Séptimo día.
Miyuki suspiro aliviado al sentir su cuerpo totalmente normal, volteo y acaricio el cabello de su novio.
“Eijun… Es hora de despertar” le anuncio hablándole con un tono calmado y amoroso. El moreno frunció el seño y se movió de tal forma que le dio la espalda a su novio.
“¿Hora de despertar? Tenemos el día libre, idiota” gruño mientras se abrazaba a su almohada.
“Ya lo sé pero mira nada mas como está la habitación, no podemos dejarla así” dijo asqueado mientras se levantaba e iba al baño.
El menor se sentó sobre la cama, después de frotárselo los ojos observo la zona a su alrededor, le dio un tic nervioso en el ojo derecho.
“¿Qué coño hicimos ayer?” se pregunto, se levanto de inmediato y bufo decepcionado al sentir su cuerpo sin fatiga. Camino hasta el baño y se encontró a su novio lavándose la cara.
Después de que ambos terminaran de hacer su rutina diaria de aseo personal fueron hasta la cocina y buscaron bolsas negras de basura.
Comenzaron a limpiar toda la zona, después de desaceres de todo lo que podía ser llamado desperdicio recogieron lo que debía ser guardado, las cartas por ejemplo. Luego barrieron y lampacearon y al final pusieron veneno en polvo para espantar a las hormigas.
Así se les fue toda la mañana.
Eran la 1 pm exactamente y los chicos apenas iban terminando. Suspiraron agotados.
“Creo que sería mejor si salimos a comer afuera” murmuro Kazuya, estaba demasiado cansado como para preparar el almuerzo, Eijun asintió mientras entraba a la ducha y se bañaba. El de lentes lo imito y entro a la ducha con él.
Se bañaron tranquilamente, sin juegos ni provocaciones, como una pareja normal. Al salir, se secaron y vistieron. Cerraron el apartamento con llave, dejaron las bolsas de basura junto con la de sus vecinos y caminaron hasta un restaurante de comida rápida que estaba cerca del edificio. Almorzaron tranquilamente, después de pagar la cuenta entre ambos volvieron a su hogar.
Miyuki cansado y un poco aburrido miro el reloj, quedaban solo 10 horas más por resistir. Eijun estaba acostado sobre la cama boca abajo jugando video juegos y Kazuya a su lado "leyendo" un libro. Justo en ese instante sonó el teléfono del mayor, Eijun quien era el que estaba más cerca tomo el teléfono, y simplemente por puro interés reviso el nombre del usuario que lo estaba llamando. Gruño perfectamente fuerte y Miyuki volteo a verlo.
Le quito el teléfono de las manos y leyó, Kai. Suspiro. En un intento de hacer sentir mejor al moreno atendió y lo puso en altavoz.
Miyuki: ¿Si diga? – Hablo a lo lejos, Eijun volteo y vio que estaba hablando el altavoz.
Kai: Hola Miyu-san es Kai, ¿Cómo estás?
Miyuki: Se que eres tú, mi teléfono me lo dice, estoy bien, ¿A qué se debe tu llamada?
Kai: Quería saber si estabas libre esta noche, los muchachos y yo vamos a una discoteca.
Miyuki: Lo siento pero tengo planes esta noche y no puedo suspenderlo.
El de lentes subió la mirada al moreno quien al escucharlo se sonrojo y bufo.
Kai: Una verdadera lástima, no es divertido sin ti por aquí – Eijun gruño por lo bajo.
Miyuki: Me tengo que ir.
Kai: Vale, Bye bye.
El mayor tranco el teléfono y volteo a ver a su novio, se acostó boca abajo al lado del pequeño y pego su cabeza al hombro del otro.
“¿Qué pasa?” Le pregunto a su novio “¿Te has molestado?” Eijun escondió su mirada y cerro su consola apagándola.
“No estoy molesto” murmuro, se dio la vuelta y se acostó boca arriba, suspiro “Pero en serio quería ganar esta apuesta” refunfuño cerrando los ojos. El de lentes soltó una ligera risa.
“Aun no la has perdido” le hablo suave y bajo, estaban demasiado cerca, de seguro se escuchaban hasta los pensamientos.
“¿Vas a ceder?” pregunto el moreno mirando a su novio fijamente, el mayor hizo una divertida mueca.
“No”.
“Entonces ya perdí, has soportado 6 días, estoy seguro que soportaras las 10 horas que te falta” refunfuño, estaba decepcionado de sí mismo.
