-¡Yuu!-
El grito de Uruha cubrió la recamara en donde estaba, asustando a Kai que estaba junto a el apenas dormitando un poco. Al verlo despierto una señal de alarma cruzo su rostro y poco después se calmó, quizás porque se dio cuenta que estaba bien
-Uruha… ¿Qué pasa?-
Pero Uruha solo lo miro como un cachorro perdido, un venado siendo sorprendido por las luces de un auto…no sabía ni como comenzar. El dolor en su cuerpo se hizo presente en cuanto retomo la consciencia y la espiral regreso haciendo que su cuerpo se inclinara hacia un lado de la cama…esas malditas nauseas
Sintió la cálida mano de Kai sobre su espalda, trazando círculos suaves en un intento por calmarlo
-¿Vas a vomitar? Debe ser por la anestesia- Esto último lo murmuro para el
Al parecer su cuerpo estaba demasiado débil hasta para devolver sus jugos gástricos pues nada vino a su boca a pesar de las horrendas arcadas que hicieron que su cuerpo temblara. Cuando por fin tomo el control de sí mismo y la espiral parecía diluida por su mente se sentó de forma correcta sobre la cama y miro una vez más al líder
-¿Te sientes bien?- Volvió a preguntar angustiado
Entonces el guitarrista rubio recordó en un instante todo el incidente que había sucedido…Aoi estaba ahí, inconsciente y la máquina que controlaba su pulso se detuvo de la nada, por más que grito por él y le pidió que no lo dejara, que se mantuviera a su lado por el mayor tiempo posible…nunca regreso
-¿Dónde está Yuu?- hablo con voz temblorosa, llena de miedo
Se pintó el dolor en el rostro de Kai por unos breves segundos y después pareció regresar a su mueca neutral, intentando que Uruha no encontrara una debilidad en el
-El…se fue antes de la cirugía-
-¿Qué?-
Claro que no, Uruha no se iba a creer esa estupidez…no era un niño, él había visto a Aoi a su lado, en la cama junto a él, recordaba el tono en las uñas de sus dedos…era el
-Me llamo hace unas horas para preguntarme como estabas y si habías salido bien de la operación…le dije que seguías dormido y que no sabía-
-Kai eso no es verdad…Aoi estaba junto a mi hace poco y…el…su pulso…-
Miro hacia las sábanas blancas con su corazón lleno de duda y de confusión...
¿Había sido un sueño?
Pero recordaba bien esa imagen, la sensación fría de su piel cuando beso sus labios, cuando sujeto su rostro para intentar hacer que reaccionara…era demasiado para ser un sueño, era demasiado para ser una mentira solo creada por su cerebro quien aún seguía atontado por la anestesia
-Kai…él estaba aquí…-
-No Uruha. El doctor dijo que tuviste un ataque de pánico muy fuerte y por eso empezaste a gritar…Aoi no estaba aquí-
Su pecho se sintió oprimido en ese instante ante la sensación de vacío y dolor que se abría paso por su cuerpo, sin embargo cuando apretó la sabana bajo sus manos se dio cuenta de que ejercía presión en ambas, solo que en su mano izquierda aún era muy débil el movimiento había regresado al menos
Ese era su consuelo, uno muy leve pero lo era
-Entonces… ¿el no estuvo aquí?-
-No…-
El silencio que cubrió la habitación fue letal, alto, perforando sus tímpanos con una crueldad similar a la de un asesino. No había palabras para llenar ese vacío, Kai no tenía idea de cómo demonios tenía que cambiar la conversación y el mismo no podía soportar la presión que había en esa recamara así que sin dudarlo un poco le dio una leve sonrisa a su guitarrista líder
-Bien Uru…Reita no ha dejado de decirme que quiere entrar así que…iré por el ¿está bien?-
Uruha no contesto pero Kai no necesitaba una respuesta ahora, solo quería salir porque sentía que ahí adentro le faltaba el aire
Y apenas respiro el sobre-purificado aire de los pasillos sintió el nudo en su garganta, jamás pensó que podía mentir con esa facilidad, jamás pensó que podía lastimar y destruir con mentiras de la forma que lo había hecho apenas hace poco.
