-¿Qué diablos?
Exclamo con fastidio, algo de incredulidad y cierta inquietud creciendo a medida que la sonrisa de ese rubio se ampliaba.
Su mirada cuestionarte fue de arriba abajo sobre ese muchacho que Naruto llevaba a cuestas previendo lo que parecía un asunto realmente problemático y luego de un largo suspiro doblegado por esa mirada azulina que no podía rehuir, decidió restar importancia a las circunstancias
inusuales de esta nueva locura del rubio.
Una expresión ceñuda se instaló en su rostro mientras quitaba las alfombras del recibidor para evitar las manchas de sangre, tratando de obviar lo arrepentido que estaba de haberle dado su dirección a ese idiota que conoció en la fraternidad. Y Shikamaru no era de darle su dirección a cualquiera, pero el asunto era que ese idiota por desgracia era su amigo, o era al menos lo que lo escuchaba decir cada que lo arrastraba a una de sus estupideces.
-Ese chico está sangrando… _dijo rascándose la cabeza mientras se recostaba sobre la puerta_
-Creo que la herida volvió a abrirse _Dijo Naruto en un aire un poco agitado mientras pasaba hacia la sala sin preguntar _ Los puntos no sirvieron.
-Oye, no es que no me interese que has estado haciendo _exclamo enfatizando con una mirada curiosa y un poco incomoda la presencia de Sasuke_ pero ¿por qué estás aquí?
-Bueno… _una sonrisa campante, acusadora, más bien, que le prohibía negarse a lo que sea que le fuera a pedir se dibujó en rostro_ espero que me ayudes con él.
-Llévalo a un hospital… _soltó a secas después de pasar la mirada fríamente sobre ese pelinegro semi-inconsciente que Naruto sostenía contra su cuerpo; al parecer el rubio había estado paseando por algunos antros_
-¡Shikamaru! _exclamo parándolo en seco con una seriedad petrificante_ vienen por mí, necesito que lo cuides.
El rostro de Shikamaru se volvió inexpresivo… pareció analizarlo por un momento y luego con una sonrisa de medio lado soltó:
-Así que te metiste en eso…
Ante esa afirmación una risa nostálgica y un poco cansada salió de Naruto, haciendo a Shikamaru anhelar la alegría imperturbable que siempre brillaba en su rostro y es que tal gesto solo podía significar el asunto era irreparable. Quizás
Naruto no fuera el mejor amigo, pero no estaba seguro aun de poder asistir al velorio del chico con el que paso la mayoría de sus días de colegio.
-Las cosas son diferentes allá fuera, Nara…. _soltó con la típica expresión confiada que solía ofrecerle antes de ir a meterse a alguna pelea_
Un suspiro cansado salió del muchacho, sabía a qué se refería ese pequeño magnate de la industria digital, pero más aún sabia cuan duro que el sentido de la justicia de ese chico y lo difícil que era hacerlo entrar en razón. Siempre pensó que un día alguno de sus amigos llamaría a su teléfono para decirle que Naruto estaba muerto, pero nunca pensó que la tragedia llegara tan pronto y de manera tan casual.
Suspiró .
-Está hecho, de cualquier forma… sabes que no puedo tener aquí a… _dejo sin completar cuestionándose como debía llamar al extravagante prostituto que Naruto sostenía con recelo_
-Se llama Sasuke, y es mi amigo. Trátalo bien, unos vendajes servirían…
-¿Te vas a ir? _pregunto observando como lo depositaba en el gran sofá de su sala_
-Solo por unas horas, tengo que arreglar algunas cosas, prometo que nos iremos cuando regrese….y algo más _se acercó en una súplica cínica_ necesito dinero.
Y así, una tranquila tarde de lectura se transformó en una inesperada práctica médica. Sus habilidades no eran las mejores, pero Shikamaru era un genio cuando se lo proponía, si tan solo pasara más tiempo usando su energía para algo, era lo que constantemente repetía su madre. Pero el chico prefería mantenerse al margen del estudio, del trabajo, o cualquier cosa insignificante ante la imponente cantidad monearía que se movilizaba a su nombre en el banco.
