Agradezco al cielo cuando no viene la Profe Nataly, su trasero siempre me ha perturbado. Mide al menos el ancho de un carrito de supermercado (sin exagerar).
Javiera se ve preciosa el día de hoy. Su cuerpo sinuoso se ve mágico en el buzo del colegio. Todo en su lugar, precisamente todo en su bendito lugar. Al final, lo del "embarazo" era fue un mal entendido, bastó una semana para que todos (sí, todos) nos enteráramos de que lo que tenía molesta a la Javi era que el Tito andaba metido en "Tinder", esa aplicación para conocer gente y calificar las impresiones físicas de las fotos -probablemente alteradas- de la gente. Personalmente, no tendría nunca uno, qué me importa a mí que alguien crea que soy linda o no, además el 99% de las personas que lo usan tienen baja autoestima o una grave necesidad de encamarse con la primera persona que les ponga "me gusta". No gracias. A menos que Javiera utilizara tinder, o alguna aplicación de lesbianas o me escribiera un whatsapp, como aquella vez que intenté ser alguien más y... nada bueno salió de eso tampoco.
La Javiera como buena rubia practica yoga, la he visto varias veces jugando en el patio con sus amigas. Se estira, se levanta, se acuesta en el piso. Puede hacer una infinidad de posturas que algunos profesores degenerados observan desde la sala de profesores. ¿No tienen que revisar pruebas o algo? El más degenereque de todos es el Carlos, profe Carlos. Él es maestro de matemáticas, con la Simone pensamos que deja que las niñas hagan los ejercicios en la pizarra para medir y comparar el largo sus faldas, y armar toda clase de fórmulas proporcionales a su maraquismo. Y precisamente ahora, observa desde la "segura" sala de profesores el saludo al sol de la Javiera. Igual todas mis compañeras le tienen ganas al profe Carlos, es joven... ¿tendrá unos 28 años? Yo solo lo encuentro asqueroso.
Yo en realidad no tengo grandes talentos, como la Javiera y su yoga, la Simone y sus convicciones políticas o el Vicho y su inteligencia/belleza suprema. Lo único que sé hacer es dibujar. Mi pelo no es muy largo ni corto, me llega un poco más abajo de los hombros y es oscuro como la coca-cola. Mis ojos son un intento pobre de verde, "pardos" le dice mi madre. Lo que más me gusta de mi son las clavículas, y esta incapacidad de engordar a pesar de comer absurdas cantidades de comida chatarra. Me gustan las mujeres desde... no lo sé, pero recuerdo que jamás me gustaron los príncipes de Disney y encontraba que era una idea maravillosa que todas las princesas vivieran juntas por siempre en un único castillo. Ni hablar de mis perturbadores juegos con las Barbies, siempre terminaban siendo exóticas y teniendo dudosas amistades con sus amigas más morenas.
Mi madre lo supo desde siempre, o al menos eso pareció cuando le conté "oficialmente". Me dijo que desde pequeña que se me notaba la "tortilla ladeada" y que en el jardín, estaba obsesionada (que extraño viniendo de mi) con una compañerita rubia de ojos azules hija de padres extranjeros. Lucy, Lauren, Lupin... (¿ese es un personaje de Harry Potter?), la verdad es que no la recuerdo. La cosa es que no se lo tomó mal ni bien, me dejó súper en claro que era asunto mío y que no iba a andar pendiente de donde "metía mis manos". Mi madre es maravillosa, les encantaría tenerla como progenitora, la confianza entre nosotras es algo envidiable. Pero como nada es tan perfecto lo único que debo aguantar es que es un tanto "juvenil" para sus cosas, nada grave, le gusta salir, beber, llegar borracha a veces, tiene algunos pretendientes más jóvenes y fuma grandes cantidades de marihuana. De mi padre no hablaré mucho porque él se fue cuando yo aún era un bebé, por lo tanto, no tengo idea de cómo es. Mi madre guarda algunas fotos con cariño, pero no sé, siempre hemos sido solo las dos así que... No guardo ni rencores ni esperanzas.
Oh, qué asco. El profe Carlos se acercó a la Javiera para preguntarle cosas sobre el yoga. Puedo ver su expresión de suciedad, esa sonrisa perversa y ese falso interés. Cuánta asquerosidad.
Aparentemente a la Javiera no le sigue el juego. Dejó de hacer yoga y ahora cuchichea con sus amigas. Cuanto alivio siente mi corazón.
- Coni, en serio... - me interrumpe Simone.
- ¿En serio qué? ¿Viste al Carlos? Que tipo más sucio. ¿Qué pretenderá?
