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Eres mio por Yuu WTE

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Notas del capitulo:

Bueno pues contiene un poco de lemon, espero no decepcionarlos ya que es la primera vez que escribo algo como esto.

Tal vez las personalidades de los personajes no estan bien adaptadas pero asi me salen, por lo que espero lo disfruten.

Pra la proxima trataré de apegar a los personajes más a su actitud real.

-Squalo, ¿podrías venir un momento?, hay algo que quiero decirte.-decía Dino muy nervioso.

El peliblanco se levantó tambaleándose por el alcohol que había bebido y se situó enfrente del Capo bajo la insistente y amenazadora mirada de un Xanxus ebrio              - ¿Qué… quieres?

-Verás, yo se que para ti solo soy un amigo… pero tengo que decirte que yo te veo de otra forma… me gustas Superbi Squalo – al escuchar esto Xanxus sintió unas enormes ganas de matar al potro sin saber porqué, pero decidió no hacerlo, pues quería ver a su capitán rechazándolo, estaba convencido de que eso pasaría.

Todos miraban la escena asombrados, se podía ver a un Squalo confundido, a un Dino nervioso y a un Xanxus con una mirada asesina y un aura que advertía que mataría a alguien en cualquier momento. El albino no lograba articular palabra, no sabía que decir, sin mencionar que aun seguía bajo los efectos del alcohol.

-No es necesario que respondas… sé que no me ves de esa manera, por algo somos amigos de la infancia… pero no puedo simplemente ver cómo te trata la persona a la que amas – El tiburón estaba en un completo shock,  no podía creerlo, Dino sabía de sus sentimientos hacia esa persona, tan obvio era, el único que lo sabía era Lussuria y eso porque se enteró por accidente, o al menos eso pensaba.

Y antes de que Squalo pudiera reaccionar Dino lo tomó de la cintura y lo atrajo hacia él, uniendo sus labios en un apasionado beso, no se resistió por la impresión de lo ocurrido. Esa fue la gota que derramó el vaso para Xanxus, quien antes de que alguien se diera cuenta, sacó sus X-guns y disparó a Cavallone, esto fue lo que hizo que deshicieran el beso, dejando al capitán anonado y  al potro malherido y que de no ser por Reborn que los empujó, ninguno habría vivido para contarlo.

Inmediatamente todos voltearon a ver al moreno, al que cada vez se le resaltaban más las cicatrices, y eso no era nada bueno, todos los presentes lo sabían y temían por sus vidas. Nuevamente apuntó las pistolas a donde estaban todos y grito - ¡¡ESCORIAS!!    ¡¡NO QUIERO VER A NADIE AQUÍ!! ¡¡LARGO!! – y antes de que terminara de hablar todos ya habían abandonado la sala principal, dejando solamente al tiburón que estaba en el suelo en shock.

-¡BASURA! – al ver que este no reaccionaba lo golpeó – ¡¿TANTO TE GUSTÓ EL BESO DEL ESTUPIDO DE CAVALLONE?!

El golpe lo regresó a la realidad - ¡VOOOOOOOi! ¡IDIOTA CASI ME MATAS! ¿Qué demo…-entonces fue interrumpido por un beso de su jefe. Abrió los ojos como platos, no podía creer lo que estaba pasando. Al principio intentó oponerse, cosa que enfureció a Xanxus, pues no lo vio oponerse contra Dino, entonces lo agarró con más fuerza y el beso se volvió aun más salvaje, hasta que comenzó a ceder y abrió la boca, cosa que el otro aprovechó para meter la lengua y explorar el interior del contrario, moviendo su lengua con maestría, hasta que tuvieron que separarse por la falta de oxígeno.

-Te enseñaré lo que es un verdadero hombre- dicho esto, el moreno tomó al albino y lo cargo como un costal de papas, dirigiéndose a su habitación.

Al ver hacia donde se dirigían se recuperó de la impresión y comenzó a protestar - ¡Suéltame, maldito pervertido! ¡Maldita sea! ¡SUELTAME! – gritaba mientras pataleaba.

Llegaron a la habitación del jefe y lo tiró en la cama bruscamente, agarró las manos del menor y las posicionó sobre su cabeza, se puso encima de él, para callarlo comenzó a besarlo tanto en los labios como en el cuello, puso la rodilla en su la entrepierna haciendo que este soltara un pequeño gemido que hizo que el moreno ensanchara una sonrisa.

