El coronel Obinata había neutralizado a los soldados Rocket.
-Muy bien hecho-aplaudió el presidente-estuvo usted formidable-hizo una reverencia.
-Déjese de tonterías-se sacudió los puños-fue usted quién me trató de inútil hace unos minutos.
-Olvide lo que dije, mejor evacuemos este lugar, parece que no es un sitio muy seguro.
-Quizá haya personas que necesiten ayuda, es probable que varios de estos rufianes anden distribuidos en la escuela.
-Como quiera, pero no permaneceré en este sitio para comprobarlo, señorita, andando-ordenó a su secretaria-esta escuela pronto sabrá de mi.
-Qué tipo tan irritante-susurró Obinata-todos vayan a un sitio seguro junto al Presidente.
-Yo iré contigo interrumpió Jin.
-¿Hablas en serio niño?
-Si, es probable que la persona que más quiero también se encuentre en problemas, no quiero que le suceda algo malo, menos ahora que puedo entender que muchas de las cosas que hizo fueron para protegerme.
-Entonces, ármate de valor y vamos a detener a esos rufianes, tengo un plan-lo miró complacido-no importa que sea un niño, sin lugar a duda quiere formar su carácter-susurró.
Erika y Blaine seguían en busca de Jin.
-Me pregunto dónde se pudo haber metido ese niño-decía desesperada la joven princesa.
-Deberías calmarte un poco.
-Escucha Blaine-lo tomó de la camisa-no vengas a decirme qué debo o no hacer, eres la persona de la que menos quiero escuchar un consejo después de todo lo sucedido.
-Sólo estoy diciendo que deberías controlar la situación así no podrás hacer mucho en tu búsqueda-respondió asustado.
-¿A ti qué te importa? ¿para qué me seguiste hasta aquí?-gritaba alterada-no te importa más que ese estúpido chip, eso fue lo que me dijiste antes de aquel incidente en el que me atacaste como si fueses un maniático, fuiste tan cobarde, intentar acabar con tus propios amigos-reaccionó ante sus palabras bajando su tono de voz-en verdad...no quiero hablar contigo-lo soltó-lo único que deseo es encontrar a Jin, así no me sentiré tan culpable, jamás me perdonaría si algo malo le llegase a suceder.
-¿Por qué? ¿acaso fue tan malo lo que le hiciste?
-¿De qué estás hablando?
-Dijiste que sólo así no te sentirías tan culpable ¿fue muy grave lo que le hiciste a ese niño?
-Tonto, acabo de insultarte y me preguntas eso; seguiré buscándolo, tu puedes ir con Misty y los demás, parece que la mayoría ya ha evacuado la escuela.
-De acuerdo, por una parte trato de entender como te sientes en este momento, además, poco a poco comprendo el error que cometí contigo-se marchó.
Red, Green y Pegaso se encontraban aun en el edificio de la escuela.
-Mamá, te extrañé demasiado-se levantó Red corriendo a abrazar a la mujer.
-Bien hecho Red, has sido un muchacho muy valiente-sonrió Delia.
-Al fin, al fin-comenzó a llorar mientras se aferraba a la mujer-no imaginas lo angustiantes que se han tornado estos días.
-Lo se-tomó su rostro-es por eso que estoy de vuelta y prometo nunca más volver a marcharme hijo-acarició su cabello.
-Abuelo ¿cómo lograste dar con la madre de Red?-preguntó Green.
-Bill nos tenía prisioneros, pero logramos escapar en un descuido de sus secuaces, lastimosamente Akira no corrió con la misma suerte.
-¿El Profesor Akira se encuentra en la escuela?
-Es una larga historia-respondió el tutor.
-Por ahora lo mejor es salir de aquí-dijo Red.
-Tienes razón, andando.
Giovanni, Koga y Sabrina se refugiaban én un hotel de Azafrán.
-Parece que ha surgido un gran alboroto Giovanni-dijo la chica mientras veía las noticias.
-Jefe, le he traído un poco de comida-puso Koga la bandeja sobre la cama.
