Loki procuró levantarse sin despertarlo, le gustaba madrugar, darse una ducha y beber una taza de té antes del desayuno y con el rubio a su lado resultaba siempre un fiasco intentar disfrutar de algunos momentos a solas. Resistió las ganas de besarlo antes de salir de la alcoba, pero se detuvo algunos instantes para contemplar la hermosura de aquel cuerpo perfectamente esculpido, yaciendo boca abajo, mostrándole sin proponérselo los mejores ángulos de su cabeza despeinada, los fuertes hombros y la cintura esbelta, las nalgas más blancas que el resto de la piel tostada y las enormes piernas extendidas descansando plácidamente. El pelinegro dejó escapar un corto suspiro y se dirigió al cuarto de baño.
El agua tibia recorrió su piel dándole aquella deliciosa sensación de calor y placer, tomó la última pastilla de jabón con aroma a maderas que había... recordó que era necesario ir al poblado más cercano de compras lo antes posible y mientras aspiraba el aroma, repasó mentalmente todo lo que hacía falta en casa, en SU casa, obsequiada tan solo para él: El jabón de baño, por supuesto, era lo primero por comprar... carne, abundante carne, Odinson siempre necesitaba carne en su mesa, y de paso, unos cuantos paquetes de tocino, porque a él también le agradaba ser caprichoso al degustar... quizá era necesario reemplazar la bombilla de la luz exterior, porque tenía tres días que no encendía y no le gustaba estar completamente a oscuras, principalmente cuando su amado se ausentaba... varias cosas más que seguramente recordaría una vez que los dos tomaran la camioneta, condujeran las dos horas que los separaban del pueblo y entraran al almacén.
Su vida era perfecta de esa forma, la cabaña donde habían pasado los últimos seis meses se encontraba tan remotamente enclavada y el invierno era tan duro en aquella helada región nórdica, que ningún alma mortal o inmortal osaba acercarse hasta ellos. Vivían cómodamente, tenían todo lo necesario, incluso una planta generadora de energía por si querían pasar la tarde o la noche jugando videojuegos o mirando la TV.
Odinson deslizó el cancel para meterse junto a su adorado niño bajo la ducha, lo rodeó con sus brazos para colocar sus manos sobre el blanco pecho y gruñirle los buenos días al oído. Loki colocó sus propias manos sobre la del mayor y sobre la mano metálica que ahora poseía.
-Buenos días dormilón...- le respondió, subiendo y bajando aquellas manos acariciantes para proseguir con su baño- Te recuerdo que hoy iremos de compras, así que por favor... ponte una camisa, afuera está nevando y a pesar que no sientes el frío, la gente nos mira con demasiada insistencia al verte a medio vestir por el pueblo...
-La gente se puede ir al cuerno- dijo Odinson, pegándose al cuerpo de su joven pareja.
Tampoco era extraño que la ducha terminara así, con los dos bajo el agua, acariciándose, enjabonándose y haciendo el amor. Pero esa mañana solo fueron caricias, Odinson masajeó y amasó con ternura las redondeces del menor, mientras los besos se prodigaban, y al salir, le dedicó también el cariño sin prisas necesario para tomar la toalla y ayudarle a secarse de pies a cabeza, mientas él seguía chorreando agua y sonrisas.
Una vez vestidos y acicalados, pasaron al comedor... no hubo té a solas, los dos bebieron café y tomaron su desayuno algo silenciosos. Loki sabía perfectamente que así era después que el otro regresaba a casa… Estaba seguro que, aunque no lo dijera, Odinson seguía melancólico por la pérdida de Mjölnir, que buscaba respuestas, que intentaba resolver sus conflictos a su manera... Se marchaba por días enteros, pero siempre volvía y le demostraba su amor.
No lo cuestionaba, prefería vivir solo el momento, mientras durara aquel aislamiento perfecto. De acuerdo, tarde o temprano debían regresar a la ciudad, pero mientras tanto, solo se empeñaba en cerrar los ojos y dejarse adorar, entregarse con la misma pasión conque era solicitado y simular que así sería por el resto de la eternidad.
-¿Por qué pones tanto cereal? Ni siquiera lo comes... Saca eso y coloca mejor algo de queso y vino...
