Relaciones dudosas
Deidara continuaba con su discusión sobre qué comer en la cocina con Itachi hasta que escucho los ligeros golpes a la puerta, al salir de la cocina para saber quién era una mueca de confusión se le formo en el rostro, Naruto abrazaba fuertemente a una mujer en la entrada.
-¿Qué haces aquí?- pregunto el rubio menor al soltar a la mujer, poseía una cabellera roja que mantenía atada en una coleta, sus ojos eran de un color violeta oscuro y le dedicaba una amable sonrisa a Naruto, quien respondía con una más amplia. Deidara seguía en la entrada de la cocina junto a Itachi, aún sin entender nada.
-¿Qué? ¿No puedo ver cómo le va a mi pequeño sobrino? Aunque, Kushina tenía razón, has crecido mucho Naruto- decía mientras le revolvía el cabello al susodicho, Naruto desvío la mirada- no te preocupes, estoy enterada de todo...- agrego.
-¿Emi?- exclamo patidifuso Minato, quien acababa de salir de su recamara y estaba bajando las escaleras. Itachi quien se había mostrado imperturbable a la presencia de aquella mujer, se sorprendió disimuladamente al escuchar su nombre, confirmando sus sospechas, pues el parecido que ella y Kushina tenían era innegable.
-Ah, Minato, cuanto tiempo- saludo dirigiendo la mirada al mismo, sorprendiéndolo, en su voz no había ni un atisbo de rencor, ni mucho menos en su mirada, ¿Cinismo? Probablemente, pues la pelirroja siempre había tenido mucho cariño hacia Naruto... tal vez no quería mostrarse de esa manera ante él.
-Sí, ¿Ya has vuelto de tus viajes?- dijo tratando de ignorar su atípico comportamiento.
-No, solo tenía ganas de ver de nuevo a mi sobrino, ¿Algún problema?-
-En lo absoluto ¿Te vas a quedar a cenar?-
-Claro, me gustaría saber qué tal le ha estado yendo a mí sobrino- Minato asintió circunspecto mientras observaba la actitud de Naruto, se veía totalmente alegre ante la presencia de Emi... se adentró a la cocina dejando a Naruto y Emi hablando de todo tipo de cosas triviales, siendo seguido por Deidara e Itachi.
-¿Me podrías explicar quién es esa persona?- pregunto Deidara.
-Es la hermana de Kushina, tú no la conoces ya que llegaste unos años después de que ella se fuera- explico calmadamente.
-Pero ¿Cómo es posible qué este tan tranquila? Digo, ¡Su hermana está en coma!-
-No lo sé, pero estoy completamente seguro de que lo sabe, su familia fue a las primeras personas que pusieron al tanto de su situación... pero bueno, no nos preocupemos de eso, Naruto se ve feliz con ella y con eso me conformo- dijo dando por terminada la conversación.
La cena transcurrió normal, por lo menos para Naruto, quien no se separaba de Emi. Itachi estuvo algo intranquilo pues la mujer no pareció perturbada por su presencia ahí, ni siquiera cuando supo que era un Uchiha, por su parte Deidara estaba confundido por ambas partes, primero el Uchiha había estado más indiferente que de costumbre y parecía perturbado por aquella mujer, es decir, era normal en cierto modo que se comportara de esa manera porque bueno, era la madre de su cuñada... pero aun así sabía que algo estaba pasando; además de que Emi como hermana de Kushina debería parecer un poco triste cuando hablaba de su hermana, pero no, hablaba sobre ella como si nada... probablemente no quería entristecer a Naruto, pero con eso solo demostraba ser la más afectada.
-Minato ¿Podría llevarme un rato a Naruto mañana? De verdad me gustaría pasar más tiempo con él- pidió Emi en el umbral de la puerta, Minato desvió la vista hacia Naruto quien le veía con cara de “Por favor, por favor”. Una sonrisa enternecido le surco en el rostro, hace mucho tiempo que su hijo no se comportaba como un niño pequeño...
-Por supuesto- respondió con una de sus cálidas sonrisas.
-Gracias... vendré por ti a las doce- Naruto sonrió ampliamente y se despidió de Emi, para luego subir a su habitación aún destellando alegría.
-Vaya, desde hace meses que Naruto no se comportaba de esa forma- comento Deidara asombrado por la renovada actitud de su sobrino.
-Kushina y Emi son muy parecidas Dei, por lo tanto Naruto recuerda a Kushina a través de Emi- respondió Minato ensimismado.
-Si... ahora que lo pienso mejor, en realidad pareciera que Emi si extraña mucho a Kushina, se veía un poco ausente cuando Naruto llegaba a decir su muletilla; porque además de que Naruto es muy parecido a Minato físicamente cuando lo conoces su personalidad es semejante a la de Kushina- suspiro Deidara.
-Tienes razón. Bueno, yo ya me voy a descansar tengo muchas cosas que hacer mañana- se despidió el rubio mayor.
-Bueno, ahora que estamos solos, me gustaría que me explicaras que esta pasando Uchiha- Deidara miraba directamente al nombrado, impidiendo que mintiera.