-Será mejor que no lo fastidies, aun está alterado luego del incidente con esa sabandija de Bill, ese Pokemon suyo, tenía una cantidad impresionante de energía.
-Lo mejor será aguardar en el hotel mientras pasa el peligro.
-Es verdad, la energía de ese imbécil era demasiado fuerte, no la puedo comparar con la de las otras veces.
-¿Acaso era más fuerte?-comía la cena de Giovanni el ninja.
-Temo que si, ese sujeto debe estar tramando algo importante.
-"Ese bastardo, me ha humillado frente a mis aliados"-pensaba Giovanni-"prometo una dura venganza contra todo el que se me oponga. Necesito hacer algo urgente, estoy seguro que Bill va tras algo verdaderamente grandioso, por ahora me has derrotado, pero el Team Rocket volverá a levantarse con ímpetu"-esbozó una perversa sonrisa-juro que toda esta maldita región temblará al escuchar nuestro nombre.
Mientras tanto Red y los demás...
-Creo que va por este lado-señaló Pegaso.
-Andando, debemos salir de aquí-mencionó Green-enfrentaré a Bill cuando Red y los demás estén seguros-susurró-¿qué te pasa Red?-preguntó al jovencito que lo miraba extrañado.
-No, nada-volteó el rostro-¿por qué me ha ayudado?-murmuró-hace unas horas me aborrecía completamente-¿qué está sucediendo? el profesor Akira dijo cosas muy extrañas la última vez que hablamos y ahora está desaparecido-sacó su perla dorada del bolsillo-energía ódica.
-Eureka-gritó Green señalando una salida de emergencia-lo hicimos, Red, ve con los demás, yo mismo enfrentaré a Bill-se apartó del grupo.
-¿Estás loco? ese idiota secuestró a mi mamá, esto es una cuestión de honor.
-No seas tan terco-dijo irritado deteniéndose-ve con tu madre y los demás, ella ya está contigo de nuevo ¿qué objeto tiene exponerte de esa manera?
-Ya te lo dije, además...además...-apretó sus puños.
-Habla de una buena vez ¿por qué estás tan raro?
-¿Tu me hablas de raro? fuiste alguien tan frio y distante este tiempo y no quisiera pensar que has recuperado todos tus recuerdos en un momento tan inapropiado como este.
-¿De qué estás hablando zopenco?
-No deberían pelear más-intervino Delia.
-Lo siento mamá, en verdad me apena que tengas que presenciar esta situación tan incómoda, lo mejor será que escapes con el Profesor y Pegaso, tengo un asunto personal con Bill.
-Debes estar bromeando-interrumpió Pegaso.
-Me temo que no escaparé y tampoco puedo permitirte salir de aquí hijito-susurró Delia sacando una Poke-Ball.
-Es verdad, no dejaremos que estos chicos se marchen, nuestra misión es exterminarlos-dijo Oak sacando otra Poke-ball.
-No entiendo nada, Señora Uchida, Abuelo ¿qué sucede con ustedes?-preguntó Green confundido.
-Mamá acaso tu...¿eres aliada de Bill y el Team Rocket?-la observó Red en shock.
-Vamos Red, no pongas esa cara, debes aprender que no siempre podrás obtener lo que quieres ¿acaso tu deseo no era volver a verme?-respondió la mujer-te daré el mejor encuentro, seré yo quién acabe contigo, ahora basta de tonterías, vamos a luchar, ve Sneasel. Un Pokemon no muy grande con grueso pelaje color gris/azul, garras afiladas y uno de sus oídos en forma de pluma salió de la poke-ball.
-Yo también me uno a la batalla-dijo Oak-Murkrow, adelante-un ave con cola en forma de escoba y con un sombrero se posó sobre el hombro del Profesor.
-Nos atacan, no entiendo nada-susurró el jovencito.
-Es mejor que no busques explicaciones, si ellos estaban en poder de Bill es probable que los haya manipulado con sus perlas negras-sacó una Poke-ball-hora de enfrentarlos para que nuestros seres queridos vuelvan a ser como antes, ve Pidgeotto.
