Información desconcertante
Naruto caminaba absorto en sus pensamientos sin ser capaz de prestar la más mínima atención a donde sus pies le dirigían. Observo desinteresado el reloj de su muñeca derecha, las nueve en punto. Suspiro, la verdad no quería volver a la casa, pues encontrarse a su tío e Itachi empalagosos y diciéndose todo tipo de cursilerías no le entusiasmaban mucho.
La lluvia empezó a caer, tomando desprevenido al rubio, que inevitablemente quedo totalmente empapado, miro a sus alrededores con desgano para encontrar algo que le pudiera sacar de aquella situación, pues no le agradaba mucho la idea de caminar a su casa completamente mojado. Para su sorpresa se encontró con la casa de Gaara a solo unos metros de donde el estaba, al parecer como dijo, terminaría yendo a la casa del pelirrojo. Fue caminando hasta ella un poco apresurado, tocando la puerta impaciente al estar al frente de la casa, encontrándose con un desconcertado pelirrojo.
-¿Pasa algo?- pregunto Gaara mientras recorría al rubio con su mirada de pies a cabeza.
-Digamos que el novio de mi tío a llegado de otro país y no quiero presenciarlos, por que de seguro me da un coma diabético-
-Vale, pasa- dijo haciendo caso omiso a que el chico estuviera totalmente mojado. Cuando subieron a la habitación Gaara se dirigió a sacar un poco de ropa de uno de los cajones del armario- supongo que querrás bañarte ¿No?-
-Claro- después de entrar a la ducha, Gaara tomo la ropa que había sacado para el blondo y se dirigió al baño, al abrirlo se encontró con una linda vista. Naruto se encontraba de espaldas lavándose el cabello, lo que le concedió al pelirrojo una perfecta muestra de sus glúteos.
Gaara tratando de no asustar a su amigo y que le tacharan de un pervertido acosador, cerro la puerta con el mayor cuidado posible. Coloco la ropa encima de la mesa que tenia al lado de su cama y se recostó en la misma, para tratar de distraerse y que aquel molesto color carmín se esfumara de sus mejillas.
Naruto por su parte terminaba de salir del baño, poniéndose una tualla alrededor de la cintura y otra en su cabello para que dejara de gotear. Al salir se encontró con Gaara acostado, mirando por la ventana hacia afuera.
-Oye, Gaara, y ¿La ropa?- pregunto moviendo su cabeza sin encontrarla.
El pelirrojo suspiro y se sentó, para posteriormente tomar la ropa y lanzársela al blondo- necesitas lentes- dijo burlón mientras se volvió a acostar, dándole la espalda al Uzumaki.
-Idiota...- susurro. Gaara le miro con reproche a lo que este respondió con una amplia sonrisa y empezó a colocarse la ropa, causando que el pelirrojo se acostara rápidamente para que no notara su sonrojo- Gaara, tú dijiste que tus padre había muerto ¿No?- pregunto, dejando desconcertado al pelirrojo.
-Pues, sí, ¿Por qué?- el sonrojo había desaparecido; hablar de ese tema no le agradaba en lo absoluto.
-Tú algunas veces mencionas a tu padre como si bueno... estuviera vivo-
-Ah, eso, no es mi padre en realidad, es mi tío, Sasori. El nos ayudo mucho, y yo me encariñe con el, por lo que empece a llamarle de esa manera. Pero ahora esta viajando continuamente y casi no lo veo- respondió sin interés y reprochándose a si mismo por ese habito que aun tenia.
-Entiendo. Y ¿Él es cómo tú?- Naruto ya había terminado de cambiarse, por lo que se encontraba sentado en el suelo, mientras se apoyaba de la pared.
