Habían pasado cerca de cuatro años
Gazette detuvo sus actividades aproximadamente unos dos años atrás
Para Uruha todo había sido diferente desde aquel día que abrazo a Aoi por última vez, antes de verlo partir en dirección a la estación del tren. Con la esperanza de que Aoi algún día regresaría se mantuvo en pie y decidió cambiar su modo de vida, olvidándose del alcohol y de los largos días simplemente mirando a la blanca pared de la sala
Kazuki era un buen chico después de todo, trabajaba bien, era responsable y respetuoso. Nunca intento cubrir el lugar de Aoi sino más bien “cuidarlo” en lo que el guitarrista rítmico tomaba una decisión…en lo que la compañía tomaba una decisión.
Y así fue…tanto la disquera como la PSC no soporto mucho tiempo el juego de guitarrista de soporte y les dieron una solución definitiva en donde aseguraban que todos se beneficiarían
Terminar la banda
Sorprendentemente no les tomo mucho tiempo tomar la decisión. Uruha podía entenderlo ahora incluso cuando ese día no quería dirigirle la palabra a ninguno de sus compañeros. Ya nadie quería seguir, no era lo mismo sin Aoi en todos los sentidos: musical y personal. Kazuki no era mal guitarrista ni tampoco mala persona pero no podía llenar el vacío que dejaba cierto pelinegro
Cada quien partió hacia su propio camino: Kai aun trabajaba en la PSC como productor para ciertas bandas, Ruki continuo con la marca de Black Moral, Reita dejo un poco de lado la música y se centró más en darse un descanso. No había perdido contacto con ellos, al menos no del todo…ocasionalmente seguía viendo a Kai incluso a Ruki, Reita era su mejor amigo mantenían contacto por teléfono todo el tiempo
Por su parte, Uruha empezó a dar clases en una escuela de música. Al principio había sido difícil obtener un trabajo pero tras unas cuantas audiciones dentro de esa escuela se quedó con el anhelado puesto.
Llevaba una vida tranquila, lejos de las pesadas capas de maquillaje, de los flashes de las cámaras y los llamativos trajes oscuros para cada disco, componía cuando tenía suficiente ánimo, tenía más tiempo libre. Había pasado de ser toda una celebridad en el mundo del Visual Kei a simplemente ser un ciudadano más de la colosal ciudad de Tokio
Aunque su vida ahora era envidiable, extrañaba los escenarios
Extrañaba esa leve sensación de ansiedad antes de presentarse, el ruido, las luces, los altavoces que taladraban sus oídos por horas, la felicidad de correr por el escenario, los gritos, los rostros sonrientes de miles y miles de fanáticos que veían a sus ídolos tocar sus canciones favoritas…
Días de eterna felicidad donde tocaban la cima del mundo
La escuela de música abría sus puertas desde temprano por la mañana y él se la pasaba todo el día ahí. Así que sin muchas ganas se dio un largo baño bajo el agua caliente y después se preparó un simple café negro, ya comería algo más a lo largo de la mañana
Colgando una de sus guitarras a su hombro, salió de casa y camino hasta dicha escuela, estaba apenas a unas cuadras lejos de su casa por lo que no tenía sentido tomar un transporte
Una vez ahí saludo a uno que otro compañero que se le cruzaba y llego al salón en donde había sido asignado, aun no llegaba nadie…se sentía tan melancólico en ese instante, estaba acostumbrado a llegar cuando ya todo mundo estaba ahí. Esperaba la voz burlona de Reita diciéndole que si se había venido de rodillas desde su casa o Kai hablándole seriamente que tenía que tomarse las cosas enserio
El salón no era muy grande, tenía al menos unas 15 sillas y una mesa al frente sirviendo como un escritorio. Dejo su guitarra sobre dicha mesa para sacarla de su funda y comenzar a afinarla, recientemente le había comprado cuerdas por lo que tenía que repetir el tedioso proceso una y otra vez. Recordaba llegar a sentarse al único sillón de la sala de ensayos y poner su guitarra sobre sus piernas, configurar el amplificador y empezar a tocar
Quizás su vida no era tranquila, quizás su vida no era envidiable simplemente era una vida repetitiva, en donde él no era del todo feliz pero el estilo monótono no le dejaba otra opción
Poco a poco los alumnos comenzaron a llegar al salón y tan pronto como llegaban él les resolvía sus dudas. Eran chicos y chicas que apenas se iniciaban con el instrumento por lo que tenía que hacer uso de su paciencia todo el tiempo y explicarles con palabras “normales” y lentamente en lo que cobraban más practica
