Lorelei entró como si fuera la dueña y señora del lugar, sonriente y saludando a Verity con familiaridad, aunque solo se habían visto una vez anteriormente y no fueron presentadas. Era una pelirroja de portentosa belleza y sensualidad, digna al parecer de vivir entre los dioses. La joven se estaba acostumbrando a que su modesto departamento estuviese lleno a todas horas de deidades nórdicas.
-Loki, querido- llamó con voz firme, segurísima que el pelinegro se encontraba en ese lugar- Deja de huir de mí... sabes que no existe sitio en este plano existencial donde no pueda verte.
Lorelei esperó y de la cocina, Loki salió con una taza de té entre las manos.
-Si... Ya lo veo... ¿Qué cosa deseas? Te advierto que Amora ya me contó a lo que te dedicas y, querida, no esperes que me vuelva tu cómplice en tu nueva vida como ladrona de bienes valiosos para los mortales.
-De algún lado debo obtener lo necesario para vivir como me gusta- sonrió la hermana menor de la Encantadora- Pero no vine a hablar de mí, sino de ti... me enteré, precisamente por Amora, que Ya recordaste tu escandaloso amorío con tu propio hermano... ¡Tantas aventuras sobre las que todo Asgard se regocijó hablando!
-¿Soy acaso una especie de atracción pública? ¡Cada persona en Midgard, mortal o inmortal se cree con derecho de opinar sobre mi vida! – vociferó Loki, moviendo las manos y caminando de un lugar al otro en la estancia- Lo que tengas qué decir, Lorelei... dilo y márchate.
-Claro, pero paga el precio- tintineó la joven pelirroja- Actualmente, debo permanecer quieta un tiempo, mi querido hechicero... y mis poderes son demasiado limitados... Necesito urgentemente efectivo... Dame unos cuantos miles y te ayudaré con tus recuerdos...
-¡Por favor!- rió el menor- ¿Crees que muero por recordar cosas del pasado? No, querida, no... Ya puedes irte por donde llegaste. No pagaría por algo que no me interesa...
Verity sonrió... detección de mentiras activada... Pero no iba a complicarle más la existencia a Loki mencionándolo.
-No me digas que no tienes dólares, mi pequeño de lindos ojos verdes...- murmuró la joven pelirroja, rodeando al otro y pegándose a su cuerpo igual que una hiedra creciendo en un árbol- Tony Stark tiene muchísimo dinero, seguro te ha regalado un poquito... anda, compártelo conmigo y yo te diré un secretito que seguro Thor te ha ocultado cuidadosamente...
-Tony no me da dinero... y si lo necesitara jamás se lo pediría. Y si Thor se guarda un secreto, pues que siga siéndolo... no me interesa... ¿Cuántas veces lo repetiré?
Verity abrió la puerta, haciendo una zalema graciosa para despedir a la hechicera.
***
-¿Cómo haces eso?- preguntó Loki alzando la mirada al cielo, nublado y con una lluvia fuerte y cerrada que acentuaba aquella melancólica tarde de domingo- Se supone que ya no eres el Dios del Trueno...
Loki se refería a que la lluvia caía sobre toda la ciudad excepto en un círculo a su alrededor... el joven seguía tan seco como cuando había salido a caminar junto al lago. Y como respuesta a su pregunta, el rubio apareció, sentándose al lado de su hermano y tomando un puñado de las golosinas que llevaba en la bolsa de su chaqueta. Sabía que el menor siempre llevaba cosas dulces en ese bolsillo.
-No sé exactamente como... pero aún puedo tener alguna influencia sobre la lluvia. Estas cosas que comes son deliciosas.
Loki sacó el paquete completo de arándanos secos y la colocó sobre el pasto húmedo. Era un detalle insignificante, pero no quería que Thor volviera a meter su mano dentro de su ropa.
-Tony las come todo el tiempo, me he hecho fan de comerlas también.
Thor evitó que se notara el disgusto que le causó escuchar eso, con el estómago hecho un nudo, evitó tomar un solo fruto seco más.
-Hablando de eso... ¿No debías estar con Tony a esta hora?
-Él no está en el país- sonrió Loki, comprendiendo su imprudencia- Está en uno de sus asuntos de Vengadores. En el que supongo que tú deberías estar y no siguiéndome.