- No sé Coni, quizás quiera clases particulares de yoga... o que lo echen por pervertido.
- ¿A ti te ha dicho algo alguna vez? - me cruzo de brazos intrigada, son muchas las víctimas de sus jugarretas de adulto joven.
- Claro que sí. Un día, estaba en la sala de clases dando una prueba atrasada con otra compañera del curso paralelo, y vino nos hizo besarnos para subir puntos. Me sentí tan humillada y excitada al mismo tiempo...
- ... - alzo las cejas - te estaba preguntando en serio po'.
- No oh, quizás soy muy inteligente para sus jugarretas. Siempre busca minas tontas, simples, rubias.
- Nada que ver... - Por mucho que me moleste tiene algo de sentido.
Sigo mirando a la Javiera, se aleja del Profe Carlos y cruzamos una única mirada, mirada que rápidamente desvía con su siempre hermosa mueca de asco. Suspiro. Me levanto al baño, le digo a Simone que me espere, que luego iremos a la biblioteca para aprender sobre no sé que mujer importante con la que se obsesionó ahora. Simone es feliz. Camino arrastrando un poco los pies.
El baño no está muy lejos, la señora que cuida que no hagamos destrozos o rayemos las paredes no se encuentra. Saco más confort del que necesito porque es divertido hacer girar el dispensador y entro para comenzar a orinar. Cruzo las piernas y me concentro (no sé si es un problema, pero no puedo orinar hasta que esté completamente concentrada). En eso, dos chicas entran al baño. Guardo silencio.
- Javi, tienes que dejarlo. Ya no te gusta... - una especie de fría electricidad me recorre la espalda.
- Si sé, pero es que no sé cómo hacerlo. Él es... un bruto, quizás piense que lo estoy terminando porque me metí con alguien más y... te juro que no sé qué hacer.
- Pero y qué importa Javi, si da lo mismo. Lo que él piense tiene que dejar de importarte.
- ¿Mónica y si todo esto sale mal?
- Vamos a estar juntas. No te preocupes. - Abro bien los ojos. ¿Quién diablos es Mónica y por qué van a estar juntas?
- Gracias... - Escucho que la Javi solloza un poco, se lava las manos o la cara y se van.
Tantas posibilidades. Tantas infinitas posibilidades y yo con los pantalones abajo escuchando una conversación tan importante encerrada en el baño. Declaro una reunión con mis amigos por medio de un mensaje de whatsapp.
Coní(y): Casita del árbol, ahora.
V!cHo: Estoy con el Esteban, ¿es realmente importante?
S. Beauvoir: Debe de serlo, la casita en el árbol es solo para reuniones urgentes. Esperemos que no se trate de nada estúpido.
V!cHo: Oh, está bien. See ya.
Mis amigos llegan rápidamente, cuanto los amo. Yo espero sentada como india, de piernas cruzadas y manos sobre las rodillas.
- Acabo de escuchar algo sumamente inquietante en el baño.
- Si tiene que ver con la Javiera, te juro que... - arqueo mis frondosas cejas (en algún momento tenía que confesarlo, tengo cejas gruesas) con mi mejor expresión de pena - ... te odio.
- Ay amiga, ¿qué oíste? - pregunta Vicho un poco más interesado, no hace falta recordar que él siempre sabe el chisme de moda.
- La Javiera quiere terminar con el Tito - Simone aplaude, odiosamente, claro.
- ¿Ya y? ¿Vamos a cortejarla entre los tres ahora?
- No, no, no... Eso no es lo realmente curioso del asunto - menciono preocupada - el asunto es que "Mónica", le dijo que no se preocupara que sin importar lo que pasara iban a estar "juntas". Vicho, ¿sabes quién es Mónica?
- Hum... La verdad es que no. Uy, se puso un poco picante la historia - su amplia sonrisa es una bendición - pero creo que podríamos averiguar - de inmediato saca su iphone y comienza la investigación dentro de los amigos de sus amigos.
- Seguramente es su amiga Coni, las amigas suelen decirse eso - la Simone me hace una mueca de desaire y suspira.
- ¿Pero y si no lo fuera? ¿y si realmente quiere curiosear su lado homosexual? ¿quién es Mónica? ¿qué tiene Mónica que no tengo yo?
- Seguramente no es una psicópata - declara tajantemente mi mejor amiga de toda la vida.
- uy uy uy, encontré a dos Mónicas... - interrumpe Vicente moviendo sus manos para ambos lados - Mónica Aguilera Hernández y Mónica Larraín Suobercaseaux. Dah, es su prima.
- Cuánta decepción - replica Simone.
- hum... - igual es raro, pienso - ¿y si está explorando con su prima?