-Si te refieres a la apariencia, si tiene cierto parecido a mi. Y en cuanto a la personalidad, también, aunque un poco mas serio que yo. Pero muchas veces lo he visto divirtiéndose con un amigo suyo-
-Vale- Naruto observo con mas detenimiento el cuarto de su amigo, ciertamente cuando estaba en ese lugar se sentía mas relajado, pero jamas llego a fijarse en los detalles de este. Es de un color gris claro, relajante en si. Tiene los típicos muebles un escritorio, una mesa al lado de la cama, el armario y la cama. Esta tenia una sabana roja con pequeños esferas de color negro. Y al lado de la cama estaba una ventana, en la que se podía apreciar un hermoso paisaje, ya que daba al parque.
-¿Piensas ir mañana a clases?- pregunto Gaara un poco mas relajado mientras se sentaba al borde de aquella superficie.
-No lo sé... todo esta revuelto. Las matemáticas, geografía, física, química, literatura, ciencias... dios, todo eso algún dia me volverá loco- Naruto movió su cabellera frenéticamente. No entendía nada, eran demasiadas cosas a la vez, exámenes, exposiciones, trabajos, proyectos, maquetas... de verdad, para ser su ultimo año en secundaria, estaba que le explotaba la cabeza por tanta información de diversos temas.
-¿Eres idiota?- pregunto Gaara incrédulo. Naruto le miro confundido. Suspiro estresado- No te concentres en todo de una sola vez. Una cosa a la vez, si almacenas tanta información desordenadamente, tú cerebro se volverá un desastre y no entenderás absolutamente nada- explico el pelirrojo. A veces que de verdad no entendía el porque Naruto siempre hacia las cosas mas complicadas de lo que ya eran.
-¿Entonces cómo pretendes que termine la secundaria? ¿Qué utilice magia negra o haga algún tipo de pacto para que me ayuden?- ironizo el blondo.
-No, a menos a que quieras que Belcebú* te coma vivo- respondió en una carcajada, contagiando al rubio de ella.
Después de reír un poco mas el rubio suspiro con cansancio- Hablando en serio ¿Cómo esperas que haga eso?-
-Fácil, Naruto. Lee un libro a la vez, anota lo que aprendiste de el en un cuaderno y así sucesivamente- aclaro encogiéndose de hombros.
-Vaya ¿Eso es lo qué tu haces?-
-No, suficiente con que preste un poco de atención. Pero tu eres un caso diferente, a si que supongo que eso te vendría de ayuda-
-¿Me estás diciendo que soy un estúpido?- pregunto arqueando una ceja.
-Sí, pero dicho con palabras bonitas. A si que deberías agradecerme por no ser un bastardo y decirte todo eso directamente- Gaara no se percato, pero lo ultimo dicho le afecto al blondo. Por el simple hecho de que recordó las continuas discusiones con Sasuke por lo mismo, causando que una sonrisa de tristeza abarcara en sus finos labios-Bueno, Naruto, estoy un poco cansado a si que ahí- Gaara apunto con su dedo un cajón en el armario- hay un futón para cuando quieras dormir- culmino acostándose nuevamente dándole la espalda al blondo, durmiéndose al instante.
Naruto dirigió su visión al lugar señalado por el pelirrojo. Se levanto con desgana, saco el futón y lo coloco en el suelo. Se dirigió hacia la puerta para apagar el interruptor de la luz, justo al momento de estar milímetros de apagarlo, se escucho el abrir y cerrar de una puerta, junto con unos cuantos susurros provenientes de la primera planta.
Naruto algo asustado por aquellos ruidos, se acerco un poco a las escaleras tratando de hacer el menor ruido posible. Al estar en las escaleras de manera que no pudieran verlo, diviso a una rubia com traje, la recordó al instante, Gaara le había mostrado fotos de ella y de su hermano, que flagrante rebuscaba algo sentado en el sillón.
-Si eres un desordenado. Te dije que arreglaras todo eso en la mañana para tenerlo listo lo mas pronto posible, pero obviamente nunca tienes tiempo por andar detrás de la zorra esa- dijo encolerizada mientras sacaba bruscamente papeles de su portafolios.
