Renovadas sensaciones
Mikoto caminaba alegre por las calles del centro, seguida por su esposo lleno de bolsas por gusto de su mujer.
-¿Quieres detenerte a comer algo? Por favor- dijo casi en una suplica Fugaku. Estaba completamente agotado habían pasado dos horas interminables y ya habían pasado por mas de treinta tiendas diferentes y su esposa aun no se cansaba de comprar.
-Claro. Pero, tienen que ser ¡Dulces!- respondió esbozando una gran sonrisa.
-¡Por mi puedes comer lo que te de la gana! Solo paremos un rato para descansar-
-Vamos no estés molesto, tu sabes perfectamente que yo conozco a mis hijos como la palma de mi mano. Fue tu culpa por aceptar la apuesta- dijo divertida, Mikoto miro a los alrededores y encontró una pequeña tienda de dulces- ¡Allá!- dijo señalando el lugar y camino rápidamente hacia la tienda.
-Tsk, no vuelvo a apostar con mi esposa lo que me queda de vida- murmuro con molestia mientras seguía a su esposa.
Mikoto se encontraba fascinada por todos los postres del lugar, observando cada uno de ellos detenidamente como si de una critica profesional se tratara- Disculpe, ¿Me podría dar ese?- dijo señalando un postre de chocolate y glaseado de vainilla, la mujer solo asintió con una sonrisa y le entrego el dulce después de que la azabache pagara.
Mikoto comía con una pequeña cuchara el delicioso postre, mientras Fugaku tomaba un café amargo- Oye Fugaku ¿Te acuerdas cuando Kushina y yo les obligábamos a Minato y a ti salir de compras y siempre terminábamos con una casa llena de ropa y dulces?-
-Por supuesto que sí, yo no entendía como era que Minato podía andar tan relajado mientras ustedes compraban de todo- suspiro con nostalgia- pero bueno, ustedes siempre fueron buenas amigas. Ahora que lo pienso, una vez Kushina y tu traumatizaron al hermano de Minato, su nombre era... ¡A si! Namikaze Deidara-
-Si, lo recuerdo muy bien. Lo vestimos con un traje morado claro que le quedaba tan lindo, sus mejillas estaban un poco sonrojadas y le soltamos el cabello, parecía una chica y le tomamos muchas fotos; recuerdo que cuando Itachi lo vio, Deidara por poco no se desmaya, estaba muy colorado y creo que hasta parecía un tomate sonrojado hasta las orejas, y Itachi estaba babeando y completamente atontado por el, si mal no recuerdo un hilillo de sangre resbalaba de su nariz. Ah~ siempre hicieron tan linda pareja-
-Vale, pero yo recuerdo que el pobre Deidara casi ni se podía parar el dia siguiente- dijo Fugaku soltando una carcajada.
-Nada menos me esperaría de mi hijo mayor- dijo llena de orgullo.
Fugaku alzo una ceja y luego negó con la cabeza- sigues siendo la misma pervertida que cuando te conocí-
-Pues gracias a ello ya no eres homofóbico- alego para luego probar otro bocado del dulce.
-Supongo que tienes razón- dijo para luego tomar un sorbo de su café.
-¿Pero sabes? Siempre creí que tu y Minato harían buena pareja- Fugaku escupió todo el café ¡¿Como se le ocurría pensar si quiera en eso?!- Hay vamos Fugaku, es verdad, de hecho pensaba en Minato como el “Seme de la relación” ya que el era en secundaria -y sigue siendo- diez centímetros mas alto que tu- una fuerte patada para el orgullo del Uchiha, maldita anatomía. En ese momento hubiera preferido no saber absolutamente nada de lo que en años atrás veía su esposa y lo traumatizo a el, por lo menos se hubiera podido hacerse el desentendido-No es que tenga exactamente esa perspectiva de ellos, solo que era muy cariñoso y cuidadoso contigo, siempre te defendía de los bravucones que te querían dar una paliza por ser un genio, millonario, sexy, casanova y si no te hubieras casado conmigo probablemente serias un Playboy. Dios me imagino una mansión llena de esas mujeres vestidas de conejo. Pero en fin aun creo que harían una bonita pareja-
-¿Cómo es posible que si quiera pienses en eso si eres mi esposa?-
-Es que siempre se la pasaban juntos, incluso vi unas cuantas veces a Minato sonrojado- respondió encogiéndose de hombros.
