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DIGNO DE TI. por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Upps, aparece más competencia... Loki estará demasiado solicitado y aun no se da cuenta, solo tiene ojos para querer ayudar a su hermano.

Atención con esos párrafos en letra cursiva... son importantes.

“Oh, si... recuerdo esta tienda... esta adorable joyería donde comenzó todo... entra, vamos, obtengamos esos hermosos anillos de oro y hagamos un compromiso formal”

Loki pensó que alguien le hablaba, así que levantó el rostro pero no se encontró con nadie, excepto por su propio reflejo en el espejo detrás del mostrador. Volvió s concentrarse entonces en mirar con detalle varias alianzas de oro que lucían en sus estuches, bajo el cristal de protección del exhibidor. Un atento empleado de la joyería le preguntó si podía ayudarle en algo.

-Solo estoy mirando...- respondió el ojiverde.

Quizá Verity olvidaría esa carita de enojo y le volvería a hablar con amabilidad después de que se presentara ante ella con una de esas alianzas, quizá perdonaría su falta al no terminar lo que la otra noche habían iniciado... La extrañaba, extrañaba de verdad su compañía, su forma de discutir con él y por supuesto, el simple hecho de que no podía mentirle, nunca... esa cualidad extravagante en la mortal le encantaba y le hacía pensar seriamente en dejar los asuntos de Asgard y los actos heroicos en el pasado para comprometerse al estilo Midgardiano y quizá... ¿Por qué no? Formar una familia...

Sonrió al imaginarse a Verity en Jotunheim, muriendo de frío pero contenta de ser su mujer... no estarían mucho en aquel helado mundo, solo lo suficiente para casarse según las costumbres y después, ir a vivir tranquilamente de regreso a Nueva York.

El podría ser un responsable hombre de su casa, criar uno o muchos niños, algunos nacerían con magia y otros no, pero seguro haría una buena vida si se lo proponía. Verity era la indicada... no Amora, ni Lorelei... ninguna de ellas le provocaba la ternura que la chica mortal hacía nacer dentro de su alma, ninguna era digna de atar su destino al destino del antiguo Dios del caos.

No supo porqué tuvo ese impulso, pero con un ligero movimiento de sus dedos, hizo desaparecer las dos alianzas que más le agradaron de su estuche, bajo el cristal de protección y aparecieron en su mano derecha. Loki las palpó con cuidado de no ser visto... eran dos anillos sencillos, de oro macizo, a los cuales les vendría bien un grabado en runas... eran perfectos… sellarían un compromiso entre un dios y una mortal.

-Cuidado con lo que haces- declaró una voz grave a sus espaldas, mientras una mano grande y fuerte le atenazó por la muñeca.

-¿Qué haces aquí?- dijo Loki, controlando su sorpresa.

-No sabía que robar se consideraba de buen tono para alguien que va presumiendo de estar regenerado.

-¿Robar?- dijo cándidamente Loki, abriendo la mano para mostrarle al recién llegado que estaba vacía.- Yo no estoy robando nada y nunca dije que estaba regenerado, dije que me esfuerzo por ser mejor.

Otro de los empleados y un agente de seguridad se acercaron s los dos.

-Perdón, señor... ¿Acaso su hijo está causando problemas?

-¿Mi hijo? ¡Por las barbas de mi padre! Claro que no.

-Somos hermanos. Él es el mayor, por si no se nota- rió Loki, burlándose de la confusión causada por las pobladas barbas, y el enorme tamaño de Thor.

-Perdón... pero uno de los empleados creyó ver que el muchacho llevaba algunas joyas tomadas sin permiso...

-¿Yo tomar algo sin permiso? ¡Vaya lugar tan bajo! Atreverse a decirme ladrón... estaba a punto de hacer una compra, pero me parece que ahora no quiero nada...

Loki movió el brazo con desdén, justo para que una joven empleada llegara, como movida por un resorte, con un par de brazaletes envueltos y la nota para ser pagados. Era obvio para el rubio que solo fue una estratagema mágica para librarse de la acusación.

-Yo pagaré eso...- dijo, entregando una tarjeta de crédito.