-No siempre vamos todos. Hoy me toca quedarme y vigilar desde aquí... Además, creo que temen me vuelva loco en el momento menos oportuno...
Los dos se rieron de buena gana, bromeando con que Thor pudiese tomarla a golpes contra sus amigos en vez de sus enemigos. Pero ya que lo había seguido y lo cubría de la lluvia persistente, Loki pensó que era un momento oportuno para disculparse y eso hizo sin más rodeos.
-Quisiera pedirte perdón por mi comportamiento de los otros días... estaba tenso y alterado, no supe actuar con delicadeza y comprendo que quizá dije cosas que no fueron muy agradables para ti.
-Nadan de eso...- dijo el mayor, moviendo la cabeza- Desagradables no es la palabra... Fueron mortales, terribles, quise ir y descuartizar a Stark cuando respondiste su llamada...
-Comprenderás que ahora él y yo... Bueno, lo lamento, es tu amigo...
-Tú no sabías lo que yo siento, no te disculpes por eso.
“Lo que yo siento” Las palabras del rubio eran contundentes y francas, de nuevo una cierta desazón se dejó sentir en el pecho del pelinegro, junto a un revolotear de mariposas en su estómago.
Guardó silencio y se puso de pié, caminando un par de pasos hacia atrás y saliéndose del área sin lluvia proporcionada por Thor. En cuestión de instantes, se empapó por completo, el negro cabello escurría en mechones sobre su frente y su cuello, el suéter se hizo pesado y el frío arreció... no importaba demasiado, pero metió las manos en sus bolsillos encogiendo los hombros. Era más su desolación dentro de su alma que los estragos del clima en su cuerpo.
-Explícame hasta donde llegó nuestra relación...
-Creí que no deseabas saber más detalles.
-Lorelei fue a mi casa ayer... Habló con más lengua de serpiente de la que yo mismo tuve alguna vez. Y tras lograr que le entregara algunos billetes que guardaba (no, no me los dio Tony ni te voy a decir como los conseguí) mencionó detalles que me hicieron... pues que me hicieron desear saber un poco más.
Thor escuchaba complacido, pero con el gesto inexpresivo de siempre. En su interior, satisfecho porque el pacto con la hechicera Lorelei, costoso porque tuvo que entregarle un par de diamantes, más el dinero que obviamente había birlado a su hermanito, había dado resultado: Loki quería saber de su pasado, no iba a enterarse que él mismo la había enviado, pero le agradecería de alguna forma que lograra interesarlo en volver a hablar.
-Eras un Loki diferente... En lo físico y en el corazón. Guardabas una ambición y deseos de embaucar que ahora se han extinguido y que me hace agradecer a todo lo eterno. Ese Loki del pasado no viviría en Midgard sin haberla destruido ya con intentos de conquista y ante esos ímpetus, no eran pocos los escándalos que armamos en Asgard... Lorelei fue muy indiscreta.
-¡Escándalos! Si me ha dicho que discutíamos a voces y a gritos frente a todos... ¡Escándalos es una palabra corta! Que rompíamos el lugar donde discutíamos con nuestras peleas, que los guerreros corrían apuestas sobre quién era el primero en correr y rogar al otro, cuando reñimos públicamente y después, nos dolía estar separados… Hermano, francamente creo que estábamos un poco locos...
-Fandral siempre ganaba esas apuestas. Tiene un sexto sentido para los asuntos del amor, era fácil adivinar cuanto duraban nuestros enfados- rió Thor, mientras salía también él a mojarse con la lluvia, colocándose a las espaldas de Loki- Pero era maravilloso... No me gustaba pelear, porque los dos somos tercos y orgullosos, y cada reconciliación era mejor que la anterior, en cada caricia me jurabas enmendarte, corregir tus errores, ser mejor para que nadie hablara mal de nosotros... y para no volver a separarnos.
-¿Y me creías?
-Sílaba por sílaba.
-Pero no era un arrepentimiento real... yo nunca me enmendé, nunca cambié hasta ahora.
-Bueno, ya que lo dices entonces es ahora cuando has cumplido tus promesas y yo no puedo ser más feliz...