-Ideas tuyas mujer, Minato siempre estuvo perdidamente enamorado de Kushina, incluso se desvelaba pensando en como seria su vida con ella. Y yo tenia que aguantar sus benditas cursilería cuando se hicieron pareja. Y tuve que escuchar esa muletilla “ttebane” por los siguientes años-
-Pues a Naruto la heredo, solo que es “ttebayo”. Ha mi me parecían lindos-
-Ha ti todo lo que tenga que ver con “amor y cursilería” te parece lindo-
-Pues lo es- replico- y después te andas quejando de que Sasuke es amargado- dijo esto ultimo en un susurro inaudible para el Uchiha.
-Oh, mira ya son las diez, deberíamos volver y mañana sigues con tus compras impulsivas- dicho esto se levanto y tomo nuevamente las bolsas.
-Vamos- se levanto tiro los restos y se encamino con Fugaku a su auto.
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Deidara se encontraba en el aeropuerto esperando con ansias contenidas a Itachi, estaba atento a su alrededor esperando encontrarlo. De la nada unas manos le cubrieron los ojos, se tenso.
-No te preocupes, soy yo- dijo Itachi mordiendo el lóbulo del blondo, volteo a Deidara, volviendo a ver ese sonrojo persistente en sus mejillas que tanto extrañaba.
-Itachi...- dijo desviando la mirada completamente avergonzado por la acción del azabache mayor. Aunque en realidad ambos sentían una embriagante felicidad por volver a verse, como si hubiesen pasado siglos desde que se encontraron sus mirada por ultima vez.
-Te extrañe- decía para luego acercarse lentamente a los labios del rubio. Deidara se dejo llevar a pesar de que todo el mundo los veía, pues se había perdido en esos profundos ojos. Fue un beso lleno de amor y anhelo, Itachi lo tomo de la nuca para profundizar el beso y Deidara paso sus manos por su cuello, ignorando todo a su alrededor.
Deidara ahogo un gemido, causando que Itachi adentrara su lengua para explorar cada parte de la cavidad de su rubio. Segundos después se tuvieron que separar por falta de aire, quedando un hilo de saliva les unía.
De repente un flash los cegó por segundos, era Minato que les había tomado una foto- Esta es para Mikoto, de seguro le va ha encantar tener nuevo un nueva foto de un “Yaoi Live Action”- dijo sonriente mostrándoles la foto en el móvil.
-¡Dame eso nii-san!- dijo Deidara separándose de Itachi para intentar inútilmente quitarle el móvil a Minato, pero este como era mas alto levanto el brazo en que sostenía el móvil impidiendo que lo tomara.
-Lo siento Dei, pero no todos los días se tiene la oportunidad de tomar una foto a dos jóvenes lujuriosos, y más todavía si es mi hermanito-
-¡Vamos! ¡Dámela!- decía el rubio menor intentando agarrar el móvil completamente sonrojado por las palabras de su hermano.
Itachi miraba todo divertido, siempre se divertía mucho con ese trió de rubios mientras hacían este tipo de escenas cómicas... Itachi paro en seco de reír ¿Trió? Volvio su vista hacia ellos, efectivamente no eran tres como debía ser ¿Dónde se encontraba Naruto? Miro alrededor encontrándose con la indiferente mirada del rubio menor que observaba a Minato y Deidara expectante, se encontraba completamente estoico.
Itachi observo detenidamente las facciones del rostro de Naruto, ligeras ojeras debajo de sus ojos, estaba un poco mas pálido de lo normal, su rubio cabello no tenia tanta luz como la ultima vez que lo miro y sus ojos estaban un poco opacos, pero no lo suficiente para que ese color zafiro perdiera su belleza, ademas de que tenia una ladeada sonrisa de tristeza.
Itachi volvió su mirada a Deidara, pidiendo una explicación. Este al darse cuenta de la mirada de su novio volteo a verlo, tenia el ceño fruncido y miro por pocos segundos a Naruto quien permanecía callado y alejado de aquella situación.
