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DIGNO DE TI. por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Thor descubre sus sentimientos ante su hermano.

Tony no está dispuesto a perder a su querido y joven amante.

Las cosas se complican para Loki.

Un día antes de lo planeado y sin que nadie los esperara, el helicóptero de Tony aterrizó en lo alto de la Torre Stark. De ella bajaron los dos viajeros con semblantes serios, atravesaron la amplia estancia sin dirigir la palabra a nadie, Tony se fue derecho a sus habitaciones privadas y Loki salió del edificio sin despedirse.

No hubo besos, cariñitos ni todo el empalago que los había caracterizado durante las primeras semanas en que hicieran pública su relación.

-Uh... que mal- murmuró Clint, mientras redoblaba su entrenamiento al lado de Sam Wilson- Parece que la miel comienza a irse de la luna...

-¿Qué?- preguntó Falcon, aprovechando para ganar puntos a su adversario en el ejercicio de defensa personal que ensayaban- ¿Problemas en el paraíso?

-Eso parece...- concluyó Barton, deteniéndose y obligando al moreno a detenerse también, para señalarle el evidente semblante de satisfacción que lucía Pepper cuando vió salir al joven hacia la calle y vió encerrarse al mayor- Vaya coincidencia que “ella” estuviera aquí para atestiguar la llegada de Tony...

***

Loki se levantó cuando escuchó que tocaban a su puerta con insistencia, encendió la luz... había caído la noche sin darse por enterado de la cantidad de horas transcurridas, tumbado sobre el sofá, con los ojos cerrados, sin llorar, pero sin deseos de nada... ni siquiera de pensar en todo lo que se estaba enterando y en todo lo que seguía recordando.

-¿Quién es?- preguntó, esperando poder despedir sin abrir a cualquier inoportuno.

-Soy Verity... ¿Estabas ya dormido, Loki?

Muy bien... cualquier inoportuno podía irse a Hell excepto su buena amiga... quizá con ella podría expandirse un poco. Abrió la puerta para que la joven entrara, la invitó a pasar a la salita y como buen anfitrión, fue a servir un par de copas de vino tinto mientras se acomodaban con un poco de música instrumental para charlar.

-¿Qué te trae por mi casa?- preguntó el ojiverde, usando un inesperado tono reseco en la voz.

-¿Así tratas a tus amigas, las que verdaderamente se preocupan por ti?- contra preguntó la joven, haciendo un gesto de enfado por la descortés forma de cuestionarla, pero moviéndose como una gatita mimosa hasta acercarse a él y colocar su mano libre sobre su muslo, bastante cercana a la entrepierna.

-A Verity jamás la trataría de esta forma, ella es muy especial para mí... pero a ti sí- afirmó Loki, bebiendo su copa e ignorando completamente la atrevida caricia.

Entonces la joven sonrió con malicia, bebió también su copa y con un gracioso y delicado ademán, se transformó en una hermosa mujer joven, rubia y vestida como una asgardiana, en llamativo color verde.

-Supongo que no hay forma de que caigas en este engaño... me alegra que ya no seas tan inocente, mi adorado y joven Loki. Porque precisamente hoy tengo ganas de diversión y de pasar un buen rato.

-Vete Amora... te juro que no estoy de humor para complicaciones contigo.

-Vamos, Loki... Necesito compañía...- insistió la rubia, acercándose para intentar besar los labios del joven, quien desvió el rostro en el último instante. Este gesto, provocó a la encantadora, que no estaba acostumbrada a ser rechazada- ¿Qué es esto? ¿Te has vuelto loco... o solo impotente? Bien sabes que desde que tienes esta nueva imagen tengo antojo de ti y siempre encuentras una excusa para no tocarme... ¿Cuál es ahora?

-Soy un caballero, Amora. No te tocaría por más que eres una hermosa y candente diosa, pero hoy soy un Loki diferente y no me aprovecho de eso.

-¿Tú aprovecharte de mí? ¡Pero si soy yo la que desea cometer una felonía con un niño menor de edad!- rió la rubia, retándose a seguir el juego del joven- Seducirte siendo tan lindo, tan ingenuo... tan joven... tan apetecible... ¿Acaso tú no me deseas?

Loki correspondió el segundo intento de beso. Está bien, no era de piedra... Y Amora era bellísima. Pero también era cierto que no sentía la menor atracción por dejarse seducir, mucho menos cuando tenía la mente ocupada por su reciente pelea con Tony.

Amora se dio cuenta que estaba besando una pared fría e indiferente, suspiró y desistió. Se levantó por la botella de vino y volvió a llenar las copas de los dos.

