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Recuérdame por onepiecelove

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Notas del capitulo:

Hola, ¿Cuánto tiempo no? La cosa es que he estado fuera de casa, sin ordenador y sin internet....

Aquí traigo el nuevo capítulo y espero que lo disfrutéis.

 

-Chicos, preparaos -el pecoso del grupo llamó la atención de los presentes levantándose de golpe de la silla.

-¿Por? -preguntó Chopper que al igual que otros no entendía lo que estaba pasando.

-¡Hoy pasaremos todo el día en la playa!

 

A muchos se les iluminaron las caras, al parecer era muy temprano como para recordar lo planeado.

 

-Veremos el amanecer así que espero que hayáis dormido bien. Poneos los bañadores y coged lo que queráis, dentro de media hora nos reuniremos todos en el hall.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

….........

 

Trafalgar Law se puso su bañador, se puso una camisa , unas chanclas como calzado y cogió un puñado de libros que trajo consigo para leerlos, aprovecharía la luz del sol y en cuanto los demás se despistasen volvería la caseta, no le apetecía mucho quedarse allí casi un día entero.

 

Saliendo de su habitación se encontró con Luffy.

 

-Ho-hola.

-Hola.

 

Lo saludó sin mirarlo a los ojos, cosa que no había pasado antes, y él simplemente le devolvió el saludo. Al parecer el muchacho iba a buscar a Hancock. Lucía algo diferente a como siempre o tal vez era su imaginación. No es como si se fijase mucho en él. O sí.

 

En el hall ya había gente al igual que sillas, sombrillas, neveras portátiles, bolsos, mesas plegables, esterillas y demás. Parecía que iba un grupo de 100 personas a invadir la playa por más de un día. Al cabo de unos pocos minutos todos estaban presentes y se cargaron de todas la cosas que eran capaces de llevar, más los chicos que las chicas puesto que el rubio de cejas rizadas no permitió que llevasen más que sus propios bolsos y una silla plegable dándole igual las quejas del amigo narizotas y del portador de un gran sombrero rosa.

 

Buscaron un lugar apartado a los demás turistas, que no eran muchos, para no molestar con tanto ruido y eso.

 

Lo primero que hicieron nada más llegar, los chicos, fue soltar todo de golpe y dejar escapar un largo suspiro de alivio por no tener que llevar tantas cosas a la vez. Después, por órdenes de la pelirroja, colocar las sombrillas, mesas y sillas.

 

Una vez colocado todo las chicas se quitaron la ropa quedando en bikini para poder ponerse el protector solar. Hancock pidió a Luffy ya que no llegaba a ponerse en la espalda. Se tumbó sobre una toalla y se desató la parte baja del sujetador para que el pequeño pelinegro pudiese extender bien el protector solar.

 

Law simplemente giró la cabeza hacia otro lado para no ver y se puso los auriculares conectados a su móvil para no escuchar los extraños ruidos que esa mujer dejaba escapar. Era extremadamente exagerada. Con sólo un simple roce del otro dejaba escapar sonidos de sus labios que parecían productos de otra actividad.

 

Llegó un punto en el que hacía tanto calor que no aguantaba más y se quitó la camiseta dejando sus marcados abdominales y sus tatuajes a la vista y continuó su lectura. Decidió mirar el lugar del cual provenían grititos de chicas y risas tanto femeninas como masculinas: En el agua estaban las dos mujeres, Nami y Hancock, Usopp, Chopper y Luffy. Ya estaba olvidando el trabajado cuerpo del chico. Se quedó un rato observando hasta que sintió algo realmente frío sobre su mejilla derecha. Portgas le ofrecía una cerveza.

 

-Tío, estás en la playa, ¿qué haces leyendo? Disfruta un poco.

-Lo hago.

-¿Si? Pues no lo parece. Vamos a echarnos un partido de volley dentro de un rato ¿te apuntas?

 

Law se lo pensó un poco, un poco de ejercicio no le haría mal.

 

-Vale.

