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La Ciudad de los Muertos por InfernalxAikyo

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaa, Querubines! :D 

Esta vez si llego a tiempo :D 

Les traje limonada extra ácida y con poca azúcar :D 


Tengan ojo con la ortografía n.n no hay nada más horrible que un lemon mal escrito...avísenme si encuentran algún error n.n 

Ojalá les guste n.n 

Un abrazo grande

Capítulo 42: “La Petite Mort”



Estaba otra vez en la playa, sentado sobre la arena oscurecida por la noche. La luna manchaba como leche sobre el mar, la fogata estaba encendida, Ethan estaba junto a mí. Hablábamos no sé de qué mientras reíamos ¿En qué momento habíamos llegado otra vez a aquella playa? No lo recordaba, pero lo estaba disfrutando. Su mano se dirigió a mi rostro y lo acarició con suavidad. Sonrió, sonreí bobamente. Me había enamorado de él ¿Cómo? No lo sabía. Su cuerpo se acercó al mío y me besó, un beso suave y algo húmedo. Cerré los ojos y me abracé a su cuello, podría estar así toda mi vida.

Algo lo apartó de mí.

Algo de arena se levantó cuando cayó al suelo, algo volvió a tomarle y le obligó a ponerse de pie. No sé cómo nos encontró pero Scorpion le había tirado hacia atrás y ahora ambos habían comenzado una pelea. Me quedé paralizado en mi lugar, no podía moverme ¿¡Qué demonios hacía Scorpion ahí!? ¿¡Cómo nos había encontrado!?

- ¡E-Ethan!- intenté levantarme para alcanzarles y ayudarle, pero mis piernas no reaccionaban.

- Et…- mis gritos cesaron cuando Scorpion comenzó a estrangularle. Había caído sobre él y ahora sus manos rodeaban el cuello de Ethan. Esa escena se me hacía levemente familiar.

Y entonces lo recordé…la guarida de Alexa.

Y otra vez, Scorpion le besó con esa fuerza asfixiante, sin soltarle del cuello, ahogándolo entre sus labios ¿Un beso forzado? No lo creo. Un beso cargado de ira, de ira y algo más. Ethan subió los brazos por el cuello de Scorpion y sus dedos acariciaron su cabello.

Oí como gemía dentro de su boca.

Sentí como algo punzante me atravesaba el corazón.

Abrí los ojos, con la respiración entre cortada y con el corazón a punto de estallarme en la garganta. Algo cálido corrió por mi mejilla, eran lágrimas.

Me senté sobre la cama y jadeé varias veces antes de que mi respiración volviese a la normalidad, el sudor me caía por el borde de la frente ¿Qué clase de sueño había sido ese?

Con pies temblorosos y con la vista oscurecida por el faltante amanecer que no llegaba aún por culpa de la lluvia, me puse de pie y me dirigí al baño. Encendí el agua y la dejé correr, el sonido era tranquilizante, me lavé la cara varias veces y miré mi rostro cansado en el espejo.

Unas marcadas ojeras hacían que me viera más pálido, seguramente era culpa del resfriado, aunque ya no me sentía tan mal como antes, los mareos habían cesado y la fiebre había pasado a ser solo una molestia en la frente. Anoté mentalmente agradecerle a Allen por esa pastilla.

Di unos pasos hacia atrás para ver todo mi reflejo. El lobo que Ethan dibujó se alzaba triunfante y furioso sobre mi pecho que ahora parecía más firme. Miré mis hombros que habían crecido y un rastro de músculos que se marcaba en mis abdominales, estaba mucho más en forma.

Escapar de los zombies debería ser un deporte olímpico.

Rocé el tatuaje con mis dedos.

La imagen del sueño que acababa de tener asaltó mi cabeza ¿Por qué había soñado algo como eso?

En la guarida de Alexa, esa vez…ellos dos…se habían besado.

Pero no lo había tenido en cuenta…hasta ahora.

Un montón de dudas asaltaron mi cabeza. Nunca le pregunté a Ethan que sentía por Scorpion, nunca le pregunté si acaso tenía algo con él antes ¿Tenía algo con él? ¿Por qué Scorpion le había besado? ¿Qué sentía Ethan por él?

