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DIGNO DE TI. por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Loki insiste en estar cerca del hijo de Odinson.

Pero ahora tiene problemas grandes en el presente... y en el futuro...

-¿Por qué no entras a la tienda a dormir, hermano? De verdad que la noche está muy fría y mañana la jornada es larga...

El Rey Thor se acercó de manera amistosa hasta el lugar donde el viejo trickster estaba tumbado sobre la hierba, con los brazos cruzados sobre su nuca y atento al cielo.

-Comprenderás que a pesar de mi naturaleza embustera y traicionera, soy un enamorado de la majestuosidad del padre árbol, y el firmamento de los nueve mundos tiene cierto encanto para mí.

-Es una manera poética de decir que te gustan las estrellas.

-Pues si- rió Loki, volviendo el rostro para observar a Thor- Y tu sigues siendo práctico en todas las cuestiones de la vida.

-Tengo que serlo para ser un buen Rey. Jamás lograré ser tan firme y sabio como lo fue nuestro padre Odín, pero intento hacer mi mejor esfuerzo.

-Yo no tengo dudas que seas firme y que seas justo al gobernar. Tu mano no te tiembla, ni siquiera te tembló cuando decretaste que fuera a las mazmorras y tuvieron que pasar cien años, y un interés personal de parte tuya en mí, para que volvieras a verme.

-Es verdad, pero eso no quiere decir que no pensara a menudo en ti o me preocupara por tu salud.

-No digas idioteces... Yo me estaba pudriendo en el encierro sin que a ti te incomodara, que las estrellas no te pongan romántico, Rey Thor.

El soberano sonrió burlándose de sí mismo, pero de igual forma se quedó sentado junto a su eterno compañero. En aventuras y en desventuras, en amor y en odio, en guerras y en la paz.

-¿Reconoces esto, Loki?- preguntó, sacando de su bolsillo una caja que puso a la vista del otro.

-Yo... se lo obsequié a Magni...- balbució el viejo, palideciendo y abriendo la caja con mano temblorosa- No esperaba volver... a verlo...

De la caja saltó de inmediato aquel antiguo juguete metamorfo que tanto había encantado al niño. Tomó la forma del gato, del primer animal en que fue transformado y retozó frente a ambos hermanos por varios instantes.

-Magni amaba esto- dijo Thor, dejando escuchar un ligero acento de emoción en su voz- No se separó de él durante los últimos días de su vida. Cuando murió, Amora intentó echarlo al fuego, pero yo lo impedí... este objeto conserva la forma y el humor que Magni le dio... la magia de mi hijo le dio un propósito de existencia y de alguna manera se ha mantenido activo durante todos estos siglos... Yo no tengo explicación para esto...

-No es lógico- murmuró Loki, incrédulo- No existe razón para que siga en movimiento. Es la magia de su dueño quién lo activa y no puede perdurar más allá de la muerte...

-Por eso tengo miedo Loki, pues al mismo tiempo de mis sueños, donde Magni aparece y me suplica que busque a su verdadero asesino... esta caja vibra, suena, y el gato salta corriendo alrededor, mostrándome extrañas formas en sus destellos... es como si mi hijo me dejara un mensaje que al fin he logrado comprender...

-¿Un mensaje? ¿Magni te ha dejado un mensaje?- tembló Loki, sentándose y abrazándose a sí mismo, como si el frío de la noche lo invadiera de pronto.

-Si... mira los destellos, no son simples adornos... ¿Puedes ver que tienen cierto patrón que se repite? Dentro de esos brillos hay que leer el mensaje... Son constelaciones... son estrellas, Loki... El patrón de brillos son estrellas...

-¿Cómo llegaste a esa conclusión?

-Igual que tú, hermano... con noches interminables mirando hacia el cielo...

Finalmente el gato regresó a la caja, tomando la forma de esfera sin brillo. Como si marchara a dormir. Loki estaba sin habla... apenas un día antes había viajado al pasado, justo al instante en que su yo joven obsequiara a Magni ese juguete, justo unos días antes que cumpliera cinco años y con ello, acontecieran los fatales eventos que terminaran con la vida del pequeño hijo de Thor y de Amora.

Un enorme dolor le brotó en medio del pecho... Había visto a Magni vivo y feliz, había visto el grado de afinidad y cariño que se tenían en aquellos años, había visto los esfuerzos del Agente de Asgard por demostrarle que se esforzaba por cambiar, por borrar cada pecado cometido, por dejar de ser el crimen que no podría ser perdonado. Y él no pudo revelarle el triste final de sus esfuerzos... no podía... no debía...

