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Totally Captivated [Jongkey] por AleKeySaur

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Notas del capitulo:

Holiiii -saliendo del bosque-

Les traigo amor=actu

Me he dado cuenta que mis capitulos son largos a comparacion de el promedio ._. LOL

 

A leer!

CAPITULO 5

 

 

Suspiró. Al fin podía respirar aliviado, sentir correr la tranquilidad por todo su cuerpo.

 

Ese había sido el último día de sus exámenes finales y no podía estar más contento.

Adiós a las desveladas, no más libros pesados en su morral, adiós a estudiar —o al menos hacer el intento— en los apretujados vagones del tren.

 

No era como si no tuviera que volver a esa rutina después; pero era tranquilizante saber que al menos podría darse un descanso esos días. Solo esperaba que a Jonghyun no se le diera por postular como candidato para “El más jodido del año”, y que se aprovechara de su disponibilidad de tiempo dándole más trabajo del que ya tenía.

 

Detuvo sus pasos ante el edificio que frente a él se mostraba imponente.

Sacó su móvil del bolsillo, después de revisar la hora, volvió a guardarlo, pero esta vez dentro de su morral, estaba en la oficina más temprano de lo acostumbrado.

 

Después de tomar el ascensor y llegar al piso ya conocido, se dispuso a entrar a la oficina como cualquier otro día.

 

— ¡Buenas tardes señores! — saludó animado, al momento de abrir la puerta un destello proveniente del lugar lo cegó momentáneamente.

 

— ¡¿Uhhh?! — la oficina había sido transformada en un estudio para la sesión fotográfica de una revista...

 

Jonghyun estaba echado sobre un sillón largo, sus casi inaudibles suspiros y sus grandes ojos cerrados indicaban que estaba tomando un descanso, durmiendo; la luz del sol estaba golpeándolo en el rostro, y era increíble que con eso no despertara.

 

El corazón de Kibum comenzó a latir más rápido de lo normal al ver cómo iba vestido el moreno, nada mejoró cuando observó el ligero movimiento de la manzana de adán en el contrario. Hasta durmiendo ese tipo era sensual.

 

‘¿Q… que demonios?’, pensó, sus ojitos brillaban como si hubiese visto una obra de arte.

 

‘Es solamente el jefe durmiendo en el sofá….

Quién lo diría, una oficina de la mafia ha sido convertida en un estudio. ¡Oh, el poder de la belleza!’

 

El cuerpo inerte removió sobre el sillón, el rostro de Jonghyun no parecía conforme, claro que el lugar no era muy cómodo, pero al menos era pasable para dormir, quizás la ropa que traía puesta era la causa de su incomodidad; llevaba un pantalón de vestir blanco y una camisa sin mangas con una enorme abertura a modo de escote, que daba una magnífica vista de sus músculos de chocolate.

 

‘Algo elegante para la hora de la siesta, ¿No cree, jefe?’, soltó una carcajada algo sonora, recibiendo un “¡SHHH!” del par de personas que estaba arrodilladas sobre la alfombra.

 

— Hey, Kibum, ¡Bienvenido! — Changmin lo saludó, casi susurrando.

 

— Llegas temprano hoy — Dongwoon también estaba allí.

 

Otra parte de la pandilla estaba al otro extremo de la oficina, saludó nuevamente y se unió al par que se hallaba cómodamente sentado en la alfombra.

Sus ojos de gato atentos, nunca desviándose del azabache.

 

— Nuestro jefe es condenadamente atractivo, ¿No? — Changmin mencionó — puedes apostarlo. Si tuviera una hija, lo atraparía y lo haría mi yerno, dejo escapar una carcajada.

 

— Nah, hombres como él solamente son buenos para aventura de una noche — bufó Kibum, moviendo su índice en señal de negación. — Además, hoy en día, tu hija te dejaría sin sentido si tratas de emparejarla; cosas como esas ya no se hacen hoy en día…

 

— Aparte al jefe no le gustan las chicas. — agregó Dongwoon, decaído, limpiándose una lagrimita imaginaria.

