-Hola, hijo- Hablo mi madre no con la voz agradable de siempre, ya me había parecido escuchar que mi hermano no era el hijo mas ejemplar de todos, pero yo quería creer que aun lo querían.
-Hola familia- Saco una de sus típicas sonrisas que te decían “me vale madre todo” literalmente.
-Solo te faltan tres meses para terminar con la rehabilitación, espero sigas estable, aparte de eso ¿Cómo te sientes?- Ahora fue el turno de mi padre, volteé con Shannon y seguía con su celular, pero ahora solo mandando mensajes, la relación de mis hermanos no era la más amigable, hace algunos años se había dejado de hablar, por algunos malentendidos, en pocas palabras los dos se creen mejor que el otro, una especie de choque.
-Bien, dentro de lo que cabe, ustedes se ven bien por lo que supondré que así lo están, ahora Me gustaría hablar con mis padres ¿Puedo?- Mi hermana fue la primera en salir, me encogí de hombros la verdad es que quería saber sobre que hablarían pero al final, seguí a Shannon cerrando la puerta tras de mí.
Me encontraba sentado en la sala de espera, frente a unos ventanales que daban directo al jardín que estaba descuidado, algunas tenían un color gris y otras soltaban retoños, recargue mis codos sobre mis piernas para poder descansar mi barbilla en mis manos, no aguante mas fui al baño, quería llorar, no podía creer lo solo que estaba, mi hermana apenas y me hacía en su mundo, mi hermano un alcohólico y mis padres trabajaban todo el día, mis lagrimas caían sin detenimientos, ahora si me estaba desahogando.
-¿Estas bien?-
Al escuchar esa voz, gire rápidamente mi cabeza hacia la derecha, no podía creerlo, el chico del listón rojo, me miraba con el rostro preocupado o eso quería pensar, yo seguía llorando, baje la mirada y me cubrí el rostro con las manos.
-S..Si- Alcance a susurrar, al menos mi voz no se escucho tan entre contada como pensaba
-Toma-
Abrí un poco los ojos para mirar su mano, me estaba ofreciendo un pedazo de papel, lo tome ya que lo necesitaba al terminarlo de usar lo tire al bote más cercano, recargue mi cuerpo en la pared y me fui resbalando hasta quedar sentado en el suelo, con las manos entre mis piernas para ocultar mi rostro, nadie me había visto llorar.
-Vamos-
Ni siquiera podía hablar, sentía que mis lágrimas me ahogarían, no quería ni alzar la mirada, pero tuve que hacerlo, el parado parecía un titán, loca comparación, me levante con un poco de esfuerzo.
-¿A do..Donde?- Limpie mis lagrimas con las mangas de mi sweater.
-Fuera-
Estaba algo confundido, por lo que me lave lentamente el rostro, mire mi reflejo en el espejo y tenía la cara completamente roja y los ojos un poco hinchados, se notaba a kilómetros que había estado llorando, salimos de las instalaciones, el aire estaba frio pero no al grado de congelamiento.
-Gracias por el papel- Hice una pequeña reverencia. –Tengo que irme- Volví a hacer lo mismo, al parecer quería decirme algo pero Salí disparado de ese lugar.
“Dae, estoy en el parque en donde siempre nos vemos”
Dude un poco pero al final se lo envié, no quería que preguntara sobre porque mis ojos estaban hinchados, ni nada por el estilo, no pasaron más de cinco minutos cuando estaciono su coche frente al parque, se acerco a mí y se sentó a mi lado.
-¿Es es lo que me querías decir?- Fui el primero en romper el silencio, quería irme a casa lo antes posible, antes que volviera a romper en llanto frente a él.
-¿El domingo estas libre?-
-Supongo- Mis formas de contestar no eran las más amables
-Bien ¿Quieres ir a cenar?- Me soltó de una vez por todas, lo mire algo confundido, pero creo que me haría bien, salir de casa
-Si ¿ Donde?-
-Con mi familia-
-¿Fiesta?- Al fin dije, no conocía aun a su familia, por lo que dude un poco
-Algo parecido ¿Si?-
Solamente asentí con la cabeza, su mirada se ilumino, no sé muy bien porque, me disculpe diciendo que no había pedido permiso para estar aquí, el ofreció llevarme a casa, pero a estar a pocas calles, rechace la propuesta lo más amable que pude, de camino, me puse los audífonos y me fui escuchando música, llegue a casa, lo más raro es que no había nadie aun, abrí la puerta pesadamente, no quería ver ni hablar con nadie, solo dormir hasta que mi cabeza doliera, cerré la puerta con llave y subí a mi recamara, me recosté en la cama y caí en un sueño profundo.
Al despertar me dio por revisar mis redes sociales, entre y vi que no tenía ni una notificación, baje el historial, habia fotos donde mis amigos estaban con mas amigos en fiestas lo cual probablemente estaba invitado pero siempre decía un rotundo no, vi que decía “Tu hermano y Bang Yong Nam se han hecho amigos” El tal Bang se parecía al del listón rojo, si ahora le llamaba así a ese chico, me metí a su perfil y mire un poco las fotos en verdad que si, por un momento me dio por agregarlo, pero rápidamente rechace la idea, el no era, tenía algo diferente, su mirada no era la misma.
-No puede ser el- Hablaba conmigo mismo, entonces se me prendió el foco, revise su información y decía “Hermano de Bang Yong Guk” Entre al enlace que estaba en su nombre, mire su foto de inicio y realmente el si era, para cerciorarme me metí en sus fotos y comenzó a verlas, en realidad me sentía como un acosador, un ruido en la planta de abajo me asusto y cerré rápidamente mi lap top, Salí lentamente de mi habitación, vi que eran mis padres y volví a mi cuarto, abrí mi computadora, me Salí de sus fotos pero antes de poder hacerlo de la red social, vi que tenía una solicitud de amistad, le pique y mire que era de Bang.
-¿¡Qué!? ¿Cómo? ¿Por qué?- Estaba más confundido que en un examen de matemáticas, acepte su solicitud, tenía que disculparme por lo del baño, decidí enviarle un mensaje, claro después que lo borre más de diez veces esto fue lo que le envié:
“Siento lo de esta mañana, me encontraba en una crisis conmigo”
Paso un minuto, dos y casi tres cuando al fin contesto
“Descuida, te entiendo”
“Gracias por el pañuelo”
“No hay de que, espero te encuentres mejor”
-¡Hijo baja ahora mismo!- La voz de mi madre sonaba verdaderamente molesta, tanto que me dio un susto.
“Si, lo estoy, gracias, debo irme, adiós”
Esa no era la realidad, pero para que contarle tu problemas a las personas y más a un desconocido no tan desconocido, al menos ya sabía su nombre y nos habíamos visto dos veces, en ese mensaje creo que use demasiadas comas.
Tuve que apagar la computadora antes de ver que me respondió, baje corriendo, recibiría una buena regañada, por irme del hospital sin avisar.