-Yo no lo asesiné...- murmuró, una vez más, como si no hubiesen sido suficientes cien años de estarlo gritando, tuvo la necesidad de decirlo una vez más- Yo lo amaba... era tu niño, tu orgullo, tu heredero... Yo lo amaba. Y si existe alguna forma de probar que yo no fui su asesino, entonces cooperaré...

-Loki...- replicó Thor, acercándose al viejo- Lo deseo con todo mi corazón. Déjame volver a creer en ti...

Y sin pensarlo demasiado el Rey cubrió con sus labios, los labios del viejo embaucador, buscó una caricia negada por centurias y soñada a cada minuto. Un solo beso, un solo grito demandante para terminar con la soledad y el rencor acumulados por tantos años.

Terminada la caricia, Loki se levantó y se dirigió a su tienda, cerró por dentro y apagó la luz. Sobre la hierba, el Rey Thor suspiró, sintiendo que el peso que llevaba sobre sus hombros de pronto, se volvía un poco más ligero.

***

Era una mañana especial, importante, así que ¿Por qué no iniciarla con una sesión de buen amor? Odinson estaba sumergido en un baño aromático desde temprana hora. En atención al registro de su hijo como heredero legal de Asgard, dejaría sus ropajes informales y vestiría como marcaba el protocolo, acorde con su linaje principesco.

Dos servidoras se apresuraban a mantener el agua tibia, las sales aromáticas abundantes y la copa de vino del príncipe llena. Entre risitas ahogadas, corrían de un lado al otro encendiendo velas y dejando caer al descuido pétalos de rosas rojas.

-¿Se puede saber qué les sucede?- preguntó Odinson, algo incómodo al ver a las dos mujeres sonriéndose a escondidas.

Pero solo obtuvo más risas y sus ademanes graciosos, corrieron una cortina para darle privacidad a su señor y tomaron instrumentos musicales, iniciando a tocar una melodía suave y dulce.

Loki entró entonces, cubierto de los pies a la cabeza de una bata color dorado, rica y vaporosa, que dejaba ver solamente sus agudos ojos verdes, brillantes y profundos. Al ritmo de la música, comenzó a dejar caer los vuelos de su bata, iniciando por sus blancos hombros. Dio la espalda al rubio y sacudió la cabeza para descubrir su negra melena, y volviendo el rostro con un aire lleno de sensualidad, descubrió la mitad de su espalda.

En este punto, Odinson estaba relamiéndose los labios igual que un lobo hambriento a punto de devorar un tierno corderillo. Fascinado con el ingenio y desenfado de su amante, quien al parecer se había tomado el tiempo para prepararle el espectáculo de verlo desvestirse frente a él.

-¿Quieres ver el resto?- preguntó con voz traviesa, mostrándole la blanca hilera de sus dientes perfectos.

-Te lo suplico...- declaró el mayor, llevando su mano derecha bajo el agua para gratificarse con la excitación que le estaba haciendo hervir la sangre y le tenía el miembro erecto a todo su potencial.

Loki soltó una risa fresca y se movió ligeramente, haciendo resbalar la delicada tela hasta sus pies. Y la visión del cuerpo desnudo, de su espalda estilizada, de sus firmes y blancas nalgas, sus largas y torneadas piernas y toda su piel, lograron arrancar una exclamación tan placentera a Odinson, que le hizo pensar si había tenido un orgasmo tan solo con lo que estaba contemplando.

Ahora tenía en el rostro una sonrisa de triunfo, el mayor se masturbaba ferozmente bajo el agua perfumada, y Loki finalmente se volvió para dejar ver de frente toda su desnudez. Caminó lenta y desesperantemente hacia la enorme tina, probando la temperatura del agua con la punta de los dedos de su pié y finalmente, se sumergió de un impulso para avanzar y emerger frente al mayor, salpicando todo con los movimientos de su negra cabellera.

-Listo o no, dueño mío... quiero que este día sea para ti muy feliz. Y me voy a asegurar que de todas las sonrisas que prodigues hasta el instante en que podamos volver a estar juntos, al menos la mitad sean porque recuerdas mi amor...