Regreso a la sala de espera donde Ruki y Reita lo esperaban ansiosos de saber que pasaba, con el menor número de palabras le dijo a Reita que entrara a la habitación pero que intentara evadir el tópico de Aoi y que por favor, por favor no le dijera nada a Uruha de él o entonces estarían en un grave y muy serio problema
Kai termino por sentarse a un lado de Ruki quien puso una mano sobre su cabello, acariciándolo varias veces en una señal de confort, intentando aligerar la enorme carga que tenía sobre sus hombros. Casi por instinto, Kai inclino un poco más su cabeza hacia el recargándose sobre su hombro y suspirando en cuanto sintió un leve beso sobre su frente
-Esto es peor para ti que para ellos- murmuro Ruki contra su cabello –Ya basta-
-Ruki…es lo que Aoi quiere-
-Al final de cuentas siempre terminamos cediendo a lo que ese bastardo quiere ¿o no?-
-Quizás…solo quizás…-
Kai cerró los ojos, dejándose llevar por la sensación de calma que había aniquilado a la de culpa de hace unos instantes. Sentía el sueño justo detrás de sus parpados y dejo de luchar contra él, entregándose a los brazos de Morfeo en cuestión de segundos
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Aoi despertó con un dolor en todo su cuerpo ¿Cómo demonios era eso posible? Solo había operado su brazo por el amor de dios…
Cierto…su brazo
Bueno…ya no quedaba de otra
Miro hacia el color blanco del techo y se perdió entre la calma de su habitación, sintiéndose hipnotizado por el sonido de la maquina a su lado…cerro los ojos y entonces recordó aquella escena que se quedaba grabada con fuego sobre su mente, calcinando todos sus otros recuerdos como si ya no existieran
Uruha, gritando, sujetando su rostro con fuerza mientras le rogaba que se quedara junto a el
Apenas y alcanzo a escuchar sus suplicas, después de todo él se sentía muy débil y mareado pero habían sido lo suficientemente claras como para que sintiera una punzada aguda sobre su pecho, culpa al saber que acababa de enterarse de la estupidez más grande que hizo en su vida. Después ya no escucho nada mas de Uruha solo la voz de las enfermeras y los doctores regresándolo a su cama
A los pocos segundos Kai entro alarmado a la habitación, preguntando qué había pasado y por qué Uruha estaba así…podía imaginarse la expresión en el rostro de su amigo en ese instante…llena de culpa y confusión en cuanto se enteró de todo. Al parecer su pulso era tan bajo a causa de la anestesia y los calmantes que la maquina no lo notaba y por eso empezó a chillar como loca. El doctor salió de la habitación diciendo que todo estaba en calma justo después que le explico a Kai todo y el batero se quedó ahí
El mismo tomo fuerzas de algún sitio de su cuerpo y apenas pudo hablar, pidiéndole a Kai…no, más bien, rogándole que por favor lo cambiaran de habitación, que Uruha ya no lo podía seguir viendo ahí o entonces todo lo que habían planeado se iría al demonio en un instante…
Y fue así como termino en este sitio más aislado de lo normal, después de todo era una de las pocas recamaras que tenían disponibles
Había hablado con sus compañeros de la banda…esta vez de forma seria
-¡Acabas de crear un problema en donde no lo había Aoi!- le grito Ruki
Aoi lo miro con un solo ojo, el otro cerrado debido a que la luz de la habitación le molestaba y suspiro largamente para después soltar una leve risa…ese enano sí que seguía creyéndose el líder de la banda y más ahora que tenía ‘nexos’ con el verdadero líder
-Hey…no me juzguen. Yo no les guardo ningún rencor por haberme escondido lo de Uruha tanto tiempo-
-Es distinto- reclamo Reita –Nosotros lo hicimos porque sabíamos que esto iba a pasar-
El lugar se cubrió en silencio, Aoi volvió a reír y miro ahora a Kai
-¿Y tú? ¿No piensas decirme algo? ¿No vas a reclamarme mamá?- dijo esto último con sarcasmo
-Lo que yo tenía que decirte ya te lo dije y eso no te detuvo así que…-
Y una vez más el silencio aprovecho para entrar a la recamara, Aoi decidió correrlo de esta una vez mas
-Hice esto por Uruha ¿acaso no es obvio? Su vida es la música, el ama esa guitarra más que su propia vida, es su alma…incluso si no lo sacamos de la banda su vida no es para estar detrás de una consola de sonidos, deberían conocerlo…-
Kai interrumpió
-La música también es tu vida, tu guitarra también es tu alma-
-Sí, tienes razón…pero hay una diferencia entre Kouyou y yo. El no decidió desprenderse de ese sueño, le fue arrancado por un accidente y yo se lo estoy regresando, le estoy regalando el mío ¿me entiendes? No tengo problema con no tocar nunca más…sé que el hará todo eso por mí-
Reita suspiro y negó varias veces antes de apoyarse sobre la puerta ¿en qué instante habían ido a parar a todo este tren de drama? Todo estaba bien…todo estaba muy jodidamente bien como para que las cosas colapsaran así porque si
Maldita sea
-Así que si alguno de ustedes aun me tiene un poco de cariño, aunque sea como ese idiota que les hizo la vida imposible…háganme un favor-
El rostro de los tres se llenó de duda e incluso curiosidad… ¿Qué podía ser tan importante como para que Aoi pidiera ese favor?