 

— Tchhh — los ojos de Changmin mirándolos, resentido, no podía simplemente admitir que adoraría emparejar a su hijo con el jefe…. Si tuviera un hijo bonito...

 

El trio se quedó callado, más el silencio no duró mucho, sus cuchicheos pronto llenaron la habitación; se miraron entre ellos, intercambiando de miradas llenas de picardía.

Tres cuerpos se enderezaron al instante, sus pies moviéndose en dirección al sillón que funcionaba de cama.

 

De este modo, todos volvían a admirar la belleza de Jonghyun.

 

— Sí, todos los hombres deberían tener una nariz griega como él. — Changmin dijo, delineando con su dedo corazón el tabique del hombre dormido.

 

— Me pregunto si esas largas pestañas le molestan…

 

Quedaron embobados analizando al jefe, toqueteando por aquí y por allá de vez en cuando; parecían viejas chismosas en el mercado tratando de comprar caballa… pero absolutamente nadie se dio cuenta que cierto cuerpo comenzaba a temblar ligeramente.

 

Jonghyun se movía casi imperceptiblemente.

 

Aquel sueño… quería despertar ya.

 

Unos molestos, molestos chillidos llegaron a sus oídos.

 

Más y más… y más ruidosos.

 

Listo. El sueño se había esfumado en un instante, para su alivio, ya estaba despierto.

 

Los ojos de cachorro abriéndose lentamente, la luz golpeó directo a los ojos de Jonghyun, haciendo que este vea manchas salpicadas por todas partes. Luces de colores. Kibum fue  el único en percatarse de que el jefe había “vuelto a la vida”, los otros dos seguían inmersos en su mundo parloteando sin cesar.

 

¡KRACK!

 

Dongwoon en el piso, Changmin espantado, y Kibum con la cara deformada por el shock repentino. Esas habían sido las consecuencias del cabezazo involuntario que Jonghyun le había dado a Dongwoon al momento de levantarse de improvisto.

 

— ¡¿QUÉ MIERDA…?! ¡¿QUÉ ESTUPIDO HIZO ESO?! — la mano morena se dirigió a su frente, sintiéndola hincharse bajo sus dedos. Genial, un chichón…

 

‘Dios… mira el dolor emanando de su frente’, Kibum rio bajito, quizás no estaba tan mal que de vez en cuando Jonghyun recibiera de su propia medicina; un golpecito no le caía mal a nadie.

Changmin ayudó a Dongwoon a levantarse y juntos se fueron con el resto del grupo, escapando de su jefe; Jonghyun estaba al borde de arrancarle los ojos a cualquiera y ellos no estaban dispuestos a ofrecerse de voluntarios para que su jefe descargue su enojo en ellos.

 

Kibum se quedó allí, algo sorprendido por que esperaba el azabache les golpeara —aunque no todos tuviesen la culpa del golpe—, y su ya—tan—conocido—mal—humor salga a flote.

 

Bah, después de todo, Jonghyun no tenía que poner cara de pocos amigos en cada ocasión, ¿Verdad?

 

— Uhh… ¿Tuviste una pesadilla jefe? — preguntó Kibum sonriente; se había dado cuenta por los gestos del pelinegro antes de su repentino despertar, no parecía feliz con lo que sea que estuviera soñando.

 

No se le hubiera ocurrido que los gángsters  tuvieran pesadillas, mucho menos cuando en realidad ellos eran los malvados en las pesadillas de otros…

 

Los segundos pasaban y Jonghyun no contestaba, ni siquiera se tomó la molestia de ver a la cara al rubio.

 

Desde la última vez, aquella noche en el hotel, algo había despertado en él, podía sentir el cambio, algo diferente, minúsculo, muy pequeño se albergó en sus pensamientos; pero no sabía qué… y tampoco tenía interés en saber.

Molestar a Kibum había sido uno de sus principales pasatiempos desde la llegada del chico, pero ahora “molestarlo” no era suficiente, quería más; decidió dejarlo pasar, de cualquier forma, “aquello” desaparecería rapidísimo, antes de averiguar que era.