-Temari, te he dicho que le dejes de llamar de esa manera, su nombre es Matsuri. Y si no he ordenado esto, es por que tengo demasiado trabajo con el ultimo caso que me ha salido, de verdad no entiendo como esa gente se puede meter en semejantes problemas-
-Supongo que ese es un punto para ti.Para que los argumentos sean convincentes es realmente difícil, considerando el tipo de problemas en los que se meten ellos- dijo mientras ordenaba unos papeles.
-¿Crees que nos hubiera ido mejor si hubiéramos elegido la carrera que queríamos?- suspiro.
-Por lo menos disfrutaríamos el trabajo. Pero ahora no es momento de arrepentirnos- aunque dijo eso, en sus ojos estaba claro, había un atisbo de arrepentimiento.
-¿En serio? ¿No te arrepientes? Vamos Temari, adorabas estudiar diseño de modas, se te veía alegre y entusiasmada cada vez que tenias una nueva revista de moda-
-¿Me lo vas a reprochar a mi? Tu querías ser detective, no un idiota que esta todo el dia detrás de un escritorio-
-Bien, ninguno de los dos hizo lo que quería. Dejamos atrás a las personas que amábamos y les mentimos para que nos odiaran. Malgastamos nuestra puta vida por los caprichos de nuestro padre y ahora que esta muerto, no podemos volver atrás. Tenemos que seguir con esta mierda que llamamos vida solo por que no tenemos otra opción excepto el suicidio ¿Era eso lo qué querías escuchar Temari?- ahora Kankuro estaba levantado mirando con ira a Temari, mientras un montón de papeles yacían regados en el suelo.
-Restriegame toda esa estupidez en la cara si quieres Kankuro, pero tu sabes perfectamente que no estas enojado conmigo, lo estas contigo por obedecer los deseos de nuestro padre-
-Como si tu pudieras decirme eso, estamos en la misma situación y no me vengas con eso de que te estoy culpando a ti por lo que paso, tu también culpas a otra persona que no tuvo nada que ver-
-¿Crees que es muy divertido estar enojada con tu propio hermano por algo que no hizo? He intentado una innumerabilidad de veces dejar de culpa a Gaara por eso, ¡se perfectamente que no tiene culpa alguna! No es su culpa... no lo es...- Temari cayo de rodillas, ocultando su rostro lleno de lágrimas con sus manos. Kankuro se maldijo a si mismo por decir aquello, no era nadie para decirle ese tipo de cosas a su hermana y menos cuando el también lo hacia. Se acerco a Temari y la abrazo consolándola mientras lloraba en su hombro.
Naruto que miraba perplejo todo lo que ocurría, no entendía absolutamente nada ¿Gaara no tenia la culpa de que? ¿Por qué todo ese griterío? ¿Qué fue lo qué paso? Respiro profundamente, no le preguntaría nada al pelirrojo, era un tema delicado y el sabia a la perfección con quien hablar para conseguir esa información, por que no por nada su tío era uno de los mejores detectives de Japón. El blondo subió a la recamara de Gaara, cerro la puerta con cuidado y se dirigió al futón, aunque sabia perfectamente que no iba a poder dormir hasta eso de las tres o cuatro de la mañana.
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En Canadá, Fugaku pasaba una mano por su cara con estrés. Tenia que tener en claro todo lo que podría pasar, cada una de las opciones.
¿Qué pasaría si Kushina muere? Eso era lo que mas le perturbaba, conociendo a su hijo, este iría a consolar al rubio menor lo mas rápido que un avión le permitiera y eso no se podía permitir si quería que sus planes sucedieran al pie de la letra. Bien, si Kushina fallece guardara esa información, solo se la dirá a Itachi, no permitirá que Sasuke ni Mikoto se enteren si eso llegara a suceder, considerando el hecho de la larga amistad que mantenían su esposa y la Uzumaki.
Ahora se sentía incomodo y extraño, tenia un mal presentimiento ¿Qué paso entre la relación de Minato y Kushina? Claramente el no debía meterse en eso, pero ya había llegado a estos extremos, conocía perfectamente al Namikaze como para saber que algo malo sucedía, el instinto de la familia Uchiha jamas fallaba.