-No le digan a Uru que estoy aquí ¿esta bien? Yo arreglare las cosas después, solo no le digan que sigo aquí…incluso si termino viéndome como un imbécil que no se preocupa por él, yo lo solucionare-
Reita entro en defensa
-La última vez que tú arreglaste algo, desgraciado, todo se fue a la mierda. Mírate, míranos a todos, acabas de mandar a the Gazette al carajo-
-Haz esto por tu amigo maldita sea- le contesto Aoi –No lo hagas por mí, no necesito de tu lastima-
Kai intervino de inmediato, sintiéndose alterado por la discusión que se había originado
-No hay porque entrar en todo esto, lo haremos-
-¡¿Qué?!- grito Ruki -¡¿Por qué?!-
-Por Uruha y porque ya le hemos prestado suficiente atención a Aoi en todo este tiempo-
Aoi sonrió triunfante ante las palabras del líder. Los otros dos se convencieron muy a fuerza de lo que iban a hacer. Reita fue el primero en salir de la habitación, seguido de Ruki quien aún murmuraba que no podía creer por qué lo obedecían. Kai se mantuvo unos instantes más
-Yuu, espero que esta vez sí tengas una remota idea de lo que vas a hacer-
-Ya te dije que si-
-Por favor Yuu, es en serio-
-Lo digo en serio…se lo que hago Yutaka, lo juro-
El líder lo miro por unos momentos más y después salió de la habitación dejándolo a él en el mismo silencio que tantas veces interrumpió durante su tensa y tediosa conversación de hace unos minutos
Esa era una historia digna de un libro
No sabía si cometía error tras error o a dónde demonios iba a parar con sus decisiones pero al menos sabía que Uruha estaría de regreso en Gazette, tan bien y luciendo tan fabuloso como siempre. Esperaba ver de nuevo su sonrisa brillante y escucharlo decir tonterías sin sentido, esperaba que llegara una hora más tarde de lo que debería, que se concentrara tanto en su melodía que perdiera la noción del tiempo y espacio, que todos los días guardara una partitura diferente
Esas pequeñas cosas que tenía el rubio que era lo que hacía que su corazón se rompiera...ahora que ya había perdido la movilidad en su brazo, no tenía uso para la banda y estaba bien…podía verlos triunfar desde un lado de la calle, donde estaba seguro de que nadie lo acusaría. Le daría dolor a los fans, le daría dolor a la banda misma incluso a su amado Uruha que tanto había intentado proteger pero…ese dolor sanaría ¿no? Claro que si…todas las heridas sanan
Si no sanan con el tiempo, sanan con un puñado de sal, a la fuerza
Quizás su decisión era estúpida, impulsiva…como todo lo que había hecho en los últimos meses
Pero ya le había hecho suficiente daño a Uruha….no, no a Uruha…a Kouyou. Ya lo había destruido y le había arrebatado las pequeñas cosas que lo hacían feliz así que ahora merecía alejarse de él y darle felicidad. Mucho más de la que supuestamente le había dado en todos esos años de relación
Esta vez estaba seguro que las cosas irían bien