Do you want to know a secret?
La gente bajaba del autobús con prisa, los murmullos eran hasta cierta forma estridentes a comparación del silencio que reinaba el lugar. El reloj marcaba las 5 de la mañana y el clima no era del todo amable con los recién llegados.
Él esperaba su turno para bajar con su pesada cobija que mantenía en sus manos junto a su pequeño bolso de viaje. Su compañero le había abandonado desde hacía unos minutos atrás, quedándose él acomodando sus cosas para poder bajar de una manera más cómoda. El autobús estaba casi vacío por lo tanto ya llegaría su turno de bajar, pero no fue necesario esperar más ya que en ese preciso momento vio un hueco entre tanta gente, el cual aprovechó enseguida. Nunca volteó a ver a aquel chico por el cual logró salir antes.
Casi saltó del transporte al sentir el frío colarse a través de su chaqueta delgada e instintivamente se encorvó un poco para mantener el calor. Encontró a su amigo abandonador buscando su maleta entre las tantas. Y él se dirigió directamente hacia este con un puchero en sus labios que trataba de pasar por un enojo sin éxito.
-¡Key! Te dije que me esperaras. –Su vocecilla hizo todo menos infundirle temor a su amigo, quién solo volteó con una sonrisa sobre sus labios.
-Vamos, TaeMinnie. Si te esperaba jamás podría haber ganado la mejor habitación para nosotros. –Respondió sin darle mucha importancia tomando al fin su tan buscado equipaje y de pasada el de su pequeño amigo. –Ven, anda; aún tenemos que subir los 4 pisos del lugar que ya sabes que no hay elevador.
-¡Dios! ¿Cuándo se dignará en darnos un buen hospedaje la escuela? –Se quejó el menor al recordar aquella falla del hotel ya conocido. –Con las ganas que tenía de un buen descanso.
Y las quejas siguieron, no solo de su parte sino la de todos sus compañeros. Si bien era cierto, no pasarían mucho tiempo en aquel lugar, mínimo querían un buen descanso antes de sus actividades escolares. Pero de igual forma tendrían que conformarse…
Caminaba arrastrando su pesada mochila a través de los escalones, y eran momentos como esos en los que se preguntaba ¿qué rayos traía en su mochila que pesara tanto? Iba por el segundo piso cuando sintió que alguien le quitaba el peso de encima. Volteó hacia atrás en busca del ángel que le ayudaría. Topándose de lleno con JongHyun, el duendecillo sonriente.
-Parece que necesitas ayuda pequeño.
Y sin ningún tiempo que perder, aquel muchacho subió las escaleras como si no llevara absolutamente nada. TaeMin le miró asombrado, ambas maletas se veían tan ligeras y fáciles de llevar. ¿Por qué era tan debilucho como para no poder su propio equipaje? Suspiró, más tarde le daría las gracias. Ya que pudiera encontrarlo que por lo visto ya se había escabullido entre los escalones.
-Si avanzas no nos enojamos. –Fue un respingo el que dio cuando sintió aquel aliento chocar contra su oído, volteando automáticamente para pedir disculpas por su descuido. –Vamos TaeTae.
-Min-MinHo-hyung –Fue un simple murmullo avergonzado junto a una pequeña inclinación, pero el mayor solo sonrió ante la ternura del niño quién comenzó a correr escaleras arriba. Por lo cual no se dio cuenta cuando sus maletas pasaron a otras manos…
Cada grupo se instaló en su habitación, más tarde las actividades comenzaron. Siendo ese el primer día en la ciudad, no hicieron más que visitar los alrededores quedándoles mucho tiempo libre para malgastar.
-Ey, Taem.
Aquel grito llamó su atención, giró automáticamente al dueño de aquella voz dando de lleno con aquellos ojos negros que le miraban profundamente causándole un pequeño sonrojo sobre sus mejillas.
-¿Qué sucede Hyung?
