Las horas pasaron
Kai, Ruki y Reita estaban en la sala de espera del hospital, esperando a que Aoi regresara de comprar un café...necesitaban hablar con el ahora y de forma seria. Ellos estaban más confundidos ahora que el mismo Uruha... ¿ya habían regresado? Quizás ahora eran amigos con beneficios... ¿pero que eso no lastimaría mas a Uruha? Incluso a Aoi también...ya ni si quiera sabían que estaba pasando
Reita estaba demasiado perdido en su teléfono, recibiendo mensajes de parte de la familia de Uruha que le dijeran como estaba y si la operación ya había terminado o no, pero solo contestaba “Está bien” y “No, aun no” a la mayoría de las cosas, como un niño que obedece al pie de la letra las indicaciones de un mayor
Sin embargo el vocal estaba más preocupado por Kai que por Uruha...al menos ahora
Desde que Uruha entro al quirófano y Aoi se perdió en los pasillos yendo a fabricar el café...el líder había estado muy callado. Cruzado de brazos y mirando fijamente hacia la blanca y vacía pared como si ahí estuviera todo lo interesante...no había dicho palabra alguna en ningún instante
Ruki puso una mano sobre su hombro que lo logro sacar de sus pensamientos
Definitivamente el líder no era el ahora...se notaba en su mirada
-¿Sigues preocupado por Uruha?-
-Si...pero...también por Aoi...-
-¿Aoi? ¿Acaso tienes miedo de que ya no regrese del café?-
-Es que Aoi no fue por un café Ruki...-
Kai terminó por confesarse, incapaz de seguir con aquella agobiante mentira que lo había dejado en silencio. Esa mentira que tanto el pelinegro como el labraron poco a poco en las semanas anteriores a la operación de Uruha, una promesa que hicieron entre ellos dos solamente
-¿Qué quieres decir con que Aoi no fue por un café?- el vocal hablo en voz baja, Reita dejo su teléfono de inmediato para poner atención
El líder sintió que su voz se quebraba y las lágrimas lo traicionaron
-Aoi...Aoi es...el donador de Uruha-
-El doctor nos comentó algo para ayudarlo...- Kai le dijo suavemente
Aoi se había calmado cuando entendió los pros y los contras de porque no le habían dicho nada acerca del problema tan serio que tenía Uruha ahora, había encendido otro cigarro mientras se recargaba sobre su auto poco después de que el primero cayó al suelo, incapaz de seguir produciendo humo pues se había terminado por completo
Volteo a ver a Kai quien se había cruzado de brazos
-¿Que se puede hacer por Uruha?- pregunto bastante serio
-Una operación solamente...una donación de un nervio similar es lo único que le puede regresar la movilidad-
Aoi volvió a darle una calada al cigarro, guardo el humo por unos instantes y después lo dejo salir en silencio. Se separó de su auto y tiro el cigarro al suelo apagándolo con la suela de su zapato...esta vez miro a Kai de frente
-Yo lo hare-
-¡¿Que?! ¡No!- grito Kai desesperado -¡¿No lo entiendes?! ¡Solucionaremos un problema para crear otro! ¡Tú ya no podrás tocar!-
-¿Y que no es eso lo mejor? Su voz era sencilla, calmada como si dijera buenas noticias -Yo lo hare-
-¡No!- volvió a gritar Kai -¡Claro que no! ¡No!-
El pelinegro suspiro y se acercó un poco más al baterista poniendo sus manos sobre sus hombros.
