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Hermos@ Prostitut@ por Walker_chan

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Notas del fanfic:

Eme aqui con una nueva historia que os espero les agrade. 

Los personajes no me pertencen si no a su respectiva autora Katsura Hoshino. 

Sin mas que decir por el momento los dejo con esta lectura. 

A finales del siglo XIX en un pequeño pueblo de Londres, hay una casa de citas, prostitutas lindas y sexys trabajan ahí. Por fuera no parece un burdel cualquiera, luce como un pequeño hotel de no muy mala calidad, de hecho luce como una casa alegre y que las que viven ahí lo llaman “hogar”.


De dos pisos, en la parte baja un pequeño escenario donde las preciosas joyas del lugar bailan y exhiben sus cuerpos en sensuales prendas (no como las pu…ertas de ahora xD) mesas y sillas donde las personas que vienen a pasar un buen rato bebiendo y observando a las chicas para saber a cual escoger. En el segundo piso con muchos cuartos, unos especiales para los clientes y en otros dormían y descansaban las mujeres, pues estas chicas que viven de vender su cuerpo habitan aquí.


El burdel llamado “Las Camelias”, con la jefa de todas, Anita y Mahoja su asistente personal y de quien se encarga de que las cosas vayan bien en el trabajo.


Nueve chicas trabajan para ella y un chico, que llego recién hace menos de un mes y que hasta ahora se ha convertido en la mayor atracción por parte de los clientes haciendo que sus tarifas sean de las más caras en todo el pueblo. Solo los hombres adinerados, con poder y un buen status social podían tener acceso a tan bello cuerpo del joven.


-Bienvenido! –saludan un par de mujeres a los clientes que empiezan a llegar.


Las Camelias tienen un horario desde las ocho de la noche para todo aquel que quisiera llegar temprano y ver un espectáculo de danza por parte de las mujeres que trabajan aquí. A partir de las diez en adelante los hombres ya podían darse su lujo de acostarse con alguna de ellas.


Las nueve en punto. La hora en que mis ojos se  cruzaron con esa orbe esmeralda. Si, aun lo recuerdo…”


-Ne, ne Allen.


-¿Que sucede?


-Ya viste…ese hombre de allá. Parece no quitarte la vista de encima.


-No me sorprende.  Aquí todo el mundo sabe que soy el centro de atención. –diciendo entre risas.


Sentado junto a una chica de su edad, cabello oscuro verdoso y ojos de igual color, cubriendo parte de sus rostros con un abanico.


-Jaja, Allen déjanos algo a nosotras. Pareciera que solo trabajas tú aquí.


-¿Recuerdas lo que Anita-sama siempre nos dice? El cliente es el que manda.


-He….lo sé, pero aun así acaparas mucho.


-No a todos les gusta estar con un hombre…siempre escogen a las mujeres. Bien lo sabes, que un chico trabaje en algo como esto. Es algo digno de ver para creerse.


-En eso tienes razón Allen-chan.


Hasta ese momento no me había dignado de voltear la vista hacia esa persona, a decir verdad, no suelo tener contacto visual con los clientes, prefiero evitarlo a toda costa. Así que me escondo tras el abanico; algunas ocasiones como ese día mantenían alguna charla con algunas de las chicas.


Voltee hacia la dirección de el…y por extraño que parezca me sentí atrapado en su mirada. Lenalee tenía razón, no dejaba de mirarme. Me daba cuenta por la intensidad de su mirada. Penetrante, profunda, se clavaba dentro de mí. Por un momento sentí que me congele, no sé cuánto tiempo duramos así mirándonos uno al otro. Lo que sé es que lo sentí como una eternidad.


Era realmente apuesto, alto de cabello largo al hombro y de un intenso color rojo. No debe ser ingles, pensé en ese momento. Y su único ojo visible era de un hermoso color verde esmeralda. La unión de nuestras miradas se rompió cuando él se levanto de su lugar y se dirigió a la barra donde siempre suele estar Lady Anita.


-No me digas que te gusto ese cliente he~


-P...Pero que  dices, es guapo lo reconozco, pero yo nunca me he enamorado de mis clientes. Eso sería inaceptable.


-Pero no imposible… -en un tono burlón.


-Cállate idiota –el más alto lo había logrado poner nervioso, incluso en sus mejillas se vislumbraba un lindo tono carmesí.


-¿Que se le ofrece buen hombre? –decía la mas experimentada, por no decir la más grande y cabeza del lugar.


-Quisiera saber….el precio de esa hermosa jovencita –señalando con su dedo índice la dirección del joven albino.


-De ella….jejeje –conteniendo una risita- vera es la más “cara” del lugar.


-Pagare lo que me fije. ¿Cuánto cobra?


-¿Está seguro de pasar la noche con “ella”?


-¿Porque hace énfasis en esa palabra?