-¿No vas a intentar convertirme en sapo o algo así?- rió Loki, mirándola dejarse caer en el sofá con evidente insatisfacción.

-No... te creo que eres diferente... también yo me siento así y comienzo a ponerme nerviosa, lo confieso...-Declaró la hechicera, bebiendo la segunda copa hasta el fondo y sirviéndose más- La verdad es que vine a buscar ayuda... ¡Loki, me asusta terriblemente lo que está sucediéndome!

La expresión de genuina angustia llamó la atención al pelinegro, quien se preguntó entonces si no era el único, además de Thor, que sentía algo diferente.

-¿También tú estás afectada? ¿Sientes dentro de ti una persona distinta a tu naturaleza, una persona ... que intenta ser mejor, que intenta borrar los errores del pasado? Alguien que sea absuelto por el juicio público, que sea reconocido por su bondad...

-Así exactamente. Siento una especia de ataque de bondad, algo inexplicable... hago y digo cosas que de otra forma no podría y te juro que me siento muy tonta al reconocerlo... Deseo ser solamente yo y no esta especie de damisela en peligro que a veces brota dentro de mí.

Pasaron gran parte de la noche conversando sobre ese tema... lo que fuera, lo que estaba sucediendo, al parecer afectaba a más de uno. Thor, Loki, Amora... Sin embargo, en palabras de la propia hechicera, Lorelei su hermana menor, seguía igual de ácida, embustera e hipócrita que siempre. Y aunque ambos sintieron algo parecido a la pena por ella, estaban al borde de sentir envidia porque era la misma, el “efecto bondad” no la había tocado.

-Está amaneciendo... Finalmente no mentirás: Pasamos la noche juntos.

-¡Pero no como me hubiera gustado!- rió Amora- Sin embargo ha sido igual de bueno hablar contigo y saber que no soy la única en este barco. Y ya que estamos de confidencias... quiero decirte que también hablé con Thor...

Loki se ruborizó, bajando la mirada un poco y sonriendo a medias.

-¿Con mi hermano?

-Él quiere saber si pueden reunirse y hablar con franqueza.

-Thor nunca ha necesitado que yo le dé audiencia para venir a mi casa e interrumpir lo que yo esté haciendo...

-Esta vez es diferente...

-Dime Amora, cuéntame... sobre Thor y... sobre mí... ¿Es acaso cierto que él y yo…?

Amora miró al pelinegro con curiosidad. Entonces era verdad que no recordaba gran cosa de su pasado. Sintió una profunda compasión por Thor, que callaba obligado y además, soportaba tener que verlo en brazos de otro. Pero en el mismo impulso de hacer lo correcto, contó lo que Loki tanto ansiaba saber, la hechicera le dijo que ella misma estuvo presente la primera vez que dejaron saber de su relación y eso se dispuso a relatarle.

-Era el festejo de una gran batalla, ni siquiera recuerdo cual... Asgard era victorioso como casi siempre y los guerreros hicieron correr la cerveza, hidromiel y la carne asada... Todos bebíamos, bailábamos, cantábamos... como se acostumbra en las eras gloriosas... De pronto, todos los vimos, Thor y tú, o el otro tú... el mayor, sabes a lo que me refiero... estaban besándose furiosamente en los labios, no supimos exactamente que actitud tomar... los dos hijos de Odín haciendo eso… y Loki, que no se comportaba precisamente de la mejor manera... intentando devorarse a Thor...

Amora sonrió con picardía.

-Por todo lo eterno...- murmuró Loki, incapaz de creer lo que escuchaba.

-No les importaron ni las miradas curiosas, ni los comentarios maliciosos... Un rato de caricias y después, cuando se dirigieron, tomados de la mano, hacia una parte alejada del lugar de la celebración... a nadie le quedó duda sobre lo iba a suceder.

-Pero... ¿Cómo es posible? Mi hermano y yo...

-¿Hablarás con él?

-Es demasiado, Amora… aún para mí... enterarme justo cuando lo mío con Tony pasa por momentos tan delicados...

***

Pero no era el único con la melancolía traspasando sus venas... Pepper Potts tuvo que llamar la atención varias veces al millonario para que se bajara de la nube y se concentrara en los asuntos de sus corporaciones.

-Lo siento...- dijo Tony, fingiendo que escuchaba la negociación mientras su mente divagaba nuevamente.

