—¡¿Qué hiciste que?! — grito Aikawa
—Más bien que no hizo que— dijo Hatori
—No pude— se excusaba Nowaki— su hermano estaba ahí y yo…
—Eso no importa— le gritaba la ángel— ese es tu trabajo ¿ahora qué haremos?
—Al fin los encontré— dijo Ritsu entrando de forma estridente— lo lamento pero es que aún no conozco bien el lugar— se disculpó— ¿he? ¿De qué me perdí? — dijo al ver a todos con cara de preocupación
—Nada importante— dijo Aikawa con una sonrisa que inspiraba el más profundo terror— solo acabo de enterarme que el ángel con el que te deje a cargo es un mentiroso que no sabe cumplir con sus misiones— dijo mientras iba subiendo el tono de su voz
—Bu-bueno si no la termino puede terminarla aun ¿no?— trato de calmarla Ritsu
—Claro porque nunca es demasiado tarde— dijo Chiaki
—Claro, que importa que hayan pasado como diez años desde que se le asigno esa misión ¿no?— dio Aikawa de forma irónica
—Ve el lado amable— dijo Yuu— ahora es un chico grande así que si lo encontramos solo tendremos que juntarlos y así cumplimos con nuestro plan
Aikawa medito, después de todo Yuu tenía un buen punto y pues podía funcionar ese plan.
—Bien creo que tienes razón— dijo finalmente la jefa— pues entonces que así sea— dijo ya más calmada— Nowaki y Ritsu buscaran a… ¿cómo es que se llama ese chico?
—No lo sé— dijo Nowaki— eso fue hace años así que…lo olvide
—¡¿Qué!? — grito molesta la ángel— bueno no me importa— y sin más se acercó a Nowaki— como castigo no podrás hacer invocaciones grandes como hacerte invisible ante los humanos pero si desaparecer tus alas aunque no podrás volar hasta que encuentres al humano
—Pe-pero, así será más difícil que lo encuentre— se excusó Nowaki
—Para eso Ritsu te ayudara— dijo de forma aterradora
—¿Eh? pero aún no se…— trato de explicar Ritssu
—He dicho que no me importa, ahora largo y hallen a ese muchacho cuanto antes— y sin más Aikawa pateo a Nowaki y lanzo a Ritsu para que callera de la nube en que estaban y de paso se decidiera un poco de la ira que tenía sin pensar que así los dos ángeles se podrían separar al caer
La caída de Nowaki no fue la mejor, después de todo aunque con sus alas planeo para amortiguar la caída no pudo caer del todo bien además de que tuvo que des aparecerlas al acercarse a un lugar lleno de humanos, un parque en el cual terminó estrellándose contra unos árboles y arbustos. Su cabello quedo llenos de ramas y hojas y a pesar de poder ocultar sus alas su vestimenta, para ese lugar extraña, no cambio.
Rápido se levantó y sacudió su ropa notando al fin una persona de cabello castaño que se hallaba en una banca cerca de ahí sorprendido de ver como Nowaki salir del arbusto y con apariencia de haber estado llorando momentos antes
—Woo ¿está bien? ¿Le paso algo?¿Le duele algo?— dijo Nowaki al hombre sentado en la banca mientras rápidamente se dirigía a el
—¿Qué? Eso es lo que yo debería decirte— se quejó el hombre— pareciese que has caído del cielo interrumpiendo mi momento de privacidad
—Pero está llorando— dijo el ángel— por la caída no hay problema Aikawa me ha tirado de alturas más grandes
—N-no estaba llorando— rápidamente reclamo— y-yo estaba… ¿pero porque te doy explicaciones? Me voy ya que estas aquí molestando hablando conmigo de cosas que ni te entiendo
—Espere— dijo Nowaki tomando el brazo del desconocido para detenerlo- no puedo dejarte ir así
—¿Qué dices? Ni siquiera nos conocemos— se quejo
—Pero esa tristeza que tiene… es muy fuerte- aclaro el azabache— como el ángel que soy no puedo permitir dejar a alguien que no es feliz ya antes deje a medias mi trabajo esta vez no lo hare
—¿Ángel? En definitiva este chiflado así que déjame y vete a molestar a alguien más— dijo el castaño ahora molesto
—No le dejare hasta que estés feliz— dijo con seguridad
—Pues cuando te vayas estaré feliz así que déjame— dijo el otro zafándose del agarre para alejarse del extraño joven
Camino por un buen rato alrededor de parque pero fuera a donde fuera el “ángel caído” lo seguía cual sombra fastidiando al castaño; camino entre la multitud de la ciudad pero aun podía notar como el azabache le seguía por un buen rato hasta que al fin sintió que lo perdió decidió dirigirse a su departamento a descansar
Ese había sido el peor día de la vida de Hiroki Kamijou: su corazón fue destrozado de manera definitiva y aunque se lo esperaba eso no amenguaba el dolor y posteriormente se encontró a un chico extraño que de la nada decidió acosarlo y al cual le tomo horas despistar para poder ir a su hogar y para colmo mañana era lunes y tendría que ir a trabajar con su raro jefe en la universidad. Solo esperaba que al despistar todo lo que paso lo sintiera como un sueño.