- Detente, idiota- me hablé en voz alta a mí mismo, negando con la cabeza varias veces. Había sido un sueño, solo eso, una mala pasada de mi inconsciente por intentar hacerme recordar algo a lo que no debía darle importancia. Encendí la regadera y me quité la ropa, una ducha apartaría todos esos pensamientos.

Di un salto asustado cuando sentí el agua caliente chocar contra mi piel, no me esperaba eso, generalmente en todas partes salía fría, corrí la cortina y me fijé en un contenedor que estaba en un rincón del baño, de ahí debía provenir el agua caliente.

Agradecí mentalmente que así fuera.

Le di más potencia al agua. Necesitaba algo que me quitase esa imagen de la cabeza. Recordé como me molestó cuando les vi juntos esa vez ¿Por qué me molestaba mucho más ahora? ¿Qué derecho tenía yo a molestarme?

La iglesia. La imagen de la iglesia acudió a mi mente. Me vi nuevamente ahí, junto a Ethan. Recordé el calor de su piel desnuda y el sabor de sus labios, devorándome.

Todo mi cuerpo se estremeció en un escalofrío. Cambié la temperatura del agua a un poco más fría cuando noté que había tenido una erección.

¿Qué demonios me pasaba esa mañana?

Apoyé mi cabeza contra la pared. La puerta se abrió y se cerró, como si alguien hubiese entrado.

- ¿¡Qué demonios!?- me asusté y en un acto reflejo cubrí con las manos mi desnudez, aun sabiendo que seguramente la persona que estaba al otro lado no podría verme a través de la cortina color blanco. Nadie respondió, solo silencio.

El agua del lavamanos se encendió, haciendo que la presión de la ducha bajara. Asomé molesto la cabeza por la cortina.

­- ¿Quién mier…?- me quedé callado cuando le vi ahí. Solo vestía su bóxer y su cabello estaba desordenado, como si acabase de despertar. Me dirigió una mirada demasiado molesta.

- ¿Et…Ethan…?- Inmediatamente me sentí nervioso. Él hizo un gesto con la cabeza, no podía hablar con el cepillo en la boca. Enjuagó.

-Aiden ¿Estás mejor?- su pregunta fue demasiado falsa. Era algo muy común ver a Ethan de mal humor, pero por algún motivo, ese día me parecía más malhumorado que nunca.

- S-Si…-
comencé, balbuceando -creo que la pastilla que Allen me dio…- guardé silencio, el rostro del pelinegro se deformó en una mueca molesta cuando nombré a Allen.

- ¿Crees que ese imbécil de Allen te cuida bien?- clavó los ojos oscuros en los míos y me fulminó con ellos. Un escalofrío me recorrió la espalda.

- No deberías tratarle así-

- ¿Y ahora estás defendiéndole?-
noté como alzaba ligeramente la voz. Me sentí molesto.

- ¡Él me rescató y me ayudó a escapar para que pudiese llegar junto a los de…!-

- ¿¡Y por eso debes tratarle tan bien!?-
¿Qué demonios era esto? ¿Una escena?

- ¡Si no hubieses fingido tu muerte ni siquiera le habría conocido!-

- ¿¡Ahora es mi culpa que tú y ese imbécil…!?-
intentó decir.

- ¿¡Estás celoso!?- interrumpí.

- ¡No estoy celoso!- se acercó hacia la ducha.

- ¡Lo estás!- alcé la voz, mientras me escondía más tras la cortina – Además… ¿Quién te crees tú para decirme cómo debo tratar a los dem…?- callé cuando noté que su rostro estaba frente al mío.

Sus ojos irradiaban odio puro.

- ¡¿Qué haces?!- di unos pasos hacia atrás por su cercanía, cubriéndome mientras él seguía acercándose a mí, más a y más. Abrió la cortina de par en par y me observó de arriba abajo, mientras hacía un gesto de aprobación.

Avanzó hasta llegar frente a mí.

Tomó mi rostro y me besó apasionadamente, tanto que me cortó la respiración. Me pilló desprevenido e intenté apartarme, pero él me acorraló y de pronto todo su cuerpo estaba empapado al igual que el mío. Sentí la calidez de su lengua entrar con brusquedad y ahogué un jadeo. Le empujé para apartarme de él.

- ¿¡Qué estás…!?-

-No voy a dejar que ese imbécil haga lo que quiera…-
susurró roncamente.