-Te gusta escoria

-N-No… como p-podri-ia…mhg gustar-m-me.

-Si dejas de resistirte, el dolor será menor. –dicho esto le soltó las manos y le arrancó la ropa dejándolo solo en ropa interior, aprisionándolo bajo su cuerpo, mientras él se quitaba la camisa, dejando ver su bien formado cuerpo, cubierto por las cicatrices hechas por el Noveno. Inmediatamente bajó su mano y comenzó a masajear el miembro ya erecto de Squalo sobre sus bóxers, mientras el albino intentaba reprimir sus gemidos sin mucho éxito.

Sin perder el tiempo, lamió uno de los pezones del menor mientras masajeaba el otro, y con su lengua recorría todo el pecho de Squalo, pasando por su cuello y la boca, mordiendo cada parte, dejándole marcas en la blanca piel.

-Ng… X-Xan-xu-s… v-voy a… -al escucharle el moreno le quitó la ultima prenda que le quedaba y lo masturbó frenéticamente – Mng… mm ah- entonces se corrió en la mano de su jefe, y al ver como este lamia uno de sus dedos no pudo evitar sonrojarse más de lo que ya estaba, dándole una perfecta vista al mayor.

-Ahora es mi turno escoria- acercó su mano a la cara de Squalo y lo obligó a lamer tres dedos, después los acercó a la entrada de este e introdujo un dedo, haciendo que se tensara, comenzó a moverlo simulando embestidas y sin esperar a que pasara mucho rato, introdujo dos más al interior, por lo que el albino intentó reprimir un grito de dolor.

Volvió a simular embestidas con los dedos y ahora el peliblanco ya no reprimía tanto sus gemidos por lo que Xanxus se excitaba cada vez más. Hasta que ya no aguantó más, sacó los dedos y de una sola estoca bruscamente introdujo su miembro en el interior de Squalo, a lo que este gritó de dolor y dejó escapar unas lágrimas.

-Relájate – comenzó a besarlo mientras se acostumbraba, y cuando notó que comenzaba a mover sus caderas, lo agarró y comenzó a embestirlo de manera violenta.

-Nng, mm Xanxus, joder… ¡maldita sea duele!… uh ahh – sin embargo el moreno no dejó de embestirlo, por el contrario, los gritos y gemidos del albino solo lograban excitarlo más. Comenzó a besarlo y a morderlo, con sus manos acariciaba rudamente su cuerpo, dejándole marcas por todas partes. Las embestidas eran rápidas, duras y certeras, dando en el punto del tiburón, quien al sentirlo gimió de placer. –Ahh… Y-ya no p-puedo más… v-voy- dicho esto se corrió nuevamente pero ahora manchando ambos cuerpos, hacer esto lo avergonzó e intento cubrirse el rostro con el brazo, pero inmediatamente, el moreno jaló su brazo.

Para Xanxus la vista era perfecta, tenía bajo su total dominio a Squalo, totalmente sonrojado y gimiendo de placer, todo debido a él. Al pensar en eso el moreno sonrió y aumentó nuevamente el ritmo de las embestidas, pues sentía estar cerca de su límite. Comenzó a dar en el punto encontrado anteriormente, lo cual hizo que el albino gimiera sonoramente su nombre, llevándolo al éxtasis, viniéndose dentro de él. Estaba cansado y al ver que Squalo también salió de su interior y se tumbo junto a él.

Sintió como Xanxus salió de su interior, y antes de darse cuenta cayó dormido. Había sobrepasado su límite, sin mencionar que era su primera vez y su pareja no fue muy gentil, dejándolo agotado y posiblemente con una semana de no poder sentarse bien. El moreno notó que estaba dormido y no pudo evitar admirarlo, se veía mucho más relajado pues ya no tenía el ceño fruncido, como casi siempre, incluso podría decir que parecía un ángel con su larga cabellera blanca. Lo tapó con las sábanas de su cama e impulsivamente lo abrazó, posicionando su cabeza en el cuello del albino, para luego también caer en brazos de Morfeo. 