Y realmente nadie lo culpaba, las personas como el, las personas como Naruto… tenían la vida comprada. Era justamente la razón por la que no podía entender a ese imbécil.
Lo había visto meterse en problemas una y otra vez por razones tontas. Insignificantes para cualquier jovencito arraigado en su posición. Lo había visto gastar sus esfuerzos día tras día por causas perdidas que para el resto parecían demasiado compasivas o solo inútiles. Y nunca pudo entender porque sacrificaba sus fuerzas en ello, quizás su naturaleza generosa se lo exigía o solo era muy tonto para entender que no tenía caso el esfuerzo.
Naruto era un auténtico héroe cuando se trataba de proteger a los demás, un verdadero anarquista amante de lo correcto, de la caridad y el dueño de los sueños más ingenuos que alguna vez hubiera escuchado. La clase de idiota que se mete en peleas callejeras por puro altruismo o lleva sin más a su departamento un prostituto, aunque eso era algo nuevo. Y era uno muy peculiar, debía admitir. Ese pelinegro era difícil de ignorar.
Esa piel pálida, ese rostro fino y ese sutil aroma que desprendía su cuerpo, eran exquisitos. Quizás Naruto había caído en su anzuelo, pero ¿Qué tenía a ese sutil jovencito solo visible en las profundidades de un antro con él? Se preguntó tentado a acariciar su cabeza mientras se revolvía atrapado en algún sueño delirante provocado por los fármacos.
Se quedó sentado junto a él durante un par de horas con la vista perdida en la oscuridad; tal vez se estaba tomando muy en serio eso de cuidarlo.
-¿Donde esta? _lo oyó pronunciar finalmente con una voz ronca cuando recobro la conciencia_
-¿Te sientes mejor?… empezaba a creer que te había dado medicamento de más _dijo Shikamaru parándose para ir a la cocina_ Naruto se fue hace un rato, va a volver pronto.
-¿Eres su amigo? _pregunto tratando de incorporarse mientras analizaba la habitación_
-Algo así… ¿Qué hay de ti?
-Me contrato anoche, no soy nadie en particular…
-Así que es tu cliente…creí que era hetero _afirmo con cierta extrañeza mientras le pasaba un vaso con agua_ ¿tuvieron sexo?
-¿Te importa? _recibió el vaso con algo de desconfianza mientras Shikamaru lo invitaba a beber con un gesto de mano_
-No realmente, pero estoy aburrido… _ bostezo mientras se estiraba rodeando el sofá para luego inclinarse en el respaldo_ Naruto estará aquí en un momento y creo que vas necesitar otra ropa, la que tienes llama demasiado la atención; no creo que él quiera que su chico valla por ahí atrayendo miradas.
-No soy “su chico” _pronuncio con fastidio_ apenas y lo conozco.
-¿Entonces porque estas con él?
Esa era una respuesta que Sasuke no tenía, su corto tiempo con ese rubio hasta ahora no tenía ningún motivo en especial, quizás solo le agradaba su compañía y tenía la excusa perfecta para quedarse a su lado un rato más:
-No tengo opción… me enrede es sus asuntos de alguna forma.
La expresión de Shikamaru se tornó seria.
-Te metiste en un asunto complicado…
Se dirigió a la habitación contigua, revolvió algunos cajones hasta tener una docena de prendas encima y sin más se las lanzo al pelinegro en las piernas.
-No sé cuál sea tu talla, pero debe haber algo aquí que te sirva.
De forma perezosa se dejó caer en el sofá para ver como Sasuke se desnudaba sin mucho pudor. Lo vio probarse varias prendas para quedarse con unos jeas y una sudadera, que en su opinión le quedaban esplendidos.
-¿Eres pasivo? _pregunto analizando la bien formada complexión de su cuerpo_
-No voy a hacerte ningún favor _soltó Sasuke a secas_
-No me malinterpretes, no quiero nada con tigo, solo es curiosidad. Sabes… Naruto es de los que vive el momento, pero nunca pensé que pudiera liarse con un chico, así que debes ser muy bueno en lo que haces.
Sasuke le lanzo una mirada agria y a partir de allí cualquier otro intento de conversación fue fríamente ignorado.