Deidara se acerco a el y le abrazo ante la confusa mirada de Minato- Te lo explicare después- dijo en un pequeño susurro, se soltó del abrazo y dijo-Bien, vamos a comer algo a la casa que de seguro Itachi tiene hambre- dijo forzadamente, mirando al Uchiha para que le ayudara.
-Eh, si...-
-Bien vamos, hay ramen casero preparado- dijo Minato dándose la vuelta y dirigiéndose a las afueras del aeropuerto para ir al estacionamiento. Itachi miro con reproche a Deidara, este solo le sonrió nervioso y siguió a Minato tomando de la mano al Uchiha.
Naruto los miro unos momentos preguntándose ¿Por qué no había dicho ni media palabra desde que el Uchiha llego?... ¿Estaría tan nervioso que no podría hablar? ¡Pero que estupidez! No estaba nervioso, su ritmo cardíaco seguía relajado, respiro hondo para dirigirse ha donde ya se habían ido los demás.
El viaje fue rápido, Naruto se sentó al lado de la ventana para ver el paisaje con el fin de distraerse y en todo el viaje estuvo en silencio. Mientras Deidara, Minato y Itachi hablaban de todo tipo de cosas triviales.
Naruto pensaba en la reacción de Itachi al verle, claramente se dio cuenta de que había cambiando ya que le miro con sorpresa y tristeza.
Al llegar a casa Deidara llevo a Itachi a su habitación para que acomodara sus cosas ya que se quedaría en la casa de los Namikaze.
-Bien. Deidara, explícame que le esta pasando a Naruto- dijo Itachi sentándose en la cama mientras miraba a Deidara suspirar.
-Es por el coma de Kushina-San, desde que eso paso ha estado saliendo con unos nuevos amigos, no creo que sean malas influencias como dicen los demás, solo tienen muchos problemas-
-¿Nombres y detalles?- interrumpió Itachi.
-Subaku No Gaara cabello rojo, y tiene tatuado el kanji amor en su frente, ojos turquesa, es el hijo de un empresario profesional y reconocido a niveles internacionales, tiene dos hermanos, Kankuro y Temari, ambos mayores que el, su madre murió cuando nació y al parecer sufre el desprecio de muchas personas por el hecho de que su padre ha hecho muchos males para llegar a donde esta y ha puesto toda esa carga sobre el. Hyuga Neji, cabello negro, ojos peculiares de color blanco como una perla, es el hijo de una familia poderosa y esta el en la rama de los lideres, su padre murió cuando el era un niño para sacrificarse por su hermano el lider, Hyuga Hiashi, y desde que eso paso su tío lo ha puesto “aprueba” por así decirlo, para que se case con su hija, Hyuga Hinata, por lo que desde que era niño se ha aislado para ser un “buen esposo” como quería su padre, por lo tanto ha estado sufriendo en silencio. Nara Shikamaru, cabello negro e igual sus ojos, por su gran intelecto desde pequeño le han forzado a tomar clases excesivas y diversos exámenes a diario para que pueda “superarse”, su familia desea que sea alguien exitoso, por lo tanto fuerza sus limites de todas las maneras posibles para desarrollar una mejor cognición, por lo tanto se aisló para convertirse en un “buen estudiante” siendo atosigado por su familia- respondió serio Deidara.
-Veo que sigues siendo el mejor para recolectar información- dijo mostrando una amplia sonrisa.
-Si, bueno sigo con lo que decía, eh notado también que Naruto no puede dormir muy bien en la noche y su estado de animo es neutral, ademas de que no le da mucha hambre por lo que me tiene preocupado-
-Esperemos que se vaya recuperando... este Deidara te tengo que comentar algo- dijo inseguro el Uchiha, no sabia como se tomaría lo que le iba a decir.
-¿Eh? ¿Qué cosa?- pregunto expectante el Namikaze.
-Sasuke... el se casara en unos años- Deidara abrió los ojos lo mas que pudo ¡¿Cómo es posible que se vaya a casar y deje a su lindo sobrino de lado?!- con Uzumaki Karin-
-¡Jajajajajaja! Estas de coña Itachi- dijo colocando una mano en su estómago y la otra en el hombro de itachi mientras reía, deteniéndose un poco observo el rostro serio del Uchiha- ¡Vamos Itachi! Es Karin, es imposible que Sasuke se fije en alguien como ella, no es que sea fea ni nada por el estilo, solo que es totalmente diferente a la perspectiva que tiene Sasuke para la mujer con quien se va a casar-
-No estoy bromeando Deidara, es verdad- sentencio el Uchiha mientras veía como Deidara retomaba su semblante serio.