 

 

 

POV XANXUS

Sentía un contacto extraño en mi rostro, como fibras de seda o eso supuse pues eran muy suaves y me causaban cosquillas, un olor exquisito llegaban a mis fosas nasales, intenté respirar profundo para sentir mejor ese olor que me embriaga. Entonces me di cuenta, sentía el contacto con otra piel, y parece que estoy abrazando a alguien. ¿Cómo es eso posible? Jamás había dormido con nadie, incluso cuando follaba con alguna prostituta, no era más que eso, follar, no les mostraba cariño alguno ni dejaba que me tocaran, siempre era en hoteles, nunca permitiría que alguna de esas putas se metiera en la cama donde duermo todas las noches y, en cuanto me aburría de ellas las dejaba en ese lugar sin decir nada, y sin volverlas a ver, no me interesaban y no lograban satisfacerme. Jamás me acostaba con la misma más de una vez.

Lentamente abrí los ojos, no podía creer lo que estaba viendo, ¡Qué demonios! ¿Me acosté con el estúpido tiburón? Lo que supuse eran fibras de sedas, no resultó ser otra cosa que su blanca y larga cabellera, el dulce aroma que tanto me agrado provenía de su cuerpo y yo lo estaba abrazando ¡¿QUÉ?! ¡Lo estoy abrazando!, cerré los ojos tratando de convencerme de que todo era un sueño, pero cuando volví a abrirlos, todo seguía igual, lo peor de todo, no me molestaba y por alguna razón no quería dejar de abrazar a esa escoria. Me enderecé un poco para ver su rostro dormido, estaba tan calmado y parecía ¿Feliz?, me moví un poco y entonces me di cuenta, ambos estábamos desnudos. Entonces como si de una película se tratara, a mi mente llegaron escenas de lo ocurrido la noche anterior.

Me quedé petrificado ¿Realmente YO había hecho eso?, podría haber sido por el excesivo alcohol que tomamos, pero a quien engaño, soporto el alcohol como si lo que hubiera bebido fuera agua, buscaba una excusa pero no encontraba  ninguna que me convenciera, así que me quedé con la más simple. Estaba excitado y me desquité con él. Pero si era eso, ¿Por qué no salí a buscar una prostituta como hacía siempre? ¿Por qué en lugar de una mujer escogí a un hombre? Yo no era un homo, o al menos eso pensaba pues realmente tampoco me atraían las mujeres, jamás sentí atracción o excitación por alguien. Y lo peor de todo ¿Por qué tenía que pasar con él? A pesar de todo era mi mano derecha, era la única persona en la que confiaba un poco y podría decir que no me disgustaba tanto su presencia y para colmo lo veo todos los días.

Comenzó a moverse y sin saber por qué me hice el dormido. Abrí ligeramente los ojos y lo vi, los colores habían abandonado su rostro, estaba en shock, tampoco podía creer lo que pasaba, estuvo un rato sin moverse, hasta que retiro mi brazo que estaba sobre su cuerpo e intentó sentarse, dejando escapar un pequeño grito de dolor, inmediatamente intentó levantarse, pero no lo logró y cayó de rodillas. Quería reírme a carcajadas, nunca lo había visto así, pero aguante, si lo hacía se daría cuenta de que estaba despierto, y por primera vez en mi vida no sabía que hacer. Observe su pálida piel, sabía que era blanca, pero no imagine que tanto, tenía marcas de mordidas y chupetones por todos lados, no podía creerlo, en mi vida había dejado ese tipo de marcas en alguien con quien me hubiera acostado, como dije, las follaba y ya. Cuando me di cuenta se había puesto nuevamente su ropa, la cual estaba toda rota y salió lo más rápido que pudo de mi habitación.

Me levanté y me metí a la ducha, tratando de no pensar en lo ocurrido, al salir me vestí con la ropa habitual, me senté en un sillón viendo hacia la ventana ¿después de esto la escoria me odiará? Tal vez ahora mismo esté trazando un plan de cómo matarme ¿o simplemente se irá? ¡NO! ¡NO PUEDE IRSE!, buscarle un remplazo a su nivel sería imposible, es el mejor hombre que tengo no por nada es el segundo al mando ¿Ahora que debo hacer? Obviamente esto fue un error, si él no dice nada lo mejor será hacer como que nada pasó.

Tocaron la puerta ¿será Squalo? Probablemente no quiera ni verme y sea alguien más, tocaron nuevamente repetida veces, ¡Demonios! ¿Quién diablos es? Di mi permiso para que pasará  y me sorprendió ver a esa persona ¿ahora que carajos quiere? Estaba a punto de correrlo cuando comenzó a hablar, creí que me daría un sermón como hacia siempre, sin imaginarme que lo que me contaría me dejaría más confundido y daría un giro radical a mi vida.

