Kid llego de nuevo al reformatorio, allí había quedado con Killer, todo le traía tanta nostalgia, hace mas de un mes que no pisaba “ su antiguo hogar”, se podía decir que incluso lo echaba un poco de menos.
Quedo con Killer en la puerta, quería entrar, ver si había cambiado algo, saludar a todos, ver su habitación... pero, ¿y si todo había cambiado? A lo mejor si habitación estaba ocupada por otra persona, o..
-Hey Kid -Esa voz lo saco de sus pensamientos.
-Killer, ¿que pasa, tío?.
-Joder, como has crecido.
-No exageres que solo ha pasado un mes.
Los dos se rieron.
-Hey, vosotros dos.
-¡Heat!
-Venga mocosos, subiros ya.
Los dos se subieron al coche de Heat, el ya tenia 19 años, y aunque no era muy hablador, siempre estaba cuidando de esos dos granujas.
-Bueno, ¿y donde vamos?.
-¡A por cervezas!-Dijeron al unisono Heat y Killer.
-Sois unos borrachos...
El coche arranco, con la música a todo volumen, y se fue alejando de el reformatorio, mientras Kid le dedicaba una ultima mirada a su antiguo hogar.
-Bueno, ¿y donde vamos esta noche?.
-Joder Kid, que preguntón te has vuelto.
-Joder, es curiosidad, no me fio de vosotros dos.
-Maldito mocoso -Killer le revolvió el pelo.
-Párate, con lo que me cuesta peinarme.
-Jajaja, vale, vale. Pues vamos a una nueva discoteca que han abierto, Sadi me consiguió las entradas.-Sonrío el rubio.
-Tú nunca te rindes¿eh Killer?, veras que esta noche cae a tus pies.
-Chs, cállate.
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Law ya estaba arreglado, cuando empezó a escuchar un vehículo pitar en la puerta, se asomo por la ventana y allí estaba el pecoso con su moto roja.
Law se puso el abrigo y salio por la puerta.
El pecoso se quito sensualmente el casco, moviendo su pelo alborotado mientras miraba fijamente a Law, y le dedicaba una sonrisa ladeada. Ace iba con una chaqueta de cuero y unos vaqueros oscuros.
-Buenas tardes.
-Hola Ace.
-Toma -Le lanzo un segundo casco.
-No, espera, yo es que no he subido nunca en moto, mejor vamos en mi coche.
-Da igual, yo te enseño, no es que sea tu primera vez haciendo algo conmigo ¿no?
Law se puso rojo enseguida.
-Bueno, pero...
-Vamos Law, ¿ya no confías en mi?.Sabes que no te haré daño, yo siempre tengo cuidado.
-Para de decir eso...-Dijo apartando la mirada, cada vez mas rojo.
-Vale, vale jaja, pero venga sube, prometo no ir muy deprisa.
Con un suspiro de resignación, Law acabo subiendo de manera algo aparatosa a la moto, mientras Ace intentaba no reírse.
-¿De que te ríes?-Pregunto Law con enfado.
-De nada, de nada, bueno, agárrate bien.
-Ya estoy agarrado -Mientras se sujetaba a la parte de atrás de la moto.
-No, agárrate a mi -Ace cogió las manos de Law y se las puso al rededor del cuerpo-Bien, ¿estas listo?.
Law asintió con la cabeza y Ace arranco la moto.
El moreno empezó a soltar un poco el agarre, haciendo que Ace acelerara y Law se apretara contra su espalda.
-Idiota.
A lo que Ace se giro sonriendo le y siguió conduciendo aquella radiante moto deportiva.
Al poco llegaron al centro de la ciudad, todas las calles de la ciudad decoradas con luces navideñas,solo faltaban 5 días para navidad, y se notaba en el ambiente.
Ace aparco la moto, y se bajaron los dos, Law tiritaba de frio, si llega a saber que haría tanto frio en la moto, se hubiese traído el abrigo largo.
-¿Estas bien?-Ace acaricio la mejilla del moreno.
-S-si, no te preocupes.
-Anda, vamos a cenar, pero no preguntes aun, es sorpresa.
Ace lo agarro del brazo y lo arrastro por las calles de la ciudad.
Law miraba alrededor, esas calles le sonaban, el ya había estado antes por aquí..
-Hemos llegado.
Unas puertas marones, un enorme cartel “La traviata”, y una gran alfombra que conducía dentro de el restaurante.