-Pero yo quiero tener cosas dulces para comer mientras vemos películas...
Loki alzó la mirada como padre consentidor que nada puede negar, sonrió y dejó que el rubio llenara el carrito de compras de cuanto capricho quiso... tenía la alacena llena de alimentos que ni siquiera tocaban, pero que era divertido comprar: Desde el cereal de caja llamativa hasta cervezas de varias marcas y sabores.
Pasaron un día entretenido en el centro comercial, dejaron las compras en su auto, que usaban tan solo para darse aires de normalidad. Luego vieron aparadores, una función de cine, y durante toda la función, sus manos estuvieron siempre entrelazadas, comieron golosinas, se robaron pequeños y traviesos besos y finalmente regresaron justo antes que la nevada vespertina hiciera el camino intransitable.
-Yo llevo los bolsos, tu entra y enciende la chimenea... – dijo Loki, abriendo la portezuela trasera para comenzar a bajar las compras.
-Lo que tú me digas, corazón- le respondió el rubio, adelantándose.
Era una vida encantadora... demasiado... y por consiguiente, no podía durar. Loki lo supo al escuchar el sonido familiar y metálico de una armadura llegando a sus espaldas. Se quedó quieto, mientras la luz azulada y pálida del reactor arc en el pecho de Ironman proyectaba su propia sombra.
-Hola, muchachito mío...- declaró la voz varonil de Tony, dejando ver su rostro tras la máscara metálica- Al fin te encuentro ¿No te alegras de verme?
***
En el futuro:
No había espejos, no había nada para ver su afanoso arreglo en aquella celda putrefacta... pero estaba la fuente con agua cristalina, la misma que usaba para su aseo personal. Buscó en su reflejo que su cabello estuviese bien acomodado, renunció a la malla y el penacho que llevaba en la cabeza para disimular su anterior calvicie
No hubo forma de usar ropas mejores, hubiese querido algo nuevo, mejor presentado, pero nada de eso le fue autorizado.
La mesa era pobre y sencilla, los platos y vasos eran de metal sencillo, aunque el té aromaba exquisitamente la celda y algunos panecillos dulces estaban a disposición sin duda para halagar el paladar del Soberano.
Loki se sentó y esperó... y esperó...
Y esperó...
Los minutos pasaban lentos y desesperantes, el sol comenzó a declinar en el horizonte y el escaso rayo de sol del tragaluz quedó atrás. Loki comenzó a cambiar su humor, preguntó un par de veces al guardia y las dos veces recibió la misma respuesta: No tenían noticias del Rey. ¿Era que Thor incumpliría su palabra?
-¡Estúpido! ¡Arrogante!- exclamó, dando un manotazo sobre la mesa, derribando todo el servicio al suelo- ¿Te crees demasiado importante para darme un minuto de tu valioso tiempo? ¿Te crees tan imprescindible? ¡Te odio, Thor Odinson! ¡Te odio y con que gusto te mataría! Te sacaría el corazón con mis propias manos...
La rabia era mayor a las ganas de llorar y al menos eso era una ventaja. Pero cegado por el enojo, no vió la puerta abrirse, ni la imponente figura del Padre de Todo del futuro llegando hasta su celda, justo para atestiguar sus amenazas.
-Es bueno saber que tu corazón sigue siendo de piedra... Los asuntos del gobierno me retuvieron más tiempo del que esperaba, y estaba dispuesto a ofrecerte una disculpa, pero veo en realidad que no tienes mucha disposición a la tolerancia.
-¡Eres la ternura andando! Soy tu prisionero, no he visto la faz de tu rostro en un siglo ¿Para qué tomarte la molestia de avisar antes? Ah, claro... Tengo toda la obligación de esperar lo que sea necesario al poderoso Soberano de Asgard, al portador de la corona de los diez reinos... No tengo el mínimo derecho a ser respetado...
-No, Loki, no lo tienes. Has dicho bien, eres un prisionero, uno más. No eres especial ni gozas de consideraciones por encima de otros, salvo quizá que conservas tu vida a pesar de tus crímenes, aunque por el menor de ellos merecías la muerte.