El empleado y el guardia de seguridad revisaron que nada faltara en la vitrina, después comprobaron la solvencia del plástico bancario y terminaron por ofrecer una disculpa por sus sospechas a los dos hermanos.

Thor y Loki salieron tan campantes de la joyería.

-¿Decidiste vestir como persona normal? Muy bien, hermano... Pero te disculpo de hacerme compañía, no quiero que tu sangre vuelva a treparse a tu cabeza y causemos alboroto.

-Estoy tranquilo... de momento. Dime, ladino ¿Para qué robabas anillos de matrimonio?

-De matrimonio no... De compromiso, pero solo los curioseaba, no pensaba robar nada.

“Eso... miente… miente mucho más... es lo mismo ya que este idiota grandulón no te cree... nunca ha creído lo de tu redención”

-¿Y que llevas en la bolsa entonces?

-Pues en realidad no lo sé... Solo conjuré la mejor opción para salir de ahí y mira, pensaba devolverlos con toda dignidad y tú fuiste quien los compró.

Loki sacó las joyas, enarcó la ceja... ¿Dos brazaletes de piel, con algunos adornos de oro y una esmeralda en el centro? Además decían algo como “Amigos por siempre”

“¿Qué maldita cursilería es esa? ¡Se suponía que robaría los anillos! ¡Se supone que serían entregados para comprometerse con esa mortal! Veo en esto la mano oculta de la All-Mother, cambiando mi plan”

-Solo quise venir para disculparme contigo... algo sucede conmigo, no sé que es, pero algo me sucede... Con la pérdida de mi martillo, la vida es muy confusa de pronto.

-No te preocupes, Thor... Te aseguro que siempre estaré para apoyarte, es en serio... también yo me siento diferente y de verdad quiero ayudar.

El rubio le dio un fuerte e inesperado abrazo, muy apretado... un abrazo en el que iba implícito un grito de ayuda, una petición que sus labios no quisieron pronunciar, un “ayúdame, hermano” tan silencioso como contundente, que llegó hasta la última fibra del corazón del menor.

Loki sintió que el piso se le movía, una oleada de ternura lo invadió al ser el único testigo de aquel instante de debilidad del asgardiano. Los latidos dentro de su pecho amenazaban con delatar su emoción, aquellos brazos fuertes y cálidos que lo estrechaban como hacía muchos... muchos años no lo hacían, lo estaban perturbando.

-Me vas a asfixiar...- fue lo único que atinó a murmurar, cuidando de no delatar su euforia ni evidenciar la de Thor.

-Cierto... sigues tan debilucho como siempre... además, con ese aspecto pareces un niño, un niño malcriado y mentiroso, que roba en las tiendas... – Thor rió con desparpajo y sacó de su bolsillo otra tarjeta de crédito- Stark me hizo el favor de crear una cuenta con el suficiente dinero midgardiano para poder vivir sin privaciones, vendió un par de diamantes que traje conmigo y resulta que son piedras bastante valiosas aquí. Toma esta tarjeta... está a tu nombre mortal: William Blake, procura no equivocarte al firmar.

Diciendo esto, el rubio se alejó, dejando a Loki parado a mitad de la acera, con la tarjeta en la mano y sin saber qué decir.

***

-¿Amigos por siempre?- preguntó la joven, con un gesto de desilusión en el rostro.

-Es mi forma de decirte que realmente, verdaderamente me importas, Verity...

-No... esperaba esto...

-Tampoco yo... Estuve a punto de tomarte como mi mujer hace unos días, ayer casi te compro un anillo de compromiso... pero prefiero no hacerlo.

-Que confesiones tan poco delicadas...

-Y sinceras... Prefiero que sigas siendo mi amiga, que puedas venir y decirme en mi cara mis errores y yo pueda hablarte como ahora, como un imbécil sin tacto a ser una pareja que comience a tener problemas.

-Lo dices como si de verdad supieras que siendo pareja,va a pasar.

Loki rió, también él se sentía triste y desilusionado.

-No tengo idea de mi futuro... pero conozco mi pasado y aún tengo cuentas pendientes por saldar. No te preocupes, yo sigo siendo el mismo embustero que conociste, un poco mejorado... tu compañía me ha ido puliendo... soy tu amigo sin duda, me enseñas a serlo como jamás en mi vida he sido amigo de nadie... y Verity... Lo primero que yo buscaría en una esposa es que sea mi amiga... ¿Entiendes?