 

Volteó al fin hacia quien desde hace un rato no dejaba de verlo, sus ojos ni siquiera parpadearon, se mantuvo mirando la encantadora sonrisa radiante que se mostraba frente a él, la dentadura perfecta y los rosados y delgados pétalos con forma de corazón… ahora que lo pensaba, esos rasgos se le hacían muy conocidos…

 

Como si los hubiera visto antes… Esa cara…

 

Respingó, dando un saltito graciosos sobre su trasero; se dio cuenta de que se le había quedado mirando a Kibum mucho tiempo, lo único que pudo hacer para disimular su nerviosismo —sorprendiéndose a sí mismo por aquella inesperada reacción en él—, fue pellizcarle la regordeta mejilla a Kibum, quién no se quejó por la acción.

 

— Ahora que presto atención… — la vergüenza se le esfumó, el recuerdo en su memoria regresando, la imagen guardada en ella y la cara de porcelana delante de él se le hacían cada vez más similares — Tú te pareces un poco.

 

— ¿Parecer a quién? — preguntó el curioso rubio, la mano de Jonghyun seguía pellizcándolo y el rostro contrario se acercaba al suyo.

 

— No, no puede ser — Jonghyun deshizo el agarre bruscamente, casi lanzando al rubio, le importó poco o nada dejar la mejilla de Kibum rojísima por el tacto. – No puedes ser él.

 

‘¡Exactamente! Eso es lo que dije’, Kibum renegó, se aguantó las lágrimas que querían escapar de sus ojos avellana, no quería parecer una nena por llorar por algo tan simple, pero ¡Cómo le dolía su mejillita!

 

‘Torpe, ¡No sabes lo delicada que es mi piel!’, definitivamente, lo bruto jamás se le quitaría a su jefe.

 

Jonghyun giró hacia las ventanas, intentando sacar de su mente los recuerdos y olvidar el sueño que ya era recurrente desde hace años.

Sacó un cigarrillo de su bolsillo para llevárselo luego a la boca y encenderlo. Suspiró.

 

Kibum no podía ver su rostro, pero claramente Jonghyun se perdió en sus pensamientos, apenas se movía y respiraba profundo de cuando en cuando. Algo bastante raro en él. ¿En que estaría pensando?

 

‘¿Esta de mal humor? Realmente no parece molesto’.

 

— Dejemos correr el velo. — el humo salió de los labios del moreno al momento de soltar las palabras.

 

— ¿Señor? ¿Ya? — Minho preguntó sorprendido. — Pero… ni siquiera es medio día.

 

— Podemos hacer esa otra cosa. Hagamos eso a cambio. — Kibum escuchó otra voz, ¿De qué estaban hablando? No tenía idea de que iba esa conversación…

 

— Cena de la Oficina.

 

— ¡¡HURRA!! — el grito unánime de toda la pandilla hizo crecer la curiosidad en Kibum, ¿Por qué celebraban?

 

— ¡Vamos a una cena de la oficina!

 

— ¿Vamos a “Casablanca” señor?

 

— ¡Yonmi! Aquí voy…

 

Kibum miró a todos, buscando una explicación; por las palabras que había logrado distinguir entre toda la mescolanza de voces, supuso que irían a comer.

 

‘Debe ser bonito salir a comer juntos…’, Kibum murmuró bajito, se sintió de repente alguien ajeno a todos los demás.

 

— Pero Taemin aún no está aquí. — la voz de Changmin sonó —extrañamente— algo preocupada.

 

— ¿Desde cuándo han empezado a preocuparse por Taemin, matones? — Jonghyun escupió despectivo — De todos modos, ¿Qué tiene que ver él con una cena de la oficina?

 

— Uhmm — se oyeron murmullos bajitos desde donde estaba la pandilla, Kibum podía asegurar que sonaban algo molestos y fastidiados, felizmente para ellos, Jonghyun estaba a unos metros de ellos, lo suficiente como para no oírlos.

 

— Muy bien, lo llamaré. — Jonghyun sacó su móvil del bolsillo, aplastó las teclas, causando un gracioso sonido al hacerlo — Pero no creo que Taemin pueda venir hoy.

 

— Seguramente estará en la biblioteca, estudiando para un examen adicional. — Kibum respondió.