 

 

 

POV SQUALO

Sentía que algo me agarraba, me dolía endemoniadamente el cuerpo, en especial las caderas y la espalda, terminé de abrir los ojos y me di cuenta de algo, no estaba en mi habitación, me sorprendí, reconocía ese lugar y temí desde lo más profundo de mi corazón, di media vuelta y ahí estaba totalmente dormido. Quería morirme, ¡No es cierto, no es cierto! Me repetía una y otra vez, pero no era un sueño. Quedé en shock, no sabía que hacer ¿cómo reaccionar?, entonces recordé pequeños fragmentos de la noche anterior.

No podía creerlo, ¡Me acosté con Xanxus!, en el fondo estaba feliz, hace algún tiempo me di cuenta de lo que sentía por él, aunque mi orgullo no me permita admitirlo, pero por otro lado estaba desilusionado, jamás pensé que algo así llegaría a suceder, y aunque lo deseaba no quería que fuera de este modo, sabía que en cuanto el jefe se despertara y recordara lo ocurrido, probablemente me mataría. Ayer tomamos demasiado, la verdad no recuerdo todo, pero ¿podría haber sido a causa del alcohol? Probablemente sí, o eso pensará Xanxus. Cuando pensaba en lo que podría pasar debo admitir que sentí miedo, yo lo amo y por eso eh permanecido a su lado como su seguidor más fiel, a pesar de los malos tratos, y el simple hecho de pensar que esto podría hacer que él me odie o me aleje de su lado, me aterra.

Decidí irme de la habitación antes de que despertara, sabía que a él no le gusta compartir habitación y cama, mucho menos con alguien con quien tiene sexo. Intenté sentarme en el borde de la cama, pero el trasero me dolía demasiado, solté un pequeño grito de dolor y maldecía internamente a mi jefe, el maldito debió haber sido un torpe brusco y probablemente no pueda sentare bien en días. Me levanté, pero en cuanto me incorporé las piernas me fallaron haciendo que cayera de rodillas, quería morirme, ¿ahora como demonios iba a irme? Todo el estúpido cuerpo me dolía y apenas podía caminar, hice mi mayor esfuerzo y logré incorporarme, busqué mi ropa y me la puse, a medias porque estaba toda roda y salí lo más rápido que pude de esa habitación y me dirigí a la mía, deseando no toparme con nadie.

Al llegar a mi recámara lo primero que hice fue correr a bañarme, me metí en la tina y me hundí hasta la nariz, sinceramente no se cuanto tiempo permanecí ahí sumido en mis pensamientos, pero en cuanto salí me miré al espejo, observé todas las marcas que tenía en mi cuerpo, necesitaba hacer algo con ellas, las del cuello eran muy notorias y no podía dejar que alguien las viera.

Me vestí con el habitual uniforme Varia y me recosté en la cama, pues no podía sentarme, dolía demasiado, miré el reloj y eran las 3:39 me extrañó no escuchar ruido, normalmente Lussuria ya habría subido a verme para ver si quería algo de comer, ni siquiera Xanxus me había pedido que le llevara comida ¿seguirá dormido o ya habría recordado lo ocurrido y no quería verme? Quería saberlo pero a la vez no.

Pensé que era mejor encarar las cosas, pero no podía dejar que alguien vieran las marcas en mi cuello, por lo que decidí pedir ayuda a Lussuria, no solo tenía experiencia en este tipo de casos, sino que es el único que sabe de mis sentimientos hacia el bastardo de mi jefe, y no porque yo se lo haya contado, aunque debo admitir que es uno de los que más les tengo confianza, sino porque siempre insistía en que nosotros sentíamos algo por el otro y en una misión me escuchó hablando en sueños de mis sentimientos por él. Además el muy maldito lo grabó para que no pudiera negarlo, desde ese día no eh vuelto a dormir cerca de alguien, bueno hasta hoy.

De camino a su habitación opté por hacer algo, para mí sería doloroso, pero sería mucho más doloroso apartarme de él, por lo que decidí que si él no dice nada o no menciona lo ocurrido, lo mejor será hacer como que nada pasó. Con este pensamiento llegué al cuarto de nuestro guardián del sol, sin imaginarme que lo que me contaría, haría que me doliera más llevar a cabo mi decisión y cambiaría mi manera de ver a Xanxus.

Notas finales:

Espero que leas haya gustado

Gracias por leer

Dejen sus opiniones, criticas o lo que consideren necesario.

Actualizaré lo más pronto que pueda. Bye Bye


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