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Doble Shinichi por MimichanyCanina

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Notas del capitulo:

Ultimo cap del año!! no los llenare con palabrerias y pasen a disfrutarlo :D

Capítulo III.

Ya aclarado todo el confuso asunto, lo único que les quedaba era esperar pacientemente a que Agasa y su amigo repararan la dichosa máquina. Kaito y los dos Shinichi se dejaron caer en el sofá de la biblioteca, pero Kuroba se aseguró de quedar entre ellos.

- Estoy agotado - se quejó el ladrón hundiéndose en el mueble.

- No eres el único - de alguna forma se acostumbraron a hablar al mismo tiempo.

- Mejor iré por algo de comer - anunció Shin-chan.

- Te acompaño - ambos se pusieron de pie - ¿tú no vienes Shinichi?

- No tengo apetito - dijo el de lentes, recostándose en el sillón.

Decidió no insistir y se encaminó junto al castaño hacia la cocina por algo que saciase su hambre y quizás aprovechar la ocasión para tratar unos "asuntos" con su detective.

- Shin-chan - murmuró abrazándolo por la espalda - ¿cómo te sientes? - preguntó preocupado.

- La cabeza aún me da vueltas con todo lo que ha pasado - dijo con tono apagado – no todos los días te topas con tu yo de diecisiete - colocó sus manos sobre las de Kaito - me alegra el que estés aquí - espetó con media sonrisa.

Kuroba enternecido por aquellas palabras, llevó una de sus manos al mentón del muchacho, para girar su rostro y así poder tener su boca al alcance de la propia.

- Siempre estaré ahí – susurró sobre sus labios – no importa que pase, me aseguraré de protegerte como la joya más valiosa que he tenido en mis manos – sus alientos tibios se mezclaban y rozaban el rostro ajeno.

- ¿No sueles devolver las gemas? – inquirió irónico.

- Porque aquellas nunca me han pertenecido – acarició su mejilla sin despegar sus irises violeta de las azules - pero tú en cambio eres completa y absolutamente mío – Kudou dejó escapar una ligera risilla, un tanto agraciado y conmovido de la posesiva declaración.

- No recuerdo haber sido robado por este pervertido ladrón.

- Que mala memoria tiene señor detective – pronunció con sutileza - ¿debería hacerlo recordar? – descendió su boca al delgado y blanquecino cuello de Kudou, dando un corto beso allí.

Shinichi se estremeció ante la acción y también causado por la escurridiza mano que comenzaba a colarse bajo su camisa. Cerró sus ojos fuertemente, tratando de no sucumbir por las enloquecedoras y expertas caricias que le brindaba su pareja. Kaito continuaba lamiendo y besando su cuello, procurando dejar marcas nuevas en esa tentadora piel.

- De-detente – se cubrió la boca para mantener sus gemidos allí y con su otra mano trataba de frenar a la inquita del mago – n-nos…ah…oirá – era una verdadera proeza contener su agitada voz.

- No hay nada de malo que tú mismo te oigas – murmuró seductoramente en su oído para luego jugar con este con sus dientes – después de todo lo estas disfrutando tanto como yo – su melodiosa voz solo provocaba que perdiera el poco control que tenía sobre su cuerpo.

- I-idio-ta, pa-para e-esto – se mordió la lengua, uno por los jadeos ya nada disimulados y dos por la súplica que estaba a punto de soltar – po-por fa-vor… Ka-Kaito– arrastró las suaves palabras, haciendo reír complacido a Kuroba.

- Shin-chan~, si lo dices con una voz tan linda solo tendrás el efecto contrario – ambos parecían hipnotizados por la profunda mirada que se dedicaban – además no deberías preocuparte, ya que tienes que haber unido los puntos con todo lo visto – aprovechó la boca ligeramente abierta de Shinichi, colando casi con desesperación su lengua.

- ¡¡Mnhg!!… - su rostro ardía y seguramente ya había pasado por todos los tonos de rojos existentes – hah...q-qué...qui-eres...de-ah-cir - el mago apenas le permitía respirar, mucho menos podía articular algo decente.