 

Iban a participar prácticamente todos meno Robin y Zoro, que estaba dormido. En un grupo iban: Law, Nami, Sanji, Franky y Usopp , en el otro: Luffy, Hancock, Brook, Ace y Chopper.

El partido estaba muy reñido. De nos ser porque Law quedó embobado mirando a uno de los integrantes del equipo contrario, hubieran podido ganar. Hancock abrazó a Luffy para apartarse de él sonrojada y bastante avergonzada.

 

-Tch, ¿avergonzada de darle un abrazo y no de que la vea así? -murmuró Law para sí mismo y tenía razón, el bikini de aquella mujer o le venía muy, muy pequeño o se trataba de un bikini que apenas le cubrí parte de cada seno y de sus partes bajas. Iba casi desnuda.

 

Degustaron una deliciosa comida preparada por Sanji. Después se sentaron alrededor de una mesa a jugar con las cartas.

 

Había sudado demasiado y no tenía otra opción que meterse al agua un rato. Había ido solo, se sumergió. Cuando salió de debajo del agua se dio cuenta de que estaba rodeado. Absolutamente todos estaban allí y empezaron una guerra de agua. Estaba a punto de salir del agua pero Nami lo cogió del brazo.

 

-Cárgame.

 

Y no supo cómo pero acabó con la chica sobre sus hombros luchando con Usopp que estaba sobre Franky. Ganó la pelirroja.

Después de bajarse la pelirroja sintió algo sobre sus piernas y en dos segundo lo elevaron: estaba sobre los hombros de Ace y delante de él estaba Luffy sobre Franky. Law no sabía cómo sentirse, se creía lo bastante mayor como para jugar y allí estaba él, como un crío intentando derrumbar al otro aunque quedó en un empate porque cayeron a la vez.

 

Law consiguió salir del agua y se secó un poco con una toalla que trajo por si acaso y prosiguió con su lectura pero no por mucho tiempo ya que el sol comenzaba a despedirse y no era bueno forzar la vista.

 

Ayudó a preparar la hoguera y a encenderla. A punto de levantarse porque había estado de cuclillas todo el momento, alguien chocó contra él. Resulta que Luffy estaba jugando con Usopp y Chopper, el chiquillo estaba corriendo sin mirar al frente, acabó chocando contra él y como resultado, ambos cayeron a la arena: Law cayó boca comiéndose el suelo, arena mas bien, y Luffy sentado encima de su espalda y riendo a carcajadas.

 

Luffy escuchó una especie de ruido ahogado debajo de él y se dio cuento sobre quién estaba.

 

-Lo siento, Law -se levantó

-Luffy, ten más cuidado -dijo Ace

-Pero si no ha pasado nada grave.

-Eso dilo por ti -Law se estaba sacudiendo la arena de su rostro pero como estaba un poco sudado por el calor del fuego, tenía arena pegada en la cara.

-Podríais haber caído sobre el fuego.

-Y me has destrozado la espalda.

-Ya he dicho que lo sentía...

-Trafalgar -intervino Boa Hancock -Sé un hombre y aguanta tu dolor en silencio. Luffy, cariño ¿te has hecho daño en alguna parte? Si te duele algo no dudes en decírmelo, ¿vale?

-Estoy bien.

 

Law se metió otra vez en el agua para librarse de la arena al igual que Luffy. Ni siquiera lo miró y hubiese salido del agua de no ser porque lo sujetó de la muñeca.

 

-Espera. Yo...en verdad lo siento.

 

Esa cara...Sentía que no podía enfadarse con esa cara. Es verdad que lucía arrepentido y tampoco esa para enfadarse tanto y mucho menos para quitarle el habla.

No sabía qué estaba pasando con él porque unos meses antes habría amenazado a la otra persona con algún bisturí que casualmente se le quedó en la chaqueta si no se disculpaba apropiadamente aunque estaba seguro que en aquel momento, si se tratase de otra persona, también lo habría hecho.