Law no sabia como reaccionar, otra vez en ese restaurante con Ace, era como vivir su pasado. El pelinegro lo arrastro hacia dentro del restaurante para hablar con el camarero.
-Disculpe, tengo una reserva.
-Si señor, ¿a nombre de?.
-Portgas D.Ace.
-Si señor, adelante.
El camarero les llevo hacia una mesa con un mantel rojo, un pequeño jarrón con unas flores,la mesa estaba algo apartada de las demás, en una de las esquinas, la cual daba a unas ventanas y se veía la calle iluminada por las bombillas de colores de la ciudad.
Los dos morenos se sentaron en la mesa, después de que les cogieran los abrigos.
-Ace, este restaurante..
-¿Te gusta?-Sonrió dulcemente el pecoso.
-Si bueno, hacia mucho que no estábamos aquí..
-Me trae buenos recuerdos de nosotros.
-Si, a mi también.
La cena transcurrió como de película, Ace con una enorme sonrisa y las furtivas miradas de Law hacia su acompañante, todo estaba delicioso, era la mejor comida italiana de la ciudad.
Hacia tiempo que Law no lo pasaba tan bien, la verdad que estar con Ace siempre le hacia reír, era una de las varias buenas que tenia el pecoso, siempre conseguía sacarle una sonrisa.
-Señores desean algún postre -Dijo el camarero mientras les mostraba una enorme carta de postres.
-Si, tráiganos una copa de todos los helados que tenga, una bola de cada sabor, con chocolate fundido por encima y nata montada-Dijo Ace mientras salivaba por el solo hecho de pensar en semejante y delicioso postre.
-Ace, que glotón eres -Rio el moreno.
-Solo soy de buen comer -Se rio el pecoso.
Por ahí venía el camarero con un carrito en el que llevaba una gran copa llena de helado.
Al pecoso se le iluminaban los ojos solo con verlo.
Encima de la mesa estaba el postre, Ace arrimo si silla a la de Law poniéndose muy cerca de el.
-Vamos prueba, esta delicioso-Le aproximo la cuchara a los labios.
Y Law probo, y al verdad es que si estaba delicioso. Entre los dos comenzaron a comer, aunque mas de la mitad se la comió solo el pecoso, Law estaba apunto de reventar de tanta comida.
-Come esta ultima, es chocolate fundido.
-Ace, estoy hinchadisimo, para de cebarme.
-Venga, si me lo he comido yo casi todo -Puso una carita de pena.
-Ah.. esta bien -Comió la ultima cucharada de aquel delicioso chocolate, que se derramo un poco por su comisura.
-Te has manchado, deja yo te limpio.
Ace paso su lengua por la comisura del moreno, rozando suavemente sus labios.
-Ya esta -Sonrió el moreno.
Law se volvió a sonrojar, el pecoso no paraba de provocar le durante toda la noche, aunque el no estaba demasiado seguro de si quería corresponderle.
Al pagar la cuenta, Ace se negó rotundamente a que Law pagara la mitad de la comida, y tras una breve pelea, Law acabo accediendo, bueno, después de todo lo que tenia que soportarle, no estaba tan mal que le invitara a cenar.
Ace lo volvió a agarrar del brazo saliendo ya de el restaurante.
-Vamos, aquí cerca hay un bar que preparar unos cócteles deliciosos.
-Ace ya es tarde y..
-Por favor...-Ace le miro con cierta pena.
-Vale, pero solo un rato -Mierda, desde cuando me cuesta decir tanto que no.
Con una gran sonrisa, Ace volvió a coger al moreno y llevarlo por las calles de la ciudad.
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Kid y sus dos amigos ya estaba en la entrada de la discoteca, de allí salio Sadi, una pelirroja de pelo largo, alta, con en vestido realmente provocador, pues a ella le encantaba verse sexy, y provocativa.
-Hola chicos Mmm~ -Sonrió la pelirroja.
-Hola -Respondieron Heat y Kid.
-Hola preciosa -Dijo Killer con una sonrisa realmente sexy.
-Oh Killer, que guapo vas hoy.
-Gracias nena, pero no tanto como tu.
-Vengan Mmm~, estoy con las chicas.
-Espera,¿que chicas?-Pregunto Kid
-Con Perona, y con Bonney -Rio la pelirroja.
Kid miro con furia a Killer.
-Te mato Killer...-Le susurro en el oído.
-Kid, te juro que no sabia que Bonney venia.
-Ya sabes lo pesada que se pone cuando va borracha, y sabes que eso solo trae problemas..