-Son 1,000 libras la hora…6,000 toda la noche, pero como vera, casi nadie puede pagar por poder pasar un rato con ella, sus servicios son tan altos que así de alto es el precio.


Se quedo dubitativo unos segundos hasta que de su chaqueta saco una pequeña bolsa de cuero con varias monedas de oro.


-Quiero toda la noche…. ¿Esto es más que suficiente, supongo?


-…Si, es suficiente –se había quedado asombrada por tal cantidad de dinero. –Ya veo, entonces ¿es usted de quien todo el mundo habla?


-¿De quien específicamente? Se dicen muchas cosas sobre mí –sonriendo pícaramente.


-Supongo que habrá oído los rumores…un hombre que vino de Irlanda de buena familia a recoger una jugosa herencia –regresando la sonrisa, siendo un poco discreta.


-Me temo que ese soy yo, ahora…-contaba las monedas de oro sobre la mesa juntando la cantidad que la mujer le había dicho- con esto será suficiente, no?


-Si así es –recogió el dinero y lo coloco dentro de una cajita bajo el mostrador, haciendo un apunte del ingreso.


-Allen-chan~ -camino un poco para acercarse al joven y haciéndole una señal con dos dedos.


-Sabia que te escogería Allen –le susurro al oído su compañera.


-Cállate –un poco molesto. Bajo de la silla donde estaba sentado acercándose a la base de las escaleras.


El pelirrojo se acerco a él, intercambiando unas miradas curiosas. El albino subió rápidamente las escaleras con el mayor siguiéndolo, inevitablemente viendo el andar de sus caderas.


Se dirigió a uno de los cuartos, más precisos su cuarto, ya que recibía mejores pagas tenía una habitación bien ordenada, limpia y presentable. No le molestaba recibir a sus clientes ahí mismo. Solo los veía como medios para ganar dinero. Nada más.


-Aun estas a tiempo de arrepentirte –comenzó a  hablar el menor cerrando la puerta tras de sí.


-¿Arrepentirme? –enarcando una ceja. –Me han dicho que eres la mejor de aquí, ¿Por qué habría de arrepentirme?


-Es que aun no lo sabes –sonriendo maliciosamente. -¿Quieres comenzar y contarte mi secreto después –acercándose sensualmente hacia él, jugando con sus dedos sobre el pecho del contrario- ó te lo digo de una vez para que puedas tomar tu dinero de vuelta e irte de aquí? –sonreía de manera un poco maliciosa pero a la vez era muy provocativo.


-¿Secreto? Me gustan los secretos…pero quiero saberlo después –lo tomo por la cintura acorralando hacia él, tomando por sorpresa al albino. Suavemente acaricio su mejilla moviendo su mano hasta la nuca para unirlo en un demandante beso.


El más joven reacciono rápidamente, después de todo era su trabajo. Se separaron después de un rato para tomar aire y continuar con el jugueteo de sus lenguas.


Arrastrando su esbelto cuerpo, lo condujo hasta recostarlo sobre la cama. Se quito el saco y deshizo el nudo de su corbatín. Allen se apresuro a desabrochar los botones de su camisa, comenzando a lamer de forma sexy su pecho. El oji-esmeralda recorrió el cuerpo del menor, acariciando su cintura, la espalda y poniendo una mano traviesa sobre su pecho.


-¿Eres un poco plana no te parece? –esa pregunta provoco una risita en el oji-gris. –Que gracioso eres.


Atrajo su rostro para unirlo en un nuevo y apasionante beso. Continuaron quitándose las prendas hasta dejar al mayor en ropa interior.


-Vamos…quítate la falda…-con un mano jalaba la ultima prenda del chico. –He está bien~ -con un movimiento sexy se quito la prenda restante dejando ver su atributo de chico.


-¿Quieres seguir? –sonreía complacido al ver la expresión de confusión del mayor, amaba esa parte de su trabajo cuando llegaba un nuevo cliente.


¿P...Pero qué? ¿Es un hombre? Como es que… -de repente recordó las palabras de la mujer había recalcado “ella” no se percato, además el mismo jovencito le dijo acerca de un “secreto”. Por un momento se había sentido como un idiota.


Era  extraño, no sentía asco por el albino. La excitación que tenía se agrando aun mas al verlo en esa pose tan provocativa y sumisa, incitándolo a lo siguiente. Pero no era lo único, su cuerpo era hermoso, mejor que el de cualquier mujer él había visto antes, a pesar de que fuese un hombre.


Una ola de lujuria recorrió su cuerpo, quería hacerlo suyo, tomarlo entre sus brazos. Que el chico fuese solamente suyo y de nadie más.

Notas finales:

Espero haya sido de su agrado, no olviden dejarme su comentario de que les parecio *w* en cuanto pase mi examen mas dificil intentare actualizarlo xD

Lo mas probable es que este para el mes que entra pero no dire que fecha muajaja (?)

En fin, os dejo~ bye bye~ 


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