Era el futuro, milenios adelante, otra Asgard muy diferente a la actual se desarrollaba en lo alto de Ygdrassil, otros guerreros brillando en nuevas y gloriosas batallas escribían sus historias, viejos guerreros desaparecidos brillaban en el firmamento de Valhalla, otros preparaban con honor su viaje a las constelaciones de la paz eterna, muchos más disfrutaban de una medianía luminosa.
Entre ellos el Rey Thor, poderoso, fuerte, maduro en sus acciones, en sus pensamientos y en su físico. La solar cabellera era ahora casi completamente plateada, la barba bien cuidada y la brillante armadura le daban una estampa solemne y respetada en los Diez Reinos, sobre los que gobernaba con juiciosa equidad.
Aún sabía el Padre de Todo divertirse junto a sus viejos amigos, aún podía beber y cantar, contar historias y salir de cacería. Aún sostenía con mano firme la espada y el martillo. Aún las damas y las doncellas suspiraban con su atractivo rostro, aún los caballeros y los donceles aspiraban a que un día, el Rey olvidara su soledad y abriera sus puertas para un nuevo amor.
Thor era viudo hacía cien años. Su matrimonio fue largo y cruel. Todos en Asgard sabían que no era completamente feliz, cosa que se reflejaba en las constantes infidelidades, aventuras y escándalos que enfrentaba. No pocas veces la reina y el Rey dormían en alcobas separadas, y pasaban largas temporadas sin dirigirse la palabra. La falta de descendencia quizá había influído en aquella frialdad. Aunque Thor consideraba al mayor de los varones de su medio hermano Balder, como su propio vástago... preparándolo abiertamente para que, en un día quizá no muy lejano, lo sucediera en el trono.
Pero quienes lo conocían bien sabían de la profunda soledad del Dios. Sabían que su corazón jamás se abriría nuevamente, estaba cerrado y acorazado, porque tenía heridas profundas que no sanarían jamás.
-Y eso es todo, Majestad... si no existe algún otro pendiente, mi Señor... me retiraré a mis aposentos...- dijo su Asistente personal, inclinándose con respeto.
-Solo una cosa... ¿No tengo ningún mensaje particular del prisionero?
-No, Majestad... Ningún mensaje.
-Es la tercera noche consecutiva que guarda silencio... ¿Está acaso enfermo y no he sido informado? ¿Es necesario que le vean los sanadores?
-El Señor Loki goza de perfecta salud.
-Deseo que igualmente los Sanadores vayan y le practiquen una completa revisión. Procuren que nada le falte, si es necesario que tome algún tratamiento, oblíguenlo...
-Se cumplirá su voluntad, mi Señor.
El Asistente se inclinó nuevamente y salió, mientras los otros ayudantes terminaban de colocar las ropas de descanso al tozudo guerrero. Una vez a solas, Thor tomó una cena ligera y solicitó una taza de té caliente en lugar de vino. Estaba preocupado por Loki, pues se había acostumbrado a la insistente petición de su hermano adoptivo para que acudiera a cenar con él y también estaba acostumbrado a sistemáticamente negarse.
Arrojó la fina taza de porcelana contra la pared, haciéndola mil pedacitos. Loki había estado todo ese día en su pensamiento. Cien años hacía que aguardaba la eternidad en una celda, cien años que sus ojos de esmeralda no se cruzaban con su ojo, porque ya solo restaba un zafiro en el noble rostro de Thor... Cien años en que finalmente, no pudo tolerar más sus engaños, sus mentiras y su maldad y frente al cadáver de su esposa lo había hecho prisionero, odiándolo como jamás creyó odiar a nadie.
Ya había olvidado el dolor de su viudez... pero no había olvidado a Loki.
-¡Dígan al prisionero que su Rey lo visitará en su celda dentro de una semana exacta!- gritó a los asistentes, que se movilizaron de inmediato al escucharlo y con voces apresuradas, confirmaron que la orden sería ejecutada.