-No puedo, entiende que es mi mamá-respondió desesperado.
-En ese caso comenzaré-sonrió pérfida la mujer-Sneasel, ataque rápido-el Pokemon desapareció repentinamente.
-Red cuidado-lo tomó Green del brazo pegándolo a su pecho, Sneasel fallo su golpe destruyendo un trozo de pared donde se encontraba el jovencito, Red y Green corrieron a esconderse tras la pared destruida-maldición, como lo suponía, no son Pokemon comunes ¿estás bien?-preguntó sonrojado-"esto es igual a aquella vez"-pensó el castaño al recordar lo sucedido cuando Red creía ser Apollo-"maldito Bill, utiliza nuestras mayores debilidades, me pregunto si Red será lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a ellos, tengo que darle un manejo correcto a la situación"-escúchame Red-lo miró a los ojos-¿quieres que tu mamá y mi abuelo vuelvan a ser los de antes?
-Claro que si, pero tengo miedo, no quiero lastimarla ¿por qué tiene que suceder todo esto?
-Por favor, confía en mi-tomó sus temblorosas manos.
-No digas eso-se soltó y se tomó la cabeza, la sentía palpitar-detesto que todo esto suceda me siento sin fuerzas, necesito una señal para continuar ¿no lo entiendes?
-¿Quieres una señal?-lo tomó entre sus brazos el castaño-aquí estoy-susurró-aquí estoy Red Uchida-te daré mi fuerza cuando la necesites.
-"Entonces ya recuperó la memoria ¿Cómo le digo que me gusta alguien más? sin embargo, mi corazón está acelerado, tonto Green"-pensó.
-Adelante Red, hagámoslo-dijo con determinación.
-Eres un tontito-interrumpió Delia-no es posible que derrotes a tu propia madre ¿o acaso serás un mal hijo?
-Red, escapa, Pidgey ataque rápido-interrumpió un herido Pegaso.
-¿Aun sigues con vida? eres una verdadera molestia, Sneasel, encárgate de él, utiliza Finta.
El Pokemon se borró del panorama, Pegaso sintió una horrible punzada en su abdomen, Sneasel había herido con sus garras al Pokemon y al chico. Ambos cayeron al suelo.
-Maldición, esto no se ve nada bien-sonrió irónico el pensador tocando su vientre adolorido el cual sangraba-lo que más me molesta es...-soltó unas cuantas lágrimas-no haber podido cumplir mi promesa de protegerte Red.
-Basta mamá-gritó el jovencito-te amo más que a nada en este mundo, pero no puedo permitir que sigas lastimando a mis amigos, voy a detenerte yo mismo-sacó su Poke-ball-te traeré de vuelta conmigo, Green, lleva a Pegaso a un sitio seguro, ve Charizard.
-No me hables como si fuera tu sirviente tonto-respondió irritado el castaño.
-Yo me encargaré de ti nieto, Murkrow persecución.
-Pidgeotto, ataque rápido-El ataque de Green falló, Murkrow intentó atacar directamente al chico-es un truco demasiado sucio, incluso para que mi abuelo lo usara.
-Si piensas demasiado perderás-esbozó una pérfida sonrisa.
-Tu no eres mi abuelo, él jamás tendría esa expresión, aun cuando fuera manipulado, ahora verás- corrió por el pasillo mientras dejaba a un temeroso Red atrás-espero puedas tener la fortaleza suficiente-de repente el sitio se tornó invadido de una espesa niebla-¿qué es esto?-siguió corriendo mientras su visión se tornaba borrosa-no me siento muy bien-tomó su cabeza-mi fuerza se desvanece, de seguro esto es obra de ese Pokemon tan extraño, me está robando la energía, Pidgeotto remolino-la niebla bajó su densidad dejando ver a Murkrow el cual observaba fijamente al chico sobre una lámpara como un ave endemoniada.
-Nos han descubierto mi querido Pokemon-dijo Oak-usa de nuevo persecución.
-Pidgeotto, ataque rápido.
El ataque de Pidgeotto fue mucho más rápido impactando al pokemon enemigo el cuál cayo al suelo deshaciéndose lentamente.