Se acercó a él, MinHo le sonrió mientras despeinaba sus cabellos. El sonrojo del menor no se hizo esperar, era extraño que su hyung le hablara tanto y eso le ponía un poco nervioso. Observó a sus amigos, todos eran mayores que él e incluso de otros grados, por lo cual no podía entender la razón para que le hablara.
-Vamos. –Le jaló del brazo llevándoselo del lugar junto a sus amigos, dejando atrás a los amigos del menor sin al menos una excusa.
El menor estaba nervioso, era la primera vez en que salía de su zona confort por lo tanto permanecía mudo ante los comentarios de sus mayores. Solo se limitaba a sonreír. Esperando que en cualquier momento MinHo se riera y le abandonara en cualquier lugar. Era tonto pensar de esa manera, sabiendo la fama de caballero del de ojos grandes pero aun así el miedo de que algo así sucediese era latente.
-Minnie, ¿ya decidiste la carrera a la que entrarás? –Le tomó por sorpresa aquella pregunta, si bien MinHo era solo un año mayor él ya cursaba su primer año en fotografía saliendo del tronco común casi al mismo tiempo en que pisó aquella escuela.
Caso todo contrario a él, pasó todos sus estudios medios pensando en todas las posibilidades y descartando lentamente otras. Aún estaba en tronco común sin saber bien si decidirse por baile o arquitectura. Un tanto extremistas las dos opciones pero amaba ambas carreras y aún no podía decidirse.
Negó con su cabecita mientras hacía un puchero que enterneció a los presentes.
-Sigo sin decidirme entre arquitectura o baile.
-¡Oh! Baile es más cercana a mi facultad, de hecho podrías ser mi modelo en algunas ocasiones. –El comentario del mayor hizo que TaeMin se sonrojara.
No hubo contestación de parte del menor, sino que un murmullo entre los demás mayores se desató. Miró al moreno una vez más pero con una sonrisa un tanto tímida, no hubo más que decir entre ellos.
El grupo se separó, Tae volvió con sus amigos y una tanda de preguntas se le vino encima. Trató de hacer como si no fuera nada, lo disfrazó de una situación normal cuando era todo lo contrario. MinHo y él rara vez hablaban o incluso cruzar las miradas eran relativamente extraño, a pesar de ir en algunos clubes juntos y de verse todos los días de la semana por lo menos dos horas diarias su relación era escasa. Por ello cuando TaeMin comenzó a verlo como algo más que un amigo se asustó e incluso lo negó.
Él no podía estar enamorado de ese chico alto, no podía y no debía…El problema es que ya no había marcha atrás.
Estaba en un escalón más abajo, el moreno iba ensimismado con su música, ignorando a todo mundo. Por ello no se percató que al detenerse alguien se golpearía con su cuerpo. Volteó al instante al sentir el golpe encontrándose con un pelirrojo avergonzado. Le sonrió haciendo que al menor le temblaran las piernas y se le borrara la mente.
-¿Qué es lo que escuchas? –Pero aun así logrando sacar aquella pregunta de su olvidada mente.
Choi no dijo nada, se quitó uno de sus auriculares y lo colocó sobre el oído ajeno, la voz de The Beatles inundó sus sentidos. Do you want to know a secret? se escuchó. Si TaeMin supiera un poco más de inglés, si tan siquiera su nerviosismo no le hubiese fundido el cerebro hubiese descubierto aquel secreto irónico que guardaba aquella letra. Subieron el resto de las escaleras a la par, escuchando aquella melodía, sonriéndose mutuamente. MinHo por poder confesar sus sentimientos por lo menos de aquella manera indirecta y TaeMin por poder pasar un poco más de tiempo con su amor platónico… Por lo cual TaeMin no notó que aquel chico estaba irrevocablemente enamorado de él.
Acércate, deja que te susurre al oído,
Que te diga las palabras que deseas escuchar,
Estoy enamorado de ti.