 

-No te preocupes, olvídalo -colocó una mano sobre la cabeza del menor -Mira, Kuroashi-ya ha puesto la carne a asar.

-¡Carne!Wuah, estoy babeando. Seguro sabrá deliciosa.

-Tú sí que amas la carne –una sonrisa decoró la cara de Law -Vamos, no vaya ser que aparezca algún monstruo marino, nos lleve con él y nos coma.

-Law, soy un adulto, no creo en esas cosas.

-Humm...

 

Law, con sumo cuidado, tocó la pierna de Luffy con su pie para hacerle creer que era el monstruo. Vio cómo el otro se estremecía.

 

-¿Qué ha sido eso?

-¿Qué ha sido el qué?

-¡Eso! Algo me ha tocado la pierna...

-No sé. Puede que haya sido algún pez, alga o puede que el famoso monstruo marino.

-Law, los monstruos no existen y lo sabes.

-Los de la villa no dicen lo mismo. Ayer escuché a un par de ancianos hablar del monstruo. Decían que se aparece en verano.

 

Luffy tragó fuerte. Parecía un gatito asustado.

 

-Y se lleva a los jóvenes de pelo negro y que miden menos de 1´80 metros .

-Yo tengo el pelo negro y mido 1,74...

-Vaya, eso es mucha coincidencia. Yo de ti tendría mucho cuidado. ¡Ah! Al parecer le gustan las cicatrices....

 

Law salió del agua y Luffy fue tras él corriendo y mirando de un lado a otro temiendo que algo raro aparezca. Tal vez no debió contarle esa trola pero tenía que admitir que la reacción del chiquillo le resultaba un poco divertida y quería seguir deleitándose con su miedo, después le diría que lo del monstruo era una vil mentira.

 

La carne asada estaba deliciosa, las cervezas iban de aquí a allá, chillidos y risas, unos cuantos haciendo el subnormal, otros dando palmadas. Sacaron dos guitarras de quién sabe dónde que fueron tocadas por Ace y Brook y una canción cantadas por los demás menos Law porque no se la sabía pero después de unos minutos escuchándola llegó a tararearla un poco.

 

-Chicos , ¿os parece si llevamos las cosas y así no tendremos que cargar con ellas después? -dijo Nami

-Eso suena como una orden y lo de “llevamos y tendremos que cargar con ellas” te refieres a los hombres -le respondió el peliverde.

-Al parecer te ofreces voluntario. A ver alguien que le acompañe...

-Maldita -dijo en voz casi inaudible

-Sanji-kun, ¿crees que podrías guiar a ese idiota para que no se pierda?

-Claro, mi bella pelirroja.

-Usopp, Franky , Law y Luffy, ayudadles vosotros también.

-¿Por qué nosotros? ¿Y por qué Ace, Brook y Chopper se libran? -protestó el de nariz larga

-Si Ace y Brook se van nos quedaremos sin música y a Chopper déjalo tranquilo así que ya os estáis yendo.

 

Todos se pusieron su camisa y se cargaron de cosas a más no poder. Para Law esa era la oportunidad perfecta para escaparse, ya estaba harto de que le diesen órdenes pero esa no le importaría mucho cumplirla.

 

Una vez cumplido el encargo, estaban dispuestos a volver a donde se encontraban los demás. Law dejó que salieran todos con la excusa de que iba a beber un poco de agua. Cuando escuchó la puerta cerrarse, subió a la que era su habitación pero se detuvo a mitad de las escaleras cuando escuchó que alguien lo llamaba. Era Luffy que estaba en el marco de la puerta.

 

-¿Adónde vas? Tenemos que ir con los demás.

-Estoy un poco cansado -y no mentía hace más de 24 horas que no pegaba ojo -Voy a dormir.

-¡Y un cuerno! Ace dijo que teníamos que aguantar hasta el amanecer.

-Ya pero yo...

-Ala, vamos.

