-Practicaremos una pequeña intervención. No, no duele –El rubio sonrió- Y si necesitarás el vendaje. Lo siguiente será esperar
-¿En serio cree que funcione?
-Sí, si lo creo –Sonrió-
-¿En serio?
-Así es
Naruto y Sai se fueron mientras que Sasuke aparecía frente al consultorio del hombre
-¿Si funcionará?
-Sí, teníamos razón y más la información que obtuvo usted estoy por el buen camino, todo saldrá bien
-Perfecto…
-Puede despreocuparse –Comento colocando una mano en el hombro del moreno-
-Lo sé
Ese lunes por la tarde Sai decidió pasarla con el rubio, iban camino a reunirse donde Naruto aprendería a valerse por sí mismo en todo sentido.
-¿Listo?
-Si –Sonrió-
La tarde pasó rápido y con solo un día el rubio supo algo, ahí en verdad lo ayudarían. Conoció otras personas con diferentes discapacidades y eso le alegro porque nadie lo consideraba ni menos ni mas, solo una persona más en el club.
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Los días pasaban lentos y cada quien estaba en su mundo. Cada quien tenía su vida. Era miércoles y Sasuke estaba más que preparado para presentar su proyecto, pero su nerviosismo se expresaba en seguir repasando una y otra vez lo que ya sabía de memoria.
¿Por qué estaba tan nervioso? Por lo que sabía que iba a hacer, ya lo había pensado lo había decidido pero los nervios lo atacaban sin miedo, por temor.
Soltó el lapicero en su mano y chasqueó la lengua frustrado, revisaba una y otra vez las imágenes en su laptop, las palabras en las hojas de papel, todo. Necesitaba despejarse y relajar la mente. Se levantó y tomó su chaqueta saliendo solo. El sol estaba sobre la ciudad… El ya sabía dónde ir.
Tomo el metro, se coloco sus auriculares. Compró flores y camino tranquilo, llegó a donde ya sabía hizo una reverencia y luego se sentó sobre sus talones delante de la lapida, con una mano limpió el polvo, cambio el agua y colocó las nuevas flores, blancas como siempre.
Mentalmente comenzó a hablar quizás consigo mismo, quizás con sus padres. Lo que sabía era que ahora tenía una sincera y gran sonrisa en su rostro. Observó el sol comenzar a ocultarse y se levantó, llevó la vista lejos y tomó una rosa del florero de sus padres.
Hizo una reverencia antes de colocar la flor. Sonrió, “Namikaze” leyó y dio un asentimiento con la cabeza para luego irse. Iba tranquilo y con su sonrisa todavía, se sentía mejor. Ahora entendía la primera vez que había visto al rubio sonreír, una sonrisa tan real sincera y radiante, él en cambio siempre había visto ese sitio como solo un lugar para pagar sus problemas, llorar y salir aun más triste. Ya no más…
-Hola… -Sonrió, el otro ni siquiera había articulado palabra- Pasa…
-No deberías abrir la puerta sin saber quién es, no preguntaste
-No lo necesité –Sasuke se extraño, Naruto solo se dirigió a la sala una vez más tomando su taza y llevándola a los labios- Hueles como siempre, sabía que eras tú apenas llegué a la puerta
-¿En serio? –El otro asintió-
-¿Quieres? –Le ofreció de su bebida-
-No –Se sentó junto al rubio, no llevaba sus gafas. Cielos, extrañaba esos ojos aunque los estaba viendo de perfil seguían siendo deslumbrantes, tristes pero deslumbrantes-
-¿Estás bien?
-Sí, solo quería ver como estabas
-Igual que siempre, bueno no, ya no me golpeo… Casi –Sonrió, el otro lo imitó- ¿Estás listo?
-¿Para?
-El viernes. ¿Cómo piensas presentar el proyecto? ¿Hablaste con Kakashi?
-Sí, yo lo tengo todo cubierto. Tú en cambio preocúpate de ti
-¿Vas a hablar frente a todos?
-¿Quieres que hable?
-Yo no estaré ahí, puedes hacer lo que quieras… Aunque quisiera poder ir
-Yo también.
-Grábalo
-¿Eh?
-Si, grábalo y así podré verlo, bueno oírlo después
-Está bien, lo haré. Ahora me voy
-¿Ya?
-Sí, solo iba de paso, es tarde
-Te acompaño
Escuchó los pasos del moreno alejarse cada vez más después de cerrar la puerta.
-Gracias por la visita
Susurró sabiendo que nadie lo escuchaba. Sasuke llegó a casa más tranquilo y relajado que antes, con una sonrisa en el rostro aun
-¡Vaya! Creo que es la segunda vez en el tiempo que llevo en esta casa que veo que llega con una sonrisa tan bonita
-Jaja, tienes razón Cho.
-La cena esta lista
-¿Comes conmigo? –La mujer lo miró sorprendida- ¿Y Bee?
