Capítulo 43: "Cobra"
Silencio.
Todos estaban ahí.
Todos esos ojos, mirándome.
Ethan fue el primero en abrir la boca.
- S…se ha desmayado-
Creí que sería una buena idea apoyarlo.
- Es verdad…m-me he desmayado- mi voz escapó como un hilo nervioso.
Teo rompió en carcajadas.
- ¡¿De verdad creen que nos vamos a tragar eso?!- todos los demás comenzaron a reír también. Sentí como mis mejillas sonrojaban y el nerviosismo se apoderaba de mí.
- ¡Se lo traían bien guardado!-
- ¡Eh, mira que Aiden no está nada mal!-
- ¿Y ese tatuaje…?-
Mis ojos se dirigieron a Ethan, pidiendo ayuda. Él me miró conteniendo una carcajada, al parecer a él también le causaba gracia toda esa situación, pero pareció entenderme. Retrocedió sobre sus pasos y se dirigió nuevamente al baño. Las risas silenciaron cuando cerró la puerta tras de sí.
- Lo lamento….- balbuceó mientras me posaba sobre el lavabo y recogía mi ropa del suelo para entregármela. Prácticamente se la arrebaté de las manos.
- ¿Crees…q-que ellos han oído…t-todo?-
- No lo sé…que importa-
Me bajé del lavamanos dificultosamente y me vestí con toda la rapidez que me fue posible. Todo mi cuerpo dolía como mil demonios.
Me quedé mirando la puerta cerrada aún, aterrorizado por salir.
«Menuda vergüenza… »
La mano de Ethan apretó mía.
- Velo de esta forma…- dijo – Ahora tú traes ropa y yo apenas sí visto mis calzoncillos- solté una pequeña risa cuando dijo eso – Si han de burlarse de alguien…creo que lo harán de mí- sonrió al verme más calmado
- ¿Además…de que te avergüenzas?-
- B-Bueno…yo…- no pude terminar la frase, Ethan ya había abierto la puerta.
- Ni una sola palabra- dijo en tono completamente serio – El que atreva a reírse le partiré la cara en dos- todos guardaron silencio, a pesar de tener las mejillas infladas por intentar contener la risa. Todos menos Allen, quién nos miraba desde el fondo de la habitación notablemente molesto ¿Él había oído algo? ¿Le habíamos despertado y eso le había enojado?
Eden avanzó unos pasos y estrechó a Ethan en un abrazo que le obligó a soltarme.
- Demonios, Eth ¿Vas a explicarme cómo es que estás aquí?- El pelinegro a mí lado se removió algo incómodo entre los brazos de su hermano, ahora él me dirigía una mirada suplicante.
- Está bien…pero…apártate…m-me estás…estrujando-
- Lo siento – el mayor pareció entender y le soltó.
- Está bien…- Ethan avanzó hacia donde estaban sus cosas y comenzó a vestirse, delante de todos.
«Puto exhibicionista.»
- Unos zombies me mordieron y no sé cómo demonios sobreviví a ello….- terminó de abrochar sus pantalones y antes de pensar en ponerse la camisa buscó en su chaqueta un cigarrillo y lo encendió. El aroma a menta lo inundó todo. Respiré profundo, había extrañado ese olor.
- ¿Cómo…cómo ha pasado eso? ¿Cómo demo…?-
- Creemos que su cuerpo recepcionó el virus y le ayudó a mutar- interrumpí.
- ¿Mutar en qué?-
- No lo sé…- Ethan volvió a hablar, mientras le daba una profunda calada a su cigarrillo y se lo dejaba en la boca – Lo único que sé es que estoy reaccionando más rápido que antes y….- se hizo tronar los dedos, mientras clavaba los ojos oscuros en Allen, quien no había dejado de mirarle mientras hablaba – Estoy golpeando más fuerte-
El peliblanco cayó en la provocación y avanzó hacia adelante, ignorando completamente a su hermana que había intentado tomarle del brazo antes de que se moviera. Se detuvo a unos metros de Ethan.
- ¿Y cómo lo haces con el hambre?- sonrió al terminar la frase ¿Hambre? ¿Qué tenía que ver el hambre en todo esto?
- No sé de qué estás hablando-
- ¿No sabes de qué hablo?- preguntó con notable sarcasmo - Si dices que estás reaccionando más rápido y posees más fuerza… ¿Cómo diablos crees que tu cuerpo va a sustentar tanto poder si no es con mucha comida? ¿Qué tal un trozo de carne?- Avanzó un poco más hacia Ethan.
