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Conflict in heaven por ChaveChave

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Notas del capitulo:

Nuevo capítulo /(*-*)/ espero les guste así que sin más a leer :p

La llegada de Nowaki a la vida de Hiroki realmente le había sentado muy bien, pues acababa de mudarse, y con su nuevo empleo de profesor en la universidad no tenía tiempo para desempacar. Aunque Nowaki no le podía preparar comida por una regla rara de ángeles por el hecho de que no quisiera. De hecho, el ángel se puso sumamente triste por no poder ayudar en eso, pero mantenía limpio y ordenado el departamento.

—Usami Akihiko… otro libro de él —murmuro Nowaki mientras ponía otro de los innumerables libros que tenía Hiroki en la casa—. Hiro-san debe ser un gran fan de él.

Encontrar un lugar para todos esos libros era difícil pues todas las repisas y libreros ya se habían acabado, y apenas y la mitad de la colección del profesor había sido colocada.

—Espero esto alegre a Hiro-san —se animaba el ángel viendo al fin terminado su trabajo—. Ya casi es hora de que regrese… a menos que le hayan dado trabajo extra.

No tardó más de quince minutos para que Hiroki regresara al departamento bastante cansado y con cara de pocos amigos.

—Esos mocosos… ¿quién se creen que son para ignorar una clase tan importante? —murmuraba molesto—. Sobre todo ese chico… Misak-no sé qué, ni sé cómo es que entró a la universidad.

—¡Bienvenido, Hiro-san! —corrió a recibirlo Nowaki haciendo que el nombrado recordara a un perro que recibe a su amo.

—Hola —dijo con simpleza mientras se dirigía al refrigerador.

—Preparé tu baño. Lamento no poder hacer lo mismo con la comida —expresó amilanado.

—No hay problema, no es tu culpa. Es por esas reglas raras —dijo Hiroki mientras sacaba lo que comería.

—No son reglas raras, pero sí necesarias —dijo el ángel—. Aunque quebré una de las primordiales al dejar a ese chico vivir.

—Tú creíste que era lo correcto, así que no está mal —explicó Hiroki, pues ya sabía toda la historia de Nowaki—. Además ¿no se supone que también tu deber de ángel es que la gente sea feliz?

—Sólo si es muy profunda la tristeza que lo acongoja, ya que si se deja crecer esa alma renacerá en un espíritu y una vez siendo eso es muy difícil que regrese a la rueda de reencarnación —explicó.

—¿En verdad? —dijo sorprendido.

—Sí, de hecho, hace mucho tiempo un ángel llamado Tsukishima y un humano llamado Kurodase se enamoraron, pero esa unión causó muchos problemas,  ya que los ángeles tienen prohibido amar —declaro Nowaki.

—¿No pueden amar?… creo que es mejor no amar —musitó Hiroki—. Amar sólo trae dolor.

—Te equivocas —dijo el ángel con vehemencia—. Tenemos prohibido amar, pero nos podemos enamorar, según se cuenta, ese ángel, antes de que se enteraran de su relación, fue muy feliz. Yo cada vez que veo a los humanos enamorados sonríen.

—Pero ese tiempo de felicidad se cobra con tristeza —dijo Hiroki.

—No siempre —sonrió Nowaki—. Hay veces en las que vale la pena, ¿sabes?

Hiroki suspiró resignado y cansado de ese tema.

—Sin embargo, creo que hubiese sido peor en lugar de humano, Kurodase hubiese sido un demonio y menos grave si fuera ángel,  aun así sería desaprobado ese romance —pensó en voz alta Nowaki.

— ¿Y si hubiese sido un espíritu? —dijo interesado Hiroki.

—No lo sé —contestó con sinceridad—. Realmente nunca he visto a un espíritu antes.

—¿Y a un demonio? —preguntó.

—Claro que sí, conozco al encargado de la zona y a uno de sus amigos —respondió Nowaki—. Ellos, a diferencia de los ángeles, recuerdan sus vidas pasadas, y en vez de purificarse por unos años con sentimientos nobles del pasado se contaminan con deseos y odios de sus vidas pasadas.

—Entonces tú no recuerdas tus vidas anteriores —dijo Hiroki—, pero podrías verlo con tus poderes de ángel, ¿no es así?

—Eso va contra las reglas —aclaró Nowaki— ,pero cuando renacemos en ángeles tenemos la misma apariencia que en nuestra vida anterior sólo que a la edad de entre 20 y 30 años.

—En ese caso, podríamos intentar adivinar qué fuiste por como luces —dijo Hiroki.

—No creo que se pueda saber qué fui con eso —dijo el ángel mientras le regalaba una sonrisa algo nerviosa.

—Mmm, diría que fuiste un perro de no ser por lo que me acabas de decir —ignoró por completo el comentario de Nowaki—. Diría que un acosador por cómo me seguiste cuando nos conocimos, pero si fuera así no serias un ángel.

—Hiro-san no digas eso —dijo Nowaki avergonzado.

Hiroki estaba pensativo.

—Quizás un nadador profesional… no, eres un ángel y que cosa más alejada del agua que eso o un monje —Hiroki soltó una pequeña risa—, sería muy gracioso verte con un atuendo así o hasta calvo.

—Hiro-san no se burle de mí —pedía Nowaki cada vez más rojo.

—Diría que fuste una ama de casa, pero eso normalmente es una mujer —continuo el castaño— aunque quizás mayordomo o bibliotecario, ya que pudiste ordenar muy bien mi casa.

—¡Hiro-san!

—O quizás un hippie por eso de no comer nada vegetal o animal, o un motivador de superación personal por lo de que no quieres que esté triste —continuó diciendo.

—¡Hiro-san, ya basta por favor! —decía el ángel completamente rojo—. Después dirá que fui luchador, ¿no?

—Claro, ¿por qué no un luchador enmascarado? — dijo entre risas—. Aunque en verdad pensaba que fuiste un médico, para ser preciso un pediatra, por eso de lo bien que te llevas con niños.

Ya no dijeron más Hiroki terminói su comida y fue a bañarse mientras Nowaki trataba de bajar su vergüenza volviendo a arreglar los libros de su compañero.

—Así que un ángel no se puede enamorar, ¿eh? — dijo Hiroki mientras el ruido de la regadera apagaba el sonido de su voz.

—Quizás el amar lastime, más si lo tengo prohibido, pero… — decía Nowaki mientras miraba la colección de Usami Akihiko que tenía el castaño—  ese dolor vale la pena, si a cambio te puedo ver sonreír… «¿en verdad estuvo bien dejar a ese niño con su hermano?», pensaba el ángel que comenzaba a entrar en terreno peligroso y todo por no cumplir con una misión simple.

Un ruido cerca de la ventana llamó su atención.

—¡Tinkle! —dijo al ver a un pequeño conejo rosa con calcetines, alas y una barita—. ¿Aikawa te mandó para reportar el avance de la búsqueda?

El conejo pareció asentir.

—Pues dile que perdí a Ritsu y no sé dónde está —dijo algo temeroso—, no es que la quiera culpar, pero debió ser porque nos aventó. Él no sabe volar de tan alto y yo perdí mis poderes así que si puede mandar a An, a Yukina,  a Chiaki,  a Yuu o a Hatori a ayúdanos a reunirnos, le agradeceré.

Tinkle asintió de nuevo y se fue de regreso al cielo.

Notas finales:

No se si se habían dado cuenta que para escribir esto me inspire en clamp (más que nada sus mangas "Wish" y "Kobato") :p espero les haya gustado el capítulo. Hasta la próxima semana :) recuerden que ya mero es navidad :D que pasen lindas fiestas 


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