-Hum, ¿Qué le hizo cambiar tan drásticamente de opinión?- ¡Carajo! Se dijo mentalmente Itachi, Deidara no era un estúpido y el no quería mentirle.
-Nuestro padre... Sasuke cree que el quiere descendencia- mintió, esa era la mejor excusa que se le pudo haber ocurrido.
-¿Fugaku-San?- pregunto incrédulo, bueno era normal que una prestigiosa y de su caudal como la familia Uchiha tuviera descendencia, pero aun así tenia dudas- y ¿Por qué justo con Karin?-
-Pues... su padre es un excelente empresario y pensó que seria beneficioso que se casara con su hija- respondió tratando de no parecer nervioso, le agradecía a su padre internamente esas clases para controlar algunas situaciones que su padre le había obligado a tomar debido a que “heredaría la empresa Uchiha” .
La mentira no duraría mucho, pero aun así su padre le había dicho que no dijera nada al respecto, de hecho con solo decirle lo de la boda había pasado el limite que impuso su padre, seria peor si le decía la verdad, a si que esperaría el lugar y el momento oportuno.
-Supongo que esta bien... bajemos para comer- dijo levantándose para ir al comedor en la planta baja mientras el azabache le seguía. Era claro que dudaba de las palabras de Itachi, no era que no confiara en el, pero lo conocía demasiado bien como para percatarse de que algo grave ocurría.
Cuando bajaron Naruto se estaba colocando sus deportivos-Eh, Naruto ¿Adónde vas?- pregunto Deidara acercándose al rubio menor.
-Iré a la casa de Gaara un rato, volveré un poco tarde a si que no te preocupes. Adiós- dijo levantando su mano en señal de despedida y salio del lugar.
Deidara se volvió para ver a Itachi que miraba la puerta por donde el rubio menor acababa de salir, se encogió de hombros y negó con la cabeza.
-Oigan chicos, me ha salido un trabajo importante así que tengo que ir, disfruten la comida. Nos vemos luego- decía mientras bajaba las escaleras apresurado y salia por la puerta.
Deidara fue a la cocina a terminar de poner la comida. Itachi que seguía parado en uno de los escalones vio la oportunidad y fue hacia a el, este volteado parecía arreglar una cosa en la cocina cuando el moreno inesperadamente lo volteo y capturo sus labios en un hambriento beso.
Deidara sonrió mientras correspondía el beso, pasando sus manos por el cuello del azabache y este a su vez por la cintura de su rubio.
De la nada Itachi bajo sus manos hacia el trasero del rubio y lo apretó, causando un gemido por parte de Deidara, el otro aprovecho la oportunidad para infiltrar su lengua en la cavidad del rubio.
Itachi levanto a Deidara, este enrollo ambas piernas en sus caderas e Itachi como pudo camino hacia las escaleras y subió los escalones, abrió la puerta de la primera habitación de una patada y llego a la cama tambaleándose dejando al rubio sobre ella y posicionándose sobre el.
Le fue quitando la camisa al blondo, deleitándose con su formada figura. Al terminar, la camisa cayo en alguna parte del cuarto y el azabache se concentro en uno de los pezones del rubio mientras que con una de sus manos se dedico a masturbar el otro con ahínco haciendo que el rubio temblara levemente.
Itachi sonrió con malicia mientras bajaba una de sus manos a la entrepierna del rubio, este arqueo su espalda al sentir como la traviesa mano se adentraba en su bóxer y tomaba su miembro semi-erecto, causando un sonoro gemido de su parte.
Itachi masturbaba el miembro del rubio lentamente, casi torturándolo, pues este no quería que se escucharan sus gemidos afuera de la casa y el no ayudaba mucho; este se levanto y le saco los pantalones a Deidara lanzándolos a algún lado de la habitación, luego libero el miembro ya erecto de su bóxer.
El azabache fue bajando mientras dejaba esparcidos castos besos por el torso del rubio, cuando llego a su entrepierna dio un lengüetazo a su miembro Deidara le dirigió una mirada de reproche al azabache este respondió con una sonrisa maliciosa y lo volvió a lamer lentamente, saboreando su anatomía.