- Humana, por supuesto- sonrió.
Vi como el rostro de Ethan se deformaba por el enojo.
- ¿¡De qué mierda me hablas!?- alzó la voz notablemente cabreado y avanzó hacia Allen, quedando a pocos centímetros de distancia. Instintivamente di un paso hacia atrás, instintivamente todos hicieron lo mismo y una especie de círculo se formó alrededor de ambos.
- ¡Estoy hablando de que a ti también te afectará lo que le afecta a ellos! ¡Tendrás los mismos síntomas, sentirás hambre!- el peliblanco avanzó hacia mí, tomó mi mano y tiró de ella para atraerme hacia él y alejarme de Ethan.
– Aiden…- su tono de voz y su rostro se relajaron al hablarme. Su mano se dirigió a mi rostro y lo sujetó -debes tener cuidado… no sabes cuándo se transformará en una bestia dispuesta a devorart…- un puñetazo le obligó a callar y caer al suelo.
- ¡No le toques!- Ethan había sido quién le había golpeado. Estaba furioso y le iba a saltar encima.
Entonces lo recordé.
Allen era cinta negra.
Mis ojos apenas vieron la patada que hizo al pelinegro tambalear y caer al suelo también.
- ¡Allen!- Eve corrió hacia su hermano e intentó ayudarle a levantarse. Eden aprovechó el momento para interponerse entre ambos e intentar calmar a Ethan.
- Vamos al baño a limpiarte eso…- la suave voz de la peliblanca sonó angustiada. Allen había comenzado a sangrar notoriamente por el labio inferior y prácticamente Eve lo arrastró hacia el baño. Cuando la chica cruzó los ojos azulados con los míos, intenté pedirle disculpas con la mirada y luego me encaminé hacia donde estaba Ethan y Eden discutiendo. Mentalmente preparé un sermón sobre lo malo que era golpear a las personas sin motivo aparente.
Pero todo mi enfado desapareció cuando le vi.
- ¿E-Estás bien…?- balbuceé mientras me arrodillaba a su lado para verle mejor. Allí, sobre el abdomen desnudo, donde Allen había pateado, había aparecido un extraño y notable hematoma.
- ¿Acaso tiene plomo en los zapatos?- Eden rozó con la yema de los dedos el moretón que se mostraba con demasiada rapidez ¿Y cómo demonios le había golpeado tan fuerte?
- Fue solo una patada…- gruñó Ethan. Apartando la mano de su abdomen y poniéndose de pie. Rencorosamente miró hacia la puerta del baño- Idiota…- masculló entre dientes y recogió el cigarrillo que había caído al suelo para volver a metérselo a la boca. Esta vez sus ojos se dirigieron a mí, fulminantes.
– No quiero que te vuelvas a acercar a él…-
- Ethan, ya hablamos de es…- un fuerte estruendo se escuchó desde algún lugar, resonando por sobre la lluvia y el viento.
Abercrombie comenzó a ladrar en dirección a la ventanilla. Corrí hacia él y le aparté con cuidado e intenté ver algo en la oscuridad. Otro ruido estrepitoso me sobresaltó, pero pude ver perfectamente de donde venía.
- Están… ¡Están echando abajo la puerta del frente!- del otro lado de la calle, unos hombres habían tirado la puerta que estaba en el hostal que estaba al otro lado. Di un salto hacia atrás cuando uno de ellos se giró en nuestra dirección.
Eran los hombres con rostro de serpiente.
Algo se recargó sobre mi hombro, una mano. Allen llegaba a mi lado y miraba por la ventanilla, eso me dio valor para volver a mirar hacia fuera.
Una camioneta demasiado familiar llegó al lugar. Era negra, blindada, semejante a las que se usan para aplastar pequeños autos en los programas “Monster Truck”. De allí bajó un hombre, su pelo era cubierto por una capucha negra que llegaba hasta el suelo. Se giró en nuestra dirección y sonrió, como si supiese que estábamos ahí. Volví a apartarme al mismo tiempo que Allen lo hacía.
- Es…Es Cobra- balbuceó apenas, su labio estaba demasiado inflamado.
- ¿C-Cobra?- ese nombre de pronto, sonaba aterrador.
El peliblanco a mi lado se levantó y habló hacia todos.