La joven disipó su gesto de amargura para sonreía luminosamente. Era sin duda, la mejor confesión que podía esperarse del Príncipe de las Mentiras... y no era una de ellas… ¡Vaya si lo sabía! Loki había hablado con el corazón y sus palabras eran ciertas ciento por ciento...

Se quedaron acurrucados frente al fuego, con música suave y bebiendo una copa de vino... Loki se sintió maravillosamente al poder quitarse de encima la obligación que estaba sintiendo por dar “el siguiente paso” en la relación. Y a cambio, había ganado una excelente amiga.

-Los amigos no besan así...- se quejó Verity, cuando sintió los labios juguetones buscando sus labios.

-Algunos sí... los que sentimos deseos de besar...- repuso Loki, sellando la caricia.

“De verdad... esperaba sexo, sexo salvaje, sexo pervertido... sexo de toda la noche, hacer aullar a esta mortal y que me suplicara por más placer... ¿Y qué obtengo? Una ñoñería de adolescentes... puaj... a veces me detesto a mí mismo.”

***

-¿Ese es Loki?- preguntó atónito el millonario Stark, aumentando el porcentaje de polarizado en las ventanillas de su lujoso automóvil con tan solo pulsar un botón, mientras bajaba la velocidad para ver mejor al adolescente que caminaba despreocupado hacia la tienda de autoservicio. Así se aseguraba de mirar sin ser visto.

-Absolutamente... Es Loki, hijo de Laufey...

-¿Qué debo hacer para lucir así? Wow... no solo se ve más joven... se ve espectacular...

Thor no supo por qué le molestó aquel comentario halagador hacia el nuevo aspecto de su hermanito.

-Sé un Dios, muere y renace...- respondió, sin poder evitar, a pesar suyo, estar de acuerdo con las palabras del castaño Ironman.

Dentro de la tienda, Loki tenía la disyuntiva de elegir entre tocino y panceta... su comida favorita... gustos simples dentro de una vida simple... echó ambos en el carrito y continuó sus compras. Una botella de vino tinto, imprescindible... puso también varias botellas de esa cerveza oscura que tanto agradaba a su hermano... Puso varios cortes de carne y muchas clases de setas comestibles secas que venían envasadas, puso todo lo común para una despensa y se dirigió a pagar.

Justo antes de llegar a la caja registradora, movió la cabeza de un lado a otro y sacó las cervezas y la mayor parte de las carnes, recapacitando un poco. ¿Pues qué estaba pensando? Thor no vivía con él ni lo visitaba como para tenerle siempre sus gustos.

-Llévalas o no tendrás nada para ofrecerle a ricitos de oro si te visita- le dijo una voz templada a sus espaldas. Loki se volvió con toda calma, pero perdió el color sin proponérselo al toparse cara a cara con el millonario. Hizo un gesto afirmativo, regresando las bebidas a su carrito, mientras tensaba el cuerpo y dilataba sus pupilas... estaba listo para pelear, Tony sin embargo, caminó tranquilo a su lado y agregó.- Permíteme pagar... es un gesto de caballeros y además, me aseguro que no te pidan identificación... pues con esa estampa, mi sorprendente Dios Travieso, nadie te creería que eres mayor de edad.

Cuando salieron del autoservicio, cargando las bolsas de las compras, Loki aún no creía que a su lado estuviera su enemigo jurado, con cara de satisfacción, haciendo de padre que había salvado a su crío de ser sancionado por comprar licor sin tener la edad suficiente.

-¿No me vas a lanzar tus rayos repulsores o algo?

-¿Parece que voy a hacerlo?

-Tú y yo no somos amigos, Stark... así que dime claramente que asunto te ha traído a mi lado... y gracias por pagar... igual hubiese hecho lo de siempre, la empleada de la caja no me ve a mí, sino a un hombre mayor cada vez que hago mis compras.

-Sabía que guardabas algún truco...

-¿Tu asunto?

-Eres poco amable, Loki... Pero la verdad es que tu hermano me habló de ti, de tu sorprendente transformación y quise venir a comprobarlo por mí mismo.

