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LA ESPADA DE POSEIDÓN por desire nemesis

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                                   MUTUO DESTINO

 

El palacio que desde afuera parecía que iba a ser cavernario era en realidad luminoso, la piedra era blanca y luminosa. Mientras todos se fijaban en este hecho Seto tomó la mano del distraído Hermes y le dijo—Tenemos que hablar a solas—ante todos, llevándoselo luego.

 

Kaien se sintió un poco incómodo pues solo quedaban ellos con las sirvientes, una de ellos dijo a los invitados—¡Por favor, síganme! Hemos llevado a nuestra maestra a sus aposentos para tratarla como corresponde a fin de que pueda presentarse correctamente ante vosotros. Llevaremos aperitivos al salón comedor para que su espera sea más cómoda—les expresó mientras los conducía a un salón de reuniones con una enorme mesa en medio.

 

¡Gracias!—le dijo Cross y una vez los dejaron solos se volteó hacia su señor y el vampiro—Creo que tienen cosas de que hablar—les dijo.

 

Eres más perceptivo de lo que parece—se burló de él Kuran--¡Déjanos a solas! ¿Quieres?—lo despidió y el otro miró a Kiryu que asintió para mantener las cosas en paz. Sabía que el otro podía volverse un problema de sentirse contrariado y no quería que le pasara nada a la única persona que le quedaba y a la que debía tanto.

 

Te has vuelto más sensato—le dijo Kaname al ojos amatistas, viéndolo de lado con una semi sonrisa.

 

No me queda de otra si planeo salvarlo de ti—dijo el otro—Todavía no entiendo que es lo que piensas—exclamó recordando como el otro le brindó su sangre.

 

¡Tú no tienes que entender nada!—le dijo el ojos bordó con voz suave mientras levantaba su barbilla abatida para mirarlo a los ojos--¡Solo debes obedecerme!—fueron sus duras palabras. Zero se sentía atrapado y ya no tenía fuerzas para escapar a su destino.

 

 

 

 

 

 

 

 

……………………….

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Salieron de una escalera interminable a una especie de goleta en lo alto de la montaña, estaba forjada en la dura roca de esta pero tenía toda la gracia del mármol de Carrara. Era también una habitación lujosa donde los muebles eran de piedra, sin ventanas ni paredes que interrumpieran la esplendorosa vista del amplio espacio que era suyo.

 

¿Así que todo esto lo dominas tú?—preguntó Hermes viendo hacia las tierras frondosas y cruzadas de ríos que se veían a kilómetros a la redonda, de uno y otro lado de la cordillera de la que la montaña era la  más importante elevación.

 

De pronto sintió como el otro que soltara su mano al iniciar el ascenso y que no dijera palabra desde entonces la agarraba de nuevo haciendo que se volteara hacia él.

 

Si, y quiero que lo compartas conmigo—dijo Kaiba antes de besar con pasión sus labios.

 

Sabes que…--dijo el melado mientras se sentaba en la cama sin dejar de mirar los ojos azules que estaban a milímetros de los suyos y que le perseguían.

 

Sabes que tus réplicas ya no tienen sentido. Nunca entendí como un humano podía atraerme cuando jamás antes nadie lo hizo pero al descubrir lo que eres lo entendí—dijo el castaño llegando con sus labios a nanomilímetros de los de Hermes que de pronto sintió que temblaba—Embonamos a la perfección y lo sabes. Ya no tienes excusas para  pedir mi silencio. ¡Quédate aquí conmigo siempre!—le pidió antes de acortar más la distancia y terminar posando sus labios en él.

 

Cuando estuvieron recostados en el lecho el otro separó sus labios y sintió sus besos en su cuello mientras respondía—Sabes que tengo que ir con mi tío para devolver su espada—

 

Eso no va a tomarte tanto tiempo. No hables como si no pudieras volver conmigo. De sobras sabemos los dos que podemos pasar la eternidad juntos. Yo te necesito demasiado y tú sabes que me quieres—dijo el castaño poniendo una vez más su rostro frente al del rubio.

 

Los ojos melados parecieron darse por vencidos en sus remilgos y entregaron su boca en un beso pasional mientras se agarraba del otro con fuerza—Un dragón y un halcón—pensó en voz alta mientras recibía otra vez esos irresistibles besos en su cuello--¡Que pareja mas dispar!—

 

¡Solo porque tú lo quieres porque… ¿Acaso los dos no son amantes del vuelo?—preguntó el ojos azules muy serio de frente.

 

No era lo que decía, sino como lo decía, se dijo el rubio mirándose en sus ojos azules. Era cierto. No había nada que los separara.

 

 

 

 

 

 

……..