-Que no, veras que te deja en paz, tu tranquilo.
-No me dejes a solas con ella...
-Si, te lo prometo.
Al final, donde la barra estaban dos chicas, dos pelirrosas que reían como locas.
-¡Chicaaaaaaaas, ya estamos todos!Mmm~
-Has tardado mucho Sadi...
-Si perdonar jeje, es que me entretuve por ahí..
Todos empezaron a saludarse y al poco ya estaban pidiendo bebida.
Killer le susurraba a la pelirroja mientras esta reía, Heat y Perona estaban bailando y Bonney se arrimaba cada vez mas a Kid.
-¿Que pasa pelirrojo, que es de tu vida?
-Nada Bonney, lo mismo de siempre ya sabes.
-Me dijeron que te fuiste a vivir con una familia de pijos.
-Puede ser...
-Eres la nueva mascota de unos ricos... no me esperaba eso de ti.
-Bah, cállate Bonney, no quiero soportar tus tonterías de borracha.
-Perdona por no ser una estúpida pija que se emborracha con whisky de marca.
-Lo que tu digas.
-Kid...
-¡¿Que?!-Dijo ya enfadado.
Y Bonney le beso, agarrándolo con fuerza por el cuello.
Kid cedió, hasta los pocos segundos, que la aparto.
-Para ya, no me apetece.
-Kid vamos, no seas malo-Se subió encima de las piernas del pelirrojo.
Empezó a darle suaves besos por el cuello.
-Para...
-Oh Kid... -Le lamió la oreja.
Esto era malo, estaba sucumbiendo poco a poco a los encantos de la pelirrosa y Killer no estaba por ningún lado para poder frenarlo.
Bonney se levanto y lo cogió de la mano.
-Ven, vamos.
-Bonney te he dicho que..
Y la pelirroja presiono sus labios con fuerza contra los de Kid.
El cerebro de Kid ya estaba en otra parte, y se dejo llevar por ese beso.
Mientras se besaban iban avanzando torpemente por la discoteca para acabar encerrados en un cubículo de los baños.
La pelirrosa empujo a Kid sobre el retrete y se sentó encima de el ,repartiendo besos por todo su cuello.
-Te he echado de menos Kid.
Ella lo despojo de su camisa y el le quito casi rasgando su apretada camiseta, mientras la besaba por el cuello y los pechos mientras con sus manos le apretaba el trasero en esos pequeños pantalones.
-Oh Kid, me encanta que seas así de salvaje.
Kid se levanto de el retrete cogiéndola de las piernas, y la empujo sobre la puerta, mientras seguían besándose.
Ella comenzó a desabrochar los pantalones del pelirrojo.
Kid estaba con la cabeza apoyada en la puerta, mientras ella besaba su cuello apretando un poco sus dientes en el.
-No muerdas...
Las manos de Bonney se deslizaron por aquel torso musculado hasta bajar de nuevo a su ropa interior.
La polla de Kid comenzaba a reaccionar con aquellas caricias.
-Métemela ya, Kid...
El pelirrojo ya estaba fuera de si, la levanto y ella entrelazo sus piernas en su cuerpo. Simplemente aparto un poco aquel diminuto pantalón para empezar a acariciar aquel húmedo lugar.
Kid introdujo dos de sus dedos, a lo que ella extasiada por aquello, mordió su cuello.
En ese momento el pelirrojo reacciono. La soltó de golpe y se llevo una mano a su cuello.
-¡Te dije que no me hicieras ninguna puta marca!
-¿Pero que haces idiota?
-Vete a hacer la guarra con otro...
-Kid, ¿donde coño vas?.
El pelirrojo abrió la puerta de el baño, cogió su camisa y salió de allí.
-¡KID!
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Acabaron en uno de los bares nuevos de la ciudad, entraron sin ninguna dificultad, el apellido Portgas era conocido por toda la ciudad, el padre de Ace era uno de los hombres mas importantes de la ciudad, y su hijo aprovechaba eso a toda costa.
Las copas empezaron a llegar, y con ellas, las risas de los dos morenos, recordando viejas anécdotas, viejos amigos, viejos sitios, viejos roces...
Ace hacia rato que había dejado de beber, pero Law, tenia una copa nueva en la mano cada cinco minutos.
Ace comenzó a arrimarse cada vez mas, la música cada vez mas alta, y sus labios próximos a la oreja de Law, susurrarle tonterías.