Era un chico difícil, agrio, a decir verdad. Si no supiera que salió de algún callejón en los barrios bajos, podría creer que su actitud era la de un fino jovencito de colegio o de un príncipe perdido de algún país exótico. Tenía un aura altiva, una inmensa arrogancia y quizás muchos oscuros secretos que eran mejor no saber. Pudo intuirlo en el filo de esos profundos ojos negros que atrapo un par de veces viendo la puerta de forma impaciente.
Durante las tres horas siguientes ese exquisito espécimen se paseó por su sala, curioseo en algunas habitaciones con la mirada de un policía e incluso tuvo el descaro de vaciar su alacena y usar su cocina.
Lo noto tenso al final de la última hora mientras revisaba de forma impaciente los frascos de la repisa.
-¿No debería haber vuelto ya? _Pregunto de pronto rompió el silencio con una voz neutral_
-¿Estas preocupado? _soltó Nara con ánimo de fastidiarlo_
Un resoplo molesto salió del pelinegro y sin más temple en su reserva se dirigió a la puerta dispuesto a registrar cada rincón de la ciudad hasta encontrar al rubio.
-¿A dónde vas? _cuestiono Shikamaru saltando detrás de el para detenerlo_ Naruto me pidió que te cuidara así que no puedo dejar que salgas de aquí…
-Ocúpate en tus asuntos…
-¡Tú eres mi asunto!… Le debo varios favores a ese idiota así
que voy a cuidarte hasta que venga por tu trasero…
Un golpe azoto la puerta desde afuera haciéndolos parar el forcejeo. Se vieron mutuamente retrocediendo ante el incremento de los estrépitos y un par de gritos ahogados que murieron en la lejanía. Un par de segundos luego del silencio Shikamaru se abalanzo a la puerta y la abrió de golpe.
-Naruto… _Soltó aliviado al verlo de pie junto a las escaleras y un par de sujetos tendidos detrás de el_
-¡Teme! _Exclamo el rubio lanzando a Shikamaru a un lado al ver al pelinegro despierto y de pie_
Sasuke armo un gesto confuso y un poco agrio ante el suave beso fugas y lleno de alegría que Naruto deposito como un saludo en sus labios.
-Ya estás bien… creí que te esta vez si te ibas a morir cuando te desmayaste en la entrada.
-¿Eh? No me desmaye… ¡!me golpeaste maldito desgraciado!! _grito recordando el sorpresivo puñetazo que recibió en el rostro antes de ser arrastrado por las escaleras_
-¡! Estabas sangrado!! Te dije que te quedaras quieto, pero no lo hiciste…
-¿Y se te ocurrió atacarme de pronto?
-Solo trataba de hacerte reaccionar… ya sabes…como en las películas, tebbayo.
-Maldición Naruto… largo de aquí… _exclamo Shikamaru refunfuñando maldiciones por lo bajo mientras trataba de empujarlos fuera de su recibidor_ cuide a tu princesa, ya la tienes…ahora ¡fuera!
-Espera… _logro decir el rubio forcejeando contra la puerta_ necesito otro favor… Es Ero-sennin…
-¿!Lo metiste a él también!? ¿Eres idiota?
-No es eso… él sabe quién lo hizo…
El astuto muchacho de coleta que normalmente siempre tenía algo que decir se quedó mudo al escucharlo, soltó la puerta y en un dos por tres Naruto ya estaba llevando a Sasuke de regreso a su sillón.
-Lo sé de Orochimaru, pero Ero-sennin no está en la ciudad, viene mañana. Déjame quedarme aquí hasta entonces, prometo que me iré de inmediato. Si el de verdad lo sabe tal vez pueda arreglar este problema.
El muchacho pareció analizarlo seriamente dándole vueltas al lio seguro que estaba a punto de echarse encima.
-Solo tengo una habitación de invitados _soltó preguntándose internamente porque demonios se hiso “amigo” de Naruto en primer lugar_ y está junto a la mía… no quiero escucharlos teniendo sexo, así que háganlo en silencio…
-¡Sasuke promete no gemir tan alto! _exclamo Naruto con una enorme sonrisa antes de probar el puño del Uchiha_
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