- ¿De quién estás hablan…?- calló mis palabras otra vez, con un beso. Tambaleé y un escalofrío me recorrió de pies a cabeza. Me dejé envolver por sus brazos mientras yo mismo enredaba los míos tras su cuello. Esta vez dejé que su lengua entrara sin oponer resistencia, sus brazos me estrecharon aún más y me atrajeron con más fuerza haciendo que su cuerpo topase con el mío. Jadeé otra vez y sentí cómo me costaba respirar. Se separó de mí justo cuando yo iba a hacerlo para tomar aire.

- Estás celoso- musité ahogado, mientras me dejaba levantar por sus manos y mi espalda chocaba contra el azulejo de la muralla de la ducha, su cuerpo se posicionó entre mis piernas – Estás celoso de Allen- su lengua rozó con mi cuello y me estremecí ante un nuevo escalofrío.

- ¿No puedo estarlo acaso?- se detuvo en mi hombro y lo mordisqueó a gusto. Una de sus manos subió por mi espalda y acarició mi cabello.

- ¡No!- chillé. El recuerdo del sueño de esta mañana había llegado a mí como un relámpago, en él, Ethan también acariciaba el cabello de Scorpion.

Se detuvo y me miró confuso.

- ¿Qué pasa?- me soltó y mis pies volvieron a tocar la cerámica húmeda.

Debía quitarme ese sueño de la cabeza.

- Deberíamos detenernos- dije lo primero que se me vino a la mente.Le hice a un lado y volví a posicionarme bajo el chorro de agua, intentando olvidar que él me estaba mirando.
 
Sus ojos negros intentaron atravesarme, sabía que buscaban respuestas.

- ¿Qué te sucede, Aiden?- tomó la pequeña botellita de jabón, de esas típicas que siempre hay en un hostal y me hizo un gesto para que me girara. Volví a intentar cubrirme con las manos, manos que él molesto apartó. Me giro por los hombros y sus dedos  comenzaron a deslizarse por mi espalda mientras la jabonaban con paciencia, masajeando con especial cuidado los hombros y el cuello –Estás tenso- dijo. Comencé a sentirme más relajado.

- ¿Qué pasó entre Scorpion y tú antes?- pregunté más calmo. Sus manos se detuvieron.

- ¿Por qué preguntas eso?- su voz sonaba seria.

- Porque te besó en la guarida de Alexa-

- ¿Qué? ¿Por qué piensas en eso? Yo apenas lo recorda…-

- Y tú le correspondiste-
terminé. El guardó silencio. Comencé a sentirme molesto.

- Yo no…- Me giré para mirarle a la cara, parecía enfadado. Se notaba a leguas que le incomodaba hablar de Scorpion ¿Por qué?

- Nunca me has dicho cómo era su relación antes de esto-

- No tengo por qué decírtelo-

- Entonces no tienes por qué entrometerte en mi relación con Allen-
solté, comenzando a enfadarme.

- Eso es distinto, tú y Allen…-

- ¡Claro que es distinto!-
instintivamente di un paso hacia él y el retrocedió uno - ¡Yo y Allen no tuvimos nada! ¡Tú y Scorpion sí!-

- ¡No he tenido nada con Noah!-
gritó sobre mi rostro. Dio media vuelta y se dispuso a marcharse. Le retuve por el brazo.

¿Qué era lo que me pasaba esa mañana?

- Lo…lo siento- balbuceé, esforzándome por volver a la calma. Me abracé a su espalda –Creo que yo también estoy celoso- Ethan exhaló aire varias veces, intentando calmarse, luego soltó una risita.

Y después, un silencio que duró varios segundos ¿Por qué me molestaba tanto pensar que Scorpion y Ethan estuvieron juntos antes?
 
- Es solo que…- intenté decir.

- Te entiendo- no sé si me entendía de verdad o no, pero a ambos nos ocurría algo parecido. Dejé mis manos caer y estas levemente rozaron con sus piernas, allí donde estaban las mordeduras que esos zombies le habían dejado. Como lo pensé, estaban cicatrizadas.

Ethan soltó un jadeo cuando mis dedos rozaron con torpeza la herida de su muslo izquierdo.