La mano del pecoso empezó a deslizarse suavemente por el muslo de Law, este comenzó a ponerse cada vez mas rojo, empezaba a estar mareado.
-Ace, llévame a casa, ya es tarde.
-Como quieras.
Ace ayudo a Law a levantarse y salieron de bar, las calles estaban ya solitarias, eran ya las 3 pasadas y el frio inundaba la ciudad, Ace aprovecho el estado de embriaguez de su acompañante para rodear lo de la cintura y llevarlo.
Con algo de dificultad llegaron a la moto de Ace, por un momento dudo en llamar un taxi, pero el moreno le dijo que iba bien, y que podían ir en moto, que el se agarraría fuerte contra el, y Ace no pudo resistirse a eso.
Después de un buen rato, llegaron a casa de Law, pues Ace no se atreva a ir demasiado rápido, no fuera que en una curva el moreno se cayera, o vomitara.
Aparco la moto enfrente de la puerta de entrada, ayudando a bajar a Law y llevarlo hasta la puerta.
-¿Te encuentras mejor?
-S-si.. no te preocupes.
El moreno comenzó a abrir la puerta de su casa.
-Oye Law...
-¿Si?
-Me ha gustado mucho verte... te he echado mucho de menos.
-Ace, yo..
-Por favor ¿me dejarías darte un beso?.
Law se quedo paralizado.
-Law...-Acaricio suavemente la mejilla de el moreno, y se fue aproximando lentamente.
Y le dio un suave beso, juntando sus labios con mucho cuidado, como si Law se fuera a romper de un momento a otro.
Y Law salio de su trance al notar los labios del moreno sobre los suyos, y comenzó a corresponderle.
Por un momento Ace no se lo creía, pero al notar el consentimiento de el moreno, comenzó a besarle mas desesperadamente, rodeándolo por la cintura mientras se colaban en casa de Law y cerraban la puerta de golpe.
Se separaron algo agitados por ese ardiente beso, el pecoso lo miro con una sonrisa, Law aparto la mirada, y agarro la mano de Ace para llevarlo a su habitación sin decir nada mas.
Subiendo a trompicones por las escaleras, llegaron hasta la habitación del moreno.
Ace abrió la puerta, y sonrió al ver como el cuarto de el moreno no había cambiado en casi nada, era como si el tiempo no hubiese pasado, como si fuera otro de esos días hace años, en los que Ace se venía a casa del moreno y estaban juntos toda la noche en su cama, sin duda, Ace añoraba demasiado esos días.
Volvió a besarle, abrazándole con fuerza, mientras andaban hacia atrás, para caer en la cama de el moreno.
Ace le volteo, para quedar encima, ni en el momento en que cayeron sobre la cama, separaron sus labios.
Las manos de Ace comenzaron a desabrochar la camisa de Law, mientras lamía ese delicioso cuello acanelado.
Pequeños murmullos salían de los labios del moreno, al notar, que las manos de Ace acariciaban su torso, ya desnudo.
Pequeños pero abundantes besos marcaban ese torso tatuado, sus dedos acariciaban aquellas marcadas costillas que sobresalían, y se hundían un poco con la respiración levemente agitada de Law.
El moreno dio un pequeño gemido cuando noto como una lengua húmeda acariciaba uno de sus pezones.
Law comenzaba a sentirse mareado, aun por el alcohol que tenía en su cuerpo. Podía sentir la ligera desesperación de Ace, cuando atrapaba sus pezones con esa traviesa lengua, y recorría su cuerpo con prisa. Ace se desvestía a si mismo,quitándose ya la camisa, Law solo podía mirarlo desde allí abajo, como se desvestía hasta quedar en ropa interior, y ver como su endurecida polla se marcaba en esos boxers ajustados.
Las ansiosas manos de Ace no tardaron en quitar aquellos pantalones azules del moreno, con tanta ansia que parecía que los iba a romper en cualquier momento.
Ahí estaban los dos, solo en ropa interior, Ace deleitándose con el cuerpo acanelado de su moreno y su carita sonrojada, mientras Law se encontraba ligeramente mareado, todo le daba vueltas, la situación le era confusa.
El pecoso deslizo sus manos por esos boxers que utilizaba el mayor, disfrutando de su cálida piel mientras terminaba por desnudarle.
La cabeza de Law daba vueltas, su cuerpo reacciona a aquellas caricias, pero su mente estaba en otra parte bien distinta.
Ace volvió a lanzarse contra aquellos labios, a lo que Law se apartó.
-Me encanta lo frio que eres a veces...