 

Jonghyun llevó el celular a su oído, mientras le escrutaba con la mirada, no parecía muy contento con el hecho de que el rubio manejara esa información.

 

— ¿Cómo sabes tanto? — interrogó, cerrando el móvil de golpe, Taemin no atendía la llamada.

 

— ¿Cómo no podría? Prácticamente está en todas mis clases — movía los brazos en señal de desesperación, esperando que Jonghyun le creyera.

 

‘Espero que no lo tome de una manera equivocada’, pensó.

 

— ¡Es cierto! Kibum, ¿Te gustaría venir? — Dongwoon le preguntó, si Taemin no iba, él o cualquiera de la pandilla corría peligro, era mejor tener alguien que pudiera suplir el espacio vacío.

 

— ¿Oh? ¿En serio? — los ojos del rubio brillaron, se sentía de nuevo parte del grupo.

 

— ¡Sí, vamos! — Chanyeol apoyó la moción — Eso está bien, ¿No, jefe?

 

— Da igual — respondió, saliendo de la oficina después de ponerse un saco.

 

— ¡¡YAY!! ¡¡YAHOO!! — Kibum celebró una vez que el moreno abandonó la habitación, no tenía ni idea de lo que le esperaba esa noche.

Mientras, las personas del otro lado de la oficina lo miraban con compasión, la culpa presente en cada uno de ellos…

 

‘Lo sentimos Kibum. Hoy vas a ser el cordero del sacrificio’.

 

 

 

 

~ ~ ~ ~

 

 

 

 

— ¡Es Jonghyun!

 

— ¡Kyaa~!

 

El coro de voces agudas y chillonas les dieron la bienvenida.

Acababan de llegar al lugar en el que cenarían, claramente la apariencia distaba mucho de parecer un restaurante; una barra larga con un par de hombres pulcramente vestidos con camisas y pantalones impecables, a un lado algunas mesas enanas con banquitos pequeños alrededor, personas bailando, la estruendosa música… parecía más un club que cualquier cosa.

 

Una turba embravecida de mujeres corrió en dirección hacia ellos, las chicas colgándose de cada uno de los hombres de la pandilla como si fueran niñas escogiendo las muñecas más bonitas de una juguetería.

Un grupo pequeño de ellas se quedó al lado de Jonghyun, encantadas con la llegada del moreno. Sonreían de oreja a oreja, coqueteando con locura.

 

— ¡Cuánto tiempo, Jonghyun!

 

— ¡Tienes que venir más a menudo! ¡Estábamos empezando a extrañarte, sabes!

 

— ¿Soy yo o te has vuelto más apuesto~?

 

‘Ofrecidas’, Kibum examinaba todo desde el final de la fila, mirando con desdén a las muchachitas con demasiada piel al aire —a su parecer—, que se ofrecían en nandeja sin descaro.

 

 ‘No importa lo mucho que coqueteen, chicas, para ustedes él es un castillo en el aire. Además, tiene un desagradable carácter’, Pensó, por un momento dio gracias a Dios por ser un chico, pues Jonghyun nunca se fijaría en alguna mu-

 

¿En qué rayos estaba pensando?

 

Se dio un par de palmaditas en las mejillas, intentando disipar esos para-nada-correctos pensamientos.

 

Jonghyun tenía novio. Si. Ya tenía pareja.

 

Pero en estos momentos cualquiera pensaría que estaba soltero, de no ser por la cara que traía.

El moreno se dejaba hacer, pero su rostro no mostraba indicio alguno de satisfacción; casi podía decir que se le hacía molesto ser siempre recibido de esa forma, cuerpos sin gracia—al menos para él— restregándose contra el suyo. Era incómodo.

 

La pandilla comenzó a avanzar, con Jonghyun al frente caminaron hacia otro extremo del enorme salón, un lugar menos bullicioso y con asientos mucho más cómodos.

Se sentaron en los mullidos sillones, alrededor de una mesa circular enorme, las chicas acomodándose en los asientos libre y algunas en las rodillas de los mafiosos; pronto los meseros ingresaron al lugar trayendo consigo bandejas llenas de aperitivos elaborados y botellas de licor de las mejores marcas.

