Entre tanto el grupo de intrusos, distinguieron la enorme casa a la distancia el más grande de ellos, (formado por partes de cadáveres de distintos guerreros) dijo: con una voz cargada con desprecio.
— ¿Así que en este lugar están los individuos que ese tipo busca con tanto afan? Puedo sentir la vida… hasta soy capaz de escuchar los corazones latiendo ahí adentro ¡Me dan ganas de destrozarlos y acabar con ese sonido repúgnante!
—No te quejes Azog que los humanos pagan bien. A mí y los míos nos proveyeron con abundante comida, dinero y mucha carne fresca un alivio después de pasar hambre en esa celda putrefacta alimentado con verduras; es un buen cambio para mí.
— Es porque eres una rata y te vendes al mejor postor sabandija rastrera, estoy seguro que se comían entre ustedes cuando querían carne… al igual que ese asqueroso necrófago.
—Él es feliz a su manera, puede comer todos los cadáveres que quiera o matar siguiendo las órdenes de los amos y comérselos despojos después; aunque no se dé que tanto hablas, estas siguiendo también los mandatos de ese General ¡Y es un ser vivo!
—Ordenes son ordenes y el es mi superior, luego de morir fui forzado a regresar pero sigo siendo un soldado…además, sí Horaz lo obedece yo soy nadie para oponerme.
—Ese te tiene lamiendo su mano como un cachorrito y ya no digamos la maldita cosa esa, o el repugnante.
—Deja de hablar rata, saldrás perdiendo, los cobardes como tú no conocen el orgullo de pelear.
—Prefiero estar vivo y quedarme con el vencedor, ha muerto y sintiendo envidia por los vivos.
— ¡Te desollare vivo antes de matarte, no importa si desobedezco las ordenes!
Grito el ser apretando la garganta del roedor, quien asfixiándose empezó a suplicar.
— ¡Fue un error lo que dije! Gah! ¡Lo siento, prometo que jamás volveré a faltarte al respeto!
El Ghoul hizo una mueca y lo dejo caer, gruñendo con desagrado.
— ¡Eres despreciable!
El aludido frotándose la garganta pensó para sí mismo –pero por lo menos sigo con vida a diferencia de ti tonto.
—…Oye dejando nuestras diferencias de lado, no sé tú, pero ese tipo Hanzo no me dio ninguna confianza: nos está ocultando algo. Soy un mentiroso y puedo oler la mentira a kilómetros y tu amado general apesta a ella… ¿No sería mejor esperar a la noche para que lleguen más refuerzos? Mis hermanos no tardaran en llegar y el necrófago no soporta la luz del día y Kimbi, no quiere moverse aún sigue dormido dentro del camión.
—Kimbi…sólo a ustedes banda de idiotas se les ocurre llamar a un gigante de dos cabezas Kimbi.
—Es el único nombre con el que estuvieron de acuerdo, hasta el descabezado sabe lo ridículo que suena llamar a un gigante de 2.50 metros y 300 kilos de musculo deforme Binki y Kinbi.
—Me molesta esperar quiero destrozar y mutilar a cualquier cosa por la que todavía le circule la sangre por las venas. Hemos venido de día porque precisamente estamos en busca de un par de zorros y se supone que nos enfrentaremos a un vampiro y un licántropo los cuales son más débiles de día…aunque sigo sin ver el problema ya destroce varios de sus “valiosos especímenes” en unos minutos, fue demasiado fácil.
Señalo el guerrero lanzando un escupitajo de desdén a los pies del hombre rata, quien hizo una mueca.
— ¿Y Podrías hacer lo mismo con nuestro libertador o su fiel sirviente?
—…
—Recuerda que salimos hace poco de prisión, no sabemos en lo que estamos metidos; los ratman seremos unos cobardes e iremos de inmediato al lado del más poderoso pero eso nos ha mantenido con vida en cuanto a esos dos militares están cubiertos con el hedor de las medias verdades que son peores que las mentiras: porque no puedes diferenciar cual parte es cierta y cual falsa.
—Son vivos podemos asesinarlos.
—Sus armas matan y pueden destrozarte la carne a balazos ¿Debo recordarte lo que paso cuando trataste de matar a ese soldado? Si no fuera por Horaz que te reconstruyo con las partes sobrantes de algunos de los vampiros que exterminaste te faltaría un brazo.