 

Luffy, cogiéndole de la muñeca, lo llevaba contra su voluntad aunque no oponía resistencia. Law se dio cuenta de una cosa y era que estaban dando vueltas por el lugar desde hace ya un rato.

 

-Creo que...nos hemos perdido -dijo Luffy deteniéndose cerca de un acantilado no muy alto

-¿¡ Por qué cojones te detienes en un lugar como este !?

-Tienes razón.

 

Y hubieran salido ilesos de ese lugar de no ser por una brisa que hizo que algo invadiese el ojo de Luffy y éste diese un par de pasos hacia atrás logrando que cayese.

 

-¿Eh?

 

Law tuvo el impulso de ir a por Luffy y se tiró al instante al agua aunque no viese casi nada por la oscuridad y pudiendo morir de posibles rocas afiladas.

 

-¡Mugiwara-ya!

 

Pero la suerte estaba del lado de ambos y no había ninguna roca afilada y contaban con la luz de la luna que permitía que viesen el rostro del otro y una pequeña cueva a la que entraron porque no era buena idea nadar sin rumbo en plena noche-madrugada.

 

Lufy, nada más salir del agua, se tiró sobre el suelo boca arriba agotado. Law se limitó a sentarse, a sacarse la camisa y exprimirla.

 

-Law, lo siento si no fuera por mi culpa tú...

-Déjalo.

-Pero...

-Disculpándote no solucionarás nada.

-Tienes razón pero por lo menos déjame darte las gracias.

-Tampoco te molestes en dármelas, no te he ayudado en realidad. Tal vez lo hice por mí, no me atrevería a regresar sin ti -pudo ver como Luffy abrió los ojos y tenía la boca un poco abierta -Tu hermano me hubiese cortado el cuello -aclaró.

-Ah..Aún así, gracias por no dejarme solo en un momento como este -le sonrió amablemente al ojigris quien sintió su corazón acelerarse.

-No hay de qué -le contestó devolviéndole la sonrisa.

-Shishishi tienes una alga en tu cabeza.

 

Luffy le quitó la alga y la tiró al mar.

 

-Oye...-el menor llamó su atención -¿Crees que el monstruo marino esté por aquí?

 

Law no pudo evitar reírse.

 

-Todo era una mentira, lo del monstruo.

-Eres muy cruel.

 

No dijeron nada más. Había silencio pero no era incómodo ni absoluto puesto que se escuchaba el ruido de las olas chocar contra lo que era el acantilado.

 

-¿Me llamaste “Mugiwara-ya”?

 

Luffy rompió ese silencio. Ahora que lo pensaba, al hablar con él no lo citaba directamente, simplemente hablaba con él y ya.

 

-Ah, sí.

-¿Y por qué?

 

Law señaló su espalda -Siempre lo llevas. Bueno, las veces que te vi antes del accidente lo traías contigo.

-Ya veo -el pequeño tomó el sombrero entre sus manos y lo miró -Te parecerá extraño pero siento como que no debería separarme de él. Ace me contó que es un regalo de un tipo llamado Shanks, un amigo , que se mudó y me dejó este sombrero para que cuidase de él. Desde ese entonces no lo he vuelto a ver pero ahora es como si no lo conociera aunque lo haya visto en fotos pero algo en mí me dice que es muy apreciado. Todo es un poco extraño -dijo con un halo de tristeza

-Yo también...-llamó la atención del otro que dejó de mirar su sombrero para mirarlo a él -También tengo un objeto preciado para mí: es un gorro con lunares marrones. Ese sombrero me lo compraron mis padres el día que tuvimos un accidente de coche, el mismo día en el que ellos y mi hermanita fallecieron.

-Lo siento. No hace falta que me lo cuentes si no quieres.

-Se podría decir que es el único recuerdo que me queda de ellos y por eso tengo mi sombrero bien guardado, para que no le pase nada.

-¿No será mejor que lo lleves encima contigo?

-Para una persona despistada como tú sí. A demás me viene pequeño, me lo compraron cuando tenía 10 años.

-Aaa.