El teléfono de la sala empezó a sonar, mas Kaito no se molestó en soltar a Shinichi, estaba bastante absorto saboreando la cavidad ajena. El detective a pesar de oír el sonido tampoco intentó apartarlo, hasta que la voz del menor llegó hasta sus oídos.

- ¡Ustedes sigan en lo suyo que yo respondo! - les gritó desde donde estaba.

- Que considerado eres - lamió el hilo de saliva que caía por la comisura de la boca de Kudou - pero supongo que se acabó la hora de las caricias - comentó levemente decepcionado.

- Sólo déjame y vamos a ver quién es - estampó su mano en la cara de Kuroba para alejarlo y limpiar él mismo con su manga cualquier rastro que quedara.

Kid dudó antes de liberar a su prisionero. Lo siguió por los pasillos hasta que llegaron al dichoso teléfono, el cual fue contestado por el pequeño usando su corbatín para cambiar su voz a la versión adulta.

- Estoy bien Ran – espetó un tanto nervioso, arrepintiéndose de haber respondido.

- '¿Seguro? Te oyes algo raro' - inquirió la castaña, alterando al de lentes – ‘¿no me digas que te peleaste con tú amorcito?’

- ¿Amorcito? - cuestionó extrañado, haciendo entrar al detective mayor en pánico, sin embargo Kaito se le adelantó, arrebatándole el auricular.

- Mouri-chan, en verdad te fascina preocuparte - bufó sorprendiendo a la castaña.

- 'Hablando del rey de roma' - el mago rodó los ojos - 'sólo le preguntaba sí había pasado algo, Shinichi se oía muy raro'.

- "Siempre tan aguda" - pensó divertido - todo sigue igual que ayer, deberías disfrutar de tú luna de miel en vez de llamar todos los días - declaró molesto, consiguiendo una risa como respuesta.

- "Luna de miel" - el más bajo abrió los ojos como plato frente a lo oído - "entonces Ran..." - fijo la mirada al suelo con suma tristeza.

- ¿La semana que viene? ¿no es un poco pronto?

- 'No puedo evitarlo, surgieron problemas así que debo volver' - explicó con calma.

- Sí es así, espero que no vengas a molestar todos los días como lo haces por teléfono - sentenció maliciosamente.

- 'Que malo Kuroba-kun, yo sólo me preocupó por ustedes' - replicó molesta.

- Sólo bromeo, asegúrate de gozar tus últimos días.

- 'Y ustedes no se sobre exijan demasiado, adiós - dijo alegremente.

- "Con Tantei-kun aquí no hay mucho que podamos hacer" adiós - y cortó.

Apenas se giró a los otros dos, vio al pequeño Shinichi con la mirada clavada en el suelo. Supo de inmediato que había hablado de más. Miró al mayor, cuyos ojos azules le reprochaban exactamente lo mismo.

- Se-será mejor que me vaya - declaró rascándose la nuca.

- Lo mismo pienso - concordó el detective aun mirándolo con mala cara.

- Adiós Kuroba-kun - dijo el menor regresando por donde venía.

- No se ve muy bien - anunció Kuroba, enojando aún más al castaño.

- Qué esperabas idiota, ¡acabo de tener una decepción amorosa! - le avisó exasperado de su falta de tacto.

- Pero sí yo te amo Shinichi, no te he engañado todavía - Kudou se golpeó la cara con su propia mano.

- A mí no, al yo de diecisiete - afiló la mirada y arrugó el entrecejo - ¿y qué es eso de todavía no? ¿acaso quieres ser castrado maldito bastardo? - Kaito tragó sonoramente y negó repetidas veces.

- Cómo podría, Shinichi es mi único y gran amor - este lo fulminó, haciendo temblar al mago.

- Bien, ahora lárgate a ver sí puedo arreglar tú metida de pata - suspiró exhausto.

- Sólo se claro, eres tú después de todo por lo que ya debió deducir la mayor parte de las cosas - Shinichi lo miró interrogante.

- Dijiste eso antes también, ¿a qué te refieres exactamente? - Kaito puso su índice sobre los labios ajenos.

- Ya lo veras - afirmó guiñándole un ojo - también asegúrate que no vea esto - le entregó una tarjeta blanca.