El día se consumió lentamente en el salón
Para las tres de la tarde, él ya había terminado. Su horario solo era hasta cierto tiempo y el resto de la tarde lo tenía libre. Justo cuando salía de la escuela, un niño pequeño lo abordo abrazándose de su pierna como si alguien lo estuviera persiguiendo
En un principio se quedó sorprendido pero finalmente pudo ver que ese niño no era otro más que su sobrino, quien estaba feliz de verlo una vez más. No solía ser el tío mas afectivo pero era bueno con el chiquillo por lo que revolvió un poco su cabello y se puso a su nivel para poder cargarlo entre sus brazos
Su hermana apareció unos instantes después, saludándolo con un beso en la mejilla como era habitual entre ellos e invitándolo a comer a un restaurante cercano, al parecer venían a visitarlo por un par de días simplemente para ver cómo estaba pues su cuñado había salido de viaje y “se sentían aburridos en su propia casa”
Uruha vio esto como un buen método para distraerse de toda la nostalgia y melancolía que recorría su cuerpo así que accedió a ir a comer a un restaurante que estaba apenas cruzando la calle. Sujetando a su sobrino en una mano y el protector de su guitarra con la otra camino hasta dicho lugar
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Aoi se decidió a volver
Durante cuatro años se la había pasado en Mie simplemente disfrutando del tiempo al lado de su familia. En todo ese tiempo se cansó de llamar al número de Uruha incluso al de los demás chicos de Gazette pero nadie parecía contestar. Cuando la noticia de la disolución de la banda llego a sus oídos, dos años después de que sucediera, se aseguró de volver aunque fuera a saludar
No podía engañarse, nunca pudo engañar a su corazón y cerrarlo en una jaula para que dejara de amar a cierto guitarrista rubio que aparecía en sus sueños todos los días
Deseaba saber que le había pasado, si había cambiado en algo o si se seguía viendo justo como hace cuatro años. Quizás ahora por fin había cortado su cabello y había perdido su vanidad, quizás ahora se vestía de una forma menos extravagante…no lo sabía, en todo ese tiempo Uruha pudo haber cambiado…
Eso era lo que más le asustaba
Mientras vivía en Mie, tuvo una breve relación con una mujer de no más de 3 meses. Había sido más un capricho, un camino rápido para deshacerse de los sofocantes recuerdos de Uruha. No podía estar solo con tanto peso sobre sus hombros y había buscado más alguien que le rindiera tributo que alguien que lo amara
Al final ninguno de los dos pudo soportarse, la relación no termino bien y el siguió con su vida sin ser afectado por lo que acababa de vivir
Había hablado con Reita hace unos días, antes de decidir si debería regresar a Tokio o no, el antiguo bajista le dijo que Uruha lo llamaba todos los días y que ahora trabajaba en una escuela de música como un profesor de guitarra, incluso le había dado la dirección de dicha escuela y la hora en la que lo podía encontrar
Uruha como profesor…el pensarlo le dibujaba una sonrisa en el rostro. Sería un excelente profesor después de todo, era paciente y dedicado. La profesión perfecta para el menor después de un guitarrista obviamente
Reuniendo todo el valor posible y las palabras correctas, manejo su auto hasta el trabajo de Uruha
Espero por un par de minutos a que fuera su hora de salida y finalmente lo vio…
Seguía igual que hace cuatro años, aun usaba el cabello largo pero hasta los hombros, no había perdido su vanidad ni un poco pero seguía sin notarla y aun vestía de forma extravagante pero luciendo tan elegante como en los días de Gazette. Bajo del auto de forma apresurada, cerrando la puerta con fuerza y camino hasta la acera dispuesto a correr hacia el
Hasta que vio a un niño abrazarse de su pierna
Uruha revolvió su cabello y después lo cargo entre sus brazos, una mujer se acercó hacia él y beso su mejilla… ¿Qué estaba pasando?
Pero entonces se dio cuenta
Uruha si había cambiado
Se había hartado de esperar, decidió continuar su vida, lejos de él y de la banda, cerrando un capitulo para escribir otro con una tinta diferente
Al final termino por cambiarlo por alguien más
No, no lo cambio…
Aoi sintió su corazón romperse, una punzada atravesó su pecho y recorrió su cuerpo en un instante, inundando sus ojos de lágrimas cristalinas que jamás cayeron. En lugar de eso se dio la media vuelta y regreso al auto
Ya no tenía a que regresar