Señalo la alimaña viendo significativamente, la carne muerta recién reparada en la cual se resaltaban todavía algunos agujeros de bala. El ghoul gruño en respuesta tirando un manotazo que la rata esquivó hábilmente, una voz resonó en sus cabezas que les grito.
—¡No se peleen entre ustedes recuerden que tienen una misión que cumplir, seguiremos lo dicho por Gato…¡Por el diablo eso suena tan estúpido! Y atacaremos en la noche.
— ¡Horaz!—Repusieron al mismo tiempo ambas criaturas.
—Pero el lobo y el vampiro.
—No rezongues Azog y usa tu cerebro que no lo tienes de adorno, yo tampoco confío en el humano; si ellos fueran tan fáciles de derrotar esos militares ya lo hubieran hecho, con tantos werewolf,wilblods, soldados y armamento ya los hubieran eliminado si se trataran de monstruos corrientes.
—Hm, pero que distraídos se ven, me pregunto que los tiene tan entretenidos, m a, ma, que es malo ir tan inconscientes de sus alrededores con humanos…o peor, depredadores cerca.
Comento un hombre sonriendo parado entre las ramas de un árbol; la cara estaba cubierta por un tapaba bocas negro (pero se adivinaba que debajo de este había una gran sonrisa) no lucia amenazante en sí mismo y aparte de la masa hirsuta de cabellos plateados no había nada que indicara que el hombre tuviera nada extraño, por lo que con irritación el guerrero de un solo golpe destrozo el árbol en el cual éste se encontraba parado.
— ¡Que mal, que mal! ¡No quiero tener que explicarles a los habitante de este lugar ni al dueño de estos terrenos porque uno de sus valiosos árboles esta en el suelo! Es mejor ir a pelear a otro lado, síganme.
— ¡Deja de correr sabandija! ¡Asqueroso viviente!
— ¡Azog no seas tonto es una trampa…maldición!
—No creo que él pueda escucharte o controlar su rabia ciega.
— ¡Ah debes ser uno de ellos, tienes voz de niño y estas dotado de la telepatía por lo que veo! Nunca antes alguien había interferido con mis hondas mentales entrometiéndose con tanta facilidad ni siquiera puede ver cómo eres ¡Así que es verdad el vivo nos ocultaba muchas cosas!
—No tantas, sólo las cruciales.
—Hablas con confianza muchacho y arrogancia ¿Dime chiquillo, tú padre nunca te enseño que es peligroso colarse en las mentes de otros? No sabes que horrores puedes encontrar, ¡Horrores como éste!
El sangre pura observo indiferente las manos gangrenosas y putrefactas cuyas pústulas estallaban soltando hedores pestilentes, tratándose de aferrarse a sus piernas y como una cabeza semi-descarnada emergía de la tierra, lentamente uno de los ojos de la horripilante criatura se salió de su cuenca, impasible ante el espectáculo horrible y dantesco el vampiro respondió.
—No, pero me enseño a hacer esto.
Movió una mano en cuya palma broto una bola de fuego y la dejo caer dejando que las llamas devoraran todo a su alrededor e ignorando los espantosos gritos de dolor que resonaron por todo el lugar.
—Eres fuerte… más de lo que preví. Debes ser como ese maldito chico ¡Hasta puedo presumir que son de la misma especie! ¡Maldita sea, somos muertos vivos! ¿Por qué estas de parte de los humanos?
—Podría hacerte la misma pregunta, pero no me interesa la respuesta de alguien que voy a matar.
—Arrogante y mucho… o tal vez no… da lo mismo. Lo siento chico no tengo intenciones de morir, por eso es fui condenado a este sufrimiento en primer lugar ¡Pero no te sientas triste te dejare algunos juguetes para que te entretengas.
Antes de que pudiera detenerlo, Itachi fue expulsado de la mente del hombre ser o criatura con la que estaba comunicándose, observo a los cuatro seres delgaduchos y sin cabeza que se dirigían hacia él y comento para sí mismo evaluando la situación.
—No veo a la rata es rápido para escapar…así que cuatro eadlles no si sentirme ofendido o menospreciado esto será rápido.
Con una velocidad y fuerza supra-humana atravesó el primero de ellos de parte, sacando su brazo esquivo los golpes y patadas que lanzaban los otros tres, las criaturas en si no eran fuertes; aunque sus ataques se tornaban impredecibles con una cegadora rapidez el vampiro corto a otro de ellos por la mitad cuando ya quedaba sólo uno éste apretó algo que llevaba en la mano y exploto cuando la humareda resultante se disipo una barrera azul de fuego rodeaba su cuerpo la cual quemo los pedazos de carne que estaban sobre ella.