- ¿De todas formas harás lo del primero? - la metió en su bolsillo sin siquiera leerla.

- Es nuestro día especial, no quiero perdérmelo por nada - Shinichi sonrió vagamente.

- Supongo que yo tampoco - dijo tocando suavemente la mejilla del moreno - sólo no exageres, recuerda que mi yo ya conoce a Kid y lo más probable es que ya te tenga en la mira - advirtió preocupado.

- ¿Eh~? ¿Tan pronto? Como se esperaba de mi Tantei-kun - Kudou volvió a fruncir el ceño, haciendo reír a Kuroba - tendré cuidado Shin-chan, lo prometo - declaró besando la mano en su rostro.

Se despidieron con un inocente y diminuto beso en los labios, algo que obviamente no conformó al ladrón, mas Shinichi insistía en no querer arriesgarse a más con el pequeño merodeando por la casa.

Se encamino al salón en cuanto el mago se retiró de la estancia. Se topó con el menor mirando las noticias en el televisor, una justamente, para su muy mala suerte, del informe del nuevo robo de Kaito Kid. Nervioso, pero intentando mantener la calma, se acomodó una vez más a un lado del de lentes en el sofá.

- Aún después de tanto tiempo no has podido atrapar a este ladrón - el ojiazul mayor se tensó.

- Deberías saber mejor que nadie lo astuto y escurridizo que es - dijo en defensa.

- Seguro te estás oxidando... o quizás – miró de reojo a Kudou.

- ¿Qué cosa? - cuestionó ocultando sus nervios.

- Lo estés haciendo a propósito - sonrió con astucia.

- No bromees con eso, cree que yo soy el más frustrado por no poder atraparlo - espetó riendo ansioso.

- Supongo - murmuró sin prestarle real atención a la televisión - oye ¿puedo preguntarte algo? - el otro asintió - ¿qué sucede con Ran? - el mayor se cruzó de brazos, hundiéndose en el sillón.

- ¿Para qué preguntas algo que ya sabes? No recuerdo ser masoquista - observó que el menor estaba cabiz bajo - después de casarse, fue a Francia de luna de miel - el menor sonrió de lado.

- Por eso decidiste batearle al otro equipo – Shin-chan se sentó de golpe por la afirmación de su sexualidad.

- ¿Cómo...? - se abstuvo de preguntar al recordar las palabras del mago - "a esto te referías maldito ladrón" - lo maldijo mentalmente antes de encararse - Ran no tiene nada que ver con que salga con Kaito.

- ¿Desde cuándo? - Shin-chan dio un largo suspiro.

- El primero cumpliremos dos años juntos - Shinichi se sorprendió al ver aquella sonrisa llena de cariño en su yo adulto.

- ¿Por qué? - preguntó apretando la mandíbula y los puños.

- Lo siento señor detective, pero eso es algo que tú tienes que descubrir - declaró poniéndose de pie - "o terminarías descubriendo que es Kid, quitándole la diversión a esto" - sonrió para sí, mientras se alejaba.

- No terminaré como tú - sentenció deteniendo el pasó del más alto - a mí me gusta Ran, no otro hombre - el de veinte se rascó la cabeza incómodo de oír aquello de él mismo.

- Tanto mi destino como el tuyo ya fueron sellados desde ese día - anunció continuando su camino - no puedes cambiar lo que incluso tú ya viviste - dijo atravesando la puerta - "creo que dije demasiado, bueno, que se le va a hacer".

- ¿Ese día? ¿Ya nos hemos topado? - el de lentes intentaba hacer memoria sin éxito aparente.

Con esa sensación de inquietud que tuvo al ver a Kaito, cayó rápidamente dormido. Su día había sido mucho más agitado y extraño de lo que acostumbraba, por lo que obviamente término agotado y con un montón de preguntas aún en mente.

Notas finales:

Nuestro mini detective cada vez mas cercano a la verdad, un poco decepcionado que el camino que el pensaba que tomaria no lo fue, pero puede que este lo disfrute aun mas :3

Que tengan un lindo y feliz año nuevo!! :D

Hasta la proxima

bye bye ^w^


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