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A Cat Gift por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hi people....Volvi!!!

Despues de un corto descanso, aquí les dejo el capitulo 2 de esta corta historia.

Espero y siga siendo de su agrado. 

Encendió su auto, dirigiéndose de regreso a su casa, muy malhumorado. Después de haber discutido con Jay por la mañana, su teléfono había sonado solo para enterarse de que no podría tener sus vacaciones por el momento. Se arreglo y se fue a la oficina, no muy convencido  de haber dejado a un desconocido en su casa. El malhumor le duro todo el día.

Llego lo más  rápido que pudo a su casa, abriendo apresuradamente la puerta, no muy deseoso de querer entrar.

Jay estaba tendido en el piso de su sala, delante del sofá y hojeando un libro. Levanto la vista cuando entro, y sonrió cuando lo vio.

.- llegaste… tengo hambre.-

.- ¿no has comido nada de nuevo?- pregunto, cansinamente.

.- me dijiste que no tocara nada.-

.- ¿y ese libro?-

.- bueno, estaba aquí tirado, pero es aburrido ¿no tienes libros mas interesantes?- Dylan entro, ignorando la pregunta de Jay. Paso directo al teléfono, dejando sus cosas en el primer lugar que vio.  Marco el número de la primera pizzería que recordó, no tenia intención alguna de cocinar. Después de pedirla, se giro, encontrándose con la mirada de alivio de Jay. Recordó que técnicamente el podía llamar para que se lo llevaran, y no le extraño que se pusiera nervioso cuando tomo el teléfono.  Miro con más atención a Jay, que se había puesto de pie.

.- ¿Por qué estas usando mi ropa?

.- me di un baño, no tenía mucho sentido volver a usar mi ropa… esta sucia.-  Jay traía puesta una de sus camisas blancas y de manga larga, mal abotonada,  y que le quedaba excesivamente grande. Unos pants que no recordaba que tenía y llevaba los pies descalzos. Suspiro, recordando la nota “desde hoy es tuyo”. Camino hasta el sofá, donde se dejo caer pesadamente, agotado. Cerró  los ojos con cansancio.

.- ¿Dylan?

.- umm.- no abrió los ojos.

.- ¿te molesta que use tu ropa?... yo puedo volver a usar…-

.- no.- abrió los ojos, mirando el rostro dudoso de Jay, que no se había movido de su lugar.- no estoy molesto por eso… solo tuve un mal día.-

.- aah, ya veo.- Jay se dirigió a el, sentándose a su lado al tiempo que se pegaba a el en un abrazo.- pensé que querías devolverme.-

.- solo pedí una pizza… y si vas a quedarte aquí, será mejor que deje claras algunas cosas.- hizo que Jay lo soltara.- cuando dije que no tocaras nada, me refería mas que nada a que no robaras.-

.-  yo no haría eso.- Jay hizo un puchero.

.- bien, puedes hacer lo que quieras aquí, excepto traer a mas personas y tocar mis papeles.-

.- entiendo.-

.- tu lugar para dormir es aquí. No  vuelvas a mi cama, puedes dejar encendida la luz si te da miedo la oscuridad.- Jay no dijo nada.- y por favor, mantén tus demostraciones de afecto al límite.-

.- ¿no puedo besarte?-

.- no.-

.- ¿y abrazarte?-

.- no… iré a bañarme antes de que llegue la pizza.- dio por terminada la conversación, que no llegaría a anda bueno si seguía.

 

 

Dylan volvía a estar bastante cómodo en la cama, pero le duro poco. Con malestar recordó el trabajo que tendría que hacer y sintió como el mal humor volvía a él. No ayudo el hecho de volver a  encontrar a Jay en la cama junto a él. Se levantó, apartando a Jay con brusquedad. Tomo su ropa al tiempo que Jay lo miraba confundido.

.- te dije que no volvieras aquí.- su voz se alzo, sin controlarla.- si quieres quedarte mejor comienza a obedecer.- salió de la habitación, cerrando con mas fuerza de la necesaria. Se vistió en el baño y luego de tomar sus cosas se marcho. No se preocuparía por Jay ese día, pues aun quedaba pizza de la noche anterior, si  tenia hambre, podía comer eso.

 

Cuando salió de la oficina, paso a comprar ropa,  no para él, para Jay. No podía dejar que Jay usara toda su  ropa. Terminando se dirigió a su casa,  y en cuanto llego, le invadió un horrible sentimiento de culpa…. Jay no tenía la culpa de lo que hacían sus jefes.  Todas las luces de su casa estaban encendidas. Aun no era muy tarde, pero Jay se encontraba dormido en el sofá, y su sentimiento de culpa aumento. Dejo las cosas en otro sofá, apago las luces y fue directo a su cama. Estaba agotado… ya se disculparía con Jay por la mañana.