-...- ¡Carajo! ¡No debió descuidarse! ¡¿Qué iba hacer ahora!? ¡Se había dado cuenta! ¡Y era imposible detener a Deidara cuándo tenía curiosidad sobre algo! - ¿De qué estás hablando?- Muy inteligente Itachi, has como si no supieras nada ¡Cómo si eso sirviera de algo!
-¿Por qué parecías incómodo con Emi?- ¡Bravo! ¡Directo al grano, Deidara! Estoy jodido.
Suspiro, Deidara tenía una percepción tan aguda como la suya cuando le interesaba algo. Conclusión: o le decía la verdad a Deidara o quedaba en abstinencia hasta que lo hiciera... okay, mentirle no era una opción- La verdad, ni yo lo entiendo muy bien, se supone que Karin está obsesionada con Sasuke y ella... amenazo a Fugaku con hacerle daño sino se hacía lo que ella quería... su padre es el único que va hablar con Fugaku por lo tanto la acabo de conocer, y que ella estuviera tan tranquila sabiendo que yo, un Uchiha, estaba aquí me deja algo perturbado-
-Eso debe de significar que Emi no sabe nada y todo eso es algo que Karin ha hecho convenciendo a su padre permitiéndole cumplir sus caprichos... Pero no sé, me parece demasiado extraño que Emi no esté al tanto de la situación -
-Puede que tenga un poco de lógica, porque aunque la que haya heredado la empresa fue Emi, su esposo se ha encargado de todo, por lo tanto creo que sería más una estrategia conveniente económicamente. Pero no te preocupes por todo eso, tienes más cosas que hacer y yo puedo hacerme cargo de todo esto-
-Supongo que me tengo que conformar con que me dijeras la verdad; pero aun así no dudes en pedirme cualquier cosa que necesites... pero en serio ¿Sólo esa es la razón por la que has estado tan atento conmigo?- insistió Deidara.
Itachi formo una de sus típicas made in Uchiha- Ah, eso, ¿Tiene algo de malo que le quiera prestar más atención a mi novio?- Dijo acercándose peligrosamente a Deidara, provocando que este se sonrojara violentamente- hmp, ahora vamos a dormir, tengo que ir verificar unas cosas a una empresa en nombre de mi padre mañana- con cada palabra que articulaba el Uchiha sus labios rozaban los del blondo. Este impaciente de aquella unión, le dio un casto beso al azabache. Deidara sonrió socarronamente al notar que Itachi quería subir el beso de tono, por lo que se separó ávido y se fue a su habitación, dejando al otro confundido e insatisfecho, pero al notar que más bien era una invitación se apresuró a seguirlo... definitivamente mañana sería un día tedioso ¿Pero, quién decía que la noche no se podía aprovechar?
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Al siguiente día, como era sábado Naruto tuvo el placer de permitirse dormir más de la cuenta, despertando a las once, se ducho, vistió y termino de arreglarse en treinta minutos, gastando los restantes mientras desayunaba.
Se escucharon tres golpes leves en la puerta, por lo que Naruto veloz y ágilmente corrió esquivando a Minato quien servía la mesa, un jarrón que casi se cae por su imprudencia, Itachi provocando a Deidara para iniciar un coito en la cocina después de que todos se fueran, en fin, nada fuera de lo normal. Al abrir la puerta una amplia sonrisa surco en su rostro, dedicada a la mujer que le esperaba, quien le respondió con el mismo gesto.
-¿Nos vamos?- pregunto la pelirroja al ver la impaciencia del blondo; tan parecido a Kushina...
-Papá, Deidara, Itachi, ya me voy- se despidió el chico viéndolos por encima del hombro.
-Cuídate- respondieron los tres al unísono, el rubio menor les mostro una sonrisa amplia y salió del lugar junto a la pelirroja. Minato observo cada uno de las acciones de su hijo, mostrando un atisbo de lo que parecía ser una nostálgica sonrisa ¡Gracias a Emi era el mismo de siempre! Inclusive ni se había percatado de que lo había llamado “Papá”.
Observo como Itachi seguía con Deidara, claramente tratando de provocarle, pues era muy divertido ver al rubio sonrojado tirando las cosas más cercanas al causante de su vergüenza- Chicos, por favor, cualquier encuentro de cualquier tipo háganlo en sus habitaciones o por lo menos asegúrense de mantener las ventanas cerradas. Ah y por cierto, Dei, estate atento a cuando Naruto vuelva, me gustaría aclarar algunos asuntos- el nombrado asintió sonrojo a más no poder y al momento en que salió Minato comenzó a golpear al Uchiha, claro, este los freno sujetando de las manos al otro y besándolo demandante, y aunque Deidara jamás lo admitiría abiertamente, esa era la mejor forma de hacerlo callar.
Los juegos e insinuaciones no duraron mucho pues Itachi tenía que encargarse de las reuniones que tenía con diferentes rostros famosos. Deidara suspiro aburrido, esa no era su idea de lo que iba a suceder ese día, una fugaz idea cruzo su mente, hoy tenía el día libre aquella mujer que conoció en el hospital, además de que su casa no quedaba tan lejos de la casa, sí, podría parecer un acosador, pero aún podía excusarse alegando que “era parte de su trabajo”, además, salir un rato no le hacía mal a nadie.