-Era un Pokemon artificial-susurró Green mientras veía una perla negra romperse-era uno de esos objetos, maldito Bill.
-Creo que es hora de marcharme-dijo Oak.
-Ni lo pienses, Pidgeotto, ataque rápido de nuevo-el Pokemon dejó inconsciente al sujeto en el suelo, el hombre empezó a cambiar sus facciones físicas-tal como esperaba-susurró al ver a James del Team Rocket-entonces...Red-corrió.
El jovencito había quedado estático ante lo que sus ojos observaban, su madre no era otra que Jesse.
-Tal parece que el tonto de James fue derrotado, su perla de transmutación no surtió más efecto.
-¿Por qué?-susurró el jovencito en shock-¿por qué? ¿por qué hiciste algo tan cruel?-apretó con fuerza sus puños
-Se nota que sólo eres un mocoso después de todo, en una situación como esta te preguntas algo así-se burló-sin embargo, debo admitir que me divirtió mucho ver tu expresión de alegría y decepción-comenzó a reír hilarantemente-merezco un premio a tan excelente actuación, sabes-jugaba con su rojizo cabello-me puse en la situación de tu mamá, tenía que saber lo que se siente estar encerrada día y noche en un frio y oscuro lugar, condenada a repetir una y otra vez el nombre de mi molesto hijo, es digno de una putilla barata.
Red reaccionó a estas últimas palabras de la perversa mujer.
-¿Qué sucede Red? ¿te he dejado atónito? en ese caso te aniquilaré ahora mismo, hijito.
-Cierra la maldita boca-levantó su voz imponentemente el jovencito-no te irás de este lugar hasta que no me digas dónde está mi madre.
-Quisiera ver eso, Sneasel, golpes furia.
-Charizard, cuchillada.
Los ataques de Sneasel eran lentos en comparación a los de Charizard, era como si el Pokemon pudiera sentir la energía vibrante de Red.
-¿Qué sucede contigo Pokemon tonto?-gritaba Jesse-no es posible.
-Acábalo Charizard-el Pokemon lanzó una cuchillada certera al vientre de Sneasel hiriéndolo de gravedad. Una materia negra escurría del corte mientras Sneasel se deshacía.
-Imposible-susurró la mujer-este mocoso es realmente fuerte, como sea-sacó una perla negra-es momento de utilizar mi poder de multiplicación.
-Detente-dijo contundentemente el jovencito.
-No me ordenarás qué hacer, este objeto tiene un poder especial, con ella puedo crear más perlas negras, mientras que Bill otorgó a James una perla de transmutación, a mi me dio este precioso regalo, volverás a unirte a nosotros, querido Apollo, esta será mi gran actuación en el fin de lo que conocemos como Kanto.
-He dicho que te detengas o juro que lo lamentarás-la mirada de Red era temible.
-Mocoso insignificante-se dispuso a lanzar la perla hacia el chico-estás perdido.
-Charizard lanzallamas-tomó por sorpresa a la mujer.
El ataque fue tan rápido que no le dio tiempo a Jesse de reaccionar. Un calor intenso se apoderaba de todo su cuerpo, estaba envuelta en fuego.
-¿Qué crees que haces maldito mocoso?-gritaba desesperada-detente-la perla negra entre sus manos ardía intensamente mientras comenzaba a fisurarse.
-Dime ¿dónde está mi madre?-la observaba friamente.
-Jamás, es mi tiquete a un gran poder-cayó al suelo retorciéndose de dolor.
-No tendrás tal tiquete si mueres, sólo te lo preguntaré una vez más ¿dónde está mi madre putilla barata?
-Jamás te lo diré mocoso infeliz-trataba de ponerse de pie.
-Siendo ese el caso, no veo una razón de peso para que sigas con vida, Charizard, termina tu trabajo-levantó su mano triunfal.
-Prefiero morir antes que decírtelo-comenzó a reír hilarantemente, parecía que su cordura se había perdido.
-Al menos podré tener un gran espectáculo, te veré siendo consumida por las llamas, será un aliciente a mi dolor.