- ¡L-Lo siento!-

- Está bien…no me ha dolido-
¿Entonces por qué se había quejado?

Me removí en un escalofrío, él estaba tan cerca.

Me atreví a acariciar su espalda, le volví a abrazar y mis labios temblorosos rozaron con su piel, Ethan se quedó así, estático. Otra vez, el calor de su cuerpo pasó a ocupar todos mis pensamientos. No sabía a qué se debían mis celos ¿Lo que había pasado en la iglesia afectaba en ellos? No sé,  pero quería repetirlo. En lo más profundo de mí deseaba poder repetirlo.

Deslicé mi lengua por su espalda. Él contuvo un escalofrío…lo que estaba haciendo ¿acaso le gustaba?

Se sentía extraño estar haciendo eso.

- E-Ethan…- susurré, antes de abrir un poco la boca para morderle con cuidado la piel. Jadeó otra vez. Su cuerpo se movió, seguramente para girarse y atraparme entre sus brazos, pero no se lo permití, mis manos se movieron más rápido, allí donde me avergonzaba moverlas.

Sentí la dureza bajo su bóxer y la acaricié temblorosamente. Su cuerpo se estremeció y dejó escapar el aire de su boca.

- ¿Qué mierda estás haciendo?-  noté otra tentativa de él de girarse hacia mí. Nerviosamente introduje mi mano bajo la ropa interior.

No quería que se girara, no quería que viera mi rostro. Estaba avergonzado.

Solo hacía lo que mi instinto me dictaba.

- A-Ah- se detuvo. Su cuerpo tambaleó y con la mano envolví su hombría y comencé a masajearla mientras seguía besando su espalda.

- A-Aiden…- jadeó en voz baja mi nombre e inmediatamente sentí como mi temperatura aumentaba algunos grados. Yo era inexperto, pero creo que lo estaba haciendo bien. Estaba duro y palpitaba, la humedad en él era evidente y hacía que mis dedos poco ágiles se moviesen más sueltamente. Aumenté el ritmo.

- Jo…der- el cuerpo del pelinegro se relajó y pude notar como le estaba gustando lo que hacía. Estreché aún más mi cuerpo contra el suyo y mi erección rozó contra su piel. Ahogué un gemido en su espalda.

Su rostro se giró hacia mí. Una sonrisa pícara asomaba de él.

- ¿Qué quieres hacer, pervertido?- preguntó con algo de sarcasmo en la voz. Me aparté unos centímetros, sonrojado.

- Y-Yo…- intenté decir. Su mano bajó hasta su ropa y la quitó de ahí, lanzándola fuera de la ducha. ­Me quedé embobado viéndole.

Todo su cuerpo…era tan perfecto.

- Estoy envidioso-  solté, sin poder dejar de mirarle. Él me miró con otra sonrisa burlesca. Hice un puchero.

- Incluso tu maldito trasero es perfecto- me crucé de brazos. Giró de medio lado hacia mí y me permitió ver su perfil. El agua cayéndole encima le daba un aire más salvaje al cabello desordenado que se le pegaba sobre la frente. Deslizó sus manos por todo su cuerpo, como si se estuviese acariciando y algo palpitó más fuerte entre mis piernas ¿Me estaba provocando?

Inconscientemente, mis brazos corrieron solos a rodearle las caderas, me abracé nuevamente a su espalda y pegué mi rostro a su hombro.

- Ethan…- jadeé, con un poco de desesperación en la voz  -¿Qué estamos haciendo?-

Él mismo tomó mi miembro ardiendo en una de sus manos y lo posicionó entre sus muslos. Me asusté cuando hizo eso.

- ¿Y tú qué crees?- su voz sonaba sumamente lasciva. Su mano me soltó para rodear parte de mis caderas y atraerme hacia él. Algo estrecho chocó contra mi hombría y un gemido escapó de mi boca al mismo tiempo que él dejaba escapar otro. Levanté la cabeza y mis dedos se estrecharon nerviosos contra su pecho ¿Esto de verdad iba a pasar?

¿Esto de verdad podía pasar?

-¿Qué estás esperando?- la voz agitada de Ethan me apartó de mi aturdimiento. Miré confundido el cuerpo que tenía delante de mí, no tenía idea como hacerlo.  

Instintivamente me aparté un poco de él para darme impulso y embestirlo.