-¡Hazlo de una vez!- dijo el blondo entre cortadamente.
El azabache no chisto en obedecer y se trago todo lo que pudo del miembro de Deidara, este se mordió el labio inferior tratando de contener un gemido. Itachi siguió con su trabajo succionando con sus labios la extensión del rubio en un vaivén, el otro con tanta fuerza se mordió su labio que un pequeño hilo de sangre bajaba por su comisura, aunque no sentia dolor alguno pues la lengua de Itachi hacia un excelente trabajo.
En cuestión de minutos Itachi ya subía el ritmo del vaivén y Deidara ya tenia su mano en el cabello azabache marcándole el ritmo de la felación, este ya tenia espasmos, señales de el pronto orgasmo, trato inútilmente que Itachi parara pero este ni la mas mínima atención le presto. No pudo contener el orgasmo y se vino en la boca de su amado, este levanto su cabeza mostrándole una erótica imagen a Deidara, el azabache tenia los ojos entrecerrados y de su comisura bajaba un poco de su semen.
-Delicioso- espeto el Uchiha lamiéndose los labios mientras volvía para besar a un sonrojado Deidara.
-Uchiha idiota...- jadeo Deidara. El susodicho rió burlonamente mientras una de sus manos bajaban a la entrada de su amante, introdujo el dedo corazón que estaba cubierto por un pegajoso liquido lentamente. Deidara al sentir la intromisión se tensó un poco, podía asegurar que la “preparación” era la parte mas tortuosa, pues ya quería sentirlo dentro de el.
Itachi al ver la desesperación del blondo rio por lo bajo- No desesperes- susurro en sus oídos mientras mordía el lóbulo de su oreja- deja que te prepare, pues no pienso contenerme-
Cuando Deidara ya se acostumbro, Itachi introdujo el segundo, dilatando su entrada con sus dedos en forma de tijera, causando un pequeño gemido por parte del blondo. Siguió jugando con su cuerpo hasta que el mismo no pudo contener sus ansias. Itachi se levanto, se saco el resto de su ropa que ahora estorbaba y se posiciono encima de Deidara nuevamente.
Le sonrió lascivamente- Listo- más que una pregunta fue una afirmación. Deidara cerro fuertemente los ojos en anticipación. Al sentir como el moreno introducía su miembro de una sola estocada, soltó un quejido por la repentina y dolorosa intromisión.
Itachi espero a que Deidara se acostumbrara, este movió las caderas en señal de que prosiguiera. Lo cual hizo lentamente, pues la estreches de su entrada lo estaba volviendo loco y no quería lastimar a Deidara.
Se acerco al cuello del rubio y empezó a succionarlo, dejando notorios chupetones como marcas de lo que era suyo, de los que seguro le reclamarían después.
El dolor fue rápidamente sustituido por el placer, el azabache aumentaba la velocidad de las embestidas, rozando deliciosamente con cada estocada la próstata del rubio. Los gemidos y gruñidos no tardaron en hacer presencia en la habitación.
Deidara por mas que intentara no podía contener cada uno de los gemidos que cada vez eran más audibles, cosa que Itachi disfrutaba sin ninguna duda. El susodicho tomo por las caderas a Deidara y lo sentó en su regazo, haciendo mas profundas las penetraciones. El rubio paso sus manos por el cuello de Itachi y le beso, en un intento por mantener callados los gritos de placer que amenazaban en salir. Deidara se separo del beso arqueando la espalda y se corrió entre sus vientres con un gemido que de seguro los vecinos escucharon.
Itachi gruño al sentir como la entrada se contraía apresando a su miembro en una estreches inmensurables. Un par de penetraciones mas y llego al orgasmo en su interior, saliendo lentamente de este escuchando un pequeño jadeo por parte de Deidara que tenia la cabeza recostada en su hombro tratando de regular su respiración mientras una fina capa de sudor le cubría.
Lo dejo en la cama y se acostó a su lado. Sonrió con tranquilidad cuando se dio cuenta que el rubio se había dormido. Lo acerco mas a su cuerpo recostando su cabeza en su pecho y empezó a acariciar la cabellera de su novio, velando por su sueño.
Continuara...