Odinson estiró el cuello, echó la cabeza atrás y gruñó lleno de deseo cuando sintió la mano del menor apoderarse de su enorme instrumento. Loki inició dándole besitos inocentes en el glande, frotando el miembro palpitante en su agraciado rostro y apretando dulcemente con la mano la bolsa del escroto. Luego, con la puntita de la lengua, hizo círculos pequeños en la punta, en el surco balanoprepucial y a lo largo de cada vena del cuerpo...

-¡Por todo lo eterno... ya cómetelo!- gritó y suplicó Odinson a un tiempo, mientras sentía que se derramaba antes de tiempo, aunque solo era abundante, salado y viscoso líquido preseminal.

Tras la cortina, las servidoras se miraban con pícara complicidad. Ciertamente no era la primera vez que escuchaban a aquella pareja haciendo ruidosa e intensamente el amor, pero siempre les divertían sus exclamaciones y gemidos, principalmente adoraban cuando Loki llegaba al orgasmo, era tan musical...

Pero no era Loki el objeto de adoración esa mañana, sino el rubio. Y con la intensa clase de sexo oral que estaba recibiendo, comenzó a gruñir, jadear y gritar tan fuerte, que Loki tuvo que ser esta vez quien le pidiera silencio, a riesgo que los guardias entraran a ver quien estaba asesinando a su futuro rey.

Luego de divertirse con eso, se concentró en succionar con fuerza, aplastando su lengua contra el pene que se sentía cada vez más grande y caliente. Cuando los gruñidos y el constante palpitar de la carne le anunciaron que la eyaculación estaba cerca, se sacó el miembro de la boca y lo acunó entre sus palmas, reclinando su mejilla para recibir en el rostro todo el blanco estallido de su amante.

Loki estaba feliz con los resultados de su regalo matutino y Odinson estaba tan ahíto, que por supuesto, cada vez que sonriera aquel día, volvería a sonreír recordando a su joven y adorado compañero devorándolo y bañándose la cara en semen.

-Fue fantástico... ahora te daré todo el placer que mereces...

-No, no, cariño... yo te voy a esperar... este día es el cumpleaños de Magni y debes estar junto a él... Solo quise enviarte feliz, y por supuesto, aprovecharme de tu felicidad para que me permitas estar en las celebraciones como parte de la familia... No te prometo no hacer una escena, pero me comportaré si Amora no me molesta tampoco.

-Pequeño zorro... me pides que ponga aceite y agua juntos sabiendo que no se mezclan, y además me pides que no ponga fuego de por medio, cuando ustedes dos son como explosivos que detonan con una ráfaga de viento...

***

-Muspelheim... confieso que me gusta menos este país en libertad que una celda oscura por mi eternidad... ¿Dices que las constelaciones coinciden con Muspelheim?

-Estoy seguro...

Loki acompasó el trote de su caballo al del Rey Thor, a pesar del calor, se cubrió la cabeza y el rostro con su capa y se encogió de hombros. No le gustaba estar en los dominios de la antigua y todavía muy poderosa Diosa Hela.

-Ni siquiera se ven las estrellas... No veo como podremos enterarnos de algo...

-Tú eres en efecto, mucho más conocedor que yo... ubiquemos el lugar exacto.

Fueron horas y después días los que pasaron ambos en el reino de la oscuridad, en el calor intenso de sus secos páramos, mirando al cielo, trazando mapas, sin encontrar el exacto lugar que el gato mostraba con insistencia. Las estrellas estaban ahí, era el país correcto, el cielo correcto, pero las constelaciones no encajaban.

El Rey Thor estaba completamente desanimado... pensaba que todas sus conclusiones eran incorrectas y que quizá solo había estado malinterpretando sus sueños.

Loki, que se había solidarizado durante esos días de expedición, perdía de a poco la paciencia.

-Esto es una pérdida de tiempo...- dijo el embustero, cuando haciendo uso de la llave robada al guardia, pudo liberarse de las cadenas que lo ataban por las noches- Thor es un idiota pensando que no puedo escapar colocándome estas ridículas cadenas. Si yo quisiera, me hubiera ido desde el primer instante en que mi “hermanote” me puso en este inútil viaje...

Y en su modo de invisibilidad, fue hasta la tienda donde Thor se suponía descansaba. Se acercó al Rey con toda la cautela, mientras extraía de entre sus ropas una fina daga de uru, el único material de los diez mundos que podía hacerle daño al soberano de Asgard. Colocó la afilada punta sobre el área del corazón del rubio, mientras sus ojos recorrían una vez más aquel cuerpo todavía recio y poderoso.