Loki estaba copado, aquellas palabras eran realmente una revelación. ¿Y si todos sus esfuerzos, sacrificios y dolor eran para buscar la redención que había prometido en nombre del amor hacia su hermano? ¿Y si ese amor que alguna vez sintió fue tan fuerte para provocar su cambio? Era justo entonces que lo recordara, que todavía lo sintiera, y no reconocer con dolor qué aquel inmenso amor no había sobrevivido, que se había esfumado junto a su memoria selectivamente borrada por Odín.
Thor sabía que tras su muerte y renacimiento él era solo un niño mortal, que vivía en la calle, que no poseía identidad ni recuerdos, que se ganaba el pan estafando a los crédulos con juegos de azar o robando en las tiendas de alimentos. Y aún así lo buscó. Aún así desafió a Padre de Todo y lo encontró, aún así intentó devolverlo a su inmortalidad y buscó su felicidad, aún así antes de que dejara de ser niño le juró que nunca lo abandonaría, aún así, ahí estaba... a su lado... fiel y constante...
-¿Cuánto tiempo llevas disimulando tu amor por mí?- le preguntó, volviendo la mirada para dejarle saber al mayor que sus lágrimas estaban fundidas con la lluvia que resbalaba por sus blancas mejillas.- ¿Cuánto tiempo más seguirás callando?
Thor se adelantó para abrazarlo. Lo estrechó con ternura, sonriente... posó su diestra en el cuello torneado, sosteniendo aquella hermosa cabecita pelinegra que amaba, y con el dedo pulgar repasó la suave piel de durazno, limpiando la humedad...
-Ya no estoy callando... ya no hay necesidad...
Probó a besarlo esperando que Loki lo rechazara, pero no fue así, sus labios acariciaron los labios sellados del ojiverde cuya resistencia pareció ceder un instante, insistió con ternura hasta que logró hacerlo entreabrir los labios y responder a su beso.
Entonces Thor pasó su brazo por la espalda y lo acercó un poco más, manteniendo la suavidad de sus caricias. No era tiempo de nada apasionado, sino de convencerlo que el amor contenido estaba adormecido ahí, en algún lado de su corazón... aquel beso le suplicaba que buscara... entre sus recuerdos en blanco, entre sus emociones subconscientes, las marcas imborrables del amor que los unía desde los ancestrales tiempos y por toda la eternidad.
Cuando se separaron, Loki tenía la mirada brillante, los ojos entornados, reflejando como antaño las emociones de su alma. Pero su rostro de niño resultaba perturbador... toda la armonía de sus facciones juveniles, su cabello, sus verdes ojos, sus rojos labios, la blanca piel... era como verlo nuevamente en la juventud lejana, era como cuando un joven y disipado Thor comenzaba a enamorarse de su hermano pero se callaba porque era un sentimiento inapropiado...
-“¡Tu cariño es inapropiado!”- le había gritado en Las Vegas y Loki no había comprendido del todo el significado de aquella frase. Pero ahora lo sabía.
La lluvia seguía, los dos estaban hechos una sopa, pero siguieron estáticos... sin poder moverse, sin poder dejar de mirarse, sin separarse...
-¿Hasta dónde llegó nuestro cariño, Thor?- volvió a preguntar Loki, casi sin aliento.
-Amora te lo dijo... Sospecho que ella te lo dijo...
-¿Entonces es verdad? ¿Lo es? ¿Es verdad que tú y yo estamos casados?
***
Thor volvió el rostro al cielo y la lluvia cesó, las nubes comenzaron a disiparse y entre las últimas gotas del cielo, el sol comenzó a brillar. El arcoíris brilló esplendoroso junto a los tonos ocres del atardecer. Los dos se quedaron silenciosos presenciando el espectáculo de la naturaleza.
-Esa no es nuestra puerta, no es el Bifröst- dijo Thor- También yo me confundía antes, pero nuestro puente arcoíris es mil veces mas hermoso. Brilla con más luz y su significado es mucho más profundo que un simple juego de luces.
-Cada vez que veo uno, pienso en Asgard, pero sé que no es el puente... Una de tantas cosas que no me acostumbro a creer- dijo Loki, caminando de regreso a la ciudad.