-¿Thor? ¿Te habló de mí?

Tony Stark estaba embelesado mirando a ese exquisito muchacho, Loki siempre le pareció el villano más terriblemente sexy y atractivo contra el que había peleado, en medio de su gran batalla en Nueva York, no pocas veces hubiese preferido plantarle un beso en aquel rostro arrogante y desdeñoso que un golpe con su armadura.

-Pero todo lo que me dijo se queda corto... pareces un niño... un niño bastante guapo.

-No lo soy, créeme...

-Te creo, te creo... ¿Vives en este edificio? Bastante modesto, diría yo... Bueno. Mi asunto es este: Thor tiene dificultades, pierde la perspectiva de ser uno de nuestro equipo, de ser un Vengador y siempre está hablando de temas negativos, como que ya no tiene hogar, ni un motivo para luchar... es grave, lo sé y algo me dice que tú también lo sabes... Esta noche, ven a la Torre de los Vengadores y hablemos sobre tu hermano… No lo digas, te garantizo que nadie te hará polvo, vamos... ni siquiera te van a reconocer vestido de civil así como estás, si quieres ir de armadura y todo, también serás bienvenido.

Stark hizo un ademán y el auto que discretamente le seguía se detuvo frente a ellos. Tony entró a toda prisa y se despidió. Loki intentó ver quien estaba en el asiento trasero, esperándole... pero el millonario no dejó ver a su acompañante.

***

“Nunca me agradó Stark... engreído, solapado y pretencioso... pero si me da la oportunidad de asestarle una puñalada por la espalda ¿Quién soy yo para negarme?”

-Buenas tardes, el señor Stark me envió para trasladarle con comodidad y seguridad hasta la torre... ¿Está usted listo, señor?

Loki dijo que sí, aunque no estaba listo porque no pensaba asistir. Pero el chofer impecablemente vestido, parecía muy seguro de que no se negaría. Se miró de reojo, estaba en pants, en zapatillas, haciendo limpieza a la manera mortal... aún así, solo se quitó los guantes de vinil con los que lavaba los platos y bajó junto al empleado de Tony.

Subió a la limousine, negó cuando el chofer le ofreció una bebida y viajó silencioso, mirando indiferente el bullicio de la ciudad. Cuando llegaron a la torre que ahora era el hogar de los Vengadores y su cuartel general, un escalofrío lo recorrió... recordando la épica golpiza que una masa gigante de músculos color verde le había propinado... Se hizo un poco hacia atrás de manera inconsciente... no quería toparse con ninguno otro de sus antiguos adversarios.

-Bienvenido, señor- le dijo otro atento empleado, abriendo la portezuela y respondiendo a sus inquietos pensamientos- Esta entrada es privada, ninguno de los habitantes o trabajadores de la torre lo ha visto llegar ni saben de su presencia, puede bajar con entera confianza.

Thor y Tony le esperaban atisbando entre la blanca cortina de la ventana, a los dos se les cortó la respiración al verlo descender con su nuevo atuendo. Thor ya lo conocía, esa cota de escamas color verde, la gabardina de piel, las botas altas y la tiara dorada, con dos cuernos diminutos si se les comparaba con su casco anterior. Parecía un colegial que iba a un concierto de rock, no un villano... su presencia atractiva y misteriosa impresionó a Stark, quien se apresuró a cerrar la boca que se le había quedado bien abierta al verlo.

Thor buscó con la mirada el lugar donde había puesto su hacha Jarnbjörn... no estaba muy seguro de que aquella reunión fuera correcta. Observó a su amigo, parecía genuinamente interesado en su hermano... no había parado de hablar de él, de su encuentro en la tienda, de como le sonreía sin creerle que solo quería hablar, de lo joven que se veía... en fin, Loki había logrado una vez más, seducir tan solo con su modo agraciado de mover sus ojos de esmeralda y sonreír como un cervatillo... Tony Stark estaba cediendo al hechizo de la juvenil nueva presencia de Laufeyson. Corrió a la puerta a recibirlo.