Una semana... una semana y Thor bajaría hasta las mazmorras, a la oscuridad, descendería el sol del atardecer por los enmohecidos rincones para iluminarlos con su presencia... ¡Solo una semana para lograrlo! ¡Cambiar su historia! Su propia historia…
Loki escuchó el anuncio sin retirar la sonrisa sarcástica de su rostro. Desconcertó al guardia, pues esperaba que después de tanto insistir y al fin lograrlo, el Dios del caos al menos expresara agradecimiento por la molestia que se tomaría el Soberano.
-¡Oh, si!- le dijo, haciendo una inclinación básicamente burlona- El Padre de Todo hará un espacio de unos minutos para regalármelos, un acto de caridad por el que debo sin duda, llorar de alegría, dar saltos de felicidad y quizá... azotarme la espalda para castigarme por tan inmerecido honor...
El guardia se retiró y el viejo pidió no ser molestado, quería dormir, les dijo, dormir mucho y olvidar que había rogado al Rey su presencia y que quizá al despertar consideraría rechazar la oferta y que Thor se guardara su visita y sus lástimas y se las metiera por el trasero, que buena falta le hacía que alguien se lo partiera en dos.
***
-Puedes sentirte orgulloso. Gracias a ti, ninguna de estas personas perdió su hogar...
Un acto generoso, que no enorgullecía al muchacho de cabello negro y ojos verdes. Tomó de la mano a la joven, a su amiga, la única que parecía apreciarlo de verdad y juntos entraron a su nuevo departamento, ya completamente terminado.
-Ninguno recuerda exactamente como destruimos sus casas, no tiene mucho mérito devolvérselas... además, el dinero o el trabajo no me pertenecen.
-Deja de menospreciarte ¿quieres?- le dijo Verity, mientras sonreía y levantaba un poco el rostro melancólico de su amigo- Trata de ser positivo... sé cuanto extrañas a Tony y a Thor... pero piensa esto: Quien te ame verdaderamente... regresará a tu lado...
-Y como ninguno ha regresado, es una linda forma de decirme que ninguno de los dos me amó verdaderamente, que todo lo que sus labios dijeron estaba influenciado por ese maldito hechizo de axis...
-No, Loki... la joven dama mortal tiene razón... solo quien te ama de verdad regresará a tu lado... una y otra vez...
La voz grave y varonil a sus espaldas, los hizo volverse con rapidez. Los dos jóvenes vieron entrar entonces al hijo de Odín, algo más maltratado que antes, con la capa aún más rota, con el gesto algo demacrado... y con la evidente amputación de su brazo izquierdo...
-Demonios de Hel...- murmuró Loki, palideciendo al verlo- ¿Qué te sucedió? ¿Por qué tienes un brazo de metal?
-Es una larga historia...
(*Thor perdió su brazo en una batalla contra Malekith y los Gigantes de hielo en Thor; All new Thor #2 )
El mayor se adelantó hasta colocarse frente a Loki, acariciando con el dorso de su mano restante, la suave mejilla de durazno, que se encendió fugazmente con su contacto.
-No me toques...- respondió el pelinegro, dando un manotazo para alejar el toque de Thor en su rostro.
-Escúchame antes de juzgarme, te lo pido... Hay una razón para todo esto...
-No sé si quiero escucharla... No sé si quiero escuchar tus mentiras una vez más ¿Quién iba a decirlo? Yo, el Dios de las mentiras no puedo mentir más y Thor Odinson, el heredero de Asgard, miente para conseguir lo que sea... incluso a mí...
-Lo lamento...
-¿Lo lamentas? Amora me contó, cuando recuperó sus sentidos y volvió a ser la hechicera ambiciosa de siempre que ella y tú... se acostaban mientras se reían de mí... me usaste Thor, hiciste que dudara de la relación feliz en la que vivía, hiciste que traicionara el amor y la confianza de Tony... ¿Y solo lo lamentas?
Thor bajó la mirada, evidentemente durante el tiempo que permaneció bajo el hechizo de inversión, su comportamiento fue mucho más que irresponsable.
-Hice muchas cosas incorrectas... Y te hice mucho daño sin querer...