Thor lo siguió sin agregar nada, hasta que los dos entraron en un elegante café, donde los meseros se apresuraron a ofrecerles una toalla seca, a riesgo que la humedad de sus distinguidos clientes (el muchacho no sabían quien era, pero el rubio enorme y sin camisa, con esa hacha gigantesca era sin duda Thor, o algún nuevo Vengador) hiciera estragos en la fina tapicería de piel de sus cómodos sillones. El gerente hizo la seña de que les permitieran entrar con libertad, si algo se dañaba, seguro tenían con qué pagar.
Se sentaron frente a frente y esperaron sus respectivas bebidas casi sin hablar. Loki no podía mirar de frente al mayor, perturbado por la noticia que no solo se trataba de su hermano, adoptivo había que agregar. Sino que tuvo que acostumbrarse primero a la idea de que habían sido amantes, escandalosos, intensos, totales... y ahora, así de pronto, resultaba que eran esposos. Eso era algo que no había medido, Lorelei se lo dijo cuando finalmente su curiosidad pudo más que su resistencia y pagó el precio que la joven asgardiana le pidió, luego tuvo que buscar a Thor y que él mismo se lo confirmara.
Esposos... casados... juramentados... unidos con un vínculo legal...
-No estábamos ebrios, te lo puedo jurar (menos mal que Verity no estaba cerca, porque el rubio tenía poca experiencia mintiendo... y ahora lo estaba haciendo nada menos que frente al Dios de las mentiras... Y si, si estaban generalmente muy ebrios cuando hacían cosas impulsivas en Asgard) Y tuvimos una gran pelea... una enorme... hiciste un embuste que costó la libertad a una pequeña colonia de mineros en una luna muy lejana, y eso me enfadó... pero después de los golpes terminamos abrazados y haciendo el amor salvajemente en una desolada montaña de esa misma luna... fuimos juntos con los compradores de mundos y con tu astucia finalmente lograste dar marcha atrás al contrato que convertía en esclavos a casi dos millones de lunarianos, eso te hizo tan feliz... sentiste la emoción de hacer lo correcto y me dijiste que ya no tenías deseos de embaucar... y aceptaste lo que tantas veces te había propuesto.
-¿Padre aceptó nuestra unión?
-Padre ignora que nos casamos, nunca tuve el valor para confesárselo... viajamos juntos hasta el reino de Avalon, gobernado por Elfos de Luz... Lorelei, y otros de mis amigos guerreros fueron nuestros testigos... nos desposamos bajo sus leyes y siempre esperamos el día adecuado para decirlo a nuestros padres.
-Por lo más sagrado... no puedo recordar todo eso...
-Toma tu tiempo, mi amor... Porque ahora que lo sabes, debes saber también que estoy dispuesto a reclamarte para que estés a mi lado... como debe ser...
-¿A tu lado? Pero... ¿Y Tony?
-Tony es tu problema. Te doy una semana después que regrese para que le digas de la mejor manera que tu deber es estar al lado de tu esposo, él es un mortal muy inteligente. Lo comprenderá aunque no creo que le guste...
Loki asintió sin convencerse. Thor estaba olvidando que él no sentía nada de lo que estaban conversando. No dudaba de todos los detalles de sus encuentros, de sus noches de amor, ni de su ceremonia de casamiento... pero tenía que consultarlo con su corazón...
Los besos de Thor le habían gustado... mucho más que eso... le habían reabierto sensaciones adormecidas en su cuerpo. Las caricias le hicieron galopar la sangre a toda velocidad por las venas, le habían llenado de una dulce sensación olvidada que definitivamente, no era nueva, pero que no había sentido con Stark... a pesar que Tony despertaba su ternura y su amor… Lo que había sentido con Thor era absolutamente diferente y eso le remordía en la conciencia, se sintió desleal al castaño y desleal a su esposo. ¡Por todo lo eterno! Todavía sonaba extraño llamar a Thor “esposo”
Los sentimientos entraron en conflicto, por Tony sentía deseo, entusiasmo y amor... por su hermano o esposo, o lo que fuera, despertaban sensaciones más intensas y salvajes. Eran como una tormenta que no se detenía, que se desbordaba hasta que sacaba ríos y mares de sus cauces, devastándolo todo...