Miyuki miro de reojo a su amado moreno, a pesar de lo que mascullaba era obvio que estaba molesto, quizás solo le molestaba el hecho de que tendría que usar un traje de gato, o que hubiera perdido, aunque Sawamura jamás había demostrado ser un mal perdedor.
“¿Qué sucede Eijun?” Le pregunto acariciándole el cabello “De repente has hecho que el habiente se ponga pesado” el mayor logro ver como el pequeño fruncía la boca y entre cerraba los ojos “Es que acaso te da vergüenza vestirte como gatito” lo molesto.
“¿Porque…?” murmuro, Miyuki dejo de molestarlo para poder escucharlo “¿Por qué has ganado tu?” Pregunto como si la apuesta ya estuviese cumplida “Jamás me había comportado así” se sonrojo, el mayor inclino la cabeza hacia un lado “Jamás te había seducido… y aun así… No hiciste nada” Las cejas del moreno se fruncieron.
“¿Es eso lo que te molesta?” Pregunto examinando con mucho cuidado las fracciones del rostro de su novio “¿Es que acaso crees que no me has seducido como se debe?” alzo un poco más la voz, sonaba como si lo estuviera sermoneando.
“No has reaccionado a nada de lo que te he hecho” murmuro con un tono de voz apagado mientras no le quitaba la mirada al techo.
“No tienes idea de todo lo que he tenido que huir” le murmuro acercado su rostro a la mejilla del pequeño “No tienes idea de lo tortuoso que ha sido para mí” susurro acaciriandole la mejilla con la punta de su nariz “Me contuve por muchas razones… primero, ya sabes, mal perdedor” Eijun soltó una leve risa mientras cerraba los ojos y disfrutaba de las caricias de su novio “Segundo, en serio quiero verte en traje de gatito… todas las noches por los próximos 30 días” sonrió coquetamente mientras pasaba su brazo sobre el vientre del moreno “Y tercero… pues, llevo aguantándome 7 días sin hacerte nada… Estas preparado psicológicamente para lo que eso significa, ¿Verdad?” le advirtió mientras reía, Sawamura trago en seco y asintió. El peli marron se puso serio de nuevo “Eijun eres la cosa más sexy que se me han pasado frente a los ojos” el tono de voz no combino con las cosas que dijo “Me sorprende cuanto autocontrol tengo, a lo que todo esto termine quiero que te me vuelvas a sentar en las piernas” le beso la mejilla y se aparto un poco para ver el rostro del moreno, sonrió. El pequeño estaba todo sonrojado y miraba disimuladamente a la ventana.
“Eres un idiota” gruño el pequeño.
“Si, si, si. Tu idiota, ya lo sé, vamos, durmamos un rato” pidió mientras estiraba los brazos, el moreno un poco dudoso accedió al abrazo y reposo su cabeza en el brazo de su novio.
Eran apenas las 4 de la tarde, pero los dos se quedaron dormidos y no despertaron hasta las 9 cuando uno de los celulares comenzó a sonar. Atolondradamente Eijun le tranco a cualquiera que estuviera llamando y se lanzo de nuevo a los brazos de su novio acurrucándose entre ellos y escondiendo el rostro en su pecho.
A las 2 el celular volvió a sonar, esta vez fue Miyuki el que lo tomo, con los ojos cerrados tranco la llamada y le saco la batería a su celular dejándolo de nuevo en la mesa de noche, volvió a su posición. Ya para ese entonces Eijun se había espabilado.
“Que día tan poco productivo” murmuro el moreno sin abrir los ojos.
“No es para tanto” le susurro el mayor mientras acariciaba su cabello “Sobreviviremos” Se quedaron acostados en la misma posición, totalmente abrazados.
Había perdido las ganas de dormir, pero no las de quedarse acostados.
Estuvieron en esa posición un tiempo, hablaron, y se acariciaron levemente durante un par de horas hasta que por fin el celular de Eijun anuncio con un timbre para nada escandaloso que la apuesta se había terminado. El moreno tomo su celular y desactivo la alarma, volteo a ver a su novio quien tenía una sonrisa traviesa en el rostro.
“Felicitaciones por ganar la apuesta” le dijo sin muchos ánimos.
“Nada de felicitaciones, dame mi premio” le dijo juguetón mientras se colocaba sobre él.
Continuara…