Se fue hacía el cuello del mayor para comenzar a marcarlo, mientras este inútilmente se resista, para acabar gimiendo entre sus brazos.
El cuerpo de Law se encontraba totalmente excitado, solo había que mirarle, esa polla erecta y húmeda, ese sonrojo en su cara, aquella mueca de placer, y esos leves gemidos. Cualquiera se volvería loco con aquella imagen bajo su cuerpo.
Ace humedeció sus dedos rápidamente mientras de deleitaba con esa imagen del moreno.
Su boca se dirigió hacía el torso tatuado, absorbiendo levemente su pezón derecho cuando ya sus dedos comenzaban a rozar ligeramente aquella apretada entrada.
Dedos de sus dedos entraron de golpe, provocando le un gemido un poco mas alto que los demás, el pecoso sonrió satisfecho.
Law agarro la sabana de su cama entre sus tatuadas manos.
El pecoso no tardo en mover sus dígitos, empezando a dilatar al moreno.
Todo el tiempo Law mantuvo sus ojos bien cerrados, apretándolos con fuerza, su cuerpo lo disfrutaba pero el no tanto, no podía quitarse a cierta persona de la cabeza.
Cuando uno de los dedos de Ace rozo su próstata, Law abrió los ojos, por un momento le parecía ver esa piel blanca que tanto le gustaba, pero no, cuando pudo enfocar mejor la vista, se dio cuenta que era el pecoso el que estaba ahí, y por mucho que deseará que fuera otro, no lo era.
La cabeza de Law comenzaba a llenarse de remordimientos y culpas... ¿Por que? Él no estaba con Eustass-ya, no eran novios, no eran pareja, y jamas habían tenido nada por mucho que el moreno lo había deseado, pero entonces ¿ Por que se sentía de esta manera?.
La voz de Ace le saco de sus pensamientos.
-Me muero por follarte, Law.
Los dedos de Ace salieron de su cuerpo, y eso alertó al mayor.
Posiciono su polla en la entrada de Law, y abrazo su cuerpo.
-¡No Ace, espera!......¡Aaah!
La polla de el menor entro de golpe, enterrándose por completo en su cuerpo, dejando a los dos casi sin aire.
El menor comenzó a moverse, dejando a Law con los ojos cerrados de nuevo y agarrándose a la sabana.
El cuerpo de Law se movía con ganas sin poder evitarlo, pero el moreno no quería abrir los ojos, en su mente estaba imaginando a ese pelirrojo, y no ver a Ace era la única manera de mentirse a si mismo y sentirse bien.
No tardo en rodear aquel musculoso cuerpo y abrazar aquella fuerte espalda con sus brazos.
-Aaah...-Comenzó a gemir.
-Law te...
El moreno no quería escucharle hablar, aquella no era la voz que quería escuchar, le agarro por el cuello y comenzaron a besarse, mientras los movimientos de sus caderas se volvían cada vez mas rápidos.
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Enfadado salí de allí, no me moleste en buscar a Killer o Heat, no merecía la pena.
Arregle mi camisa, y marque el numero de un taxi para que me recogiera.
Me fume un cigarro hasta que llego el taxi, subí en el y le di la dirección.
Todo el camino estuve mirando con el reflejo del móvil, aquella marca que tenía en el cuello, aquella odiosa marca que me recordaría durante una semana lo gilipollas que puedo llegar a ser.
Un mensaje llego a mi teléfono, era Killer, preguntándome que donde estaba, que había ido Bonney llorando y que yo me había ido corriendo.
-Maldita...
Pero en verdad no era su culpa, si no la mía, todo era mi puta culpa.
Decidí ignorar el mensaje, mañana sería otro día, no me apetecía pensar.
No tarde mucho en llegar, y tras pagar al taxista, saque mis llaves y me dirigí hacía la puerta.
Entre en casa, vi la luz de la cocina, pero no me apetecía saludar, así que fui directo hacía mi habitación. Me encontraba demasiado cansado, necesitaba dormir.
Subí las escaleras y me pare enfrente de mi puerta.
Mi cuerpo no reacciono hasta que no lo escuche mas detenidamente.
Me aproxime lentamente hacía la puerta de Law, mi cabeza me decía que no lo hiciera, pero mi mano ya estaba girando el picaporte lentamente.
Y una imagen vale mas.... que mil gemidos.
Noté mi respiración pararse por un momento.
-Law...-Dije en un leve susurro, tan leve que creo que ni lo dije, solo lo pensé.