-Si has venido a insultarme... mejor lárgate. ¡Lárgate y olvida que quise verte, que quise conversar! No eres mejor que yo, Thor Odinson, y tus culpas no son menores a las mías, pero es más sencilla lavarlas encerrándome solo a mí.
-Cuánto me alegro de venir, porque ahora estoy convencido de que jamás dejarás de ser un egoísta y maldito asesino...
-¡Thor!- Por un instante las miradas de los dos dioses se cruzaron. Loki dejó de respirar... Un siglo, un siglo hacía que sus pupilas no se llenaban de aquella majestuosidad, que el fuego de su interior estaba frío... hasta que lo tuvo nuevamente frente a él. Entonces supo que no estaba hecho de piedra, como le había dicho, que el calor en sus entrañas podía encenderse y abrasarle si se descuidaba, así que se acorazó contra sus propias emociones y sonrió sarcásticamente, moviendo la cabeza con un ademán de languidez- ¿No me digas que no te gusta lo que ves, Padre de Todo?
-Tu aspecto no vale nada si tienes las mismas podridas intenciones- rugió el Rey, eludiendo el acercamiento del prisionero- Me rogaste tanto que viniera y yo pensé que estaba listo para verte sin rencores... Pero tus palabras me convencieron de lo contrario... Asesino... No vuelvas a llamarme, porque no regresaré, excepto para confirmar que tu alma finalmente se ha ido a Hel.
-Te equivocas- respondió Loki, cuya voz suave, hizo estremecer el corazón del soberano de Asgard- Soy muchas cosas, Thor. Soy mentiroso, soy ambicioso y cruel, soy egoísta también... pero de los muchos crímenes que cometí, solo estoy pagando por el único del que no soy culpable...
-¡Muerde tu lengua, víbora! Por la memoria sagrada de mi hijo Magni juro que jamás perdonaré a su asesino...
El Rey Thor dejó caer las últimas palabras arrastrándolas con el odio de siempre, le dio la espalda al prisionero y salió de las mazmorras, dejando a Loki sumido en un renovado dolor y rencor... nuevamente, nuevamente se había equivocado y aquel que un día había sido su vida entera se alejaba odiándolo y sin prestar oídos a sus afirmaciones.
-¡Yo no lo asesiné! ¡Yo no lo asesiné... lo juro! Lo juro, Thor... debes escucharme: ¡Yo no asesiné a tu hijo! ¡Escúchame maldito necio, yo no lo maté!
***
En el presente:
Loki dio un paso atrás, topándose con su vehículo y quedando entonces frente a frente con su ex amante, Tony lo miraba con aire de soberbia, mezclada con el amor que tampoco podía disimular.
-Te extraño mucho, amor mío- le dijo al muchacho, acercándose demasiado aunque por llevar la pesada armadura no pudo besarlo como era su intención. Loki desvió el rostro y cerró los ojos.
-¿Cómo nos encontraste?
-J.A.R.V.I.S. lo hizo... no sin dificultad, pero lo logró... Me parece que empleas toda tu magia asgardiana en evitar ser rastreado ¿O me equivoco? Ni siquiera el gran Heimdall lo había logrado. Pero Thor deja pistas que he podido seguir, y como son cada vez más frecuentes sus salidas, han descuidado su anonimato.
-¿Heimdall? ¿El guardián? ¿Qué sabes tú si nos busca el Guardián?
-Sé lo que debo saber, muchachito mío... Y mi único interés es recuperarte. Escucha: Todos cometimos errores, todos caímos en este juego de traiciones mientras padecimos esos cambios extraños. Sé que te engañé con Pepper, regresé con ella sin pensar en ti o en nadie más, como sé que Thor y tú tuvieron relaciones cuando tú y yo aún estábamos juntos. Es más, entiendo que él fue la causa de tu abandono, pero eso no me importa... lo importante son los sentimientos de tu corazón. Y tú me amas, ¿Verdad? ¿Me amas, Loki?
El castaño hizo lo posible por acercarse nuevamente, buscó los labios de Loki esperando no ser rechazado.
-No puedo responderte, Tony... créeme al menos que cuando estaba contigo, yo te amé sinceramente... pero esa pregunta, justo ahora...
-¿Me amaste? ¿En tiempo pasado?
