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Los 7 Pecados Capitales por Ari-nee

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

No pude esperar a subir este capitulo, ya que muchos me piden que lo actualice, ¡Kyaaa! gracias por sus reviews

GULA

~MURASAKIBARA ATSUSHI~

“La gula necesita suplir vacios, de ahí el deseo de llenarse con algo”

Sentiste el sabor dulce deshacerse en tu boca.

Desde pequeño has tenido ese insaciable apetito, pero ese no era el problema, es más, era normal para alguien de tu tamaño ingerir gran cantidad de alimentos, digo, con más de 2 metros de altura era obvio que un plato de comida no te saciaría, al igual de obvio que era el que pidieras más.

Lo que te ha dado ciertos problemas recaía en que lo único que parecía capaz de entrar en tu boca eran golosinas, comida chatarra, dulces, o como quieras llamarles.

En tus años en Teikou, esa impotencia te había otorgado constantes sermones, regaños y castigos por parte de los capitanes, tanto de Nijimura, como también de Akashi; sin embargo, sabias que su enojo se esfumaba cuando en los partidos de entrenamiento  jugabas al básquet como ellos querían, porque con tu gran altura eras una defensa excelente.

Ahora a tus 17 años y 2.08 metros de altura, seguías con esa obsesión por consumir dulces; Himuro te ha explicado que no deberías comer demasiados, pero tú siempre respondías con que estabas bien y que era imposible que te enfermaras por ellos.

Tu tortura comenzó cuando tus padres te prohibieron comerlos de nuevo.

Todo era culpa de ese maldito doctor, un tal Masami-no-se-que, que les había dicho a tus padres que deberías dejar de comer demasiado. Pero… ¡¿QUIEN CARAJOS SE CREIA PARA DECIRTE QUE COMER Y QUE NO?! ¡Ah, Claro! Un nutriólogo.

 Y tus padres muy obedientes hicieron lo que ese sabelotodo les dijo. Ahora solo podías comerlos cuando Tatsuya se apiadaba de ti y te daba uno, ya que en la escuela, igualmente, tus padres habían exigido que se te negara la compra y/o el consumo de golosinas. En el entrenamiento, la cosa tampoco cambiaba mucho.

Sentías la deficiencia de azúcar en el cuerpo, y no necesariamente por presión baja, estabas tan acostumbrado a ingerir gran cantidad de azúcar, que ahora, el no hacerlo, te hacía sentir muy extraño.

Tanta fue tu necesidad que comenzaste a comer dulces ya pasados de la fecha de caducidad, los que encontrabas a medios comer o en la basura, y los que el pelinegro te ofrecía de vez en cuando.

Pero eso no fue suficiente, tú querías más, y más, y más, y eso fue lo que te llevo hasta el borde de la demencia.

Después de una horrible discusión con tus padres sobre tus hábitos alimenticios, decidiste encerraste en tu habitación y ya no salir, de todos modos ¿Qué sentido tiene volver afuera si ya no podrás degustar tus manjares? Solo será una tortura, una vil trampa, un engaño hacia ti mismo.

“¿Qué esperas? ¡Hazlo! Después de comer tal cantidad de azúcar… ¡Es normal que sepas dulce!”

Escuchaste esa voz retumbando en tus oídos, y repentinamente te llevaste un dedo a la boca. Sentiste el sabor metálico como la mismísima gloria, un majar que nunca antes habías probado, y estabas dispuesto a degustarlo todo.

El sabor de tu sangre.

La textura de tu carne.

El devorarte en vida.

Sabes, mi querido lector, si quieres comer, come, pero no abuses de lo puedas ingerir y quieras más, o puedes terminar muy mal ¿Verdad Atsushi?

Notas finales:

Espero les guste, mañana subire el capitulo de la avaricia ¿Quien creen que es?


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