Cerré tan lentamente la puerta, como la había abierto, y me quede quieto, muy quieto, paralizado entre las dos puertas.
Escuche unos pasos venir hacía mi, mientras decía mi nombre con sorpresa.
-¿Kid..?
Estaba totalmente en shock, cuando unas grandes manos levantaron mi cara.
Si él esta aquí... ¿quien esta...? Oh no... Law...-Pensó el rubio- ¿Kid?.
Abrí los ojos desmesuradamente y me encontré a Cora~san enfrente de mi.
Y algo de repente en mi cabeza hizo click.
Mi sangre comenzó a hervir, una pequeña vena se marcaba en mi frente, apreté mis puños con toda mi fuerza.
Fui lanzado a tirar esa maldita puerta, y matar a ese jodido pecoso, cuando note los fuerte brazos del rubio rodeándome y tapándome la boca.
-Kid, no...
El rubio no me dejo ni hablar, y me llevo a empujones hacía su habitación y allí me soltó.
Mi humor se había relajado levemente, pero no me quitaba aquella imagen de mi cabeza, el cuerpo de aquel maldito pecoso sobre Trafalgar... y él... apretando las sabanas, con los ojos cerrados disfrutando tanto aquello...
Solo pensarlo me ponía de peor humor.
-¿Cuando...? Pero...-No conseguía entender nada.
-Kid..
-¿Porque?.
Noté las manos del rubio sobre mis hombros, invitándome a sentarme en su cama y se puso de cuchillas ante mi.
-Oye enano..
-No, no, dime que cojones ha pasado,¿desde cuando Law folla con ese gilipollas?, se conocen un jodido día ¿por que cojones están..?
-Kid, relájate un poco...
-¡No joder, no quiero relajarme, quiero que me lo expliques!.
-Son ex novios...
Aquello me dejo aun mas sorprendido.
-Esta bien, me voy a dormir.
-¿Kid, estas bien?
-Buenas noches.
Y salí por la puerta, sin decir nada mas, fui directo a mi habitación, y me encerré allí, tire todo lo de la cama por los suelos, y me tumbe allí, sin hacer nada mas.
Me golpee furioso en la cabeza, puta imagen de los cojones, no me dejaba en paz, no quería pensar en ello, pero no conseguía dormirme.
Cuando estaba apuntó de dormirme, escuche como la habitación de Law se baria.
Los pasos bajaron por las escaleras, y a los pocos se cerró la puerta de la entrada, los pasos volvieron a subir, y le escuche pararse en mitad de el pasillo, tras un largo minuto, la puerta de Law se cerró de nuevo.
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Extasiados acabamos los dos tumbados en la cama, Ace me rodeó con los brazos, a lo que me aparté.
Antes de que el pecoso dijera nada, ya le había interrumpido.
-Ace, Doffy vendrá pronto, tienes que irte.
-¿No puedo quedarme a dormir?.
-No.
-Esta bien.
Y me besó, y aquello me hizo sentirme repugnante.
Me puse el pantalón y lo acompañe abajo.
-Buenas noches Law -Y me dio un pequeño beso en los labios.
Cerré la puerta y pase mi mano por mis labios, aquel beso hacía que me odiara a mi mismo.
Me quede un momento mirando al suelo, hasta que volví a avanzar hacía mi habitación.
Me quede parado en el pasillo, mirando la puerta de Kid.
-Maldito pelirrojo...¿donde te has metido?-Mire con tristeza la puerta.
Cerré la puerta de mi habitación y me tumbe en la cama, pero olía a Ace, olía a la maldita culpa que me carcomía por dentro, el problema no era Ace, ni mucho menos, el maldito problema era yo, y solamente yo.
En esos momentos me odiaba, me daba asco a mi mismo por comportarme de esta manera.
Cambié las sabanas y las deje en el suelo, y me fui hacía la ducha.
No se cuanto tiempo me tire debajo del agua caliente, aquello limpiaría los rastros de mi cuerpo, pero seguía sintiéndome asquerosamente sucio.
Estaba jugando con los sentimientos de Ace...
-Malditos remordimientos de borracho-Una sonrisa triste se dibujo en mi rostro.
Me volví a la cama y me tumbé en ella, solo quería dormir, no pensar en nada, despertarme mañana y que nada de esto fuera real, simplemente un sueño en el que mi perversa cabeza se divertía un rato con aquel pecoso, pero sabía que no, aquello no iba a pasar.
-Joder Eustass-ya...