—¡¿Pero que haces aquí!? — grito Hiroki quien al abrir la puerta esa mañana para ir a su trabajo se encontró con la nada grata sorpresa de que aquel extraño del día anterior estaba dormido recargado en la puerta de su departamento
—Le seguí— dijo como si nada— para poder ayudarle
—Estás loco— gruño— déjame en paz no necesito tu ayuda
—No me iré— reclamo Nowaki— así que me presento ya que ayer no pude hacerlo— dijo de manera amable— soy el ángel Nowaki del departamento Emerald
—Eres un acosador demente que ni sabe lo que dice— murmuro Hiroki— ¿si te digo mi nombre me dejaras de seguir?
—No me iré hasta que esa tristeza que tiene se vaya— aclaro el otro joven
—Ya te dije que estoy bien así que ahora deja de seguirme que necesito ir a trabajar— y sin más se fue en dirección a la universidad
—¿Trabajo? Le ayudare— dijo mientras corría para alcanzar a Hiro
—¿No tienes algo más importante que acosarme?— dijo molesto— no se algún otro trabajo de “ángel”
—De hecho si, por eso me mandaron a la tierra— dijo Nowaki— pero debido a que me quitaron mis poderes y a que mi nuevo alumno fue arrojado en otra dirección no puedo hacer nada
—Y ¿porque no mejor buscas a ese subordinado tuyo?— aconsejo el castaño
—Es más probable que me pierda al hacerlo así que mejor esperare a que Aikawa mande a alguien a supervisar nuestros avances o a que Ritsu me encuentre cosa que dudo ya que no sabe usar sus poderes—aclaro el angel
—Aja— dijo fastidiado de esas tonterías que inventaba el extraño
—No me crees cierto— dijo Nowaki
—¿Y cómo hacerlo? Digo no puedes probar que eres un ángel— dijo molesto
—Pues aún tengo mis alas— dijo algo pensativo el azabache— si quieres te enseño pero debe ser en un lugar privado ya que no puedo dejar que cualquiera las vea
—¿Y yo no soy cualquiera? Me acabas de conocer— dijo sorprendido Hiroki— y ni creas que iría a un lugar privado contigo— dijo molesto— seguramente eres un acosador pervertido déjame en paz— le aventó su portafolio para después salir corriendo a su trabajo
El resto del día Hiroki trato de no pensar en su acosador y descargar su ira con sus alumnos lanzándoles cualquier cosa que tenía a la mano a cualquiera que siquiera despegara la mirada de la pizarra durante la clase
Al final de su jornada decidió volver a ir al parque a distraerse un rato puesto que temía que al regresar a casa se encontrara con ese acosador esperando en la puerta cual perro regañado
—pero que…— estuvo a punto de maldecir al ver en la banca en que estuvo ayer al azabache dormido— que demonios haces aquí— dijo mientras despertaba al joven
—hola— dijo mientras se levantaba Nowaki— puesto que estabas muy molesto y no tengo a donde ir decidí no seguirte y dar una vuelta en el parque buscando a Ritsu pero al parecer callo muy lejos de aquí
—Otra vez hablando sobre tus fantasías dementes— se quejó el castaño
—No estoy mintiendo— miro a los alrededores y aunque fuera extraño había gente lo suficiente mente cerca de ellos— te lo demostrare— y sin más unas enormes alas fueron visibles para Hiroki
—Pero…—se quedó sin habla el castaño— de-de acuerdo te creo— y sin más agarro del brazo al ángel para jalarlo— si no tienes a donde ir puedes quedarte conmigo… mi nombre es Hiroki solo no me molestes y en cuanto encuentres a ese tal Ritsu te largas de mi casa así que deja de andar de acosador
—De acuerdo Hiro san— dijo alegre Nowaki