Despertó temprano, preguntándose porque sentía tanto frio aun estando tapado. Resignado opto por levantarse, se daría un baño antes de irse. Cuando bajo los pies de la cama, pego con algo suave. Miro entonces con sorpresa al suelo, tratando de distinguir, y entonces sonrió con ternura. Jay estaba dormido en el piso, a unos pasos de su cama, cubierto con la cobija que le diera y usando uno de su brazos como almohada. Con cuidado se puso de pie y se inclino para levantar a Jay. Lo acostó en la cama, donde lo vio darse la vuelta y abrazar su almohada, sin despertar. Salió sonriendo de su habitación, y esta vez, fue la sonrisa lo que le duro todo el día.

 

 

*******************************************************************************

 Jay removía sin ánimo la sopa instantánea que se había preparado. No tenía hambre, y cada pocos minutos miraba nervioso el reloj que Dylan tenía sobre el televisor. Pasaban ya de las seis de la tarde, y el seguía esperando a que Dylan regresara.  El lugar donde había vivido por algún tiempo era realmente desagradable, y aunque fuera de esa manera, quería quedarse con Dylan. Dylan, quien era realmente amable, a pasar de qué parecía estar molesto la mayor parte del tiempo. Siempre usaba trajes que parecían costosos y zapatos relucientes. Con su cabello color chocolate bien arreglado y sus ojos oscuros, era por mucho la persona más buena que había conocido.

Por la mañana, cuando despertó, le había dado un ataque de pánico cuando se dio cuenta de que estaba sobre la cama, pues no recordaba haberse acostado en ella, recordaba que había entrado a la habitación y haberse acostado en el suelo… ¿habría llamado ya Dylan a alguien para que fueran por él? Llevaba todo el día esperando que Dylan llegara, gritando de nuevo y con las personas que lo regresarían.  Aunque el hecho de haber encontrado en el sofá un montón de ropa que obviamente era para él le confundía, ahora llevaba una camisa naranja de mangas largas y un pantalón negro. Había también un  par de zapatos y ropa interior. Se había cambiado después de haberse bañado, pero no se sentía bien.

La puerta de la sala se abrió, sorprendiéndolo. De algún modo, termino derramando la sopa por la mesa. Los largos fideos se extendieron por la mesa, al tiempo que el liquido de derramaba por las orillas.  Miro con terror el desastre que había hecho.

.- ¿Jay?- no respondió a la voz de Dylan, en cambio busco algo con que limpiar; en su búsqueda, su mano golpeo la cuchara con la que pretendía comer, haciendo que cayera al piso con mucho ruido.  Inmediatamente escucho a Dylan dirigirse a la cocina. Se quedo quieto, mirando al piso. No se atrevía a voltear.- ¿Jay? ¿Pero qué…?-

 .- lo siento… yo limpiare ¿con que puedo limpiar?- comenzó a juguetear con sus manos, aun sin mirar a Dylan.

.- ¿estás bien?-  Dylan apareció en su campo de visión, frente a él.- ¿te has quemado?- tomo sus manos entre las suyas, inspeccionándolas seguramente en busca de alguna quemadura.

.- no.-

.- menos mal.- Dylan soltó sus manos.- ¿te ha quedado bien?-

.- ¿eh?

.- la ropa.- Dylan señalo las ropas que llevaba.

.- ah, sí.  Muchas gracias.-

.- no importa. He traído comida italiana, limpiemos esto para poder comer antes de que se enfrié.- Jay solo asintió. Después de que Dylan sacara algunas bolsas y limpiadores, se pusieron a limpiar la mesa, y a penas terminaron, regreso a la sala y trajo una bolsa, de la cual comenzó a sacar las cosas que llevaba. El olor era increíble, y seguramente la comida sabía mucho mejor, sin embargo no logro disfrutarla. Se encontraba mucho más preocupado por su situación. No hablaron durante la cena, y cuando terminaron Dylan se puso a revisar sus papeles. El se puso a ver televisión, sin prestarle mucha atención. En realidad esperaba algún reclamo de Dylan.

.- ¿Dylan?- llamo, después de mucho tiempo. Ya había oscurecido por completo.

.- ¿si?

.- umm… yo… yo no me he acostado en tu cama… no sé cómo estaba ahí.-

.- lo sé, yo te acosté en ella ¿planeabas enfermarte durmiendo en el piso?-

.- no.-

.- bueno.- Dylan se levantó, dejando todo a un lado y estirándose. Comenzó a caminar, dirigiéndose a la habitación, y apagando as luces, como lo había hecho desde que llegara. Apretó los labios con disgusto.- ¿piensas quedarte ahí?-

.- ¿eh?-

.- ¿piensas dormir en el sofá?-

  .- pero tu dijiste que…-

.- creo que tu miedo a la oscuridad es mayor a cualquier cosa que yo diga.-

.- ¿puedo dormir contigo?- pregunto esperanzado.