Aoi era una persona bastante social y eso no era un secreto para nadie, una 'bestia de la fiesta' como lo llamaría Reita alguna vez pero la verdad es que no tenía un amigo verdadero excepto por Kai...al principio sus personalidades y sus ideas habían chocado: Kai era el nuevo y recién habían despedido a Yune, quien era su amigo, se sentía enojado por todo y todo lo que Kai le dijera lo molestaba...un día el amable chico termino por explotar y golpearlo detrás de escena
Sin embargo tenían razón con eso de “del odio al amor hay un paso”
Pronto descubrieron en medio de sus jóvenes años que podían llegar a ser los mejores amigos y así fue...Aoi no confiaba en nadie más que no fuera Kai incluso había cosas que Uruha no sabía sobre él y Kai si
Kai lo apoyo cuando tenía la idea de dejar the Gazette porque ya no soportaba el cansancio y los días lejos de casa, incluso si eso significaba sacrificar sus propios sueños
Y ahora lo había apoyado con esconder toda esa mentira
-Voy a estar bien- sonrió confiado -No te pongas todo neurótico Yutaka-
-¿Es un juego para ti verdad?- puso un dedo de forma fuerte sobre su pecho -Todo es un juego para ti...-
-Hey eres mi amigo- Aoi se cruzó de brazos -Me has apoyado antes-
-¡Pero ahora no! ¿Ok? ¿Y sabes porque? ¡Porque te pones en riesgo tú! ¿Que harás si tu brazo queda inmóvil eh? Y ya deja de chantajearme con eso de que soy tu amigo. Un amigo no es un compañero de crímenes-
-Tu lo eres, lo has sido muchas veces antes-
Cada instante que pasaba, Kai se hundía un poco más en sus recuerdos y sin evitarlo llevo una mano hasta su cabello, desesperado
-Debí haberlo detenido…-
-Voy a estar bien- se acercó a él y puso sus manos en sus hombros dándole otra sonrisa confiada -¿Confías en mi o no?-
Kai no pudo evitar abrazarlo con todas sus fuerzas como si se fuera a esfumar, sentía un nudo en la garganta al escuchar las palabras de Aoi…entonces aun amaba a Uruha, aun lo amaba como siempre lo había amado. Estaba dispuesto a sacrificar sus propios sueños a cambio de los de Uruha de forma anónima obviamente, no quería cargarle la culpa al rubio de ninguna forma
Aoi correspondió el abrazo, suspirando ante la acción de su amigo
-Prométeme algo- dijo Aoi en voz baja –Si mi brazo no responde, no vas a hacer el intento por que me quede en Gazette-
-Aoi…-
-Prométemelo maldita sea Yutaka, hazlo-
-Esta bien…lo hare, lo hare…te lo prometo-
-No debí de haberle prometido todo eso-
Ruki envolvió sus brazos alrededor de su pareja, dejando que su camisa se humedeciera con sus lágrimas y su corazón se rompiera un poco más ante el sonido de sus sollozos. La culpa se respiraba en el aire mientras el silencio se había hecho presa de los otros dos miembros de la banda
Aoi nunca fue egoísta
Quizás lo empezaron a juzgar antes de tiempo, empezaron a acusarlo de cosas que había hecho porque el dolor y el orgullo eran demasiados como para continuar de forma normal con su vida. En Psicología eso tenía un nombre: El mecanismo de defensa de proyección donde la persona empieza a reflejar sus sentimientos en alguien más… quizás Aoi fue presa de ese suceso, usándolo como último recurso para sanar sus heridas
Y ellos que solo se habían dedicado a apuntarlo, a humillarlo, a hundir el dedo en la herida una y otra vez, frotarla constantemente con puñados de sal
¿Ahora qué? Esa era la pregunta que flotaba en el aire
Mientras que a ellos tres les tomo meses enteros pensar si donarle o no a Uruha esa parte tan indispensable de su cuerpo, a Aoi solo le tomo unas cuantas palabras por parte de Kai
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Uruha abrió los ojos poco a poco
La luz lo cegó de inmediato y el mareo constante que sentía lo hizo cerrar de nuevo sus parpados, no deseando ver nada ni escuchar nada. Hace algunos minutos había salido del quirófano, el doctor le dijo que la anestesia había sido fuerte y que se sentiría mal pero que conforme avanzara el día se iría sintiendo mucho mejor
No sentía mucho dolor, al menos solo en su brazo pero era algo similar a una herida llena de tierra, de esas que suelen suceder cuando estas pequeño y de la nada caes en medio de tu divertido juego. Escuchaba la máquina que marcaba su pulso con un hipnótico sonido una y otra vez, haciendo que descendiera a una espiral en medio de su estado parcial de consciencia. Sintiéndose peor cada instante por lo que entre abrió sus ojos y se inclinó hacia un lado de la cama, sentía los ácidos de su estómago subir lentamente por su esófago para luego detenerse, el malestar continuo por lo que se quedó en aquella posición
En medio de su ligera crisis recordó lo que había visto en el quirófano…aquella mano sujetando a la suya con fuerza. Esa mano que tenía las uñas pintadas de negro…mil y un historias le cruzaron por la cabeza, cada una más descabellada que la otra, cada una más incoherente
Pero de pronto la máquina del pulso se detuvo y emitió el típico pitido cuando ya no tiene nada que marcar. Volteo su cuerpo sobre la cama, buscando frenéticamente el origen del ruido, pero no provenía de la máquina que estaba conectada a su cuerpo si no la de la persona que estaba a su lado.