-Por supuesto. ¿Qué más es mentira? ¿Tu cariño también lo es? ¿Nuestro casamiento? La Encantadora lo dijo... cierto que hicimos escándalos en los nueve reinos, pero en ninguno cometimos el error de casarnos...
-¡No, Loki! ¡Eso fue verdad! Solo que no ocurrió como te conté... Estamos casados, lo juro.
-No sé como creí en ti, no sé como llegué a pensar y a sentir algo por ti... Quiera lo eterno que logre conseguir el perdón de Tony... y que me olvide de tus mentiras.
***
-Me voy un corto tiempo... ¿Y todo se ha ido a la basura? ¡Cuernos de Surtur! ¿Pues qué le hiciste a Thor, niño caprichoso? ¿Por qué están los dos en recámaras separadas?
-Tú eres mi yo del futuro ¿Cierto? Entonces explícamelo...
-Déjame decirte un pequeño secreto, dulce amorcito... si algo me han enseñado los milenios es que mi intervención directa no afecta los destinos escritos, deben ser los actores del presente quienes cambien sus acciones por sí mismos, pero... escucha atentamente: Ningún destino está escrito definitivamente... Todo puede cambiar y me parece que tú has logrado modificar el tuyo...
El viejo Loki hizo un ademán y se llevó consigo el cuerpo astral de su yo joven. Caminaron por una especie de túnel etéreo, un espacio sin forma, sin consistencia... sin sonidos ni aromas conocidos... era quizá el limbo... o la nada.
-¿A dónde vamos?
-Visitemos al mortal ¿No es a quién estás añorando? ¿Por quién estabas derramando amargas lágrimas antes de mi llegada?
-Pero... ¿Es que tú sabes dónde se encuentra Tony Stark? Desapareció después de enfrentarse con Thor y de enfrentar los efectos de axis... No lo he visto, nadie lo ha visto, ni sus socios, ni sus amigos los Vengadores.
El viejo Loki rió veladamente, mientras descendían en sus formas invisibles e intangibles en una isla del pacífico. Había ahí una fortificación semejante a un castillo de impenetrables murallas. Reconoció el muchacho con facilidad las instalaciones de seguridad de Stark Industries, y dedujo que ahí se encontraba el castaño... alejado de todo y de todos, incluyéndolo a él.
-Vamos... entra.
-¿Él está bien? ¿Está herido? ¿Por qué se esconde aquí?- preguntó ansioso.
-¿Lo amas, Loki? ¿Amas al mortal? ¿O solo deseas regresar a su lado porque estás despechado por las mentiras de Thor?
La voz del viejo Loki era diferente a todas las veces anteriores que habían hablado. Carecía de la ironía, de la intención de burla... pero no era posible confiar en él. Aun cuando aquellas preguntas lo hicieron cuestionarse de verdad... ¿Amaba a Tony? ¿O era su desquite hacia el rubio?
-Que magna tontería... Tony y yo tenemos una relación firme. Solo enloquecimos temporalmente por culpa de ese endemoniado hechizo, quizá se siente lastimado por mi engaño. Pero estoy seguro que me perdonará... Me mudaré con él, viviremos juntos y seremos la pareja que él desea formar conmigo...
-Tierno corderito... ¡Cómo recuerdo los tiempos en que aún tenía yo un corazón! Siempre fue mi perdición... amar, sentir... esperar algo bueno de los demás... Pero si una fibra queda latiendo en el fruto seco que ahora anida en mi pecho, que sirva para ayudarte, amiguito... porque hoy, en este instante, solo quiero ayudarte...
Y entonces el viejo llevó al muchacho entre las paredes, atravesaron las lujosas habitaciones, dejaron atrás los laboratorios y las súper computadoras, para llegar hasta la alcoba privada del millonario...
Loki abrió enormes sus bellos ojos verdes, Tony yacía sobre el lecho, con aire extasiado, completamente desnudo, boca arriba y cubierto hasta la cintura por una vaporosa sábana de seda blanca... todo normal, excepto porque alguien buceaba bajo esa sábana, entre las piernas de Stark, arrancándole gemidos y palabras altisonantes de carácter sexual. El joven arrugó el ceño... nunca había escuchado a su amante hablar con ese sucio vocabulario.