- Ok, mi paciencia llega hasta aquí. Vicho, nos vemos a la salida -Simone se levanta y sin importar lo que diga, baja del árbol muy indignada y se va.
- Amiga... Creo que ya es hora de que te des cuenta de algunas cosas.
- ¿Qué? Es normal pinchar con los primos, ¿o no? Tú nos contaste que...
- Sí, sí... Félix y yo, pero no, no te hablo de eso. ¿No te has dado cuenta de que... Oh, olvídalo.
Tocan el timbre y nos vamos. Nos toca clase de lenguaje.
________________________________________________________________________________El mensaje de whatsapp
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Vicho me dio una idea fabulosa. En la mañana me dijo que para conocer un poco más a Javiera, tenía que ser menos obvia y más misteriosa, así que ahora que llegué a casa le saqué el teléfono a mi madre, le instalé whatsapp y le mandaré algunos mensajes anónimos para que podamos conversar. Es perfecto.
Lo primero es encontrar un nick andrógeno para que no sospeche. Ni idea. Juego con las teclas escribiendo cualquier cosa y lo primero que sale es "mxnxdj", pero el corrector ortográfico lo cambia a "Me den", les quito el espacio y tarán, mi nuevo nickname es Meden. Perfecto.
Meden: ¡Hola!
Javii: eh, hola - contesta de inmediato, me pongo realmente nerviosa.
Meden: ¿Cómo estás? :)
Javii: Bien, gracias... ¿quién eres?
Meden: Pues... Alguien que quiere conocerte, pero tranquila. No quiero que nos veamos en ningún lugar a ninguna hora poco prudente de la noche. Solo quiero conversar.
Javii: jaja... igual raro.
Meden: Lo sé, pero podemos fingir que no lo es y hacer como si nada y cuando sea de día fingir que esta conversación no ocurrió. Podrás borrar el historial y todo, a menos que... realmente quieras conocerme y esas cosas.
Javii: ay, me está dando miedo xD
Meden: Pero nooooooooooo, estoy intentando que las cosas sean lo menos comprometedoras posibles x.x
Javii: está bien, pero me voy a dormir en un rato más, aprovecha el tiempo anon.
Pienso en la palabra ANON, ese, hubiese sido un mejor nombre. Que idiota que soy.
Meden: ¿duermes con calcetines o sin ellos?
Javii: jaja... sin ellos. ¿Pero qué tiene que ver eso con conocerme?
Meden: Muchas cosas, te sorprenderías. ¿A qué hora te duermes usualmente?
Javii: Pues a las... una, o algo así. No tengo un "horario", pero me baja el sueño a esa hora.
Meden: Y son las... once, tengo tiempo aún. ¿Qué prefieres comer... un chicle ácido o una barra de cereal?
Javii: que preguntas más raras... eh, un chicle ácido, supongo.
Meden: wiiiiii.
Javii: jajajaja... ¿oye, eres hombre o mujer Anon?
Todo estaba yendo tan bien. Era tan innecesario llegar ahí, oh por dios.
Meden: ¿Eso importa?
Javii: Pues... me acabo de hacer una idea.
Me estoy poniendo realmente nerviosa.
Meden: No te las hagas, mantén esto en lo que es. Una conversación completamente anónima, recuerda que mañana borraremos historiales y volveremos a nuestras vidas comunes y corrientes.
Javii: Como quieras Anon...
Meden: ¿a qué le tienes miedo?
Esta vez, se demora un poco en contestar.
Javii: A muchas cosas... Esta es una pregunta difícil. Le temo a las arañas, los ruidos fuertes y ser juzgada. La gente tiende a esperar mucho de mí.
Meden: Oh... Eso no lo esperaba. No sé si sirva de algo, pero yo en serio creo que eres maravillosa. Tu forma de reír, tu orden en los cuadernos (eso es algo totalmente admirable) y las diminutas sonrisas que inventan tus margaritas.
Javii: Gracias, pero nada de eso es lo que soy Anon. Son apreciaciones tuyas, soy un poco más compleja. Y creo que ya es hora de dormir.
Meden: Pensé que esto estaba resultando bien...
Javii: Lo siento.
Meden: Está bien. Entonces borramos todo a la cuenta de tres.
Javii: jajaja... uno
Meden: dos...
Javii: tres.
Y se acabó. Borré la conversación y fui feliz. Nunca más volví a revisar el whatsapp (eso es mentira, lo revisé un par de veces más pero no había ningún mensaje. Y todo se fue al carajo cuando mi madre empezó a usar whatsapp, creo que se enteró que fui yo y bloqueó el número pues el mensaje que le mandé dos semanas después, rebotó).