-¡Aquí!
-Entonces comamos –Cho sonrió-
-Claro
Esa noche durmió tranquilo, al día siguiente…
-Voy a salir –Mencionó Sai-
-Que te vaya bien –Respondió Naruto-
-¿Quieres venir?
-No, estoy bien aquí. Voy a ir al centro de hecho
-Bueno, vamos…
Sasuke estaba en la clase de esgrima, todos vestidos de blanco. La clase iba tranquila, el profesor estaba agradecido ese día todos iban bien, se veía prolijo y perfecto, todos al mismo tiempo.
-¡Estoy orgulloso! ¡Por hoy será todo! ¡Pueden irse!
-¡Gracias!
Todos se dirigieron a sus casas, Sasuke incluido pero no se esperaba…
-Bienvenido
-… Naruto, hola
-¿No te enojas porque estoy aquí sin aviso? –El rubio se levanto acercándose a él-
-No, para nada
Cerró la puerta y entonces escuchó que se acercaban Cho y Bee a saludar
-¿Qué haces aquí? –Le preguntó al rubio-
-… Vengo a quedarme… Por hoy. Si me dejas –El moreno lo miró sorprendido-
-¿Quieren cenar? –Preguntó Cho. El rubio asintió feliz mientras Sasuke aun sorprendido también asintió-
Después de la cena estaban en el jardín hablando, en la silla que tanto les gustaba a ambos
-En serio, ¿Qué estás haciendo aquí?
-En serio, quiero quedarme… ¿Puedo?
-Por supuesto pero, ¿Por qué?
-Porque estoy nervioso y tú me ayudaste la última vez a no sentir nervios
-No sé si sea posible… -El rubio se extraño- Yo también estoy nervioso
-… Creo que es la primera vez que te abres conmigo de forma personal
-Somos compañeros ¿No? Ya te tengo confianza
-No te enojes
-¿Por qué? –Entonces el rubio recostó su cabeza en el hombro del moreno. “¿Cómo podría enojarme por esto?” pensó-
-Ya sé como caminar con esto –Mostró el bastón que guindaba de su muñeca- Estoy aprendiendo a leer con las manos…
-¿Con las manos? –Interrumpió-
-Sí, hay libros especiales…
¿Es que ambos se ponían de acuerdo? ¿Sabían cuando el otro los necesitaba? Una vez más no se dieron cuenta cuando ambos se habían quedado dormidos. El moreno abrió los ojos por el frio, rayos se había quedado dormido en el jardín pero entonces sintió algo hacerle cosquillas en la nariz. Las hebras doradas se posaron frente a él. “¿Naruto?” Recordó todo, se habían quedado dormidos.
Se separó con cuidado del rubio pero este no despertó
-Naruto… Naruto…
Pero este no despertó, el moreno entonces coloco uno de sus brazos por la espalda del rubio y uno de los brazos de este por su cuello y entró a la casa. Cerró y se dirigió a la habitación en la que el rubio había dormido la ultima vez, lo dejo sobre la cama, le quitó el bastón, los zapatos, lo cubrió con la sabana, le quitó los lentes y cuando se dio la vuelta…
-Sasuke… -El rubio lo había tomado de la muñeca-
-Duerme…
-Quédate
-… -“¿Oí bien?” pensó, ¿En verdad había dicho aquello?- Naruto duérmete –Susurro intentando que se terminara de dormir otra vez-
-… -Creyó que lo había logrado pero el rubio lo jaló otra vez delicadamente- Quédate…
¿Y ahora que hacia? ¿En verdad debía quedarse? ¿Debería? Entonces Naruto abrió lentamente los ojos
-Por favor…
-…
Sasuke lo dudaba tanto, no sabía si debía… Suspiró sabiendo que cometía un error pero se soltó y se acostó del otro lado. El rubio se dio la vuelta quedando frente a frente
-Sinceramente… Solo podré dormir bien, si estás aquí
-¿Tan nervioso estas? Es algo pequeño –El rubio cerró los ojos una vez más, en cambio el moreno quería seguir viéndolos-
-… No es solo eso –Susurró casi inaudible, era cierto no era solo por la cirugía-
-Yo también estoy nervioso
-Me gustaría estar ahí… -Se referían al proyecto-
-A mi también
-Sasuke
-¿Hm? –El moreno comenzaba a cerrar los ojos, tomó una mano del rubio y éste las entrelazó-
-Duerme bien
-Tú también
Sasuke se durmió rápido, en verdad tenía sueño, en cambio el rubio abrió los ojos aun sabiendo que no veía nada. Escuchó la respiración tranquila y lenta del moreno y sonrió, sí, eso era lo que necesitaba.
-Sasuke… -Pero este ni se movió o hizo algún sonido, apretó un poco más su mano-… Te quiero
Entonces cerró los ojos dejándose abrazar por Morfeo.