-¿Quién está con él?
-Espera...
El viejo flotó sobre la pareja, sin duda metiendo algunas ideas en la misteriosa figura que daba sexo oral al castaño. Tony llegó al orgasmo inesperadamente y una risa femenina se dejó escuchar.
-Te haces viejo, querido mío... Antes tu amor resistía mucho más de mis labios. O quizá es que me he vuelto demasiado buena.
Pepper Potts emergió, limpiando los restos de semen de su rostro y haciendo lo necesario para encajarse en el arma medio caída de Stark.
-Cállate y hazme gozar, perra pelirroja- dijo Tony, empujando las caderas hacia arriba con la intención de estimularse y terminar el coito como debía ser. Pepper exageró un poco lo que sentía, pero su cara de éxtasis alegró a millonario, quien se aferró a los pechos blancos y la hizo girar, de manera que quedara sobre el cuerpo femenino y pudiera clavarse en ella con más comodidad.
Sin duda la pareja hubiese terminado el acto sexual de inmediato si hubiesen podido distinguir al viejo Loki husmeando entre ellos, a centímetros de los amantes, examinando los gestos y cualificando cada caricia. Y Tony hubiese quizá, muerto de pena si el gesto transido de dolor, de decepción del joven Loki se hubiese impregnado en sus pupilas.
-Tony... Tony... No creo lo que mis ojos ven... ella tenía razón, solo era cuestión de tiempo... Y Tony regresaría a su lado...
Pero no los veían y prosiguieron, rompiendo la ilusión y las esperanzas del menor.
-Ella lo está fingiendo todo, se nota a las leguas...- dijo el viejo, sacudiéndose las manos como si su trabajo estuviese hecho. Luego se dirigió hasta donde su yo joven había caído de rodillas, llorando amargamente- Vamos, vamos... Era mejor que lo supieras ya y no después... Tony te ama, pero definitivamente jamás ha dejado su lado conquistador. Es infiel por naturaleza y con eso tendrás que lidiar mientras viva. Compartirlo con esta mujer (que es más bien feíta) y con todas las se atraviesen por su camino... Deja de llorar, te aseguro que este mortal no lo vale.
***
De regreso en Manhattan, en el departamento y en la alcoba... el viejo Loki no tenía un segundo que perder. De como moviera las piezas en el pasado dependía enteramente su propio futuro y no permitió que el abatimiento se apoderara de su joven representación.
-Parece que soy un fracaso y siempre lo seré...
-¿No tienes idea de quien es el que amas? ¿Amas a Tony Stark? ¿O amas a Thor?
El ojiverde negó con la cabeza, dejándose caer sobre la cama, tragándose sus lágrimas y su pena.
-No sé a quien amo... No tengo idea...
-Mira a tu estúpido hermanote...
-¡No! No quiero verlo... otro traidor... otro mentiroso... ¿Qué me vas a mostrar, acaso como hace el amor con la zorra de Amora, la Encantadora?
-Pues él no se ha ido de tu departamento...- dijo el viejo, haciendo un ademán para mostrar al rubio- Míralo... pegado a tu puerta igual que un perro guardián... Se ha equivocado... Y mucho, y lo sabe... pero sin ti está perdido...
-¿Está llorando?
-Como un niño huérfano... como un cachorro que ha sido echado a patadas de su hogar a sufrir de hambres y de fríos... Sufre horriblemente... Ha perdido el martillo, ha perdido su nombre, no quiere ser llamado nuevamente Thor porque se siente indigno de todo el significado de esas cuatro letras... ¿Acaso no te conmueve? Tú eres yo, yo soy tú... ¿Qué, no lo has sospechado desde hace tiempo? Lo amo... lo amo intensamente, a través de los milenios y la eternidad, lo amo... Busca en tu corazón.