-Puede que los demás se pregunten dónde estamos.

-Seguramente. ¿No puedes llamarlos con tu móvil o algo para decirles que estamos en una cueva incapaces de movernos?

-Podría de no ser porque mi móvil es inservible ya que está lleno de agua por dentro.

-Pues no podemos hacer nada. Pues nada, creo que -dejó escapar un largo bostezo -Voy a dormir un poco. Buenas noches.

 

Luffy se tiró de espaldas y se durmió al instante. Law sólo lo miró. Al cabo de un rato sintió que sus ojos escocían un poco, supo que no aguantaría más y que tenía que dormir sí o sí. Puso sus manos detrás de su cabeza a modo de almohada y se tumbó para descansar un rato.

 

Y en esa cueva iluminada por la luz de la luna dormían dos jóvenes como un tronco. El mayor apenas se movía pero el de la cicatriz debajo de su ojo izquierdo sí que lo hacía y acabo con la cabeza en el pecho del otro y al parecer era tan cómodo que no volvió a moverse en todo lo que quedaba de noche.

 

…....

…....

 

 

 

 

 

 

….....

….....

 

El sol era una maldita molestia y más aún cuando lo tenías de frente. Abrió los ojos despacio y lo primero que vio fue una cabeza negra en su pecho. ¿Qué podría hacer en ese momento? Lo más sensato era quitárselo de encima pero el muy bastardo lo acababa de abrazar. Se estaba preguntando cómo es que acabaron así.

 

A la mierda todo.

 

Se lo quitó de encima. El otro seguía durmiendo con un rostro angelical. Era el momento perfecto para irse de ahí pero no quería despertarlo, le apetecía mirarlo por un rato más pero escuchó que los llamaban: “Luffy”, “Trafalgar” era lo que escuchaba a parte del quejido de su acompañante que al parecer estaba despertando.

 

-Ey, despierta.

-¿Ya es de día?-decía aún somnoliento

-Han venido a buscarnos, tenemos que salir de aquí.

 

Volvieron a meterse en al agua. Luffy gritó a sus amigos indicándoles donde estaban y lo que harían era rodear la costa hasta encontrar la playa y poder salir del agua. Ace les dijo por dónde tenían que ir para encontrar la playa más cercana y reunirse allí.

 

Cuando llegaron a la orilla estaban todos esperándolos con toallas. Luffy fue envuelto en una toalla por Hancock quien miró a Law con furia.

 

-A ver- Ace fue el primero en hablar -¿Dónde estabais?¿Qué os ha pasado?¿Por qué estabais en el agua?¿No se os ocurrió llamarnos? Queremos respuestas.

-Verás...-comenzó a decir Luffy secándose la mejilla -Íbamos hacia vosotros, el que guiaba era y yo y nos perdimos. Luego me detuve cerca del acantilado y de repente una ráfaga de viento hizo que algo entrase en mi ojo, retrocedí y ya os podéis imaginar lo que pasó después. Entonces...

-¿No pudiste evitar eso? -ahora una mujer se dirigía a Law peligrosamente -Eres un inútil, ¿¡y si hubiese muerto!? Tú serías el único culpable. ¡Tú! -Estuvo a punto de darle una bofetada a Law pero fue detenida por él y por otra mano perteneciente a la de su pequeño amado.

-Luffy...

-Hancock, ¿qué demonios te pasa?¿Con qué motivo ibas a pegarle? -la pelinegra fue liberada del agarre -Él no tiene la culpa de nada. Al contrario, se tiró al agua para no dejarme solo -miró a su hermano -Tuvimos la suerte de que hubiese una especie de cueva en frente y como no veíamos mucho, decidimos quedarnos ahí. El único con móvil era Law pero se estropeó por culpa del agua por lo que no pudimos avisaros de lo que nos pasó -dijo ya más calmado

-Estás equivocado – intervino Hancock dueña de aquella cara bañada en lágrimas -¡Él tiene la culpa de lo que está pasando! ¡Él no tendría que estar aquí!