Frunciendo un poco la nariz ante el hedor de carne quemada miro a la casa-hacienda y luego cerrando los ojos a lo que su cuervo le mostraba desde las alturas; divido en regresar a la vivienda o darle caza a los perseguidores de su compañero cerro su mano apretando los puños con fuerza, confiaría en Naruto y Menma; eran un zorro de nueve colas uno de siete quienes habían entrenado a los gemelos y ( aunque indirectamente) su abuelo Uchiha Madara también les había ayudado un poco, tendría que tener fe en sus habilidades y dejarlos encargados del intruso.
Por su parte Kakashi se detuvo en uno de los campos de entrenamiento mientras Azog lo perseguía furioso, éste se sintió grandemente insultado al verlo detenerse en medio del lugar despejado.
— ¡¿Qué haces ahí parado maldita escoria!? ¿Crees que puedes menospreciarme—Dijo el muerto caminante lanzándole un golpe brutal que el otro esquivo hábilmente, recibiendo en cambio una fuerte patada, su recuerdos y la memoria física de las distintas partes de su cuerpo formado de varios guerreros diferentes, le hicieron reaccionar rápidamente contestando la patada con un fiero puñetazo acertando en el costado al licántropo. Sonriendo con malignidad al ver al otro agarrarse las costillas justo en el lugar donde había atinado su golpe señalo, riendo salvajemente — Me divertiré desmembrándote miembro a miembro y me comeré cada pieza de tu carne delante de tus ojos, antes de sacártelos, mientras me deleito con tus gritos y por ultimo te arrancare la lengua.
—Ma que salvajismo, creo que es mejor que deje de tontear tengo que reconocer que tienes una fuerza salvaje y me confié demasiado mi culpa: pero ese es un error que no cometeré dos veces
—Eres un licántropo y por tu color no eres común, así que la rata tenía razón ustedes son de cuidado—Gruño el ghoul retrocediendo con cautela y observando aprensivo el liquido que goteaba por las garras del hombre lobo y que burbujeaba al tocar la tierra reseca, eso era algo que jamás había visto hacer a un licántropo no por los menos con los que había luchado.
—Gracias por lo que cabe, lástima que no continuaras caminando cuando termino contigo.
— ¡VEN LOBO VEAMOS DE QUE ESTAS HECHO Y QUIEN SERA EL QUE QUEDE EN PIE!
Ambos contrincantes se lanzaron el uno contra el otro, la fuerza bruta y las manos grandes y poderosas apuntalaron un fuerte golpe en el pecho del licántropo que en su forma semi-humanoide lo recibió impertérrito a pesar de que podía escucharse un horrible crujido sin embargo el no vivo no escapo indemne las garras venenosas del hombre lobo había dejado grandes surcos de carne mutilada que se escocían con el dolor del veneno las cuales no se curaban y parecían extenderse más y más ; algo que enfureció aun más aun más al guerrero zombi. Siguieron intercambiaron golpes terribles cuado, el Ghoul sintió la dolorosa dentellada que desgarraba la carne y soltando un grito lanzo un poderoso puñetazo en el hocico de su enemigo que a pesar de eso le arranco el brazo que tenia atenazado entre las mandíbulas, escupiéndolo delante del ser que soltó un rugido de rabia y desesperación y se lanzo contra el lobo plateado que lo esperaba con las garras listas, de pronto se detuvo a medio camino y un líquido espeso negro y maloliente saliendo por la boca y se dio la vuelta una mirada de rojo indiferente lo envolvió y soltó una carcajada antes de sentir como le arrancaban de cuajo la columna vertebral.
—Esa era mi presa vampiro, se supone que yo iba a matarlo.
—Sí y pasarías semanas lavando el olor y sabor a muerto de tu boca, dudo que Menma te permitiría tocarlo en semanas.
—Punto chupasangre, creí que irías a proteger a los chicos… o al lugar donde te dirigías,
—Cambie de opinión hay varios nativos cerca de ahí y no quiero que salgan lastimados, eso y tú forma es la ideal para atraer la atención de los soldados sin ser reconocido. En cuanto a los chicos debemos confiar en ellos y su fuerza, los hemos escogido como nuestras parejas por una razón.
—Sí, porque son bellísimos y tienen un trasero de ensueño.