-Pasa, Loki... por favor- le dijo, extendiéndole la diestra para darle la bienvenida, Thor ni siquiera se volvió a mirarlo, limitándose a mover los hombros y seguir sentado en el sofá.

-Aquí me tienen, muy intrigado por lo que ustedes quieran de mí.

-Yo nada, pero tu hermano el grandote, quiere tener una plática contigo en un lugar donde, y perdona pero repetiré sus palabras exactas; “No le descuartice como liebre si se atreve a sacarme de mis casillas”

-Siempre tan considerado, hermano...- rió el menor, haciendo una reverencia graciosa.

Tony le ofreció un trago, Loki se negó y pidió solo refresco con hielo, Thor en cambio vació medio tarro de cerveza que ya sostenía en la mano de un solo sorbo. Los tres se sentaron de manera que pudieran verse directo a la cara y Loki se ocupó de quedar lo más cercano posible a una ventana por la que se veía el cielo de Manhattan... una rápida vía de escape en caso de que las cosas se pusieran críticas para él.

***

Luego de los primeros tensos minutos, la conversación parecía fluir mejor, Tony no se cansaba de admirar a su invitado, su frescura y sus ademanes le hipnotizaban, a cada momento se lo decía. Loki se esforzaba por no decir o hacer nada que encendiera los ánimos del rubio, incluso, fingir que no se daba cuenta de los halagos del castaño y Thor, por supuesto, no encontraba la mejor forma de decir lo que quería decir.

Pero como estaban reunidos para eso, encontró la manera de abordar el tema directamente y terminar con la tensión que le entiesaba el cuello.

-En Las Vegas dijiste cosas que me molestaron, que me enfadaron de verdad- dijo el mayor de pronto, alertando a los otros dos- Cosas sobre que debía cuidar lo que me quedaba de reputación y cosas sobre mi modo de beber y jugar...

-Lo lamento, fui poco sutil con mis palabras.

-También yo lo lamento... perdí el control, y te dejé caer frases que sin duda te lastimaron.

-Eso de llamarme “pequeña sombra” sí que llegó a mí...- rió Loki, colocando su mano abierta sobre su corazón y volviéndose para aclarar a su anfitrión- Chiste local, Stark, solo lo entendemos este y yo.

Tony dijo “Ah” y siguió escuchando a sus invitados.

-La cuestión es que después he logrado sacudirme eso que llamaste plaga de mi cerebro... Estaba fuera de mis cabales, no tenía dominio sobre mí mismo y solo horas después pude calmarme y comprenderlo... Loki... ¿Tú sabes qué cosa me está sucediendo?

La mirada de zafiro de Thor brillaba de una emoción contenida, se notaba que estaba muy confundido y ansioso con los cambios en su vida.

-No, hermano... no lo sé... la Diosa Freyja me informó que necesitabas ayuda y yo acepté gustoso ofrecerte la mía, pero no me dio ningún detalle ni tampoco me dijo qué tienes o como ayudarte a salir de eso... viajé hasta Nevada a ciegas, llegué al Casino y me encuentro contigo... totalmente cambiado...

-Paso momentos de control, como este... y después paso a la locura total... Ahora por ejemplo, sé quien eres y valoro lo que intentas hacer por mí, pero mañana no se si vuelva a sentir ese odio irracional y desear matarte, o peor aún, desear matar a alguien más que no me ha hecho nada...

-Busquemos juntos la forma de salvarte, hermano- dijo el menor, tomando las manos del rubio entre las suyas y provocando que saltaran chispas.

Thor se sintió estremecer... algo diferente estaba naciendo en su corazón. El instinto le indicaba que si quería conservar su cordura, tenía que alejarse de Loki y al mismo tiempo, su cerebro le indicó que su hermano menor era el único que podría ayudarlo.

-Loki... el único motivo por el que te hice venir, por el que le pedí a Tony que te convenciera es ese... para aceptar tu ayuda... hermano... ¡Ayúdame!

Notas finales:

Feliz navidad, hoy es 25 de diciembre...

Gracias por leer, dejenme sus comentarios... todavía no me cuentan si esto les va gustando o no.

Y ya están en el dropbox los cómics de "Loki, Agent of Asgard" que me solicitaron, gracias a ambas, espero disfruten la lectura.

abrazo.


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