-Ahora estoy con Thor... hemos reanudado una relación de muchos siglos, no quiero lastimarte Tony, pero es algo que quizá escape a tu comprensión...
-No soy un imbécil, Loki, entiendo lo que me quieres decir. Sé que me guardas rencor por engañarte, pero tu amado hermano, que ridículo suena eso, ni siquiera se ha tentado el corazón para hacerte lo mismo. ¿Tú sabes por qué los busca el Guardián casi con tanta urgencia como yo?
-Tony, por favor... No hables mal de Odinson, al menos no en su ausencia.
-Dile que venga- aplaudió el millonario. Que salga y que diga en mi cara y en la tuya si es capaz de desmentirme y explicar por qué, si tanto te ama, está a punto de casarse con la mujer que va a darle un hijo.
Loki abrió los ojos con incredulidad, justo en el instante en que el rubio regresaba para averiguar la tardanza de su compañero, y al ver la escena, al escuchar que su secreto había sido revelado, se mostró de inmediato colérico y dispuesto a reducir a polvo al indiscreto Stark.
-¡Loki! ¡No escuches lo que el hombre de metal te dice! No lo escuches.
A su voz, Loki empujó a Tony lo suficiente para liberarse de su cercanía y corrió hasta los brazos del rubio, que lo recibieron para cerrarse en un abrazo protector.
-A pesar que lo sé, que lo veo...- dijo Tony- Es difícil asimilar que has seducido a tu propio hermano, Dios del Trueno. Y no vas a negarme que Amora está a punto de dar a luz un hijo tuyo... engendrado bajo los efectos de axis, es verdad, pero es tuyo.
Pudiera ser que los dos mayores hablaran tranquilamente, pero en sus miradas podía notarse que en cualquier instante reanudarían la pelea que dejaron inconclusa la ocasión anterior.
-No es verdad, Tony...- agregó Loki, temblando como una hoja- Tal vez mi comportamiento te ha lastimado, pero no te atrevas a decir mentiras.
-Que te lo niegue él mismo y yo me iré de aquí. ¿No entiendes que yo acepto mi error, y acepto que no era totalmente dueño de mi razón? ¿Pero cuál es la excusa de Thor? ¿Por qué no te lo ha confesado entonces y sigue adelante con planes en los que tú no cabes y de los que ni siquiera estás enterado?
-Loki entra a la casa- dijo Odinson, buscando a Jarnbjörn entre las cosas de la camioneta- Hablaremos cuando termine con Stark...
-Es mentira ¿No es así? No voy a permitir que peleen de nuevo, solo di que es mentira.
El rubio no respondió y Tony sonrió de medio lado, bajando nuevamente la careta de su máscara y preparando su armadura para la pelea. No, no era mentira y el hijo de Odín estaba furioso al verse descubierto.
Loki cambió su gesto por una mueca de dolor.
-Heimdall me dijo que todo está preparado en Asgard para la boda... Si quieres, Loki y yo iremos como padrinos- se burló Tony, poniéndose en guardia.
Loki se separó del abrazo del rubio, corriendo dentro de la cabaña y llamando a gritos a su viejo yo, mientras el corazón se le rompía en mil pedazos.
***
-¡Viejo! ¿Dónde estás? ¡Aparece, zalamero, mentiroso! ¿Por qué no me advertiste de esto? ¿Por qué permitiste que sucediera? ¡Te odio! Te odio porque prácticamente me arrojaste en brazos de Thor... Y él me traicionó...
Los reproches y gritos del joven Loki muy pronto tuvieron respuesta, Ocultando su propia pena, el viejo Loki apareció, analizando el rumbo que habían tomado los acontecimientos de su pasado.
-No cabe duda que naciste para sufrir- le dijo, usando su habitual tono sarcástico- Pensé que alejándote de Stark, las cosas irían diferente, pero no se puede ir contra lo que el universo establece... ciertamente, Loki, lo que está escrito, no importa todo lo que yo haga, no importa todo lo que se luche por cambiarlo... sucederá. Sucederá y volverá a suceder... Lo establecido desde el inicio de los tiempos, es y será...
-¿Es verdad que Odinson y Amora...?
-¿Tendrán un hijo? Si... es cierto... Se casarán, reinarán juntos... y tú te pudrirás de celos.
