Demasiado suave para un chico de su edad, pero sabía que amaba escuchar la voz de Xiumin muy cerca de él.
Luhan no sabía cuánto tiempo había estado sentado en la esquina de su cuarto, hasta que oyó que alguien tocaba ligeramente la puerta junto con una voz que decía: —Lu, ¿estás bien? ¿Puedo entrar? —Y con eso él inmediatamente supo quién era el que estaba del el otro lado. Quería responder la pregunta con un “Estoy bien, pero no quiero hablar ahora”, pero recordó que Xiumin le pidió ayuda y sería increíblemente grosero con él si se negara ahora después de acceder anteriormente a su petición. Abrió la puerta y vio al otro chico parado ahí, con la preocupación reflejada en todo su rostro, Xiumin se inclinó, puso su mano en la frente de Luhan y dejó escapar un suspiro de alivio junto con un comentario: —Al menos no tienes fiebre. —Con esta acción Luhan sintió que Xiumin le enviaba una electricidad que recorría por todo su cuerpo, pero lo que en realidad hizo que se sonrojara fue el suspiro de alivio y el comentario del otro.
—Ah, estoy bien, solo un poco cansado. —Luhan trató de que las palabras de su boca salieran lo mejor posible, mientras trataba de comprender porque su mejor amigo hacía que sus latidos se irregularicen.
—Oh, entonces supongo que tendré que preguntarle a Tao. Debes descansar temprano. —Xiumin esbozó una pequeña sonrisa para él, y mientras Luhan se acostumbraba a las extrañas reacciones de su cuerpo, se conocía lo suficiente para saber que quería seguir hablando con Xiumin un poco más.
—No, estoy bien, y ya había aceptado, así que entra. —Abrió totalmente la puerta para dejar al mayor entrar al cuarto. Se sentó en su cama mientras que Xiumin en la de Lay. Ambos sabían, al igual que todos los del grupo, que a Luhan no le gustaba que la gente estuviese en su cama, pero esta vez deseó que Xiumin se sentase junto a él.
Xiumin empezó a preguntarle cómo decir ciertas palabras o frases en chino. Luhan lo podía escuchar muy bien, pero su incomodidad crece con la situación, él quería escuchar la voz de Xiumin justo en su oído, para así poder sentir plenamente su voz suave. Inconscientemente, se puso de pie y se sentó junto a él, luego se inclinó suficientemente cerca como para oír un susurro. Xiumin no encontró la acción rara en absoluto, quizá porque ambos estaban acostumbrados a esa distancia cada vez que hablaban, él continuó con la conversación y Luhan siguió respondiendo cada pregunta que él hacía.
Luhan respondía todo lo que Xiumin preguntaba, pero la mayor parte de su atención no estaba en las preguntas, sino en la manera en que Xiumin hablaba, la lenta manera en que lo hacía, las pocas palabras que él usaba, pero sobre todo en su voz. Demasiado suave para un chico de su edad, pero sabía que amaba escuchar la voz de Xiumin muy cerca de él. Cuando su conversación terminó, Luhan casi detuvo a Xiumin para que no se vaya, él quería hablar y escuchar más. Quizá realmente lo hubiera detenido si Lay no hubiese aparecido en ese mismo instante.
—Oh, ¿estaban hablando? —preguntó Lay mientras se secaba el cabello, una clara evidencia de que acababa de terminar su baño.
—Acabábamos de terminar. Gracias Lu. Buenas noches a ambos. —Y dicho esto Xiumin salió del cuarto.
Luhan volvió a su cama para dejar a Lay sentarse en la suya.
—¿Xiumin te pidió una clase de chino otra vez? —preguntó Lay mientras se sentaba en su cama.
—Sí, él me preguntó algunas frases y otras cosas. —Mientras hablaba con Lay se dio cuenta que sus latidos retornaban a la normalidad y que la manera en la que ellos conversaban era muy diferente a la conversación que tuvo anteriormente.
—Uhm, Lay, ¿tú tienes a alguien que te guste escuchar? —le preguntó al más joven.
—Hmm, Me gusta escuchar a nuestros vocales, Lu ge y Chen ambos tienen voces increíbles.
—No, eso no es lo que quiero decir. Me refiero a alguien que te haga querer escuchar su voz todo el tiempo e incluso te envía mini descargas eléctricas, del tipo que hace latir tu corazón más rápido de lo normal.
—Gege, ¿estás hablando de Xiumin ge? —Luhan fue literalmente tomado de sorpresa con la respuesta de Lay, y el más joven debió haber notado la confusión en la cara de su Gege porque rápidamente siguió con un: —Yo creo que deberías darte cuenta de eso tú mismo. —Con una sonrisa, salió de la habitación diciendo que iría a dormir con el manager por esta noche para darle a Luhan un poco de tiempo para pensar sobre eso.
Eso dejó a Luhan preguntándose qué era lo que los más jóvenes del dormitorio se habían dado cuenta y él no.