La pelea había iniciado desde el viaje de ida a Tokyo. Loki estaba excesivamente silencioso y apartado, el castaño deseaba dormir abrazado de él, así que lo invitó varias veces a acercarse y meterse bajo el cobertor y compartir el lecho. En su jet privado, por supuesto, se instaló una cama lo suficientemente amplia para dos personas y no pocas veces la había ocupado, así que naturalmente, con el amor que sentía en esos momentos, deseaba compartirla con el joven pelinegro. Loki se negó varias veces, argumentando que no tenía sueño, que deseaba leer y la luz lo molestaría... en fin, excusas y pretextos que no cabían en dos amantes que compartieron pasión desbordada apenas unas pocas horas antes. Cansado de rogarle, Tony le dio la espalda y durmió el resto del vuelo.

En el país Nipón, Loki suavizó un poco su resequedad, calmó sus inquietudes y volvió a ser el de antes, travieso, vanidoso y satisfecho de pasear del brazo de Stark. Las noches, por supuesto, eran fuego puro y los dos estaban mucho más que felices de estar juntos. Fue por eso que Tony se decidió a sugerir que apenas tocaran suelo americano, el joven ojiverde ya no regresaría a su departamento, se quedaría permanentemente en el amplio lugar que habitaba y se movería con él a sus mansiones, según fuera su gusto o necesidad: "Paso un par de semanas en Malibú cada año, te gustará vivir junto al mar y te vendrá bien tomar un poco de color en la playa... adoraré besar cada milímetro de tu piel bronceada…”

-“¿Estás disponiendo de mi vida, Tony? ¿Determinas sin preguntarme que yo me mude contigo y abandone mi casa?”

-“Loki, tu departamento es un lugar infame para alguien como tú... conozco tus palacios en Asgard, los he visitado... donde ahora vives es un sitio minúsculo, carente de lujos, tú mismo lo limpias... por favor... ¡Tú, un Príncipe... un Dios!”

-“Pero es mi elección vivir ahí. Me siento satisfecho. No he planeado cambiar mi estilo de vida por el momento...”

-“¿Asumo que no deseas vivir conmigo?”- inquirió Tony, tan orgulloso como siempre y acostumbrado a que se cumplieran todos sus caprichos.

Lo siguiente fue una discusión que subió de lo trivial a lo absurdo, ninguno quiso dar su brazo a torcer, se gritaron, impusieron sus condiciones y finalmente, Tony se fue del hotel y Loki se quedó solo, rabiando por un día y una noche enteros. Cuando el castaño regresó, el menor tenía toda la intención de abandonarlo, pero... no en su ausencia, sino frente a frente. Por eso lo había esperado, solo para darle la imagen de él mismo saliendo orgulloso y altivo por la puerta principal.

Apenas se vieron... el amor se hizo presente para que ambos bajaran un poco sus armas y solo se dirigieran la palabra con cortesía forzada. Loki le dijo: “No es necesario que te molestes, yo regresaré a Manhattan sin problemas, no necesito dinero ni equipaje, no necesito nada” y se despidió con un simple apretón de manos. Y Tony replicó: “Leí en algún sitio que la temperatura exterior fuera del jet es de cuarenta grados bajo cero... si piensas regresar en el ala de un avión, no quiero que pases frío, por favor vuelve conmigo en el jet y por supuesto, no es una imposición, solo un gesto de caballeros”

Pepper volvió a chasquear los dedos frente a Stark... evidentemente seguía evadido de la importante reunión.

-Quizá sea mejor que pospongamos para mañana esta decisión- suspiró la pelirroja, enfadada por el fracaso del negocio.

-Gracias Potts…- dijo Stark, saliendo de prisa y dando un beso al aire- Eres la mejor.

Pepper cerró su portafolios con rabia, y puso su mejor sonrisa forzada para intentar conformar a los socios y hacerles esperar un día más.

***

Cuando Loki llegó al lugar de la cita, sus ojos de esmeralda descubrieron la figura alta y fuerte, desaliñada como acostumbraba a fechas recientes estar, sin camisa y con la antigua esplendorosa capa roja hecha jirones, de rebeldes cabellos rubios mal sujetados en una coleta, reclinado sobre uno de los árboles frondosos que crecían frente al lago... era ciertamente un parque público, pero a esa hora del día, estaba casi desierto, por lo que resultaba tranquilo para tener una conversación no comprometedora.

Y era que el pelinegro no sabía qué actitud tomar, estaba muy confuso y si, lo aceptaba, temía también un ataque repentino por parte de su hermano.

Verlo esperando en aparente calma era buena señal. No pudo evitar que el corazón le latiera de prisa, ¿En serio había tenido un romance con el ex Dios del Trueno? Cerró los ojos un instante, inhaló profundo y se acercó de una buena vez.