 

 

 

 

 

 

Kaien miraba hacia fuera desde un balcón del castillo mirando la boca del túnel por la que entraron a la villa cerrada del palacio de Kaiba. Todo lo que estaba pasando y el removía sensaciones que debían mantenerse apartadas, se dijo con la vista fija. De pronto sintió una presencia a su lado y vio la cara triste de su bien amado príncipe.

 

¡Es hora de que te vayas!—le dijo él, impresionando a Cross. Los amatistas miraron a los mieles—Ya no hay motivos para que me persigas. Mi vida, sabes bien, tocará a su fin muy pronto—

 

Pero…--el rubio no quería creer en sus palabras.

 

Zero miró un poco más el mismo lugar que sabía que había estado viendo el rubio y luego volteó su pálida cara a su antiguo protector antes de decir—No creas que no valoro todo estos años a mi lado en que fuiste mi protector, mi maestro y mi amigo pero ya no tiene caso que postergues tu felicidad por mí—

 

No entiendo a lo que…--trató de objetar Kaien.

 

Te vi en el barco—le dijo Kiryu y el otro se inquietó mientras el príncipe rememoraba. Salí a buscarte y te vi en la baranda superior del barco justo antes de que ese pirata te arrastrara hacia su camarote. Temí por ti pero no pude hacer nada—recordó mientras pensaba que en seguida Kaname Kuran había hecho lo mismo con él—No volviste en toda la noche por lo que me preocupé y al verte al otro día me sentí aliviado un poco porque estabas bien pero percibí que algo nublaba tu vista y luego… vi como el tomaba tu mano al despedirse en el barco y como se miraban. No tenía que oír lo que se dijeron para entender por lo que pasas—El otro se sentía conmovido y avergonzado—¡Ve con él! Ya nada te espera conmigo más que cenizas—añadió Kiryu antes de darle un sentido abrazo. El rubio correspondió en el acto lleno de un paternal cariño—Es hora de decir adiós—se despidió el menor y para cuando se separaron los ojos del mayor estaban brillantes de lágrimas contenidas--¡Deja de llorar! ¿Acaso eres un bebé?—le gritó de pronto el peliplateado imitando la forma en que el otro le había tratado cuando se cayera de niño en la bicicleta por primera vez o cuando practicando deportes se había lastimado. Era un regaño familiar, dicho con cariño para que la otra persona se pusiera de pie.

 

Si algún día me nec…--dijo el lloroso ojos mieles y el otro le sonrió de lado.

 

Te llamaré cuando necesite a una mamá llorona—se burló Zero de él antes de verlo partir.

 

Sus ojos volvieron al paisaje con un gran pesar en su corazón. Una persona importante abandonaba su vida para siempre.

 

Has madurado para ser un idiota sentimental estuvo bien—le dijo Kuran que al ver la escena desde las sombras se había puesto de mal humor.

 

Tú nunca entenderías lo que siento por él—dijo con una opresión en el corazón el ojiamatista.

 

Ni tengo porqué—le contestó el otro aún a sus espaldas.

 

Zero sonrió con amargura—Cuando la última persona que importa te deja se siente un vacío. Desearía que pudieras sentirlo. Al menos así sería una pequeña victoria… pero es inútil, los seres como tú nunca pasarán por ello. Aunque… pensándolo más es lo mejor… eso hace que no nos parezcamos a ustedes—dijo el pensativo Kiryu.

 

De pronto el peliplateado fue volteado por el otro con fuerza y sus ojos se encontraron, estaba furioso como nunca le viera antes—Ten cuidado con lo que dices. Recuerda que eres ahora uno de nosotros—

 

¡Como tú nunca! Yo soy una víctima, tú eres simplemente un monstruo—le insultó el rebelde Zero y recibió una cachetada que le partiera el labio inferior, mientras le veía derramar un pequeño hilo de sangre el vampiro pensó que le gustaba ver de nuevo esos ojos brillantes de desafío y se dio cuenta de que lo que lo puso de tan mal humor era que el otro hubiera dicho que su mentor era la última persona importante para él, así como su demostración anterior de afecto por el otro que contrastaba tanto de su actitud con él. Y también se percató de nuevo de cuanto le atraía su sangre, pensó en el momento de acudir a sus labios con determinación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

……………..

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Un caballo, capitán!—dijo un pirata apuntando hacia tierra y llevado por el instinto Yagari miró hacia donde el otro apuntaba.

 

Cuando estuvo lo suficientemente cerca pudo percibir el rostro del jinete con claridad.

 

¡Sabía que volverías!—dijo Toga al viento mirando a Kaien llegar a puerto.

 

 

 

 

 

 

                                                           FIN

Notas finales:

 

Fue un gusto escribir esta historia para ustedes. Espero que la disfrutaran tanto como yo.

 

^^

 

Hasta el próximo fanfic.

 

Matta ne


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