Primer día.
La apuesta estaba planteada y comenzó justo cuando Kazuya termino de violarse a su novio, a las 5:48 am, para ser exactos.
Ese mismo día Sawamura fue el primero en despertar, como era de costumbre, volteo y vio a su novio quien aun dormía como si nada, sonrió, el mayor era un encanto siempre y cuando tuviera la boca cerrada.
En ese instante el de ojos dorados recordó la apuesta de la madrugada, sonrió aun más.
Sawamura se caracterizaba por ser algo tímido a la hora de demostrar amor, siempre era el atacado y no el atacante, pero esta apuesta valdría la pena, tendrá que ser valiente y molestar al mayor hasta sacar lo quicio.
“Kazuya, despierta” canturreo con un tono dulce en la voz, Miyuki frunció el seño pero luego abrió los ojos “Buenos días” le sonrió.
El mayor, aun medio dormido se abrazo a su novio y le acaricio la frente en la punta de su nariz.
“Buen día peque” la voz del mayor salió ronca y pesada, como cada vez que se despertaba. Los vellos del los brazos del moreno se erizaron, la voz de Kazuya por las mañanas era una verdadera droga.
“Hoy es domingo, ¿Qué quieres hacer?” pregunto Sawamura alzando un como el rostro para poder ver a su novio.
“Nada” contesto aun sin estar totalmente despierto mientras acariciaba la espalda de su novio sobre la tela “lo mismo de siempre”.
¿Lo de siempre? Eijun comenzó a reír internamente. Dormir hasta tarde, no pararse de la cama hasta después de la hora del almuerzo, besarse y manosearse hasta estar lo suficientemente calientes como para--
El menor estaba disfrutando de las caricias matutinas de su novio cuando sintió un buen empujón que casi hace que se caiga de la cama, se restregó sobre las sabanas y vio como su novio se sentaba de golpe.
“¡Tu!” Le levanto la voz, Eijun alzo una ceja “No creas que no me di cuenta de lo que hacías… Te aprovechas que no estoy en mis sentidos ¿no es cierto?” frunció el seño enojado.
“Para nada” dijo con sarcasmo el moreno mientras le sonreía. Después de un bufido de parte del mayor, ambos se levantaron de la cama.
El menor de los dos fue al baño y se dio una ducha rápida mientras que Miyuki arreglaba la cama.
Eijun salió del baño con una toalla color pistacho enrollada a la cadera, el cabello le goteaba y dejaba un leve camino de agua detrás de él. Su novio volteo a mirarlo, frunció el seño y se acerco a él.
“Deberías ser amable conmigo y no salir en estas fachas” le regaño mientras ponía sus manos en la cadera.
“¿Crees que te la voy a hacer fácil?” pregunto el oji dorado alzando una ceja para luego le sonrió coquetamente.
Después de un largo contacto visual Sawamura volvió a sonreír y le robo un rápido beso a su novio.
Un gruñido se le atraganto a Miyuki, pero este no lo dejo salir. Tomo aire y exhalo con fuerza, le dio un beso en la frente al pequeño y luego entro al baño.
Eijun rio en sus adentros, molestar a su novio era sin duda lo mejor del mundo. No tenía muchas oportunidades de hacerlo ya que normalmente era a él a quien molestaban.
El domingo fue muy tranquilo, estuvieron encerrado en la habitación todo el día, Eijun dejo de molestar al mayor por un instante mientras jugueteaba con sus videojuegos. A lo que fueron las 6 de la tarde el menor se ofreció para buscar algo de comer, el de lentes solo dio las gracias y a lo que su novio salió de la habitación se sentó tranquilamente a estudiar.
Después de media hora el moreno vuelve a su apartamento con dos bolsas, una con dos hamburguesas cada una en un recipiente de plástico y del otro un refresco de dos litros. Abre la puerta y deja todo sobre la mesa de la cocina, luego vuelve a la habitación y ve al mayor sentado en el escritorio muy concentrado en lo que hacía.
“Volví” murmuro el moreno acercándose.
El de lentes volteo a ver al recién llegado y le sonrió dándole la bienvenida y de inmediato volteo a ver de nuevo su cuaderno, jugueteaba con su lápiz mientras intentaba encontrarse solución a una integral.
“¿Qué estudias?” pregunto el menor asomando su cabeza por arriba del hombro derecho de su novio y observo el cuaderno.
“Física eléctrica” murmuro casi de manera automática sin quitarle la mirada al ejercicio.
Sawamura se alejo un poco y miro de nuevo a su novio, se veía bastante tenso, siempre se pone así cuando no encontraba la solución a uno de sus ejercicios. Sonrió ante la vista de una nueva forma de molestarle.
El moreno se puso detrás de la silla y con suavidad poso sus pequeñas sobres los hombros del mayor, comenzó a masajearlos presionando cada nudo que se encontraba. Kazuya relajo los hombros y dejo de mover el lápiz en su mano, intento no desviar la mirada del cuaderno, pero cada cuento los ojos se le iba, Sawamura tenía unas manos muy trabajadoras, en todo sentido de la palabra.
Cuando las morenas manos se acercaron un poco más a la zona del cuello, un leve gemido se escapo de los labios del de lentes, quien al notar aquello apretó los labios. Siguió disfrutando del agradable masajeo, por un instante su mente pervertida imagino esas manos acariciando la parte baja de su espalda, imagino a su pequeño moreno todo desnudo, sudado y ajetreado bajo su cuerpo.
El amiguito de Miyuki despertó de su larga siesta y saludo alegremente.
El mayor no se dio cuenta en qué momento había cerrado los ojos, su cabeza estaba levemente inclinada a la izquierda y la boca se le había hecho agua.
“Pss” susurro el de ojos dorados en el oído de su novio “Kazuya” lo llamo.
De golpe Miyuki abrió sus ojos y se levanto obligando al moreno a retroceder varios pasos. Volteo a verlo.
“Tú… ¡Manipulador!” Alzo un poco la voz, Sawamura sonrió coquetamente, dio un largo paso hacia adelante, se puso de puntas y beso los labios de su novio, Miyuki gruño de nuevo.
“La cena esta lista” dijo como si nada mientras caminaba con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón hasta la cocina, saco las hamburguesas y las puso en platos, sirvió dos vasos con hielo y los lleno de refresco, se sentó y espero pacientemente a que su novio llegara a la cocina para darle el primer mordisco a la comida.
Habían pasado ya más de 5 minutos y el mayor no aparecía, cansado de esperar el oji dorado se levanto de la silla y volvió al dormitorio, justo en ese instante Miyuki salió del baño.
Se miraron a la cara por un momento, y sin decir nada caminaron juntos a la cocina, comieron, charlaron, se molestaron entre sí, lo mismo de todas las cenas.
Al terminar Kazuya recogió los platos y los dejo en el lavaplatos, después de darle un beso rápido en los labios del pequeño volvió a sentarse en el escritorio a seguir estudiando.
Eijun lavo, seco y guardo los platos. A lo que termino de limpiar la cocina volvió al dormitorio, miro a su novio que en ese momento estaba escribiendo en su cuaderno. Suspiro, era divertido molestarlo, pero quizás lograr su objetivo iba a ser más difícil de lo que él creía. Después de hacer varias muecas de disgusto se lanzo a la cama, tomo su celular, se coloco los audífonos para no molestar al mayor y estuvo el resto de la noche viendo vines.
Continuara…