.-Puedes dormir en mi cama.- no pudo evitar correr para alcanzar a Dylan y estrellándose contra él en un abrazo.

.- gracias, gracias, gracias.- sonrió feliz.

.- prefiero eso a que duermas de nuevo en el piso.- Dylan sonó resignado. Media hora después se encontraba completamente dormido abrazado de Dylan.

 

 

 Semanas después….

 

Dylan se sentía muy mal, en varios sentidos.

Después de terminar su último trabajo, un caso especialmente difícil, habían decidido salir a festejar a un bar. Hasta ese momento todo iba bien. Había bebido un poco, y planeaba volver pronto. El festejo se aplazo con la llegada de sus clientes. Al rato, entre la multitud logro distinguir a su ex, con otra persona. Decir que lo había superado ya era una completa mentira.

Después de eso se había literalmente ahogado en alcohol. No supo como logro regresar a su casa. Las luces se encontraban apagadas, pero eso no le impidió desahogar su frustración contra todos los objetos que tenía a su alcance, arrojándolos contra todo. Cuando ya no quedo nada a su alcance, ya comenzaba a sentir que los efectos del alcohol estaban pasando. Se dejo caer al piso, recargándose en la pared.

.- ¿Dylan?- trato de enfocar en la oscuridad.- ¿estás bien?- una luz brillo al fondo de todo, y distinguió a Jay, parado frente a él. Emitió una especie de explicación, que ni el entendió, mientras se ponía de pie con la ayuda de Jay.- la cama es para dormir, no el suelo.- perdió el equilibrio, cayendo de nuevo al suelo, solo que esta vez se llevó a Jay con él.  Escucho las quejas de Jay, pero no les prestó atención. En realidad miraba con atención el rostro de Jay, su rostro de rasgos finos y ojos verdes. Algunas pecas cruzaban sus mejillas. Recordó también su calidez.

Antes de poder registrar lo que pasaba, ya se encontraba sobre Jay, besándolo.

.-… Dylan… estas ebrio.- la voz de Jay le llego entrecortada.

.- un poco… no importa.-  escucho la risa de Jay, al tiempo que sentía como le abrazaba, acortando más la distancia entre ellos.

.- mañana te arrepentirás.- otro beso fue su respuesta.

.- no quiero pensar más.- lo último que vio antes de dejarse llevar fue la sonrisa traviesa de Jay.

 

 

 

Dylan sentía un incómodo aturdimiento. Sabía que estaba en su casa, en su cama, pero no recordaba haber llegado hasta ahí. Sentía la respiración de Jay a su lado, y recordó que el mismo había permitido que Jay durmiera en su cama. Abrió los ojos, parpadeando ante la luz del día. Vio el reloj en la pared frente a él, pasaban ya de las diez de la mañana.  Miro entonces a Jay, dispuesto a despertarlo, pero eso nunca paso. Se quedo en shock. Jay no traía camisa, y la sabana se había deslizado con sus movimientos, revelando una serie de notorias marcas esparcidas por la piel pálida de Jay. Recordó haber hecho cada una de ellas. Cerró los ojos, esperando que eso fuera solo una pesadilla.

.- ¿ya te estás arrepintiendo?- Jay lo miraba, divertido, sin levantarse.

.- ¿Por qué lo hiciste?- estaba a punto de un ataque de histeria.

.- yo no hice nada.-

.- te aprovechaste de que estaba ebrio.- acuso.

.- ¿Quién se aprovecho de quien?- la sonrisa de Jay le hacía perder la calma. Volvió a cerrar los ojos. Sintió de nuevo los labios de Jay sobre los suyos. Se aparto con rapidez.- han llamado para darte el día libre… y tengo hambre.-

.- Jay.- murmuro.

.- ¿sí?-

.- lo de anoche…-

.- ya sé que estabas ebrio.-

.- bien, también…-

.- no se repetirá, y nada de demostraciones de afecto, lo sé.- Dylan suspiro.- aun tengo hambre.-

.- puedes prepárate cereal.-

.- me quiero quedar en cama. ¿Me lo puedes traer?-

.- no, si quieres comer tendrás que ir a la cocina.- se adelanto, dispuesto a salir.

.- ¿Cuándo vuelves a embriagarte?- Cerro los ojos, escuchando la risa de Jay. Definitivamente nunca se había arrepentido tanto de haber sentido compasión alguien.

 

Notas finales:

Cualquier error es culpa de autocorrector.

Comentarios, sugerencias y peticiones son bien recibidos.


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