 

Kibum sentía que lloraría de la felicidad, su estómago le reclamaba, y al fin podría callar sus lamentos probando algo decente después de días de comer nada más que té y ramen instantáneo.

 

‘¡¡Licor costoso más allá de mis medios!!’, pensaba contento.

 

— ¡Gracias jefe! — cualquiera podía percibir que estaba realmente entusiasmado.

 

Tomó el tenedor que el mesero había dejado al lado del platillo, ansioso, para luego picar las verduras de la ensalada con los dientes de metal.

 

— ¡Espera! Kibum, ese no es tu asiento —  Kibum no pudo sentir el sabor del alimento en su boca, pues Hoya lo tomó repentinamente del brazo, levantándolo bruscamente de su asiento, para acomodarlo justo a su derecha, al lado de Jonghyun, a quien una mujercita de vestido extremadamente corto le colocaba el encendedor a la altura de los labios para encender su cigarrillo.

 

— ¿Ek? – su expresión deformada en una de fastidio hacia Hoya, causó que los demás comenzaran a cuchichear entre ellos, algunos señalando con disimulo a Jonghyun

 

— ¿Qué mierda de mentiras están soltando esta vez, idiotas? — preguntó el azabache, fastidiado, pues Kibum le había chocado accidentalmente con su hombro, además había oído los murmullos del grupo, y no le hacía gracia que nadie quisiera sentarse a su lado, ¿Es que le veían cara de fenómeno o qué?

 

— N… nada, Jefe, jajajajaja. — Changmin rio, intentando que Jonghyun olvide el tema. — Minho, tu siéntate aquí. — Llamó al de lentes oscuros, dando palmaditas en el acolchonado asiento a su lado, en un intento de separar más la distancia entre él y su jefe. Por seguridad.

 

El más alto no oyó ninguna palabra; junto a él estaba otra mujer de corta falda, muy entretenida escuchando cada una de las aventuras del mafioso, sus risitas y sutiles movimientos pícaros tenían encandilado al hombre que le acariciaba delicadamente los pómulos.

 

— Ya está en otro mundo — Kibum murmuró, sabiendo que con esa simple frase, Jonghyun comenzaría a echar humo.

 

El puño del moreno golpeó duramente la parte posterior de la cabeza de Minho; el gritito agudo de su  acompañante siendo más molesto que los quejidos del alto.

 

— Cariño, ¿Estás bien? — la chica acarició la parte afectada en Minho, sabiendo cómo era Jonghyun sabía que no serviría de nada reclamarle.

 

— Tsk. — Jonghyun continuó fumando su cigarrillo, mirando al rubio claramente molesto, y aún más por la actitud de sus subordinados.

 

Kibum lo ignoró.

 

‘Borra de tu preciosa cara esa mueca. Tampoco es que esté ansioso por sentarme a tu lado, ¿Sabes?’, pensó.

 

Llevó de nuevo el tenedor a sus labios. Demonios.

 

Por buda, ¡Esa cosa sabía como si hubiese sido hecha por los dioses! Masticó tan rápido como se lo permitían sus dientes, y se llevó otro bocado a la boca, soltando gemiditos de gusto mientras sus ojitos destellaban con un brillo único, pudiendo degustar al fin del suculento platillo frente a él, aunque no lo estaba disfrutando tanto como deseaba; al llegar al local su principal plan había sido atorarse de comida, tragar todo lo que se esté a su paso, pues probablemente en los próximos días su estómago estaría lleno de toda clase de fluidos, menos de alimentos. Pero estando sentado al lado de Jonghyun… todos sus planes se habían ido al tacho.

 

‘Por experiencia, sé que nunca debo sentarme al lado de la personas que paga la cuenta. ¿Por qué? Porque no puedo comer como un cerdo, sabiendo que está ahí mismo.’

 

Suspiró pesadamente, la comida parecía haber perdido por completo su sabor, el amargo recuerdo de sus días de hambre le desanimó.

