Y así nada más, el tétrico silencio de una mañana cualquiera en el distrito rojo, se alzó. Y con ella los extraños caprichos de la vida le escupieron en el rostro a cualquier decente creencia que alguna vez hubiera tenido Naruto, para dejarle en claro que al destino se le apetecía dejarlo vivir un día más y ponerle un hermoso prostituto encima solo porque se le daba la gana.
Y el precioso rostro de ese muchacho tenía que ser la cosa más grata que había visto en mucho tiempo, su delicada silueta dormida bajo la fuerte luz del techo agujerado de la bodega lo hacía lucir tan sereno e irónicamente angelical que casi se le apetecía contemplarlo por el resto del día. Sus dedos se veían tentados a desliarse sobre su cabello para ordenar los finos mechones negros que se resbalaban sobre su frente, a delinear las salpicaduras rojas que contrastaban intensas en la pureza de su piel albina y a colocar un par de marcas en el para adornarlo o convencer a su corazón ilusionado de que ese ángel era un prostituto solamente.
Pero mentiría si lo creyera, porque Sasuke, en definitiva, era más que eso, era su amigo, quizás. Y una persona sincera, más valiente y generosa que cualquier educado jovencito que hubiera conocido en los rincones más refinados de la clase alta.
En solo un par de horas ese muchacho le había mostrado más cariño y camaradería que su respetable familia en toda su vida.
Su propia madre no habría sacado de su ridícula cuenta bancaria un solo centavo por él, pero Sasuke, en su lugar, había recibido una bala.
El sereno y algo cansado rostro del rubio contemplaba expectantemente la entrada mientras presionaba con cierto nerviosismo la herida en el hombro del chico, preguntándose en qué momento un matón atravesaría esa puerta y qué diablos haría entonces con él.
Su único plan para ese día era estar en una caja camino al cementerio, así que sus opciones en ese momento, no eran precisamente las mejores.
Su triste realidad lo tenía tendido en un sucio depósito, sobre un charco de sangre que de poder borraría de su recién creada lista de equivocaciones amorosas, si es que a eso se le podía categorizar como una.
Sasuke llevaba un par de horas dormido sobre él, y para Naruto y su nula experiencia médica eso era una victoria, sacar una bala con una pinza de bolsillo, una linterna y un milagroso tutorial de Youtube, no había sido nada sencillo, pero valla que había valido la pena.
Ese seco “gracias” y esa desvelada mirada acuosa sutilmente cálida, lo dejaron sin palabras y sus padres tendrían que perdonarlo por declarar alguna vez que era heterosexual, porque ese flechazo definitivamente era evidencia de un leve enamoramiento o de al menos cierto gusto por el muchacho.
Tenía que admitir que besarlo no habría sido una mala manera de disfrutar sus últimos minutos vivo, con gusto habría partido al infierno sabiendo que logro probar esa exquisita experiencia en sus labios como último plato.
Le encantaba la compañía de ese chico, era genuina y más allá de la sutilezas o el sentido común; reconfortante.
Quizás era que su solitaria situación lo hacía propenso al apego por cualquiera que le mostrara un poco de simpatía, pero Sasuke realmente le había aliviado el corazón, lo había hecho sentir, afortunado y muy agradecido, considerando que un grupo de desquiciados lo buscaban para matarlo.
Lo cierto era que, no cualquiera hace tanto por un sujeto al que conoció en la madrugada en una iglesia, quizás solo era la necesidad de dos almas solitarias atrayéndose mutuamente o una amarga jugada del destino. Solo eran dos extraños pasando el rato mientras trataban de pensar un uso para sus vidas. Un prostituto sin ningún lugar a donde ir y un revoltoso adinerado con su lugar ya preparado en el cementerio hablando de nada en especial, haciéndose compañía sin ningún buen motivo. Y todo lo que Naruto sabia era que o Sasuke era muy estúpido o realmente era la persona más amable que alguna vez hubiera conocido, aunque bueno, eso segundo quizás tendría que considerarlo con más calma cuando despertara.
El profundo silencio ya entrado en la tarde, era intenso, seguía taponando sus oídos mientras su mirada desconcertada y aun algo somnolienta intentaba fijarse en un punto y todo lo que alcanzo a oír divisando la mirada azulina de Naruto fue: “tenemos que irnos”.
Lo siguiente que Sasuke supo era que estaba siendo arrastrado por las repletas calles del distrito de comercial y su compañero hablaba sobre un hombre con un departamento en un edificio en el centro.
-Dobe… ve más despacio _alcanzo a decir sintiendo en la cabeza los zumbidos del ruido de las calles_
Naruto lo vio llevarse la mano al rostro aun tambaleándose por la pérdida de sangre, observo alrededor buscando a quienes los seguían y luego de pensarlo un poco paso su brazo por encima de sus hombros.
-Está bien, iremos por el subterráneo _exclamo llevándolo por una calle un poco menos agitada_ creo que aun puedo hacernos pasar con mi tarjeta, pero te advierto que estará lleno.
Y justo como dijo, las filas estaban llenas a más no poder. Sasuke se sentía algo incómodo a cuestas de un rubio y aun con su ropa de trabajo llamando la atención de las chicas.
-Nos están viendo… _dijo haciendo voltear a Naruto hacia un grupo de chicas que los acompañaba en la multitud que esperaba el metro_
-Llamas bastante la atención, menos mal que te preste mi sudadera, o ya nos habría parado algún oficial creyendo que te estas desangrando.