 

Boa Hancock se marchó del lugar corriendo.

 

-¿Qué le pasa? -preguntó Luffy

-Iré a ver cómo se encuentra -dijo Nami

-No entiendo nada...

 

Después del numerito nadie dijo nada más, ¿para qué complicar más las cosas?. Regresaron a la caseta y comieron algo, tenían que comenzar a empacar sus cosas de vuelta puesto que tenían que volver a la ciudad.

Law, con su maleta en la mano, fue a hablar con Ace. Después de lo ocurrido, quería estar solo.

 

-¿Seguro te las apañarás?

-Sí, tengo una cosa que hacer en el pueblo vecino por el que pasan los autobuses en incluso salen directos a la ciudad. No creo que tenga problemas para regresar.

-Bueno, vale -dijo no muy convencido -Ten cuidado.

-Tengo que irme ahora, el autobús sale dentro de 10 minutos. Dales las gracias de mi parte y lo siento por no despedirme de ellos.

-Claro, cuídate.

 

Obviamente no tenía nada que hacer en el pueblo vecino. Ya no faltaba nada para la llegada del autobús directo a la ciudad al igual que para el pueblo vecino.

 

-¡Law!

-¿Pero qué...Qué estás haciendo aquí?

-Voy a acompañarte. Hablé con Ace y le dije que iría contigo.

-¿Y le parece bien?

-No sé, no escuché lo que estaba diciendo. Yo sólo cogí mis cosas y vine directo aquí con la esperanza de encontrarte.

-Regresa ahora mismo.

-¿Qué? ¿Por qué~?

 

Definitivamente ese niño lo ponía de los nervios, un tic en su ojo derecho había aparecido. Si se fijaba bien en el otro, parecía cabizbajo y, al igual que él, no parecía querer volver con sus amigos. Y él quería estar sólo pero estar con el otro no parecía una idea desagradable.

 

-¿Se puede saber por qué quieres venir conmigo?

-Yo...Primero quería disculparme por lo de Hancock, está muy rara últimamente. Y por lo que ha pasado...Prefiero mantenerme distanciado. Hablaré con ella más adelante pero ahora me siento incapaz de mirarla siquiera. Por eso, por favor, déjame acompañarte a donde sea que vayas.

 

Cogió a Luffy de la mano y ambos subieron al autobús que cerró las puertas al segundo. Law lo condujo a los asientos del final y él se sentó al lado de la ventanilla y con Luffy a su otro lado.

 

-Gracias.

 

Law no dijo nada.

 

-¿Por cuánto tiempo estaremos?

-Tengo ropa para tres días como máximo. Si el pueblo es interesante. Nos quedamos tres días y si no lo es, volvemos mañana mismo. Pensándolo bien, tengo que encargarme de los gastos de mi domicilio así que volvemos mañana.

-Vaaaaale. Mira, Sanji estaba haciendo cajas de almuerzos y le robé dos. Toma, esta es para ti.

-Gracias. Pero ¿con qué comemos?

-¡Mierda! -Luffy golpeó su frente con la palma de su mano -Pues...¿con la mano?

-No seas bruto.

-Es que no hay ninguna otra opción -se quejó

 

Law suspiró -Cuando lleguemos buscamos un supermercado o algo y compramos palillos, cucharas o tenedores, lo que sea.

-Buena idea.

-¿Podrás aguantar hasta entonces?

-Lo intentaré.

 

El ojeroso recordó a su padre adoptivo otra vez, tal vez lo esté llamando de nuevo o le haya enviado un mensaje. Daba igual, ya hablaría con él.

 

-Y ¿a cómo se llama el pueblo al que vamos?

-No tengo ni idea.

 

Ambos rieron.

 

Notas finales:

Bueeeeeeeeeeno, ¿Qué os ha parecido? Podéis dejar vuestras opiniones que con gusto las leeré ;)

Un beso muy grande a ti que has llegado hasta aquí y estás leyendo esto y espero verte pronto!


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