 

Jonghyun le miró, extrañado, pues hace nada estaba devorando con gula todo lo que llegaba a su boca y ahora parecía haberle cogido asco a la comida pues meneaba el tenedor encima del plato sin interés.

 

— ¿Qué es eso de mordisquear? ¡Come! — exclamó.

 

— ¿Señor? — Dijo algo tímido, el rubio — Bien, no quería exagerar porque… no la estoy pagando.

 

— No te preocupes, atibórrate como haces siempre, glotón. Mi cartera no esta tan vacía como la tuya. — dijo, sin intención de sonar burlón, pero sus palabras llegaron con ese tono a los oídos del rubio.

 

‘¡Esta bien si soy pobre! ¡¿Tienes algún problema con eso?!’, el malhumor lo inundó al instante, ‘Muy bien, entonces. ¡¡Hare todo lo posible para vaciar esa cartera tuya!!’.

 

El desánimo desapareció del cuerpo menudo tan rápido como llegó.

 

¡Iba a ser un maldito cerdo! Comería tanto que el más bajo se arrepentiría de haberse burlado de su “condición”. Iba a vaciar esa muy bien rellena billetera pidiendo todo lo que le antojase.

Pronto el tenedor volvió al plato regresando repleto de verduras y carne.

 

‘¡Dios! Es tan bueno’.

 

Jonghyun lo miro satisfecho, una sonrisita cruzó por sus labios. Kibum se veía feliz.

 

— Hey, tú no eres el mismo amante que Jonghyun trajo la vez pasada. — Una castaña de escultural cuerpo se acercó a la mesa, se sentó al lado del rubio haciendo espacio con su trasero, observó fijamente a quien tragaba descontrolado. — Tú sabes, el tipo que parecía una niña…

 

¿Niña?... ¡Ah! De seguro hablaba de su ex.

 

‘Supongo que venía aquí a menudo con Taemin’, después de todo era lógico, Taemin era el amante del pelinegro.

 

Estiró la mano al centro de la mesa, tomando una copa que estaba llena de un líquido color borgoña, tomó el contenido de un sorbo para poder pasar todo lo que estaba en su boca rápidamente, la castaña seguía mirándolo, así que supuso que esperaba una respuesta.

 

- Bueno… en realidad yo no…

 

— ¡Vaya! Eres muy lindo — la chica se carcajeó suavemente, interrumpiéndolo, cruzó sus brazos justo debajo de sus pechos, realzándolos y haciéndolos más voluptuosos, más visibles por el escote. Se acercó, provocativa, cruzando las piernas, que se notaban casi desnudas por lo corto que era el vestido. — Entonces ¿Qué dices? ¿Quieres jugar conmigo un poco?

 

Kibum escupió el trago que segundos antes había vuelto a tomar; el descaro de la mujer tomándolo desprevenido.

 

No había esperado a saber si Jonghyun realmente era su amante, osea que… si en verdad lo fuera, a esa chica ni siquiera le importaba.

 

Se dio un par de golpecitos en el pecho, intentando tranquilizarse por el shock.

 

— Lo siento, — dijo al fin recuperado — no me van las chicas. — concluyó sonriendo, para continuar comiendo, ignorándola; sin percatarse de que Jonghyun estaba al tanto de lo que ocurría a su lado; observando cada movimiento del rubio, sigilosamente, no se había perdido ningún detalle…

 

La expresión de la castaña cambio en un abrir y cerrar de ojos, su sonrisa se desvaneció y la sensualidad que emanaba de sus curvas había sido reemplazada por la irritación.

Había tratado de seducir a Jonghyun antes, pero también había sido rechazada por él.

¡¿Es que todos los hombres guapos de la tierra eran gays o qué?!

 

 

 

 

 

 

Después de algún tiempo, cada plato y bandeja de la mesa estaba vacío, las botellas de licor lucían igual, lo único que estaba lleno era el estómago de Kibum, quien suspiraba de satisfacción.

Esa noche había batido su propio record comiendo.

 

— Fiuuu… ¡Estaba muy bueno! — dijo frotándose el vientre, que estaba durito de lo saciado que estaba.