-Eres un desgraciado...- murmuró- Bien pude tomar venganza... asesinarte en tu cómoda cama, tomar revancha de cada minuto pasado a solas, lejos de todo... hasta de ti... por ese día desgraciado en que Amora te hizo creer que yo era culpable... Aún lo recuerdo todo con detalle... la mañana que ella murió, después de hacernos la vida infeliz, después de negarse al divorcio y obligarte a vivir a su lado tan solo para fastidiarnos, al negarse a darte otro hijo al menos como un consuelo... ella mintió, Thor. Mintió mejor de lo que yo he mentido jamás, y con su último acto, se cobró con creces todo su odio reprimido hacia mí... pero eso no me duele ya. No sangra mi alma como sangraba hace cien años... Lo que me tiene decepcionado es que tú le creíste... ¿Cuántas veces, dímelo... cuántas veces tuve que pasar por lo mismo? Le creías a ella y no creías en mí...

Guardó la daga y se acercó para besar los labios de su amado, su siempre adorado amante, su dueño, el único por quien su corazón había llorado y soportado años de oscuridad.

-Creía que te odiaba, Thor Odinson... pero algo ha cambiado... ahora la venganza que tanto añoré en mi encierro no la puedo llevar a cabo... ¡Maldito sea yo! ¡Maldita la hora en que recuperé el corazón!

Salió de la tienda del Rey y recuperó su visibilidad. Se metió de nuevo en su tienda y se quedó despierto el resto de la noche, observando el cielo y jugando con el pequeño gato. Reparó entonces en uno de los brillos más fuertes en el cuerpo del juguete... parecía estar en el centro de la frente del minino y no correspondía a las estrellas que buscaba encuadrar.

-Lokabrenna... –murmuró, acertando a reconocer la estrella que en Midgard se conocía como Sirio y que los antiguos mortales llamaban “La estrella de Loki”: Lokabrenna-Sirio murió hace algunas centurias y su luz es ahora una supernova, que no es visible desde este Muspelheim... esta es la respuesta que Thor aún no comprende... No es un lugar el que busca: es un TIEMPO... es en el pasado donde todo está...

Solicitó al guardia despertar al Rey, le informaría de inmediato su descubrimiento. Pero cuando llamó a voces al que se suponía custodiaba su puerta, nadie respondió. Asomó su cabeza y se encontró en un lugar diferente.

Era un palacio que alguna vez, durante alguna de sus vidas, había visitado.

-¿Hela?- exclamó, reconociendo el antiguo hogar de la diosa y temeroso de que su intrusión causara su enojo, por lo que se disponía a tomar represalias.-Diosa de Hel, maestra de la muerte... ¿Tú me trajiste aquí? ¿Dónde está el Rey Thor?

-Yo no fui viejo embustero... aunque mucho me hubiese gustado- susurró a su oído una voz ronca, de ultratumba, pero nadie apareció.

-¿Entonces qué se supone que ha sucedido?

-Loki... viejo compañero de andanzas- rió Hela, haciéndose presente solo como una visión translúcida, acompañada de un fétido olor- ¿Todavía te quedan fuerzas para enfrentar tus pecados? Porque has venido gracias a que la mente de tu amado Thor es todavía muy influenciable, y se le ha hecho creer que era su hijo quien clamaba venganza...

Loki palideció. No era Magni quien estaba en los sueños del rubio.

-El encierro llena de  herrumbre mi mente, Diosa Hela...- rió Loki con su acostumbrado gesto desvergonzado, que encubría sus temores- Pero algo muy dentro me avisaba que Magni no podía estar prisionero en Hel...

-No... te presento a quien te ha traído con un enorme propósito... Loki, que gane el mejor.

Hela desapareció y ante el viejo embustero apareció, en toda su madurez, en la que conservó su belleza hasta el último de sus días, Amora, la hechicera.

***

En el presente, el joven Loki incumplía su propósito de comportarse, sosteniendo una acalorada discusión con Amora, por el mismo motivo de siempre: Magni.

A ninguno de los dos le interesó dar la nota frente a los invitados y con todos los derechos que la hechicera conservó en el acuerdo recién firmado, donde estaba de acuerdo en que su hijo pasara a ser parte de la casa real de Asgard, pero conservaría su lugar como madre del heredero, educándolo, viviendo con él y participando en las decisiones importantes sobre su formación, Amora sencillamente aún no podía hacerse a la idea de que Loki se acercara a su pequeño y que Magni le profesara cariño. Evitó que lo abrazara y Magni comenzó a protestar, él quería estar con su Tío Loki.