-Vamos, no es tan grave… si un idiota puede arreglarlo siguiendo un tutorial debe ser insignificante.
-¡Oye! me costó trabajo. Un Teme como tú obviamente no entiende la ciencia que requiere hacer un procedimiento de ese tipo _puntualizo avanzando con el salvaje grupo de personas que se abalanzo hacia adentro del metro_
Lograron entrar apenas quedando contra la puerta y no es que a Naruto le molestara tener a Sasuke tan cerca, sino que sus quejas evidenciaban que llevar a alguien con un enorme agujero en el hombro, en un vagón atorado de personas no era la mejor idea, pero si una que podía aprovechar, ya que ese orgulloso prostituto era de los que prefiere desmayarse a dejar que alguien lo sostenga o lo abrace disimuladamente como hacia Naruto.
El teme pudo respirar tranquilo librándose del acoso del rubio cuando el metro se vacío en la siguiente parada. Pensó en sentarse, pero el tenso apretón de la mano de Naruto le indico que algo no estaba bien.
-Nos tienen… _lo oyó decir y entendió de inmediato que los fornidos hombres que se encontraban cruzando la puerta no tenía intenciones nada sanas_
Su cuerpo completo se desprendió de la vida mientras su mente maquinaba mil cosas que incluían mayormente como habría de terminar de manera tan absurda su existencia. Sintió miedo y algo de vergüenza replicándose que no podía partir al más haya con una vida tan desgraciada, tan inútil y despreciable. Tenía que hacer algo, tenía que salir de allí y buscar de inmediato un trabajo, dignidad o algo que lo hiciera sentirse miserablemente bien.
Se encontró pensando que tenía que hacer cualquier cosa, golpeándose internamente en busca de una salida y de pronto sus ojos se toparon con la solución.
Sin pensarlo dos veces estampo a Naruto contra sus labios y se dedicó a darle el beso más indecente y escandaloso que hubiera practicado. Todo su cuerpo estaba en ello frotándose de forma promiscua y en la opinión de cualquiera sumamente excitante, sobre el cuerpo del rubio mientras lo enredada en sus brazos y lo hacía corresponder su contacto.
Y valla que fue un éxito, en un dos por tres el policía que había divisado en el asiento de enfrente se encontraba junto a ellos.
-Jóvenes, tengo que pedirles que se abstengan de hacer esta clase de demostraciones públicas de afecto, hay niños presentes _dijo haciendo notar que habían un oficial presente y en toda la disposición de actuar_
Esos matones no se atrevían a lanzarse a los golpes con un policía enfrente, Naruto lo entendió y de inmediato le siguió la corriente a Sasuke, tenían que mantel al oficial allí.
-Quiere decir, oficial ¿que no puedo hacer esto con mi novio? _dijo agarrando por la cintura a Sasuke para darle un beso_
Y así empezó un animoso debate sobre la moral y los derechos homosexuales a la que más de un pasajero se sumó.
Cuando llegaron a su destino, ya un par de lesbianas se habían encargado de acaparar la atención de todos con un discurso sobre la aceptación y la diversidad sexual. A lo que Sasuke y Naruto dieron gracias, ya que se les estaban acabando los argumentos.
Al bajar se perdieron rápidamente entre la muchedumbre y los hombre que los perseguían quedaron atrás varias cuadras antes de que retomaran su ruta.
-¡Eso fue brillante! ¡Tebbayo! _escucho al rubio gritar al salir del laberinto de callejones_ joder teme, sí que se te da bien eso de pensar rápido.
-¡Y yo que creía que eras hetero! mierda Naruto, eso estuvo intenso… ¿viste la expresión del policía? creyó que íbamos a ponernos a tener sexo hay mismo…
-Eso es actuación Teme, tu por otra parte, rayos eres profesional en esto, ¿eh?
-Es mi trabajo… _dijo en un tono molesto haciéndole ver a Naruto que estaban entrando en el tema incorrecto_
El rubio se rasco la cabeza desconcertado, aun no alcanzaba a entender del todo a ese chico, pero lograba ver que su trabajo no le gustaba tanto.
-A todo esto… _dijo el azabache_ ¿a dónde vamos? ¿El tipo del edificio es tu amigo o algo?
-Es más bien un conocido, me debe un favor. Tal vez pueda ayudarnos con un poco de dinero…
-¿Y luego qué?
Esa pregunta le tenso el cuerpo al rubio, era algo que había estado pensando mucho.
-No se _respondió en un tono serio_ yo estoy muerto de todas formas, pero tu aun puedes ir algún lado. Te metí en esto, así que al menos voy a llevarte a un lugar seguro.
-No necesito que me lleves a ninguna parte, estoy bien por mi cuenta.
-¿No lo entiendes? Creen que estas con migo, bueno, de hecho lo estas… van a ir por ti para ver si pueden recuperar algo y cuando no lo consigan te van a matar…
-Es eso, ¿robaste? ¿Por qué diablos te persiguen?
-Te digo luego, solo ven con migo… _exclamo tomándolo del brazo para arrastrarlo sobre la avenida_ apenas y logramos perderlos, además ya estamos cerca.
Un golpe y el rubio supo que Sasuke ya se sentía bien.
-Puedo caminar solo… _dijo adelantándose aunque no tuviera idea de a donde rayos iban_
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