El viejo se desvaneció, dejándolo con la desazón y la confusión de todos los sentimientos y emociones revueltos que se desbordaban en su propio corazón. Pero ahí estaba todavía la imagen... era Thor, era Odinson, como quería ser llamado en adelante, arrodillado frente a su puerta, reclinando la rubia cabeza contra la mano que permanecía pegada a la pared de su alcoba, como si quisiera tocarlo a través del ladrillo del muro. Los ojos de zafiro lucían enrojecidos, como huella de un llanto reciente y abundante. No tenía valor para retirarse, ni para llamarle nuevamente, había suplicado por horas, había rogado que Loki le abriese para hablar, quería pedirle perdón... mil veces perdón, pero solo obtuvo un silencio obstinado ignorando que Loki en realidad no se encontraba ahí, sino viajando con su yo del futuro.
“Busca en tu corazón” había dicho el viejo y Loki se sintió lleno de un amor enorme por su hermano, por su amante... por aquel que tal y como Verity había dicho, regresaba a él siempre. Solo el amor verdadero regresaba las veces que fuera necesario, y él tenía que perdonarlo también... y hacerse perdonar...
Abrió la puerta y sonrió con ternura, colocándose igual de rodillas y buscando la mirada del rubio.
-Loki, yo...- murmuró, mientras un color le iba y otro le venía al rostro.
-Silencio, Señor Odinson... no diga nada de lo que usted pueda arrepentirse, igual que este servidor, Loki-de-ningún-lado, procurará no decir nada que lo incrimine.
-Loki de ningún lado, jamás... Loki de mi corazón... siempre.
-Procuremos olvidar los errores... comencemos de nuevo... si todavía quieres...
Sus labios se unieron lentamente, con ternura primero, después con pasión. Era el perdón solicitado y otorgado mutuamente.
-Comencemos de nuevo... juntos... Porque siento que no podré vivir sin ti nunca más...
Loki dejó que el mayor lo abrazara, y correspondió a los pequeños besos que Odinson depositó en su frente y en sus mejillas con una luminosa sonrisa... Siguió buscando en su corazón, encontrando a cada instante más y más amor por aquel incondicional que se le ofrecía, aceptándolo y aceptándose con todos sus defectos, virtudes y pasados.
A un lado de ellos, conservando su esencia invisible, el viejo Loki los miraba complacido. Una extraña calidez le cabalgó por las venas, un sentimiento que no había sentido en muchos, muchos años... alzó su mirada turbia y se topó con su propia imagen en el espejo que colgaba en la pared... entreabrió los labios con incredulidad... se acercó y se examinó detalladamente...
No era que se gustara, no tenía amistad con lo que el espejo le devolvía... un anciano ajado, arrugado, desdentado, de ojos cansados y gesto agrio, destilando soledad y amargura...
Pero lo que ahora el espejo le devolvía era una imagen diferente: Sí, continuaba siendo viejo, pero no estaba su piel maltratada, ni su sonrisa quebrada... de hecho, conservaba su dentadura completa y blanca, su piel cuidada, igual que sus manos y sus uñas bien pintadas con el esmalte negro que tanto le gustaba, con gran cuidado y temiendo romper aquel reflejo, se retiró de la cabeza la capucha de su viejo traje verde... Esperaba encontrar escasos y canos cabellos en su cabeza casi calva, pero a cambio, una mata de cabello, abundante, todavía azabache, cruzada por mechones plateados cayó hacia los lados.
Exclamó sin poder contenerse, haciendo que Loki levantara la cabeza un instante, buscándolo... aunque de inmediato los besos de Odinson volvieron a atraparlo.
-Lo logré... cambié... mi físico al menos ha cambiado...- murmuró el ahora maduro y atractivo Loki del futuro. Sí, tenía todavía la sonrisa sarcástica, la mirada torva, el gesto amargo... pero no era un anciano derrotado. En su aspecto físico se notaba que algo había cambiado en su propio destino, ahora, faltaba averiguar que era y como podría usarlo a su favor- Podré verte con dignidad a los ojos, Rey Thor, podrás ver lo que tu amor ha despreciado... mi propio amor... Mi venganza está en camino...