-Bruja, deja de manipular los sentimientos del niño... no estás perdiendo nada si yo le doy mi afecto.

-¡Cuando el mismo Surtur quede congelado yo lo permitiré! Aléjate, mala sombra, destello de maldad con careta de niño bueno, mi hijo no te necesita.

Odinson terminó por darles la espalda a ambos, definitivamente, ninguno entendía razones. Eran dos temperamentos caprichosos, tercos y celosos, y los invitados estaban más que encantados escuchando la gran pelea. El rubio tomó a su hijo entre los brazos y se dirigió al gran salón, donde inició el banquete, así los comensales se verían obligados a entrar y dejar en paz a los dos que seguían haciéndose de palabras e insultándose en toda la gama de floridos adjetivos despreciativos asgardianos.

-¿No te parece absurdo que insistas en quedarte? Odinson ni siquiera duerme a tu lado desde hace años, ten un poco de dignidad víbora vanir.

-¡Y tú me lo dices! Especie de esclavo sexual, el hijo de Odín solo va a ti para complacerse, para desahogarse porque ciertamente, a mí, no me volverá a tocar jamás. Mi cuerpo no ha sido tomado como juguete de nadie y al menos, tengo mi dignidad intacta...

-Muy bien, veamos en adelante quien está en la luz y quien en la oscuridad- concluyó Loki, haciendo un gesto de desdén y caminando de regreso al salón, donde se integró al banquete, sentándose a la derecha de su amante y quien de inmediato, soltó al niño que comía animadamente sobre sus piernas para que fuera hasta el regazo del pelinegro y con enorme felicidad, se le colgara al cuello, llenándolo de besos.

Amora no se incluyó, por vez primera en la celebración, de sobra sabía cuanta razón tenía el joven dios.

-Hermana, aún eres la esposa del príncipe y la madre de Magni... Ve y toma tu lugar...- le dijo una voz femenina a sus espaldas.

-No Lorelei- respondió la hechicera, observando a su hermana menor sentarse a su lado- Esta vez Loki ha ganado... Hoy que nuestro Magni cumple cinco años, he firmado mi conformidad para que pertenezca solo a la familia de su padre. Si quisiera irme con él, sería perseguida y obligada a devolverlo... Pero además, se cumplió también el plazo del handfasting que estipulamos en nuestro casamiento... era lógico suponer que Odinson no renovó sus votos, no solicitó la continuidad y nuestro matrimonio ha quedado disuelto... Soy la madre de Magni, lo seré siempre, tengo su palabra... pero no soy más su esposa... el lugar que dejo, a su lado, y que nunca ocupé en su corazón, le pertenecerá a Loki por toda la eternidad...

-Entonces... ¿Estás lista ahora para hacerme caso y provocar un “lamentable accidente” que envíe a este Loki con cuerpo de adolescente a yacer en los infiernos de Hela?

Amora sonrió con malevolencia, ahora que ya no era la esposa del rubio, ahora que recuperaba su libertad, podía entonces volver a ser la temida hechicera que todavía podía dar batalla y provocar bastante dolor y problemas a Asgard y su familia real.

-Estoy lista, hermanita... desquitémonos...

Lorelei aplaudió la decisión, mientras sus ojos color miel observaban con añejo rencor y despecho al nuevo astro que comenzaba a brillar junto a Odinson.

Por vez primera y quizá como nunca imaginó el viejo Loki que sucedería, Odinson y Loki se tomaron de las manos en público, compartiendo su felicidad y compartiendo su amor con Magni, a quien al parecer, la ausencia de su madre no pesaba demasiado mientras tuviera cerca a su padre y a su tío.

-Si no supiera que mi hijo me ama...- masticó Amora entre dientes.

-Hoy te ama, mañana quien sabe- declaró Lorelei llena de veneno- Loki tiene el encanto suficiente para desplazarte de su pequeño corazón. Te robó tu lugar, te robó a tu esposo… insisto… ¿Qué te hace dudar que no robará el cariño completo de tu hijo?

Notas finales:

Un poquito de ternura cuando el Rey Thor besa al viejo Loki, y viceversa... ¿Será que estos dos se vuelven a enamorar?

¿O nunca han dejado de amarse?

Les dejo la continuación... últimos capítulos!!!

Gracias por sus comentarios, los amo!!!

Feliz lectura.


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