Tony era sin embargo... muy importante, no pensaba traicionarlo ni abandonarlo. Thor era pasión instintiva, un recuerdo aún escondido bajo siete llaves...
El rubio bebía moderadamente su tercera taza de café, evitaba el alcohol para demostrarle a Loki que no hablaba bajo los humos de la bebida. Que era sincero y real. Pero por dentro estaba feliz... adivinaba que Loki no hablaba porque estaba pensando mucho, había dado el primer paso para recuperarlo y juró por todos los dioses antiguos que Loki regresaría a su lado.
-Es complicado todo esto... –murmuró al fin el menor.
-Escucha Loki, no voy a perderte... ¿Me escuchas? Callé porque Padre me lo ordenó, porque solo así accedió a que regresaras a la vida. Sin embargo, el costo fue muy alto, porque intencionadamente hizo que te olvidaras de todo nuestro amor. Callé también porque al encontrarte solo eras un pequeño niño... inocente de toda culpa, pero aún así te amé, estaba dispuesto a esperar el tiempo que fuera necesario para que crecieras y pudiera nuevamente hablarte de mi amor… Pero ahora eres lo suficientemente mayor para tener un amante, eso quiere decir que no tiene sentido que siga tragándome la rabia de verte en brazos de Stark... Si tú no te despides de él, entonces yo se lo diré y te prometo, amor mío, que no seré ni tierno ni educado, pero le quedará muy claro. A todos les quedará muy claro que nada puede terminar con lo que siento por ti... ni siquiera esta locura que a veces me ataca...
Loki escuchó algo atemorizado, el gesto del rubio era terrible, los ojos de zafiro destilaban un brillo diferente, un halo de violencia homicida, una mirada que no podía sostenerse sin sentir miedo... estaba seguro que estaba en una de sus etapas oscuras, y aún así, el odio del rubio, el impulso por asesinarlo no había brotado... había sido sustituido por el anhelo de volver a poseer a su esposo.
Con mesura e inteligencia, prefirió fingir que estaba de acuerdo con él, que tan pronto Tony regresara hablarían y le informaría su estado civil, si eso era el estatus adecuado.
-No me perderás... te lo aseguro...
-Aprenderás a amarme nuevamente, recordarás cada instante de nuestro amor... Y ya no me quedaré callado... Todos los que predijeron el final de lo que juntos tenemos, se quedarán como estúpidos cuando nos vean nuevamente amándonos... escandalosamente, por cada rincón de Midgard y de los mundos...
***
Thor lo besó nuevamente y Loki prefirió fingir que le correspondía, ya no era el mismo Thor con el que había comenzado la charla... pero era prudente y no quería escándalos. La luz de un flash los separó y un tipo con cara de imbécil les sonrió mientras se preparaba para sacar otra fotografía.
-¡Dame ese aparato! Yo no he permitido que me tomen fotos...
El inesperado fotógrafo echó a correr, mientras Loki corría tras él y Thor reía a carcajadas. Ciertamente a él no le interesaba si había escándalo o no. El novio de Tony Stark besándose con otro de los Vengadores en su ausencia... sonaba bien, podía ser lo que hacía falta para que finalmente, el amor de su vida regresara a su lado.
Otro intentó fotografiarlo y esta vez, el rubio le mostró los dientes.
-Intenta publicar ese retrato, mortal de mierda...- le dijo, en tono amenazador, mientras le apuntaba con su hacha- Y Jarnbjörn se encargará de que tus familiares recojan cada trocito tuyo por todo Manhattan...
Atemorizado, el hombre le entregó la cámara y Thor la hizo pedazos apretándola a puño limpio. Se bebió su café y el de Loki, llamando al mesero para que lo librara de indiscretos y le llevara la cuenta.
-¡Por todo lo eterno!- exclamó Loki, regresando con visible enfado y con la otra cámara entre las manos- Como aborrezco a los paparazzi, pareciera que no encuentran otra noticia que mi vida privada.
Thor extendió la mano solicitando el aparato y la cámara sufrió el mismo destino de la anterior. Las pruebas de la infidelidad ya no existían.
-Una semana, mi amor...- concluyó, aprestándose para salir de ahí- O yo mismo me encargaré de que los documentos de nuestro casamiento lleguen a manos de Stark.