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Naruto junto con Emi, hicieron todo tipo de cosas, las cuales Naruto disfruto, pues con entretenerse y pasar tiempo con su tía era suficiente para él.
-Naruto ¿Te podría pedir algo?- pregunto Emi sentándose en un banco sosteniendo el helado que acababan de comprar.
-¿Qué cosa?- pregunto imitando la acción de la mujer con curiosidad.
-¿Podrías asistir a la boda de Karin?- pregunto la mujer llena de una felicidad desbordante.
-¿Eh?- La felicidad, despreocupación, tranquilidad, todo eso se había tirado por la borda al momento en que la mujer formulo aquella pregunta; una sensación de soledad albergo cada parte del ser de Naruto, se sentía tan desolado ¿Cómo era posible que Sasuke se casara y él no se enterara por el mismo? Tan escéptico que había estado ante Sakura por todas las cosas que decía y ahora sus peores miedos eran confirmados; pero ¿Por qué precisamente temía tanto a que Sasuke se casara? Puede que sea su mejor amigo, pero eso no le daba el derecho de decidir en la vida del Uchiha. Pero es sentimiento persistía en sí mismo ¿Acaso Karin no era buena para él? ¡Menuda estupidez! Conocía lo suficiente a la Uzumaki como para saber que era el mejor prototipo de chica/niña que pudo haber conocido en su infancia ¡Por más que intentara convencerse de todo lo que decía era inútil, ese miedo permanecía ahí, cada vez agrandándose más! Aunque Emi aún no ha dicho quién es...- ¿Con quién se va a casar?- pregunto vagamente esperanzado de que el nombre que saliera de esos labios no fuera el que creía.
-Si mal no recuerdo Toshiyuki dijo que su nombre era...- Emi coloco el dedo índice en sus labios en un intento de recordar el nombre- ¡Sasuke Uchiha!- dijo confirmando las sospechas de Naruto- ahora que lo pienso, Kushina me lo había nombrado unas pocas veces ¿Él es amigo tuyo no?-
-Sí, estuvimos juntos durante mucho tiempo- dijo con una sonrisa amarga ante la atenta e ingenua mirada de Emi quien sonrió ampliamente al saber que su cuñado y su sobrino se conocían.
-¡Qué bueno, estoy tan feliz! Entonces, ¿Vendrás a la boda verdad?- dijo mirando fijamente los ojos azulinos del chico, quien como pudo forzó una sonrisa en su rostro y asintió- Bien, Toshiyuki dijo que sería en aproximadamente tres años, por lo que aún queda mucho tiempo. Oye Naruto ¿Qué te parece si vamos al centro, hay unas cosas que quiero comprar?- el rubio nuevamente asintió y la mujer se apresuró a llevarlo al lugar.
Dos horas sofocantes y agobiantes en las que el rubio paso abstraído en su cabeza, ¡Por más que intentara ese dolor en su pecho no cesaba ni se dispersaba de ningún modo!
Cuando por fin llego a su casa, se despidió de Emi con una forzada sonrisa, al entrar pudo notar que extrañamente no había nadie en casa, ¿Pero no era qué Deidara estaba libre de trabajo? Se encogió de hombros, quizás simplemente se cansó de estar en casa y quiso salir, pero de todas maneras era mejor para el rubio menor, pues sus pensamientos estaban hechos un desastre ¡En su totalidad una discrepancia entre la lógica y lo que sucedía consigo!
¡Sasuke y Karin, unas de las personas con quienes más ha estado conectado y han sido sus mejores apoyos se iban a casar entre ellos! ¡¿No se supone que debería consumarse por la felicidad de que ellos pudieran vivir felices juntos?! Todo era demasiado extraño, estaba tan confundido... se sacudió el cabello frenéticamente mientras se sentaba al borde de la cama
¡¿Por qué un dolor punzante se sumergía en su pecho cada vez que pensaba en ellos dos como pareja?!
Lágrimas de rabia y desesperación empezaban a emanar de sus ojos ¡¿Qué le estaba sucediendo?! ¡¿Por qué no estaba feliz?! Estás y más preguntas comenzaban a formularse el rubio por la inesperada situación...
Dudas, dudas, dudas... la cabeza de Naruto estaba hecha un desastre total, no podía pensar nada con claridad; la angustia le empezaba a nublar la vista, tantos sentimientos negados rotundamente comenzaban a aflorar, sentimientos que en tiempos de antaño creyó simples estupideces irracionales...
En cuestión de minutos empezó a hiperventilarse, la ansiedad y preocupación por aquel inminente acontecimiento comenzó a ser agobiante siéndole imposible normalizar su respiración, tantos sentimientos y emociones fuertes comenzaban a llenarlo y confundirlo, por más que intentara no podía tener la cabeza fría; hasta que un pensamiento relució dentro de sí, al casarse tenías nuevas responsabilidades y los amigos comenzaban a quedar en segundo lugar… lo que significaba que Sasuke ya no sería su soporte emocional.
Continuara...