¿Por qué Karin no había dado la cara últimamente? se imaginaba que cuando la chica se enterara de la confirmación de la boda iría hacia Sasuke corriendo para pegarsele tanto como su complejo de babosa le permitiera y es que aquella chica no reparaba en acercarse a Sasuke. Pero no, Karin no había dado señales de vida y eso, era lo menos tranquilizante que le podía suceder.
Suspiro con cansancio, tantos cosas en que pensar era sumamente estresante, ya entendía por que Itachi se fue a darse unos buenos polvos con el rubio.
Miro el reloj que estaba encima de su librería personal, las dos de la mañana, demasiado tarde para su gusto, no disponía del tiempo suficiente y ahora tenia que usar las horas de sueño para aclarar todo este disparate.
Se levanto y salio del lugar, inevitablemente escucho unos gruñidos en la habitación de su hijo menor, negó con la cabeza divertido, al parecer Itachi no era el único que no podía dormir por cierto rubio de ojos azules. Bueno, por lo menos el mayor se había desecho de la abstinencia que el mismo impuso.
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Deidara se sentó como pudo en su cama, pues casi ni se podía mover por culpa de el libidinoso de su novio. Observo a su lado a Itachi, este dormía plácidamente aferrándose a la almohada. Sonrió con dulzura, unos de los mas preciados momentos con el Uchiha era cuando este dormía, poder ver en su rostro esa tranquilidad, no había palabras para definir como se sentía al verle dormir.
Se levanto de la cama de manera que no pudiera perturbar el sueño de su novio. Busco con la mirada algo que colocarse para no caminar desnudo por su habitación. Tomo la camisa de Itachi, ya que este era un poco mas corpulento y por consecuencia la camisa le llegaba hasta un poco mas arriba de los muslos. Por la astenia del momento, tuvo que sentarse rápidamente en la silla de su escritorio, maldiciendo mentalmente al azabache.
Se giro de manera que quedara frente al computador, este permanecía encendido, solo que en modo de descanso, por lo que cuando movió un poco el mouse la pantalla se ilumino un poco. Deidara diviso la hora, las diez de la noche, eso significaba que había dormido unas... cinco horas. Supuso que Naruto había llegado hace unas horas o se había quedado a dormir en la casa de su amigo.
Era sábado, por lo tanto no tendría que trabajar, así que se dio el tiempo para relajarse y seguir mirando a su novio.
Sonrio con ternura, al momento en que su mente fue invadida por recuerdos y en cada uno de ellos estaba Itachi, cuando su amor fue correspondido, cuando se graduó, su primera cita, su primer beso, la primera vez, sus risas, todos los mejores momentos que paso con Itachi llegaron a su mente, sumiéndolo en un mar de emociones.
Su teléfono vibro, sacándolo de su embobamiento. Lo busco con la mirada tedioso, encontrándolo a un lado de la cama, en la pantalla salia el nombre de su amigo, Sasori.
“Tienes que venir urgente al hospital Konoha, nos han pedido que lo registremos por razones, que obviamente el bastardo omitió”
Suspiro con molestia ¿Qué acaso ni un solo dia de descanso de podían dar? Tomo su boligrafo y un papel, explicando en el las razones por las que cuando Itachi despertara no estuviera con el.
Lo dejo en el escritorio y con dificultad se baño para luego arreglarse e irse a trabajar.
Cuando llego, como esperaba, su amigo le miraba burlón.
-Vaya Deidara, interesante manera de caminar- Deidara le fulmino con la mirada, pero solo logro que Sasori soltara una carcajada a mas no poder.
-Cállate y vamos a trabajar- dijo pasando por su lado y entrando en el hospital. Una mujer de unos veinte y cinco años, con el cabello morado recogido en una coleta, llevaba el típico uniforme de enfermera, con su nombre en una etiqueta, “Guren”
Continuara...