- Debemos tomar una decisión ahora…- comenzó, con una extraña sonrisa asomándole del rostro, sonrisa que parecía nerviosa y aterrorizada. Pudo haberme parecido extraño pero no fue así, en ocasiones yo solía reír cuando me golpeaban, era una especie de mal nervioso, supuse que Allen tenía algo parecido.
– O tratamos de escondernos aquí…o corremos para intentar escapar- todos se alarmaron y empezaron a tomar sus bolsos y sus armas.
- Recomiendo la segunda opción…el que está frente a nosotros es Cobra, líder del primer escuadrón de los cazadores…- hizo una pausa y secó algo de sangre que había comenzado a escapar de su labio nuevamente. Noté como sus manos temblaban.
- Y nos está buscando-
- ¡Rápido! ¡Rápido, Aiden!- todos estaban animándome desde el umbral de la puerta ¿Cómo demonios había acabado fuera? No lo recordaba, seguramente ofreciéndome como voluntario para hacer alguna locura, como siempre. Pero allí estaba, todo vestido de negro, empapándome con la lluvia que no cesaba y helándome con el viento, agradecí mentalmente que fuese así, seguramente eso me ayudaría a camuflarme mejor. Los cazadores seguían en el edificio del frente, por suerte. Pero no lo harían por mucho.
- ¡Apresúrate, Joder!- la rasposa voz de Ethan era la que más se oía entre todo el murmullo.
- Cálmate…cálmate…- repetí por tercera vez para mí mismo y posé mis manos sobre la manilla de la camioneta blindada. No debía estar cerrada ¿Por qué debía de estarlo? No vi a nadie accionar algún seguro.
¡Estaba a punto de robarle la camioneta a un cazador, joder!
Abrí la puerta y una alarma comenzó a sonar, armando un escándalo.
- ¡Mierda, entren ya!- grité, mientras abría las demás puertas del lado izquierdo y esa fue la señal para que los demás corrieran hacia el vehículo como una verdadera estampida humana.
Cerré la última puerta tras de mí luego de que Chris y Amy entraran.
Inmediatamente las balas comenzaron a vibrar contra los cristales blindados.
- ¡Joder, arranca ya!- ordené, al borde del ataque de nervios. Eden pisó el acelerador a fondo y lentamente la bestia de camioneta empezó a avanzar. Todos los demás nos lanzamos al suelo cubriéndonos las cabezas, todos menos Ethan y Allen.
Con mi cuerpo cubrí el de Amy para protegerla. La pequeña lloraba silenciosamente, creyendo que nadie la oía.
- Vamos a estar bien- susurré, intentando sonar lo más calmado posible.
- ¿Y-Y si ellos volcán está camioneta…?- sollozó.
- Eso no va a pasar…-
- Ellos no van a quedarse tranquilos, le hemos robado al primer escuadrón…- la voz de Allen resonó desde arriba, poniéndome los pelos de punta.
- Parece que necesitas otro golpe para cerrar la puta boca- Ethan se oía demasiado malhumorado – Además… ¿Cómo demonios sabes tanto del primer escuadrón?-
- Hablarán de eso cuando dejen de dispararnos…- gruñí, dejando a Amy en el suelo bajo la orden de que no se moviese de su lugar hasta que yo le diera la señal y me levanté para sentarme al lado de Ethan. Me costó acostumbrarme al ruido de las balas aun chocando contra el vehículo, aunque ahora en menos cantidad.
El velocímetro había comenzado a moverse.
Le di un codazo en el costado para que me mirara.
- Detente ya…- gesticulé con los labios. Él movió los ojos al suelo y llevó una de sus manos a su abdomen. Noté como contenía una mueca de dolor ¿Aún le dolía?
Casi por instinto, posé mis manos sobre las suyas.
- ¿Vamos a salir de esta?- pregunté en voz baja y noté como me temblaba la voz – D-Digo…n-nos persigue el primer escuadrón…C-Cobra o como se llame…- balbuceé con mayor nerviosismo.
Apartó una de sus manos para llevar el dedo índice a sus labios y hacer un gesto para que me callara. Sonrió y los ojos oscuros y punzantes parecieron reír también. Su mano se dirigió a mi cabello y sus dedos se enredaron en él, desordenándolo.
- Vamos a estar bien…- Su sonrisa se ensanchó -Creo que aún tenemos cosas peores por las que pasar- ¿Se supone que eso debía tranquilizarme? No sé cómo lo logró esta vez.
Él siempre lograba tranquilizarme.