Al llegar de la calle, por lo regular salgo a caminar por la tarde noche, mi madre estaba en la cocina, haciendo algo de comida para el día siguiente.
-¿Cómo te fue hijo?- Ni siquiera levanto la mirada de la cazuela, tal vez porque si lo hacía iba a quemarse el platillo.
-Bien- No tenía muchas ganas de hablar por lo que subí a mi habitación, cerré la puerta tras de mí, me senté en la cama y tenía unas ganas enormes de llorar, comencé a pensar todo lo que me sucedió en el día, primero que nada llego a la escuela con mis “amigos” los cuales solo se la pasan hablando de ellos y como conquistan algunas chicas, solo Jong Up trata de incluirme en la charla los demás me ignoran, saludan pero solo eso, al salir tengo que caminar unas ocho cuadras para poder llegar a la parada del camión y para eso me voy con Jeremy que solo piensa en él y aun que me vea con cara literalmente de zombi, lo ignora y sigue hablando sobre, el chico que conoció en algún lugar, la comida que no le gusta y cosas así la verdad no estoy cien por ciento seguro ya que lo ignoro un poco solo cuando en verdad no tengo ganas de nada.
Se baja a la mitad del camino y hay veces que ni siquiera se va conmigo por ir a otros lugares, Jong Up el sí, aun que pueda tomar el camión en la esquina de la escuela, se ofrece a ir hasta donde yo (tomen en cuenta que su camión también pasa por donde yo espero el mío).
Cuando voy arriba del transporte me pongo los audífonos y comienzo a escuchar mi música favorita, sacaría el libro que ahora estoy leyendo pero no quiero que me lo quiten, me mareo y mas por cómo va el camión de loco, al bajarme, camino una cuadra, entro a mi casa, mi madre está ocupada haciendo el aseo o alguna otra cosa, solo me pregunta cómo me fue y vuelvo a encerrarme en mi habitación, solo salgo a comer, al baño y alguna otra cosa, pero siempre estoy dentro de mi mundo.
Pensándolo bien, no tengo muchos amigos solo dos lo que son Jong Up y Song Ji los demás parece que solo quieren tener personas a su lado para no sentirse como yo supongo, siempre hablan de mi como si fuera el niño raro de la clase, pues prefiero leer un libro a estar en una discoteca con la música a todo volumen, prefiero comer solo a estar en una fiesta con más de 200 personas alrededor, prefiero ir a la biblioteca que ir a los bolos, en realidad lo soy y no conozco a alguien como yo o al menos que se me parezco por eso siempre estoy solo y supongo que ya me acostumbre, y no lo digo para hacerme la víctima.
Sin darme cuenta ya estoy llorando, si me preguntaran cuantas veces a la semana lloro, prefiero que me pregunten cuantas veces sonrió, lo hago, tampoco soy un amargado pero solo con los libros, esas risas y sonrisas no son tan falsas como cuando estoy con mis “amigos” si así les puedo llamar.
Acabo de terminar una saga de libros, comenzó otra que es algo más triste que nada, siempre eh pensado que tengo algo mal en mi, todos los chicos que conozco y me gustan me toman por alguien raro y diferente y susurran cosas que piensan que no me doy cuenta, si ya se habrán dado cuenta me gustan los chicos, solo eh tenido un novio y fue casi por que él quería presumir que podía estar con quien se le diera la gana, no era tan mala persona solo a veces me protegía de los chicos que se burlaban de mi y supongo que por eso me gustaron los chicos.
Aun que nunca eh tratado de conquistar una chica solo tengo una amiga Song Ji y creo que si la pusiera del uno al diez como me siento con ella seria nueve, siempre me ah comprendido íbamos a la secundaria juntos, nos sentábamos en el recreo y compartíamos comida, a ella pocas chicas le hablaban, pues se juntaba conmigo, y decían que no querían que se le pegara lo nerd y ella también lo es, nos prestamos libros de vez en cuando, ella tiene muchísimos amigos, pues sabe como socializar.
No me considero alguien feo, soy alto pero no mucho, tal vez un metro setenta, mi cabello negro cae solo un poco en mis ojos, utilizo lentes de armazón negro, mi color de piel es algo blanco, no tan pálido pero siempre estoy como de color leche, me visto como cualquier otro chico, jeans negros alguna camisa de color y converse, nada del otro mucho.
Song Ji dice que soy alguien extremadamente guapo que hubo un tiempo donde yo le gustaba pero cuando supo que tenía otro tipo de gustos, se disculpo y ahora me trata como un buen amigo, creo que sus sentimientos por mi se borraron.
-Jun, la cena está servida, baja- No le conteste seguro ya estaba acostumbrado, deje de hacerlo hace algunos meses, antes era un niño “normal” supongo que porque tenía amigos pero me cerré en un mundo donde solo existían mis libros y yo, hay veces donde leo historias de amor y me pregunto cosas como ¿En verdad existe el amor? ¿Hay personas que se encuentran por el destino? ¿Por qué yo no eh encontrado mi alma gemela? ¿La tengo? ¿Alguien podrá amarme por como soy? No lo creo.
Salí de mi habitación para ir al baño a lavarme la cara y parecer que todo estaba bien, mis ojos se veían un poco rojos pero seguro no lo notan, baje y ya estaba ahí mi padre junto con mi hermana cenando como una familia feliz, al parecer también sobraba o así me sentía yo.
-Papá, mi novio va a venir el fin de semana, para que lo conozcan- Seguía comiendo su cereal integral, si había alguien en este mundo que le importara como se veía y como la veían, era mi hermana Shannon, la más popular de la escuela tanto que cuando yo iba solo, ni siquiera sabían que es mi hermana pues no nos parecemos en nada, ella es bajita con un buen cuerpo a lo que me ha dicho mi madre, cabello color miel le llega a mitad de la espalda, ella si tiene pigmentación es un poco mas morena que yo, es como una estrella de pop.
-Y bueno ¿Por qué te quedas parado ahí?- Hablo mi padre, el si es un modelo, es muy guapo dicen que me parezco a él pero en feo, eso le escuche decir a una de mis tías hermanas de él, no sé si piensan que estoy sordo o porque ni siquiera se molestan en susurrarlo, en fin por si les queda alguna duda mi madre se parece a Kate beckinsale solo que con el cabello corto y negro.
-Por nada en especial- Me acerque a la mesa donde ya estaba servido mi plato, solo dos quesadillas y un vaso de leche, no tenía mucha hambre pero si no comenzaba a comer tenía que soportar los regaños de mi madre, sabía que es por mi bien pero aun así.
Al terminar con la cena, agradecí por la comida les desee buenas noches y volví a ir a mi cuarto, para acostarme en la cama y al fin dormir.