 

— ¡Oh—oh! — la chica que acompañaba a Minho desde que entró al local murmuró, llevó una de sus delicadas manos a sus labios en señal de preocupación — Esto no es bueno. Creo que Jonghyun está borracho.

 

— ¡¿QUÉ?! — las personas alrededor de la mesa quedaron petrificadas, no paso ni un minuto antes de que todos huyeran lejos del alcance del moreno, lucían asustadísimos.

 

— ¡¿Eh?! ¿Por qué huyen todos? — Kibum los miro confundido, era el único que seguía en su lugar.

 

 Changmin le echó una mirada cargada de compasión, eso lo aturdió aún más, ¿Qué estaba pasando aquí?

 

— Mis dientes… — Jonghyun susurró justo detrás de él —cosquillean.

 

— ¿Señor? — Kibum supo que había cometido un grave, grave error al darse la vuelta.

 

Jonghyun lo tomó por el cuello justo antes de incrustar sus dientes en la pálida piel. El aliento caliente chocó de lleno contra su nuca, causándole deliciosos escalofríos combinándose con el dolor de la —para nada suave— mordida.

 

— ¡¡AY!! Oye, ¡¿Qué te pasa?! ¡Oww! ¡Duele, duele! — el rubio gritó por el dolor repentino, golpeaba la espalda de su jefe, desesperado — ¡Si los dientes te cosquillean ve a ver a un dentista! ¡¿Por qué tienes que morder a alguien?!

 

— Allí va otra vez — la pandilla miraba todo desde un extremo, lamentándose internamente y sintiendo pena por el pobre Kibum que inútilmente luchaba por liberarse.

 

La escena frente a ellos era justamente de la que, desde un inicio, no habían querido ser protagonistas.

 

Jonghyun tenía la mala —horrible, HORRIBLE— costumbre de morder a la persona más cercana cuando se embriagaba; usualmente estando Taemin junto a él cada vez que Jonghyun se pasaba de tragos, el castaño era la víctima, pero cuando no podía ir —como esta vez— alguno de los mafiosos era el objeto de “descarga” de Jonghyun, justo como era siempre, antes de que saliera con Taemin.

Fue un gran alivio para todos cuando el castaño inicio una relación “formal” con Jonghyun, parecía enviado del cielo para librarlos de esa tortura.

 

Ahora solo podían observar con impotencia como Kibum pataleaba intentando librarse; ese había sido el motivo por el cual lo trajeron a la cena, ninguno de los mafiosos estaba dispuesto a volver a sentir los filosos dientes de Jonghyun incrustados en su cuello. No. Era muy doloroso.

 

Jonghyun tomó con mucha más fuerza al rubio, conduciendo sus labios hacia los labios rosas del que salían palabras inentendibles en ese momento.

 

— ¡Off! — Kibum reaccionó solo cuando los carnosos labios se unieron a los suyos en un instante, ansiosos, el aliento quemando su piel y el deseo expandiéndose rápidamente por cada célula de su cuerpo, pues a pesar que todo comenzó con un simple y suave beso, Jonghyun no parecía muy conforme con seguir con el ritmo lento, estaba caliente, la sensación de arder en llamas… deseaba algo más que el choque de labios contra labios.

Introdujo la lengua en la cavidad contraria, recorriéndola ansioso, intentando calmar los deseos  dentro de él.

 

— Uff… eso… eso duele… — murmuró el rubio entre el beso, Jonghyun hizo oídos sordos a los balbuceos. — ¡No me muerdas la lengua, joder!

 

El efecto del alcohol no pasaba y los movimientos se hacían cada vez más agresivos e íntimos. Todo empeoró cuando Jonghyun detuvo el contacto de labios, Kibum fue lanzado para atrás, y una de las rodillas del moreno se instaló entre las suyas.

 

— Nng~ — el fuerte gemido le escapó involuntariamente. Carajo. ¡No podía excitarse ahora!

 

La atmosfera de repente se tornó erótica. La incomodidad inundaba la habitación.

Kibum sintió la vergüenza emanando por cada poro de su piel, ¡Minho y los demás seguían allí!

