CAPÍTULO 1:
Hinata es un hombre lobo que vive en el bosque. Pero su forma de lobo no es como uno normal: es un grande y solitario lobo blanco.
Tuvo una vida muy activa, mientras que vivía en el bosque. Hasta que un día, él detectó algunos olores extraños entre la hierba y árboles alrededor: se encendieron todos sus instintos de alarma y empezó la búsqueda de esos intrusos.
Perdió unas horas hasta que se dió con ellos: eran seres humanos, muchos de ellos. Al menos veinte hombres con cinco carros de mercancías tirados por toros grandes.
Retrocedió y se quedó alerta.
Enseguida se dio cuenta de que no eran demasiado cautelosos, parecía que tenían previsto permanecer allí por mucho tiempo pero quedarse en su bosque no sería seguro para ellos porque había demasiados animales salvajes que podrían atacar su campamento y destruir sus tiendas a demás de comer sus reservas de comida . Especialmente un gran lobo blanco.
Silenciosamente Hinata se movió y agudizó su oído escuchando los dos hombres que hablan alrededor de un fuego que hicieron para cocinar algo que olía horrible.
- ¡¿Cree usted realmente lo que decían los aldeanos allí ?!
- ¡Qué cobarde de ellos! - Gritó una voz diferente.
- Creer que todos estan asustados de un lobo !! - dijo la primera voz.
- Sí, pero me dijeron que era un lobo enorme ...- dijo una voz más dulce, como uno de un niño.
Entonces se oyó una voz bofetada y alguien llorando y sollozandocon una voz muy dulce.
- No puedo creer que seas el hijo del jefe! un cobarde cómo tú ...- dijo la segunda voz con ira.
Hinata no podía creer lo que había escuchado, "¿acababan de golpear a un niño?", pensó él realmente enfadado.
Descuidadamente Hinata salió de su escondite. Vio claramente un niño pequeño lindo con el pelo castaño y ojos verdes temblando en el suelo mientras los dos adultos fueron a ayudar a los demás con el equipaje.
Se acercó al niño llorando que temblaba en posición fetal, con los ojos cerrados. Con curiosidad se recostó junto al niño y empezó a lamer sus lágrimas saladas. Inconscientemente el niño abrazó a Hinata, sorprendiéndolo.
Entonces, se dio cuenta de la fragilidad de ese niño, también podía sentir su soledad.
Sin ambos notarlo, se quedaron dormidos juntos.
Más tarde...
Por un momento, el pequeña despertó.
A primera vista podía ver un perro blanco muy grande durmiendo con él cerca del fuego, luego se dio cuenta de que el perro grande era un lobo, como tres veces más grande que él.
Él recuerdó cuando el lobo le había lamido las lágrimas cuando él estaba llorando y asustado.
Ese lobo le calmó e incluso se quedó a su lado para que se sintiera seguro.
"Tal vez no era tan temible como decían los aldeanos", pensó él con mucha curiosidad.
De pronto se oyó un grito y se volvió: vio a los mercenarios que los rodeaban con redes metálicas y dardos tranquilizantes para capturar al lobo que estaba ya estaba despierto y muy tenso. Listo para atacar.
Los mercenarios comenzaron a acercarse a ellos lentamente y trataron de capturar al lobo que esquivó todos los ataques, pero uno dispararo hacia el pequeño que cerró los ojos con miedo esperando ser golpeado por un dardo que nunca llegó. Abrió los ojos lentamente y vio al lobo que la protegía con su propio cuerpo.
Lágrimas caían de su rostro mientras vió cómo su gentil lobo blanco cayó pesadamente al suelo mientras trataba de mantenerse despierto, luchar. Pero no pudo.