La persona dueña de la mano con uñas pintadas de color negro
Era Aoi…con una venda sobre su brazo izquierdo…
Súbitamente empezó a sentirse aún más mal de lo que ya estaba. Con todas sus fuerzas se incorporó sobre la cama y empezó a gritar, a gritar hasta que su garganta empezó a quedarse reseca, adolorida de tanto forzar sus cuerdas vocales
-¡¡DOCTOR!! ¡¡DOCTOR!! ¡¡AYUDA!! ¡¡ALGUIEN AYUDA!!-
No…no podía pasarle esto
Aoi no podía haber hecho esto por el…
-Espérame...- Aoi continuo, sin romper el contacto visual con su compañero de cuerdas -Y por favor...no te enamores de alguien más-
-No te estoy pidiendo que me correspondas, no tienes por qué y lo entiendo...solo quiero que lo sepas...que recuerdes mis palabras mientras estas en el quirófano...incluso después de que salgas...recuerda que...tienes que esperarme-
No…no…no
Entonces sentía que la espiral lo estaba tragando sin dudas, más y más profundo cada segundo que pasaba hasta un punto que una vez más sintió el contenido de su estómago a la mitad de su cuerpo…se giró hacia un lado de la cama y vomito hasta que ya no pudo…ahora se sentía débil y el pitido de la máquina de Aoi seguía constante, no se detenía, no había señas de que reaccionara
Forzó su cuerpo a sentarse sobre la cama y se deshizo de todos los cables que tenía conectados, ignorando el dolor que cruzo por su cuerpo de la nada, ignorando la agonía que sentía en ese momento cuando su brazo recién operado empezó a sangrar y los mareos no lo dejaban ver bien
En ese momento no supo si lo que nublaba su vista era el mareo o las lagrimas
Se acercó a la cama de Aoi pero sus piernas flaquearon y termino cayendo al suelo. Se incorporó con la fuerza de voluntad más que con la fuerza física y sujeto ese rostro entre sus manos, ese rostro que ahora estaba inconsciente y que tantas veces antes se dedicó a besar, a admirar…que hasta hace algunos meses (ahora casi años) sonreía feliz y brillaba con la felicidad más grande
-No me dejes- suplico con la voz quebrada y las lágrimas fluyendo sin parar sobre sus mejillas, cayendo despacio sobre el rostro de Aoi cubriendo sus ojos, su nariz y sus labios –Por favor no me dejes- una vez más pidió
Dejo un largo beso sobre sus labios y se aferró más a su rostro, acariciando sus mejillas
-Por favor Yuu…me dijiste que te esperara…por favor…-
Escucho como la puerta de la habitación se abría bruscamente y de ella aparecían el doctor de cabecera y dos enfermeras quienes se alarmaron al ver a Uruha de aquella forma, sangrando
-Señor Takashima- una de las enfermeras lo sujeto por la cintura –No puede hacer esto, se está lastimando-
-¡Déjenme!- exclamo haciendo un intento por quitarse las manos de la enfermera -¡Tengo que estar con él!-
-¡Señor Takashima por favor!-
-¡NO!-
Pero su cuerpo ya estaba cobrándose la factura, ya había sacado más fuerzas de las que tenía y la espiral seguía ahí…nunca se había ido, estaba dando “patadas de ahogado” como solían decir. Cayo de rodillas, aferrándose al cuerpo de Aoi mientras la oscuridad nublaba sus ojos poco a poco
-Yuu…-
Fue lo último que susurro antes de que las luces se apagaran sobre sus ojos y quedara inconsciente en la orilla de la cama de Aoi
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Ruki aun abrazaba fuertemente a Kai quien sentía la culpa a flor de piel, ya habían pasado varias horas desde que los dos guitarristas habían entrado a quirófano y aun no tenían noticias ni buenas ni malas. Reita seguía haciendo llamadas a la familia de Uruha, dándole ánimos y distrayéndolos de la amargura que seguramente sentían en ese momento
Angustia…en eso se resumía el color del ambiente
A lo lejos Reita logro ver a un doctor y colgó de inmediato la llamada, disculpándose con la madre de Uruha, camino de inmediato hacia el hombre de bata blanca, tanto el vocalista como el líder se unieron a la conglomeración y antes de que el doctor si quiera pudiera articular alguna palabra Kai lo interrumpió
-Doctor ¿Cómo están?-
-Se encuentran bien, están estables pero…-
El doctor no pudo terminar cuando a lo lejos, en los últimos cuartos del pasillo donde estaban, se escuchó un grito que perforo las paredes
-¡¡DOCTOR!! ¡¡DOCTOR!! ¡¡AYUDA!! ¡¡ALGUIEN AYUDA!!-
Los tres miembros restantes identificaron esa voz en un instante. El doctor salió corriendo hacia la habitación llamando enfermeras en el camino para ver qué pasaba. Reita se fue detrás de ellos pero lo detuvieron de inmediato
-¡Por favor! ¡Es mi amigo tengo que saber cómo esta!-
A pesar de sus plegarias nadie lo escucho y no lo dejaron entrar
Kai fue paralizado por el miedo y esta vez ni si quiera los brazos de Ruki le daban el confort y la sanación que su cuerpo necesitaba
-Voy a estar bien…-
Las palabras de Aoi resonaron en su cerebro
Pero…¿serian verdad?