-¡Llegaste!- exclamó Odinson, con la mirada iluminada y las facciones muy diferentes al gesto hosco y atemorizante que acostumbraba.

Loki asintió, sin poder evitar que su hermano lo abrazara con cierta fuerza. Aquel contacto, que no era ni más ni menos que otros tantos abrazos que se habían dado, se sintió diferente... la calidez del rubio, la respiración recia y el firme latido de aquel noble corazón le dolieron en lo más profundo de su alma.

-¿Cómo fue posible esto, Thor? ¿Cómo sucedió? Lo juro... yo no tenía idea...

-Lo único cierto es que sucedió...

-Pero somos hermanos... quizá yo sea adoptado, pero fuimos criados como hermanos, Amora me dijo que... fue escandaloso... en todo Asgard...

-¡Lo fue, por mil demonios de fuego! En cada rincón de los Nueve Reinos se hablaba de nosotros- rió el rubio, orgulloso de su sentimiento- Pero también fue increíble... Los cielos de Asgard se abrieron para recibir nuestro amor, el mar eterno cantó la más hermosa canción solo por nosotros... Y yo te amé como nunca antes creí que amaría... y nos juramos siempre cuidarnos y proteger nuestro amor...

-¿Por qué no me habías dicho esto desde el principio?

-Una orden de Padre de Todo es difícil de ignorar, mi palabra... cuando aún valía, fue otorgada y tu seguridad estaba implícita en mi silencio...

-Y callaste solo por mí protección... por mandato de Padre, por...

-Callé porque fue la condición para hacerte regresar.

-¡Eres demasiado bueno... demasiado noble!- renegó el menor, sintiendo que el conflicto en su interior aumentaba- ¡No tenías que hacerlo! ¡Yo no te pedí regresarme a la vida, ni a Asgard! ¡No tengo tampoco ninguna obligación de agradecértelo! ¡Eres mi hermano… sí… mi hermano y nada más!

Solo entonces Thor lo liberó del abrazo, dándose cuenta que Loki no estaba sintiendo ni por equivocación, el mar de emociones que él estaba demostrándole... en realidad, otro ocupaba su corazón.

-¿Han cambiado tus sentimientos, Loki?- preguntó, con rabia y dolor- Al recordar... ¿Te diste cuenta que ya no me amas?

-No. Lo juro por todo lo sagrado. Mis sentimientos no han cambiado... pero resulta que yo no he recordado nada… Solo me han contado lo que sucedió. Y yo deduje lo demás... Thor... no recuerdo haberte amado, ni tengo el menor recuerdo de lo que sucedió, ni como sucedió... ni por qué...

El rostro del mayor se ensombreció... de alguna forma esperaba aquella reacción por parte de Loki, pero no quería escucharla. Y la desesperanza lo llenó de dolor.

-¿Stark?

-No, Thor... no es por Tony... aún si él no estuviera presente en mi vida, en este momento te soy muy sincero: No siento más amor por ti que el de un hermano por otro.

-¿Y si te doy un tiempo? Quizá es que necesitas un poco más de tiempo...

Loki estaba a punto de negarse nuevamente, Thor lo intuyó... el pelinegro volvería a decir que no, así que se acercó para abrazarlo, para besarlo, para hacerle sentir su furioso amor... que reaccionara de una buena vez.

El sonido de un mensaje de texto entrando al teléfono celular que Loki siempre llevaba consigo se dejó escuchar en ese instante. El sonido personalizado le indicó de quién era el mensaje y ante la incrédula mirada del hijo de Odín, Loki se apresuró a leer:

-“Mi amor... he sido un necio pretencioso... por favor, perdóname... hablemos… Te extraño, te amo mucho…”

Loki sonrió, aquellas palabras llegaron dulcemente a su dolorido corazón.

-Te prometo que intentaré recordar y volveremos a hablar... hermano.

***

-¿En el Parque Central? ¿A esta hora de la mañana? ¿Qué haces ahí?- preguntó Tony, mientras conducía y hablaba al mismo tiempo por la ciudad.

-Pensé que hacer ejercicio me ayudaría a pensar...- respondió Loki, mientras respondía la llamada y se alejaba varios pasos de su hermano mayor, para que no escuchara.

-Necesito verte... te extraño terriblemente... Acepto que fue mi error intentar controlar tu vida. Estoy acostumbrado a hacerme cargo, a cumplir todo lo que se me antoja y yo sinceramente creí que no existiría ninguna oposición de tu parte... perdóname, Loki, perdóname amor mío... te lo suplico, dame la oportunidad de hablar y decirte todo esto de frente...