- A-Ah, joder- mi cuerpo entero tembló molestamente cuando entré en él y una extraña sensación me invadió cuando noté lo caliente que estaba allí dentro. El cuerpo de Ethan se tensó. Me mantuve allí unos segundos, hasta que le sentí relajarse.

- ¿Estás seguro Ethan?-

- ¿Estás tú seguro?-
respondió él algo molesto, girando el rostro nuevamente hacia mí, él estaba… ¿sonrojado?

- No lo estoy. Estoy asustado-

- Idiota-
gimió, cuando volví a repetir el movimiento. Eso era tan, tan extraño. Pero de alguna forma se sentía bien.

Se sentía demasiado bien.

Tanto que creí que me haría enloquecer.

Ethan arqueó la espalda al mismo tiempo que yo aumentaba aún más el ritmo. Estaba dentro de él, le estaba sintiendo, en todo su esplendor.

Mis gemidos aumentaron su intensidad de solo pensarlo de esa forma.

- A-Aiden…- volvió a gemir mi nombre mientras apoyaba sus manos contra la muralla, dejándome ver los perfectos músculos de sus hombros empapados entre sudor y agua. Me abracé más a su cuerpo e intenté no volverme loco con el sonido de sus jadeos fuertes y roncos. Sentí como la respiración comenzaba a faltarme y como todo mi interior comenzaba a arder.

Solo lo soporté un par de minutos más.

Y vergonzosamente, me corrí dentro de él. Me abracé a él con fuerza para no caer por el temblor que ello me produjo.

Nos quedamos así, varios minutos, hasta que nuestras respiraciones se calmaron.

-L-lo siento- balbuceé cuando él cambió la posición y giró hacia mí para abrazarme –Creo que ha sido muy pronto…- sentí mis mejillas arder nuevamente. Ethan río en voz baja y levantó mi vista del suelo para mirarme a los ojos. Sonrió.

-Creo que eso es bastante común para ser…ya sabes…tu primera vez…de esta forma-

-Lo…lamento-
no pude soportar su mirada sobre mí y mis ojos intentaron bajar nuevamente al suelo, pero inevitablemente volví a subirlos cuando se toparon con el miembro de Ethan aun completamente erguido. Un extraño escalofrío me envolvió cuando lo vi.

Él sonrió, mientras clavaba los ojos negros en los míos.

-Te quiero, Aiden- dijo. Volví a sonrojarme.

-Y-Yo…yo también te…- mi frase fue interrumpida por un nuevo beso, uno frenético y apasionado, uno que me paralizó. Sus brazos me envolvieron con una fuerza por lo menos, salvaje y su cuerpo no tardó en chocar contra el mío, pude sentir como ardía.

Una de sus manos descendió por mis caderas y las acarició con suavidad, pude notar como volvía a sentirme extraño.

Y entonces, esa mano envolvió mi cansado miembro, me abracé con todas mis fuerzas a él cuando lo hizo y ahogué un gemido en esos labios. Podía sentir como la sangre comenzaba a correr nuevamente más rápido y como nuevamente tenía una erección ¿tan pronto?

- Creo que es mi turno- ronroneó en mi oreja y su otra mano descendió por mi espalda y comenzó a acariciar mi trasero. Me estremecí.

- E-Ethan… ¿Qué estás…?- intenté formular una frase coherente pero nada venía a mi cabeza. Él comenzó a masajear mi hombría y sentí como nuevamente me volvía loco. Me soltó en el momento preciso, para girar mi cuerpo y embestirlo contra la muralla.

- Aiden…- susurró muy bajo en un jadeo en mi oreja, mientras mordía el lóbulo –Eres mío…y ahora yo soy tuyo…- un más sonoro gemido escapó de mí cuando oí eso –Nos pertenecemos- ¿Lo que acababa de pasar significaba eso? ¿Pertenencia? –Es por eso que odio verte junto a ese idiota…no quiero… que pertenezcas… a nadie más…- las últimas palabras de su frase sonaron roncas y entre cortadas debido a que había entrado en mí. Otra vez, aquella sensación que sentí en la iglesia me invadió. Su miembro comenzó a arder dentro de mí y grité por culpa del dolor, pero el líquido trasparente que de él desprendía y el agua que caía sobre nosotros me ayudó a acostumbrarme y a darle paso al placer que comencé a sentir con sus embestidas lentas. Estrechó una mano con la mía y con la otra me abrazo con suavidad.

