Capítulo 16 – Consuelo
La forma en la que Xiumin habla es la razón principal por la cual no puede parar de actuar tan consentido a su alrededor. Era adicto a su voz, la cual era demasiado dulce y demasiado suave, y sus oídos aún tintinean cada vez que él le habla desde la pequeña distancia que hay entre ellos.
—Xiumin —suavemente susurró en sus oídos. —Despiértate Xiumin —le llamó mientras dejaba furtivos besos en él.
“No se despierta” pensó Luhan mientras besaba a Xiumin para que se despabilase aquella mañana. La noche anterior habían planeado salir juntos y, porque realmente anticipa la primera cita como pareja, ahí va de nuevo, intentando despertar a Xiumin lo más temprano posible.
Debido a la apretada agenda por el cercano comeback, se estaba volviendo difícil encontrar un momento para salir. Antes, no le importaba mucho, pero teniendo a alguien para salir a citas, y teniendo tan poco tiempo para dedicarse al otro, por supuesto que le molestaba.
Estaban sentados en el enorme sofá en la sala de estar, en su usual posición, donde Luhan abrazaba a Xiumin desde atrás mientras su mejilla descansaba cómodamente en la curva del hombro del otro. Era una de esas noches cuando el grupo había conseguido regresar a casa más temprano después de la práctica, de modo que tenían más tiempo para descansar.
—Vivimos en la misma casa, Lu. Y tenemos el mismo trabajo, en la misma compañía, en el mismo grupo, en el mismo sub-grupo. Creo que somos muy afortunados. —Recuerda a Xiumin diciéndoselo cuando él se quejaba con todo el mundo por no ser capaz de salir a citas.
—Pero Umin... —Lo volvió a apretujar más cerca de él, haciendo más fuerte el abrazo a la figura de Xiumin ahora más delgada. —No hemos salido a ninguna cita como pareja oficial —siguió quejándose.
—Podemos ir a un café esta noche —ofreció Xiumin felizmente.
—Me refiero a una cita afuera, Umin~ Como ir de compras y caminar por allí, y mirar películas. —Amaba quejarse con Xiumin, porque él nunca se enojaba, en lugar de eso intentaba consolarlo de la forma más dulce posible.
Soltó una risilla, y eso fue suficiente para borrar sus quejas. Sabía que era afortunado por poder pasar todos los días con Xiumin, pero también quería tener tiempo sólo para ellos dos. Él no lo dijo en voz alta, le encantaba quejarse pero odiaba presionar demasiado a Xiumin. Se limitó a tomar la mano del otro y apretarla entre las suyas.
Incluso si no lo decía, Xiumin entendía todo lo que quería decir, porque él también quiere un poco de tiempo solo con él. Lo pensó mucho, y cuando se le ocurrió una idea, enfrentó a Luhan y dulcemente le sonrió.
—Entonces en nuestro próximo día libre, saldremos lo más temprano posible y regresaremos lo más tarde que se pueda. —Como es usual, Xiumin conoce la mejor manera de hacerlo feliz. Pero también quería ser mimado un poco, así que en lugar de inmediatamente sonreír, mostró mala cara.
—¿El próximo día libre? —se quejó falsamente.
Xiumin buscó su cabello y lo revolvió un poco antes de darle un beso en la mejilla. “Realmente voy a ser castigado por actuar tan mimado” pensó para sí.
—Aguanta un poco más, Lu, ¿de acuerdo? —La forma en la que Xiumin habla es la razón principal por la cual no puede parar de actuar tan consentido a su alrededor. Era adicto a su voz, la cual era demasiado dulce y demasiado suave, y sus oídos aún tintinean cada vez que él le habla desde la pequeña distancia que hay entre ellos. Y cuando Xiumin suplica de esa forma, él se reduce a alguien que va a decir sí a todo lo que diga.
—De acuerdo. —Fue la única respuesta que pudo darle después. Y se quedaron de esa forma durante un rato, antes de que el cansancio les ganase y tuviesen que entregarse a la noche.
Y aquella mañana era el “día libre” más esperado, y su pequeño baozi se negaba a despertarse.
—Vamos, Xiumin. —Y lo golpeó suavemente. Era confuso, porque sabe que Xiumin tiene sueño ligero, pero entonces sus ojos atraparon una pequeña sonrisa en aquellos pequeños labios, e inmediatamente rompió a reír.
—Ya que te niegas a despertarte, voy a besarte hasta que lo hagas. —Y se acercó más para darle un beso, pero fue sorprendido cuando su cuello fue agarrado y en un instante sus labios estaban siendo sellados por un profundo beso de buenos días. Cuando se separaron, Xiumin le sonrió y saludó con su apariencia de recién despierto.
—Buenos días, Lu.