-Ven por mí y hablaremos...- respondió el menor, sonriente.

-Te amo, te amo...- repetía con vehemencia el castaño, acelerando a fondo. Deseando cuanto antes estar cerca de su amado muchachito.

-Yo te amo también...

Apenas pronunció estas palabras, un estruendo resonó a sus espaldas… Thor ya no estaba. Se había alejado sin despedirse, incapaz de escuchar como la luz de su existencia repetía para otro las palabras que esperaba le dirigiera a él.

***

-¿Quieres otro recuerdo?

-No. No necesito más recuerdos.

-Voy a confesarte algo... También yo me sorprendí de lo que vimos. Pero, a diferencia tuya, investigué un poco más... no demasiado, no puedo romper las barreras que el poder de Odín puso para rodear el pasado... pero... encontré un recuerdo... interesante.

-No quiero verlo. Si no vienen a mi mente por sí mismos, entonces no los quiero... es muy doloroso forzar la memoria cuando se carece de las emociones adecuadas.

-¡Las emociones!- se burló el viejo- ¿Quieres acaso volver a sentir amor por tu hermano? ¡Es tan gracioso escucharte decir eso!

Y sin esperar el consentimiento del joven, el recuerdo apareció: Thor vociferaba, maldecía y levantaba amenazante su martillo contra sus propios guerreros. El rubio dejaba muy en claro que nadie se acercara, el que se atreviera a retar su autoridad probaría su ira y los golpes de Mjölnir. Los guerreros, entre los que se encontraban Fandral y Hogunn, se llamaron a sí mismos a la cordura y poco a poco se alejaron.

-“¡Bien! Sigue tu locura, Alteza... ¡Defiéndelo! Pero ten cuidado. Las serpientes muerden y tú, querido amigo... duermes con la más rastrera y vil de todas...”

Thor redobló sus maldiciones ante las palabras de advertencia de Fandral. Y cuando se quedó solo, ingresó a toda prisa a la miserable casucha abandonada donde Loki se había refugiado, intentando escapar de la ira de los guerreros. Sin duda, alguno de sus trucos, engaños o estafas había sido descubierta y la única venganza que encontraban era desquitarse a golpes del embaucador dios.

-“Tranquilo, mi amor... solo soy yo... ¡Mira como has quedado! ¡Ira de Surtur! Anda... vamos con los sanadores para que ellos curen tus heridas...”

Loki permitió al rubio que lo levantara en sus fuertes brazos, tomara impulso con su martillo y lo sacara del barrio pobre de Vanaheim tomando el rumbo de regreso a su palacio en Asgard.

-“¿Por qué insistes conmigo, Thor? ¿Por qué me buscas y me cuidas? ¡Nunca cambiaré! Hagas lo que hagas por mí... siempre seré el mismo, embustero, ventajoso, aborrecible... Pasarán mil años, mil vidas... y no cambiaré. No te merezco, no merezco tu amor...”

-“Mil años te seguiré y siempre te encontraré, aunque me desconozcas, en otra vida, en otro cuerpo... mi amor por ti, este inmenso fuego que llevo en mi corazón, llegará a tu alma adormecida y la hará despertar, la tibiará dulcemente y volverás a amarme...”

Loki desvió la mirada, era demasiado dolor.

-¡Basta! ¡Basta! ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué me obligas a ver asuntos que ya pasaron? ¡No quiero hacerle daño a mi hermano! Ni quiero recordar lo que me hace daño a mí...

-¿Duele, Loki? ¿Duele? ¡Dime cuanto duele!

Loki volvió a gritar, y una sacudida firme lo obligó a regresar de su mal sueño. Abrió los ojos y buscó desesperado. Se abrazó a Tony, quien intentaba calmarlo hablándole suavemente y acurrucándolo contra su pecho, mientras acariciaba su negro cabello.

-Tranquilo, querido... tranquilo... Es una pesadilla... solo una pesadilla...  Le gritabas a Thor con mucha fuerza... No sé que soñabas, pero ya pasó.

-¿Le gritaba a Thor?

-Desesperadamente...

-Tienes razón... era una maldita pesadilla, algo sobre una antigua batalla en Asgard...

Stark se mostró satisfecho con la respuesta del joven y volvió a recostarse. Loki se abrazó a él y cerró los ojos... Tony era su presente, su ahora... lo amaba y solo su imagen debía estar en su mente y en su corazón. En cuanto a Thor... Thor era su pasado...

Notas finales:

¿Ya es hora que Thor haga algo más?

Muchas gracias por leer.


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