- Allí fuera…no podía contenerme más- confesó y su vaivén suave aumentó su ritmo un poco más. Dentro de mí todo comenzó a revolverse otra vez y los gemidos comenzaron a escapar involuntarios de mi boca. Solo esperaba que el sonido del agua y de la tormenta de fuera los silenciaran lo suficiente como para que ni Allen ni Eve despertaran.

- A-Ah…Ethan…- su ritmo volvió a aumentar y se volvió más violento, pero su mano acariciando la mía y conteniendo mi temblor me regalaba la suavidad que faltaba en sus embestidas. Todo mi cuerpo ardía y se revolvía en un sinfín de sensaciones, algo comenzó a subir de arriba abajo en mi estómago al mismo tiempo que sus jadeos se transformaban en gemidos fuertes e igual de descontrolados que los míos. Sentí esa conexión entre nosotros, esa sensación de que estábamos a la misma altura y ahora, ese sentimiento de pertenencia.

Jamás le había pertenecido a nadie, jamás nadie me había pertenecido.

Y ahora, lo tenía todo.

No podía soportarlo más, sentía que si seguía así me ahogaría en mis propios gritos.

- Termina…ya- balbuceé apenas con el rostro contra la muralla. Una de sus manos tomó nuevamente  mi miembro y comenzó a masajearlo al mismo ritmo de las embestidas del suyo, que había encontrado algún lugar en mi interior que me hacía enloquecer. Sentí como comenzaba a desbordarme, como todas las partículas de mi cuerpo se revolucionaban y  otro grito escapó de mi boca, pero no fue de dolor, sino de placer, un placer que definitivamente solo podría experimentar bajo sus expertas manos.

«Siento que voy a explotar»

Todo mi cuerpo tembló al mismo tiempo, a la vez que su mano y sus piernas lo hacían junto a mí.

Pude sentir su calidez dentro de mí, en un último de sus suspiros.  

Y luego…me encontraba volando, en algún lugar. Todo era completamente blanco.

El silencio lo cubrió todo.

- ¡Aiden! ¿Estás bien?- cuando volví en mí estaba sobre los brazos de Ethan. Él me había envuelto en una toalla. Intenté revolverme entre sus manos, pero mi cuerpo apenas sí podía moverse.

- ¿Qué fue lo que pasó…?- pregunté confuso, mirando hacia todos lados. Podría jurar que hace unos segundos él y yo estábamos…

 Él sonrió dulcemente y me besó en la frente.

- Te desmayaste- rio en voz baja, dirigiéndose hacia la puerta para abrirla –Creo ha sido demasiado para ti-

- ¿Me he…desmayado?-
Él asintió con la cabeza y volvió a soltar una sonrisa divertida.

- ¿Has oído hablar de la petite mor…?-  su voz calló en seco cuando abrió la puerta.

A pesar de saber muy poco francés, algo alcancé a entender ¿La pequeña muerte…iba a decir?

Deseé morir en esos momentos.

Al otro lado del umbral…era como si miles de ojos nos miraran.  

Notas finales:

Jooooooooo xD 

Bueno, este cap nació luego de una conversación con un compañero -gay :3-  de la universidad que me dijo ''¿Sábes lo que odio de los fanfics yaoi? Qué el activo SIEMPRE es activo ¡Eso es mentira! Está bien...admito que suelen estar los roles marcados en una relación....pero te imaginas lo terrible que sería para mi culo recibir siempre?'' 


Y me quedé pensando y dije...Mmm...a Ethan también deberían darle...aunque fuese un poquito xDDD

Esa fue mi anécdota :D

Como siempre...comentarios,dudas,o críticas pueden dejarlo todo en un lindo - o no tan lindo - review :3 

PD: ''La petite Mort'' (pequeña muerte)  es un término usado para llamar a un periodo -muy poco común- que ocurre luego del orgasmo sexual, donde literalmente tu cerebro hace ''corto circuito por tanto placer'' y te lleva a la pérdida de conciencia por unos segundos :3


Espero les haya gustado :3 



Abrashooos n.n 


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