Loki estaba realmente fuera de sí.
-¿Y por qué, maldito, si lo sabías, por qué no me lo dijiste antes? Cuanto dolor me hubieras evitado. ¿No eres yo? ¿No querías evitarte a ti mismo este dolor?
-Ay, ¿Es que no escuchas lo que digo? Nada lo evitará... ¡Nada! Tu destino, querido tonto, era no conocer las infidelidades de tu amado mortal, el que usa la armadura te tendría a ti y a la mujer al mismo tiempo. Despechado de Thor, te hubieses quedado a su lado y en unos cuantos años, porque la vida de los mortales es un soplo de viento, es una estrella fugaz cruzando los cielos, tú seguirías siendo joven e impetuoso y Tony Stark un anciano, lo hubieses abandonado antes o después, da igual... y entonces volverías a Asgard, a entrometerte en el matrimonio de Thor. Serías despreciado una y otra vez, serías usado como un vulgar amante y jamás tendrías el reconocimiento de tu amor, todo por culpa de la zorra de Amora, que tendrá al Rey atado por sus hechizos.
-¿Ese es mi futuro?
-No, primor, no... Ese ERA tu futuro... Algo logró cambiar cuando te mostré a Stark teniendo sexo con su mortal flaca esa, pero por lo visto. No fue suficiente.
-No te entiendo, viejo... Si me hablaras claro, yo evitaría cometer tus errores...
-¡Nooooo! Por las barbas de todos los trolls... Si yo te revelara el futuro, el equilibrio del universo estallaría, esto ha salido de mis labios porque ya no va a suceder, al menos no de la forma en que inicialmente sucedió. Y no diré más, principalmente porque ya no sé que pasará. Con todo mi poder... no tengo control sobre cada segundo que aparece entre tu tiempo y el mío, no puedo verlo, no sé que cambió ni como, solo tengo la certeza que en el futuro... No eres feliz...
-No si en mis manos está evitarlo...
-¿A dónde vas, criatura? Déjalos que se maten entre sí, entonces el vejete de Odín solo te tendría a ti por hijo y quizá, seas Rey de Asgard legalmente ¡Oh, que buena perspectiva! No se me había ocurrido hasta este momento...
-No, viejo. No voy a permitir que se hagan daño. Ninguno de los dos se lo merece. Pero si yo puedo evitar al menos uno de tus errores y eso cambia mi futuro, entonces lo voy a intentar, voy a demostrar la fuerza de mi amor. Voy a poner todo mi orgullo de rodillas para apoyar a Odinson, no lo abandonaré.
-¿Estás loco? ¡Se casará con Amora! Y tú...
-Yo estaré a su lado. Si él quiere.
-Tu no sabes lo que sucederá, no debes estar cerca de ellos dos... Mírame, mírame bien... ¿No me notas diferente? Algo cambió en el exterior, mi físico es diferente, pero lo esencial no pudo ser cambiado, ni será... ¡Te lo digo yo! Que lo he intentado desde hace siglos...
-¿Siglos? ¿Tienes siglos interfiriendo en mi vida?
-Quise ir a las raíces, quise ir a la juventud de Loki... del otro, del primero y cambiar su destino desgraciado y no pude... como no pude evitar la maldad de Kid Loki, ni tu nacimiento, que es el mío propio... cambian pequeñas cosas, pero lo principal, sucede siempre y no puedo intervenir más de una vez, no puedo remediar los errores...
-Dime entonces la razón por la que no debo estar cerca de Thor Odinson en su matrimonio con Amora.
-No puedo... Se rompería el equilibrio y no podría regresar más. Puedo contarte lo que ya no será, pero no puedo contarte lo que no ha sucedido.
-Viejo... Te digo esto con toda la ternura de la que has carecido en siglos: Lucharé por ti, por mí y por el amor que ahora estoy convencido sientes por Thor.
El joven Loki salió nuevamente, sin sorprenderse porque los mayores no estaban peleando, sino esperando por él, por su decisión.
Y mientras tanto, el viejo Loki se desvanecía para regresar a su celda mientras murmuraba quedamente: “Absurdo... que tengas mejor suerte que yo, estúpido.”