba provocando el olor a medicamentos.

—No me he negado, minho; yo... —replicó poniendo una mano detrás de la espalda y cruzando los dedos—.Me parece un paso muy importante y... especial... y, bueno, no quiero que sea algo frío como firmar únicamente unos papeles así que pensé que podemos esperar a cuando vuelvas a casa y hacer una pequeña celebración.

—Entonces, ¿no es porque hayas cambiado de opinión? —inquirió Minho enarcando una ceja suspicaz.

El castaño se apresuró a negar con la cabeza.

Como le había dicho e médico, había encontrado en Internet varias empresas que hacían pruebas de ADN, y tras cortarle un mechón de cabello a Minho mientras dormía, lo había mandado a una junto con un mechón de Yoogeun. Él por supuesto no tenía ninguna duda de cuál sería el resultado, pero estaba nervioso por como reaccionaria el mayor, y se sentía un poco culpable por haberlo hecho a sus espaldas. Sin embargo, no había habido otro modo; Minho jamás habría accedido.

Minho observó al menor salir de la habitación pensativo. Durante esos días había tenido mucho tiempo para pensar... sobre el pasado, y también sobre el futuro.

Se había dado cuenta de que el dinero y el éxito no eran lo más importante en la vida, sino el tener a su lado a quienes quería y lo querían. Aquel momento terrible en que Yoogeun se había lanzado a la carretera había creído que iba a perderlo, y el solo pensamiento lo había sumido durante esas décimas de segundo en una agonía indecible.

Yoogeun no era hijo suyo, pero había llegado a quererlo como tal, y lo protegería y lo cuidaría siempre. Respecto a taemin... independientemente del modo en que lo hería a veces por culpa de su estúpido orgullo, era el chico al que había amado, el hombre al que aún amaba por encima de todo lo que había ocurrido y pudiera llegar a ocurrir.

Yoogeun y Taemin... No podría soportar perderlos. No le importaba que hubiera habido otro hombre en la vida del menor. Aquello pertenecía al pasado, y era él y no ese hombre quien formaba parte de su presente. Sí, iba a esforzarse por vivir el presente, y por que Taemin pudiera llegar también a perdonarlo a él en un futuro.

Notas finales:

awwws n.n que dicen? perdonamos al choi por baboso? n.n <3


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