—…En parte sí, pero también porque son poderosos y nuestros parte salvaje los ha designado como nuestros elegidos.
—…Concuño tu careces de sentido del humor.
—No es tiempo de bromear.
—Supongo tienes razón, pero aún así me preocupa mi pareja y quiero volver.
—Estarán bien, uno de mis cuervos estará pendiente de que no se encuentren en una situación peligrosa, llamándonos de inmediato si algo sucede.
—Entonces no perdamos tiempo—Replicó el licántropo poniéndose en movimiento de repente éste pregunto mirando al sangre pura— ¿Y encontraste al titiritero?
—Hable con él pero no estaba cerca de aquí los que destruimos son simples señuelos, aparte usa la telepatía así que no es monstruo corriente.
—Odio que a la hora de vaticinar problemas, siempre sea para peor.
—Así es generalmente.
Mientras los dos varones se dirigían al lugar donde estaba el convoy en donde el eentings y el necrófago descansaba el hombre rata se dirigía a la casa soltando maldiciones a diestro y siniestro se le unieron cuatro compañeros que preguntaron atemorizados.
— ¿Qué sucedió? Escuchamos los gruñidos del Ghoul unos aullidos terribles ¡Y luego nada!
— ¿Qué sucedió? ¡¿Qué sucedió?! ¡Que esos malditos humanos nos mandaron a una muerte segura la única manera, que tenemos para comerciar por nuestra vida es atrapar a algún rehén, para llegar a un acuerdo con el lobo y el vampiro.
— ¿Lobo y vampiro? ¡Pero si el muerto viviente se ocupo de algunos de ellos cuando estábamos con esos humanos! ¡Los destrozo con una horrible facilidad!
— ¡Pues los malditos que tenemos que enfrentar no son como esos! ¡Maldita sea, son mucho más fuertes, no quiero morir cuando apenas acabo de ser liberado!
— ¿Quieres un rehén Gato? Creo que por ahí van varios.
La rata sonrió en cuanto vio a varias mujeres nativas seguidas de varios niños y algunos ancianos, al parecer la enorme barahúnda armada por los dos combatientes y que llego hasta ellos; por lo cual muy asustados decidieron dirigirse a la casa del su gran espíritu protector, mientras los hombres más fuertes y valientes se quedaban atrás junto con la naga de dos metros guardando el poblado y sus hogares.
Con una velocidad que sólo los no humanos tendrían uno de los roedores se lanzo sobre una mujer que cargaba un bebé mientras en un brazo mientras que con la otra mano sujetaba la mano de su hijo más grande, derribándola al suelo lanzo un chillido (más parecido a un gañido espantoso por el tamaño del ser) de triunfo, pero antes de que lo finalizara pudo sentir como una de sus orejas quedo convertida en un bloque de hielo y se aparto de un salto frotándola tratando inútilmente de hacerla entrar en calor, su grito de triunfo transformado uno de dolor por el frío intenso que empezó a calar hasta los huesos.
— ¡Vayan dentro de la casa y atranquen las puertas— Se apresuraron a gritar los dos jóvenes rubios parados delante del aterrorizado grupo de aldeanos, los ratman miraron con los ojos entrecerrados a los que habían osado a interrumpirlos y el así llamado Gato soltó una sonrisa de victoria, estos parecían ser unos prisioneros más prometedores que los míseros y débiles humanos; podía olfatear en el aire un aroma ajeno a ellos en el cuerpo de los muchachos intercambio miradas con sus compañeros que asintieron ellos también podían olisquear el olor a hombre lobo y vampiro entremezclados con el de los dos chicos, lo que quería decir que eran pareja.
—Ustedes son compañeros de ese par de monstruos que mi grupo y yo encontramos de camino ¿Verdad?
—Si te refieres a Itachi y Kakashi no eres quien para hablar, aquí no hay más monstruos que tú ¡Fea rata!
—Tal vez nuestra apariencia no sea tan agraciada en comparación, pero te aseguro que somos bastante fuertes ¡Así que si no quieren salir heridos es mejor que vengan con nosotros!
— ¿De veras? ¿Atacando a ancianos mujeres y niños indefensos? Si claro se los voy a creer.
—Además tu amigo no parece ser de tu misma opinión .
Comento el mayor de los gemelos señalando al atacante que gritaba.
— ¡Me congelo, me congelo! ¡Maldita sea me congelo! ¡Hagan algo!
— ¡Ya cállate!