Levantó la cabeza, mirando por encima del hombro de Jonghyun que había vuelto a su movimiento inicial, y muy afanado, continuaba mordiendo el largo de su cuello; para su sorpresa, los gánsteres no lo miraban burlones como antes, en situaciones —parecidas a esa—, es más, parecía que en cualquier momento saldrían huyendo intentando ocultar sus cabezas en cualquier hoyo.

 

Entrecerró los ojos, eso era muy, muy sospechoso.

 

— Oh, ahora lo entiendo —las palabras sonaban amargas — ¡ESTA ES LA RAZON POR LA QUE TODOS QUERIAN QUE VINIERA! ¡¿NO?! — gritó, acusando con la mirada a los chicos que estaban quietos observando todo, no haciendo algo por ayudarlo.

 

‘Lo sentimos Kibum’, lloraban internamente, recordando como ninguno de ellos habían podido escapar de las espantosas mordidas de Jonghyun.

 

— ¡Oww! ¡Deja de morderme de ese modo! ¡Realmente duele! — chilló, dejando de lado el tema anterior, ya se vengaría de los chicos después, ahora tenía un asunto más importante que arreglar.

 

Sintió un líquido correr desde su cuello, estaba  a punto de ahorcar a Jonghyun pensando que lo estaba babeando, pero el ardor repentino le decía que eso era peor que solo saliva.

 

Sus delgados dedos tocaron con miedo el lugar mojado y colocó su mano justo donde sus ojos podían verla.

 

Sangre.

 

Este… ¡Bastardo!

¡¿Que tanta fuerza había empleado con su mandíbula para que le causara una herida?! ¡Una herida! ¡En su perfecta y suave piel!

 

— ¡Estoy sangrando! — reclamó escandaloso, la fuerza llegando de golpe a su cuerpo para empujar al moreno hasta el otro extremo del sillón. Se arrodilló dispuesto a molerlo a golpes aprovechando su falta de lucidez, pero Dongwoon apareció justo detrás de él, tomándolo de la delgada cintura para detener cualquier cosa que planeara hacerle a su jefe.

 

— ¡Cálmate Kibum! ¡¿A quién crees que estas tratando de golpear?! ¡Déjalo! Ha bebido. ¡Solo bastará un puñetazo para noquearlo!

 

—…Si te mordió lo suficientemente fuerte duro para cortarte la piel, entonces solo espera un segundo. — dijo Minho, sudando frio por las imágenes que aparecieron fugazmente en su mente, un recuerdo siniestro que continuaba guardado en su memoria. — Simplemente se quedará dormido.

 

Y tal y como lo dijo, cuando Kibum volteó, encontró a Jonghyun durmiendo tranquilamente, tan quieto que parecería un bebé… de no ser por los ronquidos que lanzaba con cada exhalación.

 

— Tengo un chupón ensangrentado ahora. – Lloriqueó – Owww mierda…

 

¿Qué fetiches más escondía Jonghyun?

 

No quería descubrirlo.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Se que algunas se aburriran y quizas hasta dejen el fic :v porque las cosas van desesperadamente lentas… pero alli esta el encanto! XD

Pero como ven, algunas cositas comienzan a surgir ¬u¬ y de cual sera el sueño recurrente de Jonghyun?? Eso sera una sorpresa en los proximos caps! Asdsdafgfh ya quiero que lleguemos –se emociona sola-

Ah! Minho usa lentes oscuros en el fic, lo mencione ya…. no? O no? Bah, lo menciono ahora xD

Bien los “secuaces”(?), subordinados de Jonghyun son muchas personas, para no confundirlas quise poner a cuatro principales, que también son recurrentes en el manga los “relevantes” por así decirlo, que son Minho, Hoya, Changmin y Dongwoon, en los próximos capítulos aparecerá uno nuevo, los demás no aparecen mucho(son ocasionales) así que para que lo tengan claro y no mezclen personajes, en cada capítulo mencionare a los “nuevos” que aparecerán, para no confundirlas con los próximos “nuevos” que no son necesariamente del bando de Jonghyun, en este cap tenemos a Chanyeol, en el anterior era Chen :3

Pos… eso es todo XD

Nos lemos en la proxima actu!


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