-¿Qué haces Red?-arribó Green horrorizado-por favor, ordena a Charizard detenerse-lo tomó de la camisa-idiota reacciona ¿acaso estás siendo manipulado tu también?-gritó impotente ante la indiferencia del jovencito.
-Déjame-lo empujó-es la única forma de aliviar mi dolor, el dolor que ella misma causó, quiero que sienta de algún modo mi sufrimiento y el de mamá.
-Red, eso no solucionará las cosas, yo hablé con tu mamá, ella dice que te ama y que aun se preocupa todos los días por la forma en la que comes.
-Es mentira, aunque...-titubeó un instante-suena como algo que mi mamá diría.
-Si en verdad la quieres no hagas cosas que la decepcionarían, no eres igual a ellos.
-De acuerdo-bufó molesto-pero lo hago únicamente por ella, Charizard, detente-gritó impotente.
-Muchas gracias Red, estoy seguro de que tu madre está muy orgullosa dónde quiera que esté-sus palabras se vieron cortadas al ver al jovencito llorando, le resultaba verdaderamente conmovedor, sintió un nudo en su garganta.
-No pude, no pude salvarla de nuevo y en cambio, traté de lastimar a alguien-cubrió su rostro para que Green no lo viera llorar.
-La encontraremos-lo miró extrañado-ya lo verás-se quebró su voz al ver al chico así, de algún modo el que Red se avergonzara de mostrarse así ante él, le hizo comprender que algo era diferente.
Delia, Oak y Akira eran llevados fuera de la escuela.
-En este punto ya no nos sirve Profesor-dijo uno de los hombres de Bill-tomarán rumbos diferentes.
-No puede hablar en serio-replicó el hombre.
-Samuel, no hay problema-sonrió Delia tranquila-Akira estará conmigo-hizo una pausa-quiero pedirte un favor-lo tomó de la mano-dile a Red lo mucho que lo amo, entrégale esto-le dio un broche de plata.
-Andando-interrumpió el sujeto.
-Delia, no tendré que decir nada a tu hijo, porque estoy seguro que en poco tiempo tu estarás a su lado nuevamente-respondió apretando el objeto-tenlo bien presente, estaremos todos reunidos muy pronto-dicho esto la mujer se alejó y observó al hombre una última vez esbozando nuevamente una leve sonrisa.
Bill se encontraba en una zona subterranea muy extraña.
-Finalmente-sacó el ámbar de su bolsillo-hora de abrir la puerta de los hombres.
-Nuestro gran momento ha llegado-susurró Yami-serás el amo y señor de esta región.
-Así es, ya nos hemos deshecho de todos los estorbos y ha sido gracias a tu consejo.
-Es lo menos que puedo hacer luego de haberme sacado de esa horrible selva.
Bill extendió su mano hacia el suelo del lugar lanzando su energía, varios símbolos aparecieron en el lugar.
-Adelante Bill, debemos apresurarnos, ya casi se pone el sol.
La simbología hacía un gran círculo en su interior había 3 círculos medianos y uno pequeño era el centro de todo, se encontraban encerrados por un triángulo.
-Maravilloso-susurró el sujeto disponiéndose a poner el ámbar sobre el pequeño círculo central, de pronto algo hizo que dejara caer el objeto-¿qué demonios?-observó irritado a alguien-tu, no puede ser-rechinó sus dientes de rabia.
-¿Me extrañaste viejo colega?-sonrió Surge sarcásticamente-¿te lastimé? lo siento, no me pude contener ante este emotivo reencuentro y estoy que echo chispas ¿verdad Pikachu?
-Descuida querido Surge, tu ataque no me ha herido-su piel se regeneró.
-Este maldito me sorprende cada vez más-susurró el rubio preocupado y dispuesto a luchar-vamos a pelear de una buena vez.
-Tan impulsivo como siempre ¿Qué esperas con todo esto? ya no tienes oportunidad contra mi-se burló.
-Claro que no, juro que daré esta vez todo de mi-lo observó con determinación haciendo tronar sus dedos-esta es mi venganza personal