— ¡Eso lo dices, porque no es a ti a quien congelaron las orejas!
— ¡Es preferible a que te corten la cabeza.
Naruto y Menma intercambiaron miradas sorprendidos ante la discusión, momento en que aprovecharon los monstruo para atacarlos, el menor de los ojos azules esquivo su ataque con facilidad lanzándole una bola de fuego que atino en una de las colas de las ratas. Todo esto, gracias al entrenamiento y la única…y bastante aterradora vez ( por el poder de su oponente y la presencia sanguinaria y sádica que desprendía cuando estaba en batalla) que a base de insistencia quiso probar como era enfrentarse a Madara Uchiha al igual que Sasuke… la pelea se resumió a que el vampiro, luego de paralizarlo con sus poderes , lo miro meneando la cabeza y con delicadeza lo cargo para dejarlo en brazos de Itachi; insistiendo que debía aprovechar la agilidad natural de los zorros y la magia a la que estaban intrínsecamente ligados. Luego de esa vergonzosa experiencia ( ¿Que más vergonzoso que ser llevado al estilo nupcial por el abuelo de tu novio? y sobre la cual no conto a nadie…de seguro no habría dejado escuchar sobre ella hasta ahora si Sasuke se hubiera enterado) se había dedicado con más empeño a su propia preparación: dando como resultado que sus reflejos se habían agudizado de modo extraordinario, poniéndose a la par con los de su hermano.
Frunciendo la nariz ante el olor a carne quemada ambos zorros observaron divertidos los movimientos del repulsivo ser, tensándose cuando vieron que a todos se le tonaron los ojos rojos y empezaron a echar baba por la boca, pero sobre todo al ver una gran horda de ratas que empezaron a venir de quien sabe dónde. Sin pérdida de tiempo ambos chicos empezaron a quemar y congelar hasta la inmensa plaga que amenazaba devorarlo todo esquivando a la vez los molestos ataques de los Ratman una labor difícil porque debían concentrarse en no destruir nada de delicado ecosistema a su alrededor.
— ¡No me gusta esto Naruto!
— ¡A mí tampoco!
— ¡Estos tipos son ridículamente débiles ya deberíamos haberlos derrotado!
— ¡Eso también lo se Menma! ¿¡Pero cómo podemos hacerlo con la enorme cantidad de ratas que hay alrededor?! Puedo intentar quemarlas pero eso puede desatar un incendio.
—Entonces cómprame cuatro segundos de tiempo hermanito y encárgate de ataque de esos cobardes que se ocultan detrás de estas alimañas.
El aludido asintió y lanzo una columna de aire caliente, sobre sus atacantes asiendo retroceder a las hordas ratoniles tiempo suficiente para que él otro lanzara el hechizo en el cual estaba trabajando, luego de advertirle a su gemelo menor – ¡Ven aquí ponte junto a mí!— Una oleada de aire frio se extendió a viarios metros a la redonda, congelando todo lo que pudo tocar un hombre rata y miles de roedores quedaron congelados al instante. Al ver las orejas y colas de los dos jóvenes Gato bufo con disgusto ¡Zorros! Y se lanzo con furia todavía alentado por el número de sus congéneres y las huestes de ratas que aun sumaban miles, pero estas fueron atacadas por varios cuervos provocando que empezaron a huir despavoridas, de la nada dos de sus compañeros cayeron abatidos y el mismo sintió como una poderosa mano que apestaba a sangre muerte y descomposición atenazaba su cráneo, mientras una voz realmente espeluznante exclamó.
— ¿En verdad quieres intentar eso pequeña alimaña? Que mal, dicen que los tuyos colaboran con cualquiera que les pague mejor y sueltan la lengua fácilmente…lástima que no necesite tu lengua sino lo que hay en tu cerebro. Llévense a sus parejas niños no necesitan ver esto.
— ¿Sabes que tu abuelo nos acaba de robar el protagonismo en el rescate?
—Acostúmbrate a ello además no es a nuestros compañeros a los que quiere impresionar.
Comentaron Kakashi e Itachi estudiando con ansiedad a sus jóvenes parejas a, ojos azules color de cielo levantaron su vista en sus compañeros y luego la fijaron en el imperator que seguía sosteniendo con una risa sádica al ser debatiéndose entre sus garras, mientras Orochimaru que estaba a espaldas de éste parecía lo bastante furioso como para no preocuparle en lo más mínimo el destino del roedor.